Este documento presenta una reflexión de Facundo Cabral sobre la vida y la felicidad. Cabral argumenta que las personas no están deprimidas, sino distraídas de apreciar la belleza de la vida. Además, sugiere que vivir solo no es malo y que la soledad permite el autoconocimiento. Finalmente, exhorta a las personas a enfocarse en amar y servir a los demás, y a gozar de los pequeños placeres que ofrece la vida.