Manet pintó "Desayuno en la hierba" en 1862-1863, rompiendo con convenciones académicas de la época al representar a una mujer desnuda junto a hombres vestidos en un paisaje sin perspectiva tradicional. Usó una técnica de pinceladas rápidas y colores planos, casi sin sombras, inspirándose en la fotografía. La obra causó escándalo por su estilo moderno y tema controvertido.