La incapacidad para acceder a los servicios sociales y un entorno permisivo con el agresor agravan su situación. 8 Diciembre 2012 Diario Noticias Alava
La Corte rechazó la demanda de Quintela contra DNU
Entre el aislamiento y la vergüenza
1. 6 Diario de Noticias de Álava Sábado, 8 de diciembre de 2012
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Entreelaislamientoylavergüenza
ARGITUZ RECOGE VEINTE TESTIMONIOS DE
MUJERES MALTRATADAS EN EL ÁMBITO RURAL
La incapacidad para acceder a los servicios sociales y un
entorno permisivo con el agresor agravan su situación
TXUS DÍEZ
VITORIA. De diez años para acá, la
violencia de género ha salido del
ámbito del hogar, se ha visibiliza-
do, y tanto poderes públicos como
sociedad en general la repudian con
mayor o menor sinceridad. Se des-
tinan recursos públicos, se crean
juzgados especializados y se forma
a médicos y policías. Sin embargo,
¿qué ocurre cuando la víctima es,
por ejemplo, una mujer mayor que
vive en un municipio pequeño, o en
un caserío, alejada de los recursos
sociales y con la presión de un
entorno cerrado para el que la vio-
lencia machista es un fenómeno
normalizado? Pues que siente ver-
güenza, tarda en buscar una salida
a su situación y, cuando lo quiere
hacer, no encuentra las herramien-
tas adecuadas para hacerlo. Ade-
más, en ocasiones, tras dar el paso
y pedir ayuda, tiene la mala suerte
de que el policía, el doctor o el abo-
gado de oficio que le atienden no
son los más apropiados.
Esa es la situación que denuncia
el informe Necesidades, obstáculos
y buenas prácticas en los itinerarios
de salida de la violencia de género
desde la experiencia de mujeres del
área rural de Álava, una publica-
ción presentada ayer en Vitoria por
la asociación proderechos humanos
Argituz, poco más de una semana
después de que en la localidad de
Araia una mujer muriera asesina-
da a manos de su marido.
Berta Gaztelumendi y Nerea Goi-
koetxea, integrantes de esta aso-
ciación, entrevistaron a una vein-
tena de mujeres de municipios ala-
veses de menos de 3.000 habitantes,
víctimas de violencia de género de
entre 24 y 78 años que decidieron
dar el paso de pedir ayuda, no siem-
pre a la Justicia. De hecho, seis de
ellas no presentaron denuncia con-
tra sus parejas.
El estudio se centra en las particu-
laridades que el entorno rural gene-
ra en estos casos, pero parte de una
premisa inicial. La inmensa mayo-
ría de las víctimas de violencia
machista de cualquier ámbito geo-
gráfico sufre un proceso de empo-
brecimiento cuando se separa de su
pareja. La dependencia económica
es un factor clave, que se agudiza
cuando, al separarse, se producen
impagos de pensiones, se carga con
los hijos o se hace frente en solitario
a una hipoteca antes compartida.
En los pueblos pequeños, además,
surgen de forma recurrente dos cir-
cunstancias. La primera, que la pro-
pia víctima no se reconoce como tal,
a veces hasta pasados 30 años de
maltrato. “El control social y la ver-
güenza”, explicaba ayer la redacto-Un momento del acto celebrado ayer en Vitoria contra la violencia machista en el ámbito rural.FOTO: JORGE MUÑOZ
ra del informe, María Laredo, ocul-
tan el problema, y “la violencia se
normaliza hasta llegar al asesinato
o la violencia extrema”. El objetivo
del informe es que esa vergüenza se
vuelva contra el agresor.
El segundo factor siempre pre-
sente en los pueblos es la falta de
accesibilidad a los recursos públi-
cos dedicados a la violencia machis-
ta, que se traduce en el aislamiento
de la víctima. Muchas mujeres,
especialmente las de cierta edad, ni
siquiera tienen medios de locomo-
ción para desplazarse a Vitoria,
donde pueden iniciar el itinerario
para escapar de su situación.
EL PAPEL DEL MÉDICO DE CABECERA
Ante esta realidad, explicaba Lare-
do, el centro de salud debe ser la
puerta de entrada al sistema de pro-
tección de la víctima. El médico de
atención primaria debe detectar el
problema y apoyar a la mujer mal-
tratada, y no siempre ocurre así. De
hecho, señaló Laredo, en las veinte
entrevistas realizadas hay percep-
ciones muy distintas sobre la aten-
ción en el ambulatorio, y todo por-
que les tocó uno u otro médico en
suerte. Un apoyo en la consulta del
doctor permitirá a la mujer acceder
al resto de recursos sociales que la
administración ha puesto a dispo-
sición de los ciudadanos.
En cuanto al hecho de denunciar o
no, que desde los poderes públicos se
defiende siempre como la única
alternativa posible para escapar de
laviolenciamachista,enArgituzdis-
crepan. Seis de las veinte mujeres
han rehecho sus vidas sin pasar por
el juzgado, sólo con un apoyo psico-
lógico que sí es la herramienta indis-
pensable para dar el paso. De hecho,
el estudio señala cómo el servicio de
atención psicológica de la Diputa-
ción es generalmente muy bien valo-
rado por las afectadas, así como la
unidad especializada de la Ertzaint-
za en materia de violencia machista.
No ocurre así en los juzgados crea-
dos específicamente para atender a
estas mujeres, donde son sometidas
a “verdaderos interrogatorios durí-
simos”, explicó Laredo, ya que lo
común es que la denuncia se consi-
dere, de entrada, falsa. También es
común que el abogado o abogada de
oficio llegue tarde al juicio, o que
recomiende a la víctima dar marcha
atrás. “En estos casos tienen que
demostrar que dicen la verdad sólo
porque son mujeres”, señaló por su
parte la también integrante de Argi-
tuz Juana Mari Astigarraga.
En ese sentido, cabe destacar el
caso de una mujer que tuvo que
renunciar a sus derechos económi-
cos en el proceso de separación para
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¿Habrá Presupuesto foral? El
PNV afirma, tras los contactos con
el gabinete De Andrés, que el PP
busca acudir a una prórroga.
Desde la Diputación lo niegan. P.10
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que la autoridad judicial creyera en
la autenticidad de su denuncia.
Ocurre además que, cuando se
denuncia al día siguiente de la agre-
sión más grave, la mujer no siem-
pre declara como lo habría hecho
con un poco más de serenidad; y
cuando se busca apoyo psicológico,
se ordenan la ideas y posterior-
mente se va al Juzgado, se le pre-
gunta a la mujer “cómo no denun-
ciaste antes”, explicó Laredo.
No existe un manual de instruc-
ciones que garantice a la mujer el
éxito si decide emanciparse de su
agresor pero, según Laredo, si pide
ayuda en su centro de salud podrá
acceder a los recursos de la Dipu-
tación, podrá contar con atención
psicológica y tendrá la posibilidad
de “tomar decisiones acompañada”.
Sin derecho a la
Justicia gratuita
Resulta paradójico que cuando
uno de los problemas más recu-
rrentes entre las mujeres vícti-
mas de violencia de género es el
de la precariedad económica
muchas de ellas no puedan acce-
der a la Justicia gratuita a la hora
de denunciar el maltrato, pero lo
cierto es que así es. Tal y como
denuncia el informe de la aso-
ciación Argituz, la mayor parte de
las veinte mujeres encuestadas
para este trabajo tuvieron que
pagarse su acceso a la Justicia
tras tomar la difícil decisión de
denunciar, por lo que el estudio
reclama que se revisen los requi-
sitos que dan derecho a una asis-
tencia letrada sin coste econó-
mico ante unas agresiones que,
como señaló el portavoz de Argi-
tuz, Andrés Krakenberger, “son
violaciones de los derechos
humanos que quedan en segun-
do plano”. La rebaja de las exi-
gencias para acceder a un abo-
gado de oficio es una de las múl-
tiples recomendaciones que reco-
ge el informe presentado ayer,
que ha sido elaborado con la
colaboración económica de la
Diputación y de Emakunde, y que
se presentó aprovechando que el
próximo lunes se celebra el Día
Internacional de los Derechos
Humanos. >T.D.
ARACELI OIARZABAL
AMURRIO. Trasmásdeunañodetra-
bajo, Amurrio ya cuenta con un pro-
tocolomunicipaldeactuaciónycoor-
dinación interinstitucional para
mejorar la atención a víctimas de
violencia de género y agresiones
sexuales. Se trata de un documento
que marca las pautas a seguir por
todoslosprofesionalesimplicadosen
esta problemática, de cara a pro-
porcionar una atención de calidad a
las mujeres que padecen situaciones
de agresión y malos tratos, y traba-
jar en la prevención.
A la redacción de este documento
El nuevo protocolo. FOTO: A.O.
ELTEXTOPROPONECREARUNA
GUARDERÍAQUEPERMITAALAS
VÍCTIMASDEJARASUSHIJOS
MIENTRASREALIZANTRÁMITES
le ha precedido un diagnóstico ela-
borado desde los servicios sociales y
el área municipal de Igualdad, en
colaboración con el tejido asociativo
local, “por lo que podemos asegurar
que tenemos una herramienta útil,
ya que está hecha en casa, y que –por
desgracia– la vamos a usar más de lo
que nos gustaría”, explicó la edil de
Bildu, Eva Blanco, quien fue res-
ponsabledelaconcejalíadeIgualdad
durante la legislatura pasada.
En concreto, el protocolo dicta
todos los pasos a seguir por la técni-
co de igualdad, la trabajadora social,
la Policía Municipal y el gabinete de
asistencia psicopedagógico GAPPA,
en cuanto a personal municipal se
refiere; así como por el centro de
salud local, la Ertzaintza, el juzgado
de Amurrio y el tejido asociativo,
cuando se tenga constancia de un
caso de violencia de género, bien sea
por denuncia de la propia víctima,
vecinos o familiares y amigos.
El texto, de casi un centenar de
páginas, también propone crear un
servicio de guardería, cargado al
área de Igualdad o Acción Social,
para resolver el problema de la aten-
ciónalashijasehijosdelasusuarias
yquepuedanrealizarlostrámitesen
caso de denuncia, así como recibir
atención psicológica u otros recur-
sos “sin preocupaciones”. De igual
forma, insiste en la necesidad de
hacerprevenciónenloscentrosesco-
lares dentro del currículo escolar y
durante todo el curso y no sólo en
fechas señaladas como el 8 de marzo
o el 25 de noviembre.
En Amurrio la atención a las vícti-
mas de violencia de género la reali-
za el servicio social de base, que
cuenta con un servicio de atención
psicológica y otro jurídico, depen-
diente de la Diputación; además de
un piso de acogida. No obstante, el
diagnóstico previo a la elaboración
del protocolo señalaba la necesidad
de una mejor coordinación entre el
servicio social, los cuerpos de segu-
ridad y los servicios sanitarios, de
forma que se diera una mayor flui-
dez entre las distintas instancias y
profesionales que intervienen aten-
diendo a las víctimas.
Amurrioapruebaun
protocoloparaatenderla
violenciacontralamujer
Ertzainas se disponen a trasladar el cadáver del hombre que se suicidó tras asesinar a su pareja el pasado 27 de noviembre en Araia.FOTO: ALEX LARRETXI
Eldiagnósticoprevioal
protocolopedíamás
coordinaciónentrela
Ertzaintzaylosservicios
socialesysanitarios