El Hospital de la Santa Creu i Sant Pau tiene sus orígenes en el año 1401 con la fusión de los seis hospitales que había entonces en Barcelona. Así nace el Hospital de la Santa Creu, claro ejemplo de gótico civil catalán. A finales del siglo XIX, debido al crecimiento de la ciudad y a los avances de la medicina, el Hospital se quedó pequeño y se planteó la construcción de un nuevo edificio. Gracias al legado del banquero Pau Gil, el 15 de enero de 1902 se colocó la primera piedra del nuevo hospital. Al antiguo nombre de la Santa Creu se añadió el de Sant Pau para respetar la voluntad de su benefactor. De esta manera, en 1930 se inauguró el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. El arquitecto Lluís Domènech i Montaner (1850-1923) fue el encargado de este proyecto, que se convirtió en el edificio civil más relevante del modernismo catalán.