El carnaval tiene sus orígenes en antiguas celebraciones paganas como las fiestas en honor a Baco o las saturnales romanas. Estas festividades se remontan a más de 5000 años atrás en la antigua Sumeria y Egipto. Con el tiempo, la tradición se expandió por Europa durante el Imperio Romano y luego fue llevada a América por los españoles y portugueses a partir del siglo XV. La Biblia advierte que aquellos que practican las "obras de la carne" mencionadas como la fornicación e idol
2. El carnaval es una celebración pública
con fecha variable (entre febrero y marzo
según el año), y que combina algunos
elementos como disfraces, desfiles, y
fiestas en la calle. A pesar de las grandes
diferencias que su celebración presenta
en el mundo, su característica común es
la de ser un período de permisividad y
cierto descontrol.
3. En la noche del Carnaval todo vale.
El origen de su celebración parece probable de
las fiestas paganas, como las que se realizaban
en honor a Baco, el dios del vino, las saturnales
y las lupercales romanas, o las que se
realizaban en honor del toro Apis en Egipto.
Según algunos historiadores, los orígenes de
esta festividad se remontan a la antigua
Sumeria y Egipto, hace más de 5000 años, con
celebraciones muy parecidas en la época
del Imperio Romano, desde donde se expandió
la costumbre por Europa, siendo llevado a
América por los navegantes españoles y
portugueses a partir del siglo XV.
5. La Biblia dice: “Y manifiestas son las
obras
de
la
carne,
que
son:
adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,
idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos
, celos, iras, contiendas, disensiones, here
jías, envidias, homicidios, borracheras, org
ías, y cosas semejantes a estas; acerca
de las cuales os amonesto como ya os lo
he dicho antes, que los que practican tales
cosas no heredarán el reino de Dios”
Gálatas 5:19 al 21).
6. Medita en cada una de las obras de la carne
que menciona la Palabra de Dios. Estas
practicas se incrementan en el Carnaval. Debo
recordarte que los que practican tales cosas no
heredaran el reino de Dios.
¿No sabéis que los injustos no heredarán el
reino de Dios? No erréis ni los fornicarios ni los
idolatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni
los que se echan con varones, ni los
ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los
maldicientes, ni los estafadores, heredaran el
reino de Dios. Primera de Corintios 6:9-10