Este documento resume el libro "Reforma o Revolución" de Rosa Luxemburgo. Luxemburgo argumenta que la reforma y la revolución no son opciones igualmente válidas, sino momentos distintos en el desarrollo de una sociedad de clases. Las reformas solo pueden ocurrir dentro de los límites establecidos por la clase dominante y no conducen al socialismo. Solo la revolución, a través de la conquista del poder político, puede establecer una nueva sociedad e implantar el socialismo. Luxemburgo crit
Reseña de "Reforma o Revolución" de Rosa Luxemburgo
1. REFORMA O REVOLUCIÓN de Rosa Luxemburgo. Fundación Federico
Engels, Madrid; 2008. 103 páginas.
“Hoy en día, Reforma o revolución constituye un tesoro teórico de primer orden,
un auténtico clásico de la literatura marxista y de la lucha contra la penetración
de las ideas de clases ajenas en el seno del movimiento obrero.” –R. Luxemburgo,
p. 14
Rosa Luxemburgo, militante crítica del Partido Socialdemócrata de
Alemania (SPD), en 1914 se opuso radicalmente a la participación de los
socialdemócratas en la I Guerra Mundial, disidencia que desembocaría
en la creación de la Liga Espartaquista (1916) y más tarde en la
creación del Partido Comunista de Alemania (KPD). Al terminar la
guerra, 1918, fundó el periódico “La Bandera Roja” junto con el alemán
Karl Liebknecht, con quien sería detenida y asesinada el 15 de Enero de
1919, en Berlín.
Refiriéndonos al contexto de la obra, escrita en 1900, citamos un
fragmento del prólogo hecho por los editores:
“[…] El espectacular crecimiento de la influencia y el poder de la socialdemocracia alemana
entre los trabajadores tuvo lugar en el período de auge económico más importante que el
capitalismo había experimentado hasta ese momento. Los triunfos electorales, el aumento de
concejales y de parlamentarios regionales y estatales, la influencia de los sindicatos en las
nuevas relaciones económicas, favorecieron que una capa cada vez más nutrida de
funcionarios, cuadros provenientes de la aristocracia obrera y la intelectualidad
pequeñoburguesa, se fuese haciendo con el control de la organización.” Pp. 12-13
Este escenario dotó de un aura parsimoniosa y pacífica el arribo al
socialismo. En consecuencia, quedaba atrás la vía revolucionaria y el
gradualismo se imponía bajo el discurso de los éxitos electorales y la
acción institucional.
Mediante la elaboración de este artículo, Rosa Luxemburgo pretendía
desenmascarar el reformismo de Eduard Berstein, se enfrentaban así
dos tendencias muy marcadas en el seno de la social democracia: La
marxista, que abogaba por la transformación socialista de la sociedad
con métodos revolucionarios y la reformista representada por las nuevas
formas “democráticas” del Estado capitalista.
No se trataba para la autora, de la incompatibilidad entre la lucha por
las reformas y la estrategia revolucionaria, sino que Berstein ofrecía una
alternativa que finalmente perpetuaba el orden social burgués.
2. La reforma y la revolución, señala Rosa Luxemburgo:
“[…] no son, por tanto, distintos métodos de progreso histórico que puedan elegirse
libremente en el mostrador de la historia, como cuando se eligen salchichas calientes o frías,
sino que son momentos distintos en el desarrollo de la sociedad de clases, que se
condicionan y complementan entre sí y al mismo tiempo se excluyen mutuamente, como el
Polo Norte y el Polo Sur o la burguesía y el proletariado.” P. 81
Tal como lo vemos hoy en día, si bien la burguesía es capaz de conceder
ciertas mejoras en las condiciones sociales, evidentemente pone freno a
éstas al entrar en conflicto con sus intereses. Apoyándonos en lo
planteado por Rosa, la burguesía se desplazará respecto de las reformas
dentro de los márgenes establecidos por la constitución hecha para su
misma clase. Podría pensarse ingenuamente que el cambio
constitucional solucionaría este conflicto, mas Rosa nos aclara el
panorama, señalándonos que solo la revolución puede traer consigo en
su vientre un conjunto de normas y preceptos basados en la
construcción de una nueva sociedad, que más temprano que tarde
desembocaría en la extinción del Estado:
“Toda constitución legal no es más que un producto de la revolución. En la historia de las
clases, la revolución es el acto político creador, mientras la legislación sólo expresa la
pervivencia política de una sociedad. La reforma legal no posee impulso propio,
independiente de la revolución, sino que en cada período histórico se mueve en la dirección
marcada por el empujón de la última revolución y mientras ese impulso dure. O dicho más
concretamente: sólo se mueve en el contexto del orden social establecido por la última
revolución. Este es el punto crucial de la cuestión. Es absolutamente falso y completamente
ahistórico considerar las reformas como una revolución ampliada y, a su vez, la revolución
como una serie de reformas concentradas. La reforma y la revolución no se distinguen por
su duración, sino por su esencia.” Pp. 81-82
En el caso de Chile, el orden social establecido por la última “revolución”
de la burguesía o mejor dicho “contrarrevolución” que tiene su reflejo en
la constitución de 1980 bajo un contexto dictatorial y que impide como
se ha demostrado todo este tiempo, llegar más lejos respecto a
derechos básicos como la salud y la educación, nos están demostrando
que no podemos quedarnos en los meros reclamos coyunturales ni en
los retoques de este o aquél artículo de la constitución. Es preciso pasar
a la ofensiva y entender que tanto el gobierno como representante de la
clase dominante, como la clase dominante misma -encabezada por las 7
familias más ricas del país- no nos otorgarán nunca ni plenos derechos
ni plena igualdad, puesto que su riqueza se basa en nuestra carencias.
3. Con las palabras de esta Gran mujer como lo fue Rosa Luxemburgo,
quien ya en esa época vislumbraba la conformidad de la
socialdemocracia, hacemos el llamado a la unidad de los revolucionarios
y a no desfallecer ni descansar, ni mucho menos dejarse engatusar por
éste canto de sirena llamado reformismo:
“Por lo tanto, quien se pronuncia por el camino reformista en lugar de y en oposición a la
conquista del poder político y a la revolución social no elige en realidad un camino más
tranquilo, seguro y lento hacia el mismo objetivo, sino un objetivo diferente: en lugar de la
implantación de una nueva sociedad, elige unas modificaciones insustanciales de la
antigua. De este modo, siguiendo las concepciones políticas del revisionismo se llega a la
misma conclusión que estudiando sus teorías económicas: no busca la realización del
socialismo, sino la reforma del capitalismo, no busca la supresión del sistema de trabajo
asalariado, sino la disminución de la explotación. En resumen, no busca la supresión del
capitalismo, sino la atenuación de sus abusos.” P. 82
¡SOLO LA LUCHA Y LA UNIDAD NOS HARÁN LIBRES!
Mirlo