1. Una actitud positiva
Párrafo 55
La duda y la incredulidad, que resultan de circunstancias
desfavorables, indican problemas espirituales—No se necesita mayor
evidencia de que una persona está muy lejos de Jesús, y está descuidando la
oración secreta y la piedad personal, que el hecho de que exprese dudas y
descreimiento porque está en un ambiente desfavorable. Tales personas no
tienen la religión pura, verdadera, inmaculada de Cristo. Tienen un objeto
espurio que el proceso de refinación consumirá completamente como escoria.
Tan pronto como Dios los prueba, y prueba su fe, ellos vacilan, inclinándose
primero a un lado y luego al otro. No tienen el objeto genuino que Pablo poseía,
quien podía gloriarse en la tribulación “sabiendo que la tribulación produce
paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no
avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros
corazones”. Tienen una religión circunstancial. Si todos a su alrededor son
fuertes en fe y confianza en el éxito final del mensaje del tercer ángel, y no
reciben ninguna influencia en contra, entonces, parecen tener alguna fe. Pero
tan pronto como la causa parece sufrir alguna adversidad, y el trabajo avanza
lentamente, y se necesita la ayuda de todos, estas pobres almas, aunque sean
profesos ministros del Evangelio, esperan que todo termine en la nada. Son un
obstáculo en vez de una ayuda.—Testimonios para la Iglesia 2:456, 457. {MPa
41.1}