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2D Franco Arianna Libre
1.
2. Contenido
Introducción 3
Little Albert 3
Universo 25 5
Resultados (resumen) 6
El perfluorocarbono | El líquido «respirable» donde no se ahoga nadie. 6
Perfluorocarbono respirable 7
Esquema molecular 7
Experimento inmoral que terminó atormentando al creador 8
¿La ironía? 10
Conclusión 10
Webgrafía 11
3. Introducción
He escogido el tema de experimentos científicos y sociales (en particular sociales) que
me han llamado mi atención, algunos de ellos me dejaron sin palabras y otros un
“¡Wow!” de mis labios, me parece un tema interesante a investigar y conocer ciertas
novedades psicológicas, humanas y científicas. A continuación, presentaré cada uno
de los experimentos y su historia.
Little Albert
La idea de este experimento surge de la mente de John Broadus Watson. Inspirado de
los estudios Iván Pavlov, fisiólogo ruso que ganó el Nobel en 1904 por sus estudios
sobre el sistema digestivo, pero que también sentó precedentes sobre la psicología.
● El objetivo del experimento era saber si se puede condicionar una fobia o un
miedo desde pequeño a un niño.
Así pues, a la edad de 8 meses y 26 días,
probaron su primera toma de contacto.
Expusieron a Albert a una fogata y a varios
animales, y el niño no tenía miedo a nada. Solo
lloró en esa primera vez cuando Watson golpeaba
fuertemente una barra metálica, cumpliendo con
el patrón que había marcado de que los lactantes
tienen un rechazo innato a los ruidos bruscos.
Dos meses después, el experimento comenzó. La idea
era ver si podían influir a Albert para que temiera a
distintos estímulos. El primero de ellos fue una rata
blanca de laboratorio. Al presentársela a Albert, el niño
quiso alcanzarla. La tocó, hizo varios ademanes de
acercarse más a ella, y en ese momento Watson hizo
sonar la barra metálica. El niño se echó para atrás
alterado. Lo volvieron a intentar una vez más, el niño extendió su mano para tocar la
4. rata, y la barra volvió a sonar. El niño en ese momento comenzó a llorar. Ya se había
cumplido el primer condicionante.
Para no perturbar al niño seriamente postergaron el resto de pruebas una semana, el
problema es que después se sucedieron tres jornadas aún más duras para el bebé con
solo cinco días de lapso entre ellas. En la segunda jornada, Watson realizó siete
intentos para que el niño llorara al presentarle la rata y hacer sonar la barra metálica.
En el octavo, solo con la presencia de la rata y sin sonido, el niño empezó a llorar sin
más. El propio investigador lo contaba así:
● Intento número 7: Estimulación conjunta con rata y sonido. El niño
comenzó a moverse violentamente y lloró, pero no se cayó. El experimento
siguió con dos jornadas más cuando Albert contaba con 11 meses y una
última cuando tenía 1 años y 21 días. En ella Watson comprobó el segundo
de sus puntos de partida: el mecanismo conductual que había hecho que el
bebé temiera a la rata a la que al principio no tenía miedo era también
transferible a otros estímulos.
Para ello cambiaron a la rata por un conejo, un
perro, o un abrigo de piel. Todos elementos
peludos que el niño pudiera asemejar con el
tacto de la rata. En todos ellos Albert acabó
llorando, sin necesidad del ruido, aunque sí que
se introdujo en alguna ocasión un nuevo
refuerzo presentando de nuevo a la rata junto con el sonido metálico. El único
momento de paz del bebé durante el experimento era cuando, para aislar los
resultados ante distintos estímulos, le dejaban jugar con bloques de cubos. En ese
momento Albert dejaba de llorar y se ponía a jugar sin más.
Por desgracia, el último tramo del experimento quedó inconcluso. Y era el más
importante: intentar deshacer todos los miedos que el bebé había adquirido durante
este tiempo. Según relatan Watson y Rayner, cuando intentaron comenzar esta fase el
pequeño Albert había sido adoptado por una familia de otra ciudad. Ellos dos, el
5. investigador y su ayudante, fueron despedidos a los pocos meses de la Universidad en
parte por los problemas éticos que generó el experimento y también por salir a la luz
pública que entre ellos mantenían una relación sentimental, algo prohibido entre
compañeros en la institución.
Universo 25
"El Universo 25" empezó como una utopía perfecta para
ratones John B Calhoun había creado un “reino” para
ratones con todo aquello que pudieran necesitar para que
la población creciera. Era un paraíso perfecto, Una
fortaleza gigante para ratones armada con todo lo que
estos seres necesitarían, comida, agua, espacio para
procrear y moverse, se limpiaba cada 2 semanas y como no había ningún tipo de
depredador los ratones vivían en perfecta paz y armonía.
Al principio todo estaba de maravilla John B Calhoun tomaba nota de cada una de las
cosas que pasaba en "El universo 25”.
A las semanas de empezar el experimento John se dio cuenta que los ratones se
reproducían, pero muchas crías no sobrevivían y que además los padres de estos los
dejaban abandonados a su suerte, (algo que no es propio de los ratones) John llegó a
calcular un 96% de muerte en las crías, entre que nacían muertas y eran
abandonadas solo sobrevivía un escaso 4%.
John se percató a medida que pasaban los días,
que los ratones machos estaban sufriendo de
una hiperactividad impropia y de inapetencia
sexual, por lo que se dejaron de reproducir y
ahí fue cuando el verdadero caos empezó, las
hembras ya perdieron la habilidad de
relacionarse socialmente, se atacaban entre sí
y se comían a sus crías, los machos se mataban entre sí en oleadas de violencia.
6. Y así llegamos al día 600 del experimento, después de una masacre caótica quedaban
unos pocos ratones, que habían sobrevivido al colapso social, ningún ratón joven,
ninguna embarazada y ninguna probabilidad de procrear
al haber perdido todo rastro de relacionarse socialmente.
La ya no tan pequeña sociedad de ratones se había
convertido en un verdadero infierno. Descontando el
previsible incesto, había infanticidio, luchas de poder,
canibalismo y un periodo de sexo obsesivo e
indiscriminado al que siguió una pertinaz sequía. El
último de los ratones nació en 1970 y el caos ya se había apoderado del recinto. Las
madres devoraron a sus hijos, los machos comenzaron a montarse entre sí y
resultó que el propio espacio era un recurso escaso por el que pelearse a muerte.
Mientras tanto, los únicos que parecían mantenerse al margen de la barbarie eran un
pequeño grupo al que llamó “los guapos” que dedicaban su día a atusarse el pelo,
comer y dormir. Podríamos ver en ellos un brillo de esperanza para la virtud en
medio del abismo, pero en realidad su pasividad era fruto, posiblemente, de la
consanguinidad. El experimento, cruel en sí mismo, había sido todo un éxito. Las ratas
y ratones son animales que tienen una semejanza en el ADN con humanos de hasta un
95%, por eso siempre los utilizan en experimentos no están elegidos al azar.
Resultados (resumen)
John había creado un paraíso terrestre para estos animales, tenían todas sus
necesidades cubiertas, no les faltaba nada y sin embargo esta "sociedad" perfecta de
ratones terminó en una masacre que acabaría por extinguirlos. Los humanos no
somos muy diferentes a estos animales, ¿Por qué creen, que los países con más
desarrollo y mejor calidad de vida, también son los que tienen más índice de
suicidios?
El perfluorocarbono | El líquido «respirable» donde no se ahoga nadie.
Durante los años 60, los médicos descubrieron que el perfluorocarburo era útil para
tratar algunas dolencias en los pulmones e incluso para sustituir el líquido amniótico
en problemas con fetos aún dentro de la placenta.
7. Evidentemente, después de estos descubrimientos, lo más lógico vino solo, y en 1966
el profesor Leland C. Clark consiguió que varios ratones sobrevivieron sumergidos
respirando.
Cuenta la leyenda que todo fue debido a un accidente en el que un ratón cayó en una
cubeta con perfluorocarbono y sobrevivió, dando la clave del líquido respirable. Si les
soy sincero, yo creo que más bien alguien cogió un ratón y lo tiró dentro "a ver qué
pasa"... y le salió bien. ¿Malpensado? No sería la primera vez que la ciencia avanza a
base de "gamberradas". Se trata de un producto con gran estabilidad química, capaz
de absorber gases. Se han realizado pruebas con ratas y han arrojado sorprendentes
resultados.
Perfluorocarbono respirable
La respiración humana, como la de todos los animales
terrestres, está basada en la absorción de aire atmosférico.
Un aire que está formado por una mezcla de oxígeno,
nitrógeno y dióxido de carbono, así como otros elementos (algunos contaminantes) en
diversa proporción. Ahora bien... una cosa es respirar una mezcla diferente de aire y
otra muy diferente respirar un líquido como si se tratase de un pez. Pues, aunque le
parezca mentira, si se llena sus pulmones de perfluorocarbono puede respirar como
si estuviera en la superficie.
En este caso, los pulmones no están diseñados para poder extraer el oxígeno de un
líquido, de tal forma que bajo el agua dejan de estar operativos y el organismo acaba
por morir más temprano que tarde. Los científicos descubrieron que un compuesto
líquido, el perfluorocarbono, tenía la capacidad de ser respirable como si fuera el
aire.
Esquema molecular
El perfluorocarbono, sintetizado por primera vez en
los años 20 y desarrollado durante la Segunda Guerra
Mundial, pertenece a la familia de los
fluorocarbonos, en que, de forma artificial, a un
8. hidrocarburo se le ha sustituido el hidrógeno por flúor. Este nuevo producto, de esta
forma, posee unas características de estabilidad química muy importantes y una
capacidad de absorber gases que es 30 veces mayor que la que tiene el agua. Ello hace
que sea un producto utilizado en los aparatos de refrigeración, antiadherentes,
impermeabilizantes y para hacer envases resistentes al microondas. Sin embargo, la
medicina también les ha encontrado uso.
Las peculiares características del perfluorocarburo lo ha hecho un elemento esencial
en la oftalmología (Parte de la medicina que estudia el ojo y se ocupa de sus
enfermedades) como en campos como la cirugía ocular para reemplazos
temporales del humor vítreo entre la retina y el cristalino, así como utilizado
como substituto de la hemoglobina y como líquido respirable.
Experimento inmoral que terminó atormentando al creador
Imagina estar en una trinchera. Los disparos se ciernen sobre tu
cabeza. Estás atrapado, no puedes escapar. Miras por encima del borde
de la tierra a través del plano de destrucción ennegrecido.
Escuchas gritos alemanes. Luego, ves una nube gigante, una pared de
gas que se eleva dos veces más que tú. Tiene cientos de metros de
ancho. Se está moviendo hacia ti. Intentas arrastrarte e intentar correr, pero las balas
golpean inmediatamente el suelo a tu lado. Rociando tierra. Te
sumerges de nuevo en la trinchera. No puedes escapar.
Miras por encima de la trinchera de nuevo. La nube se acerca. Los
insectos y los pequeños animales se zambullen por los agujeros y
corren por sus vidas. A medida que el gas supera a algunos de
ellos, los insectos se vuelven de inmediato y comienzan a
espasmarse. Las ratas caen sobre sus huellas y comienzan a retorcerse y retorcerse de
dolor. El muro se mueve cada vez más cerca.
50 metros,40 metros, 30 metros, 20 metros, 10 metros, Tu turno. Muerte por gas.
Ahogándote dentro de tu propio cuerpo. El destino que recibió a casi 100,000
personas en la Primera Guerra Mundial. Diseñado por el científico alemán Fritz
9. Haber. Sin embargo, las armas que prometían entonces ser decisivas eran los temibles
gases tóxicos. Años atrás, habían sido regulados por dos tratados de La Haya que
prohibieron utilizarlos dentro de proyectiles de artillería. Esta prohibición respondía
a la controversia ética dentro del estamento político, militar y científico. Pero, Haber,
para quien esa polémica no era asunto suyo, se tomó la investigación como algo
personal. Tanto que incluso resultó levemente herido en uno de sus ensayos.
Haber inventó en 1913 una técnica para la producción de
fertilizante artificial a gran escala, mediante la síntesis de
amoníaco a partir de hidrógeno y nitrógeno. Este sistema, que
se conoce como el proceso Haber-Bosch, es aún tan vigente
que, a día de hoy, consume el 1% de la energía mundial+. Es
ese descubrimiento el que le llevaría a obtener el Nobel.
No solo no se sintió culpable por esta innovación, sino que se deleitó con la gloria y la
aclamación que recibió del ejército alemán. En abril de 1915 esta arma fue utilizada en
la segunda batalla de. El gas de cloro, la sustancia tóxica elegida, era más pesada que el
aire, tendía por tanto a depositarse en el suelo y podía posarse en el interior de las
trincheras. Un testigo describió la nube como “un muro amarillo” que avanzaba y un
soldado superviviente explicó que la experiencia del gas era como ahogarse no en el
agua, sino en un mar de tierra. Los efectos eran terribles: tos violenta, corrosión
ocular, nasal, de faringe y pulmonar, y finalmente la asfixia. De la misma manera
que ocurría en los centros de investigación o en las reuniones del estado mayor, las
discrepancias sobre los gases tóxicos se producían también en el ámbito familiar
porque su esposa creía que estas armas eran excesivamente crueles. También química
y de familia judía, Clara Immerwahr, fue la primera mujer en obtener el doctorado en
la universidad de Breslau y aspiraba a desarrollar una carrera propia o en compañía
de Haber. Ella y Fritz se metieron en enormes peleas sobre la inmoralidad del gas
militarizado.
Finalmente, él era indiferente a sus objeciones. Estaba emocionado de desarrollar esta
arma y estaba disfrutando de una gran notoriedad y promociones que había recibido
por ella. Una noche, Fritz y su esposa tuvieron una pelea
10. particularmente amarga. Después - Fritz se fue a dormir, nuevamente indiferente.
Clara salió a su patio trasero y se pegó un tiro en el pecho. Al día siguiente, Fritz fue a
la línea del frente en Alemania para llevar a cabo el primer ataque con gas, lo que
haría que los seres humanos murieran de formas que están más allá de toda
descripción. Años después de la Primera Guerra Mundial, el partido nazi comenzó a
crecer. Fritz Haber era judío. Se inquietó y se alejó del país. Murió en 1934, en Suiza.
Más tarde, los nazis fueron a su laboratorio. Fue un químico ganador del Premio Nobel
con muchas innovaciones. Una de esas innovaciones fue el gas Zyklon.
¿La ironía?
Zyklon A era un agente nervioso usado en insectos. Los nazis tomaron Zyklon A, lo
modificaron en Zyklon B y luego lo usaron como gas de elección en las cámaras de gas
nazis. El propio invento de Haber se usó para matar a millones de judíos, incluidos
los de su propia familia.
Conclusión
Estos han sido los experimentos u accidentes científicos y sociales que he encontrado
en la web, el internet no solo está para jugar online o escuchar música, hay miles de
datos interesantes de historia, química o ciencia y la verdad he quedado fascinada con
estos experimentos realizados. Espero que les haya y gustado y ¡Gracias por tomarse
el tiempo de leer esta investigación así sea por obligación por alguna tarea!
¡Tengan buen día!
Webgrafía
● https://hipertextual.com/2017/10/pequeno-albert#:~:text=Pequeño%20Albert%3A%2
0un%20cruel%20experimento,11%20meses%20para%20probar%20fobias&text=En%2
01920%20John%20B.,se%20han%20dado%20auténticas%20barbaridades.
● https://es.quora.com/q/dnkxncqspxneudim/Cu%C3%A1l-ha-sido-el-experimento-cient
%C3%ADfico-que-te-ha-dejado-m%C3%A1s-perplejo-1
● https://www.larazon.es/ciencia/20200705/e7dyqbgydjaltjph2pqrzbgq4y.html
●
https://es.quora.com/Cu%C3%A1l-es-el-experimento-m%C3%A1s-impactante-que-se-
haya-hecho?top_ans=223487771
● https://ireneu.blogspot.com/2014/11/el-perfluorocarbono-el-liquido-donde-no.html
