La educación médica es uno de los pilares del Centro Médico ABC, a través del Departamento de Investigación y Enseñanza, se promueve entre los médicos residentes y médicos internos la investigación médica como parte fundamental del crecimiento de nuestros estudiantes. Les compartimos este artículo del Dr. Julio Cesar Arriaga, Médico Residente de Medicina Interna del ABC.
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Fructosa: el impacto en la salud y la economía de nuestro país.
1. Fructosa: el impacto en la salud y la economía de nuestro país
Dr. Julio César Arriaga García Rendón
El consumo de una alimentación poco balanceada y alta en azúcares nos ha orillado a formar parte
de los primeros lugares a nivel mundial en enfermedades crónicas y degenerativas no sólo del
adulto sino de todos los escalones de nuestra pirámide poblacional.
Es importante enfatizar que nuestro país se ha visto afectado en el ámbito financiero por la
introducción de fructosa como producto de importación proveniente de Estados Unidos y
atractivo insumo de menor costo de producción; además de que existe una trayectoria de por lo
menos 30 años en la que silenciosamente este azúcar ha afectado a la población mexicana en
aspectos de salud debido al incremento en productos que contienen “jarabe de maíz alto en
fructosa”.
El jarabe de maíz alto en fructosa, por contener un mayor efecto endulzante en comparación con
el azúcar normal y más que nada por el bajo costo de adquisición, ha comenzado a ser un azúcar
sustituto cada vez en mayor porcentaje de refrescos, bebidas procesadas de fruta, jaleas,
mermeladas y otros productos de carácter nacional.
Estudios epidemiológicos demuestran que desde su implementación al mercado en los años 70s y
hasta nuestra fecha, enfermedades crónico-degenerativas han disparado sus cifras hasta más de
30% en personas que consumen productos con alto contenido de fructosa; así mismo, se han
realizado múltiples investigaciones orientadas a justificar con bases sólidas como es que este
endulzante puede generar alteraciones en nuestro organismo, algunas de ellas han concluido que
niveles en exceso y crónicos de consumo causan una elevación marcada de los niveles de ácido
úrico, presión arterial, triglicéridos, colesterol y también predisponen a sobrepeso, obesidad y
diabetes de forma alarmante comparado con otros azúcares.
Según datos obtenidos por la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición diseñada por el Instituto
Nacional de Salud Pública, desde el año 2006 se han reportado en nuestro país índices de 30.8%
en Hipertensión Arterial Sistémica y 27% de Síndrome Metabólico (caracterizado por obesidad
abdominal, elevación de triglicéridos y alteraciones relacionadas con el metabolismo de la glucosa
en sangre). Estas cifras han ido aumentando de manera importante hasta el punto de colocar a
México como el país que actualmente cuenta con el primer lugar en sobrepeso y obesidad a nivel
mundial.
Aunque múltiples factores como el sedentarismo o un patrón genético predisponente
incrementan el riesgo de padecer las enfermedades antes mencionadas, se ha estudiado que gran
parte del incremento en los índices de sobrepeso y obesidad se debe a la introducción del jarabe
de maíz alto en fructosa.
2. Hoy en día es importante analizar detalladamente gran variedad de aspectos relacionados con la
fructosa puesto que un porcentaje mayoritario de familias mexicanas destinan entre 7 y 12 por
ciento de sus ingresos en la adquisición de productos que la contienen.
Se sabe que alrededor del 70% del consumo de bebidas no alcohólicas en México es de refrescos;
y según datos recientes, Los mexicanos beben aproximadamente 152 litros de refresco al año y 7
litros de jugos y néctares los cuales contienen jarabe de maíz alto en fructosa a diferentes
concentraciones.
Aunque se calcula que el consumo de este azúcar procesado en promedio alcanza los 60 gramos
por día, se han realizado encuestas en las que el consumo muchas veces supera de forma
alarmante los 200 gramos al día hasta en más de un 40% de los entrevistados. Todo esto se
traduce en un aproximado de 240-700 kilocalorías carentes de valor nutricional que predispone de
manera crónica y cada vez en edades más tempranas el riesgo de padecer Diabetes Mellitus,
Enfermedad Cardiovascular y Enfermedades Renales.
Algunos estudios demuestran que el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como
hipertensión arterial, diabetes mellitus y enfermedad renal se observa al consumir cantidades
mayores a 40-50 gramos al día de fructosa. De manera preocupante sabemos que el consumo
promedio en nuestra población por lo menos triplica esta cantidad. Todo esto favorece el
deterioro de la calidad de vida de los mexicanos y a futuro, sustrae mucho más dinero de las
carteras de las familias que necesitan invertir en tratamientos para la salud.
En el ámbito laboral de empresas azucareras nacionales y cuestiones de capital federal se han ya
comentado algunos aspectos. Por otro lado, se podría argumentar que la introducción de solo “un
poco más” de fructosa a los productos lograría satisfacer esas inquietudes económicas que sufren
empresas que ocupan el azúcar como materia prima y que, últimamente se han visto en la
necesidad de buscar alternativas para conseguir precios de producción más baratos (o al menos no
más caros).
Sabemos que la industria azucarera nacional hoy en día se encuentra ante una situación financiera
poco favorable, o que al menos carece de una clara estabilidad económica debido a múltiples
altibajos que de manera secundaria han generado mayores costos de producción en los productos
que utilizan el azúcar de caña como materia prima. Por otro lado, en búsqueda de precios más
accesibles, empresas productoras desvían su atención hacia la adquisición del jarabe de maíz alto
en fructosa; incluso, se han observado entradas de este azúcar al país hasta en un 40% más barato
proveniente de EU.
También es verdad que productores cañeros nacionales se han visto cada vez más afectados por el
beneficio que representa a las empresas que utilizan azúcares, el obtener fructosa a muy bajo
costo. Asimismo, algunas referencias enfatizan que los problemas financieros relacionados con la
industria azucarera se basan más en la falta de estrategias orientadas a la exportación del azúcar,
que en inconvenientes asociados a la producción nacional.
3. Tanto en cuestión financiera, como en aquellos aspectos relacionados con la salud es inquietante
reconocer o considerar a México y a EU como países pertenecientes a lo que podríamos definir
como el “cinturón de la fructosa”, ya que se consideran como los primeros consumidores de
endulzantes a nivel mundial.
Se teme que la fructosa en un futuro no sólo llegue a desplazar el consumo y producción de azúcar
nacional convirtiéndose en otra desventaja comercial y de empleo que ocasione un golpe bajo a
los recursos financieros de nuestro país; sino también que el consumo desmedido de este
endulzante llegue a ser más que un sustituto barato, un sustituto de la salud de los mexicanos.
Es por eso que debemos considerar que tan importante es utilizar este “sustituto” como un patrón
de estabilidad financiera en aspectos relacionados con la economía; ya que a corto, mediano y
largo plazo puede llegar a convertirse en una fuente de gasto federal con mucho mayor peso en
cuestiones relacionadas con el sector salud por los aspectos antes mencionados.
Así como empresas multimillonarias se preocupan en obtener menores costos de producción, es
importante para los líderes de nuestro país, tomar en cuenta aspectos relacionados con el sector
salud y colocarlos sobre la balanza, ya que, en este 2013 se augura una implementación de
concentrados de fructosa mucho mayor en bebidas azucaradas y principalmente en refrescos en
nuestro país. Esto no sólo podría llegar a poner en riesgo financiero la industria azucarera sino
también los efectos deletéreos que puedan llegar a observarse en la población mexicana por el
exceso en el consumo de estos productos y la falta de una cultura basada en educación preventiva
y de alimentación podrían incluso generar pérdidas económicas significativas a nivel federal por la
simple falta de información.
La polémica de este tema nos permitirá desarrollar puntos de vista más extensos que permitan la
discusión por consiguiente, más amplia y elaborada de estrategias de prevención combinadas no
con la finalidad de generar fricción o contraste entre los respetados criterios de cada persona; sino
todo lo contrario, orientada a la búsqueda de métodos y alternativas que tanto financiera como
sanitariamente se enfoquen en la prevención de aspectos modificables siempre anteponiendo el
bienestar a futuro de los mexicanos.
Dr. Julio César Arriaga García Rendón
Médico Residente de Medicina Interna
Centro Médico ABC
Correo electrónico: drjcarriaga@yahoo.com
Teléfono: 04455 41935575