4. FLEXICALYMENE.
Pertenece al grupo taxonómico de
los trilobites y es un artrópodo.
Vivió entre el Ordovícico y el
Silúrico.
Tenía un sistema de vida exclusivamente
marino y era muy versátil, por lo que ocupaban prácticamente todos
los océanos.
Tenía en general una forma ovalada y plana estructurada en tres
segmentos longitudinales:
- Cabeza, en la que la mayoría poseía un par de ojos.
- Una región torácica dividida en segmentos articulados
(entre 2 y más de 40) llamados "metámeros“.
- Cola, que podía ser lisa o espinosa.
Podía medir desde 1mm hasta cerca de 1m. 1 2
5. PHACOPS.
Pertenece al grupo taxonómico de los trilobites y es un artrópodo.
Vivió durante el Devónico.
Vivía en mares cálidos y poco profundos y se encontraba en todo el mundo.
Sus ojos están formados por pequeñas lentes
de calcita. Tiene once segmentos torácicos y el pigidio,
mediano o grande, está bien segmentado. Era
depredado por varios peces, por lo que contaba con
doce placas de su tórax para proteger sus patas y la
parte dorsal, y un abultado escudo protegía su cabeza.
Su dieta se basaba en partículas orgánicas.
Como mecanismo de defensa, se enroscaba sobre sí
mismo, de modo que fuera imposible su ingesta.
Medía aproximadamente 4’5 cm.
1 2
6. CRUCIANA.
Pertenece al grupo taxonómico
de los trilobites y es un artrópodo.
Vivió durante todo el Paleozoico.
Es una pista fósil debida a la locomoción de trilobites que incluye
numerosas paraespecies.
Está formada por dos surcos que dejan una cresta central (en
ocasiones con otros dos surcos más pequeños laterales) y con final
estriaciones oblicuas en forma de "V" que indican el sentido
contrario al del avance.
1 2
7. ORTHOCERAS.
Pertenece al grupo taxonómico de
los nautiloideos y es un molusco
cefalópodo.
Vivió desde el Ordovícico hasta el
Triásico.
Vivían en contacto con el fondo marino (vida betónica), y se
encontraban repartidos por todo el mundo.
Tenían una concha de forma cónica dividida en cámaras separadas
por tabiques (cóncavo-convexos) y unidas por un tubo central llamado
sifúnculo; y 10 tentáculos que les permitían nadar (a pesar de su vida
betónica).
Presentaban bastante similitud con los pulpos y calamares actuales.
Su tamaño medio era de unos 15 centímetros (pero también había
algunos de varios metros).
1 2
8. BELEMNITES.
Pertenece al grupo taxonómico
belemnoidea y es un molusco
cefalópodo.
Existió durante todo el Mesozoico.
Vivía en medios marinos.
Su cuerpo tenía forma de torpedo acabado en una cabeza grande y
con brazos fuertes provistos de ganchos para sujetar a las presas.
Tenían una concha interna dividida en cámaras y llena de gas, lo
que les permitía flotar entre dos aguas. Ésta estaba totalmente
recubierta de piel y músculo, y tenía una estructura sólida con forma
de bala.
Se movían a reacción, emitiendo un chorro de agua y al igual que el
calamar y la jibia, podían librarse de sus depredadores lanzando
tinta para ocultarse mientras huían a un escondite seguro.
1 2
9. PLEUROCERAS.
Pertenece al grupo taxonómico de los ammonoideos y era un
molusco cefalópodo.
Existió durante todo el Triásico.
Habitaba en medios marinos.
Presenta una concha platicónica, evoluta, con la región
ventral tabulada y con quilla trenzada robusta. La sección
de la última vuelta de la espiral es cuadrada y rectangular.
Las costillas son simples, radiales, están bien marcadas y
suelen terminar en una hilera de tubérculos sobre la curva
externa.
1 2
10. DACTYLOCERAS.
Pertenece al grupo taxonómico
de los ammonoideos y era un
molusco cefalópodo.
Existió durante el Jurásico inferior.
Probablemente habitaba en el suelo marino y se encontraba en casi
todos los continentes.
Tiene una cáscara fuerte, acanalada. Las costillas están
ligeramente inclinadas hacia delante y recorren el borde externo.
Por lo general son pequeños, con un promedio de 65 mm de
diámetro.
Fue uno de los linajes de ammonites de mayor éxito.
1 2
11. GONIATITES.
Pertenece al grupo taxonómico
de los ammonoideos y era un
molusco cefalópodo.
Existió durante el Devónico.
Era abundante en los mares.
Evolucionó a partir de nautiloideos hace unos 400 millones de años.
La rápida evolución de las especies de ammonoideos y su amplia
distribución les convierten en un gran valor en la subdivisión de
finales del tiempo del Paleozoico y Mesozoico.
Las suturas de los Goniatites puede incluir tanto elementos
puntiagudos y redondeados en forma de zig-zag o rectas con
cóncavas como en el genero geisonoceras.
El nautilos moderno es el único sobreviviente relacionado. 1 2
12. CARDIOLA.
Pertenece al grupo de los bivalvos y era
un molusco.
Vivió durante el Silúrico y el Devónico.
Era, por lo general, marino.
Presentaba simetría bilateral y estaba protegido por una
concha calcárea constituida por dos valvas (derecha e
izquierda) que presentan en el lado dorsal una punta
encorvada llamada umbo.
1 2
13. HIPPURITES.
Pertenece al grupo de los bivalvos y era un orden de moluscos heterodontos.
Existió durante el Cretácico.
Habitaba aguas someras, turbias y bien
oxigenadas. La profundidad no pasaba de
los 5 m. Pero también se exponía a condiciones
que quedaban al aire durante las mareas vivas.
Tenía dos valvas asimétricas, de las cuales una
de ellas solía estar fijada al sustrato. Una de ellas
era cónica y se anclaba vertical en el sustrato, con
la otra valva, muy diferente y reducida que actuaba
de opérculo (a modo de tapa libre). El tamaño de
estas formas cónicas es muy variable.
Durante el Cretácico fue el principal responsable de la formación de
arrecifes en el mar de Tetis. Se agrupaba con numerosos individuos,
lo que permitía el asentamiento de sedimentos, que consolidaban y
reforzaban las colonias.
1 2
14. OSTREA.
Pertenece al grupo de los bivalvos y era un inequivalvo.
Apareció durante el Triásico.
Tenía una vida sedentaria en los
fondos marinos.
Era de forma irregular y estaba sufija por cementación de la valva
izquierda, que era mayor que la derecha.
Formaron grandes bancos en zonas muy batidas por el oleaje y en
la actualidad pueblan grandes zonas de nuestros mares.
1 2
15. GRYPHAEA.
Pertenece al grupo de los bivalvos y se
trata de un género articulado fósil de la
familia Gryphaeidae.
Existió durante el Triásico.
Vivía sobre el suelo marino, a poca
profundidad, y posiblemente en grandes
colonias.
Se caracterizaba por tener dos válvulas articuladas bien
diferenciadas: una exageradamente curvada y hundida por su propio
peso en el fango marino, y otra pequeña y plana que tendía función de
"tapa". La más grande se asentaba sobre el fondo marino y el animal
vivía entre las dos conchas, como las ostras actuales.
Esta forma de la concha responde a la adaptación a un fondo marino
móvil. El rápido crecimiento de la válvula inferior le permitía elevarse
sobre las turbulencias del fondo y por s grosor tenía la estabilidad
garantizada.
1 2
16. STOMBUS.
Pertenece al grupo taxonómico de
los gasterópodos y era un molusco.
Apareció en el Pleistoceno.
Se podía encontrar en casi todo tipo
de ambientes, pero mayoritariamente en aguas cálidas
saladas o dulces.
Aunque la mayoría de las especies de este género se ha
extinguido, sobreviven al menos 65.
Poseía una concha robusta, con la última vuelta
especialmente gruesa y muy abierta.
1 2
17. RHYNCHONELLA.
Pertenece al grupo taxonómico de los
braquiópodos.
Apareció durante el Jurásico.
Vivían fijos al fondo del mar mediante un pedúnculo que
sale al exterior de un orificio que presenta la valva inferior
denominado “foramen”.
Presentaba caparazón bivalvo, era de contorno triangular.
Se caracterizaba por presentar costillas muy marcadas y
salientes, y por tener la comisura de las valvas replegada,
con un pliegue en la valva dorsal y un surco en la ventral
que encajan entre sí. 1 2
18. TEREBRATULA.
Pertenece al grupo taxonómico de los braquiópodos.
Apareció en el Jurásico.
Habitaba en medios marinos.
Tenía un caparazón bivalvo, con una concha
lisa más o menos ovalada y una comisura frontal
con una forma muy característica.
Se caracterizaba por tener conchas con forma circular u oval y
una línea de charnela corta.
La valva ventral, mayor que la dorsal, terminaba en un
gancho “umbo” en el que está situado el foramen.
1 2
19. SPIRIFER.
Pertenece al grupo taxonómico de los
braquiópodos.
Existió desde el Devónico hasta el
Carbonífero.
Estaba adaptado para la vida en los
fondos marino cenagosos.
Poseía una concha alargada en sentido
transversal, de contorno triangular que presenta valvas surcadas
de costillas radiales.
Algunos carecían de pedúnculos de fijación característicos de
los braquiópodos.
1 2
20. ENCRINUS.
Pertenece al grupo taxonómico de los
equinodermos.
Apareció en el Triásico.
Era marino y bentónico.
Como crinoideos que eran tenían aspecto
de lirio, con:
- Raíz.
- Tallo (en este caso) alargado.
- Artejos (en este caso) con una sección cilíndrica.
- Cáliz (en este caso) alargado y con placas bien marcadas.
- Brazos ramificados. 1 2
21. SCHIZASTER.
Pertenece al grupo taxonómico de los equinodermos.
Apareció en el Eoceno.
Vive enterrado en el fondo arenoso, a profundidades
entre 5 y 90 m.
Tiene el ámbito oval, escotado por el ambulacro impar, que es
muy largo, ancho y está profundamente excavado en su lado
aboral, los ambulacros pares se encuentran algo menos hundidos,
siendo de dos a tres veces más largos los anteriores que los posteriores.
Su tamaño normalmente oscila entre 3 y 7 cm. de largo.
Su caparazón es delgado y frágil, por lo que es muy habitual encontrarlo fracturado. La sección es
más alta en su lado posterior y desciende hacia el anterior. El lado oral está ligeramente
abombado con una muesca que marca la boca, tiene forma de media luna, un labio bien desarrollado y se
encuentra desplazado hacia su extremo anterior.
El ano es oval y se encuentra en su extremo posterior situado verticalmente o inclinado, que permite su
visión desde abajo.
Se distinguen una fasciola periambulacral y otra latero-anal.
El sistema apical en algunas especies está compuesto por dos grandes poros genitales, en otras por dos
grandes y dos pequeños.
Utiliza un largo pedicilio para sujetarse al substrato y pedicilios respiratorios en su cara aboral
para llegar a la superficie del fondo marino. 1 2
22. CUPRESSOCRINUS.
Pertenece al grupo taxonómico de los equinodermos.
Apareció en el Devónico.
Vivía en ecosistemas marinos de alta
energía y con violentas corrientes, y en
ambientes en los que otras formas más
frágiles no hubieran podido sobrevivir.
Su tallo es cilíndrico y posee cinco brazos cortos que no
están ramificados. Estos brazos encajan estrechamente
unos con otros formando una corona puntiaguda y corta. La
estructura anatómica de este crinoideo es bastante robusta.
1 2
23. NUMULITES.
Pertenece al grupo taxonómico de los
foraminíferos.
Apareció en el Paleógeno.
Son comunes en las rocas del Terciario,
particularmente en torno al Mediterráneo.
Sus conchas se encuentran frecuentemente
como fósiles.
Alcanza 6 cm de diámetro.
Tienen forma lenticular, reconocida por sus espirales, subdivididos
por septos incompletos en compartimentos casi cuadrados.
Tienen un gran interés como fósiles guía. 1 2
24. CYATHOPHYLLUM.
Pertenece al grupo taxonómico de
los cnidiarios.
Apareció en el Devónico.
Vivía tanto aisladamente como
en enjambres coralinos, pero siempre en ambientes acuáticos.
Es un género fósil de los tetracoralarios.
Las colonias masivas están formadas por individuos de
numerosos y delgados septos, que pueden llegar a alcanzar el
centro del cáliz. Un desarrollado disepimentario delimita una
depresión en el cáliz plano.
1 2
25. CALCEOLA.
Pertenece al grupo de los cnidiarios.
Apareció en el Devónico.
Vivía en arrecifes y era solitario.
Es una coral fósil.
Su tamaño varía desde un centímetro hasta los 14 centímetros,
pero su longitud normal es de unos 2 a 3 centímetros.
Consta de un opérculo, situado en el lado dorsal, donde es más
plano, mientras que en el lado opuesto es como un semicírculo.
Presenta septos principales y otros secundarios.
1 2
26. GRAPTOLYTES.
Pertenece al grupo de los hemicordados.
Apareció en el Paleozoico y se extinguió en el
Carbonífero.
Vivía unido al fondo marino (bentónico), o
flotando libremente sobre la superficie del mar
o unido a algas flotantes por medio de un
delgado hilo (pelágico).
Cada colonia de graptolites tiene un número variable de ramas
originadas desde un individuo inicial. Los individuos siguientes se
alojan en una estructura tubular o con forma de copa. En algunas
colonias hay de dos tamaños de teca y se ha sugerido que esta diferencia podría
estar debida al dimorfismo sexual. El número de las ramificaciones y la
disposición de las tecas son características importantes para la identificación de
los fósiles de graptolites.
La mayoría de los tipos con ramificaciones múltiples se clasifican en los
graptolites dendroideos, que aparecieron primero en el registro fósil.
Los graptolites con relativamente pocas ramas se derivaron a partir de los
graptolites dendroides al comienzo del período Ordovícico. 1 2
27. SIGILLARIA.
Pertenece al grupo de los pteridofitos y era un helecho.
Apareció en el Carbonífero.
Se encontraba en lugares muy húmedos.
Tenía apariencia de árbol, con un alto
tallo que se asemejaba a un tronco, pero
que no estaba constituido por madera.
Como no era del todo duro, su sostén lo
permitía una sólida base de hojas que
crecía debajo de la superficie del tronco,
mientras que su corazón estaba lleno de corteza
blanda.
La raíz y las hojas se dividían dicotómicamente, con hojas de sección hexagonal muy
largas y uninervias, que ocupaban el vértice superior de las ramas.
Los restos de estas plantas fósiles muestran que su tronco tenía un tejido fotosintético en su
superficie,
lo cual estaría indicando que su tallo era verde.
Las plantas Sigillaria llevaban sus esporas en estructuras cónicas añadidas a su cuerpo
principal.
Tenía un ciclo de vida bastante corto, creciendo rápidamente y alcanzando la
madurez en pocos años. 1 2
28. FILICINAS.
Pertenece al grupo de los pteridofitos.
Apareció en el Carbonífero.
Habitaba en lugares húmedos.
Vegetación de regiones pantanosas.
Algunos helechos arborescentes.
Frondes muy parecidas a los helechos actuales.
1 2
