Este documento presenta un libro de poesía reunida titulado "Fugitivo de las Horas" del autor Pablo Selva. Consta de una introducción biográfica del autor y una valoración de su obra poética, destacando que explora los temas del amor y desamor a través de una poesía realista e irónica con influencia de la tradición nicaragüense. La colección poética contiene dos secciones que abarcan el período de 1980 a 2019.
2. Pag. 1
Fugitivo de las Horas
“El tiempo es hambre y el espacio es frío”
Alfonso Cortés
FUGITIVO DE LAS HORAS
Poesía Reunida
PABLO SELVA
3. Pag. 2
Pablo Selva
OL
855-2020
Selva, Pablo Alberto
Selva, Pablo Alberto
Fugitivo de las Horas / Pablo Selva
Fugitivo de las Horas / Pablo Selva
Primera Edición - Boaco,
Nicaragua. 2020
POESIA NICARAGUENSE -SIGLO XXI
Fugitivo de las Horas / Pablo Selva
C
Derechos Reservados
R
Fugitivo de las Horas / Pablo Selva
Diagramación: Jorge Medina Lira
Diseño de Portada: Jorge Medina Lira
Fotografía: Nathaly Medina
Edición al cuidado de Francisco Javier León
1ra. Edición Editorial Medina
Diciembre 2020.
4. Pag. 3
FUGITIVO DE LAS HORAS
Poesía reunida en dos secciones.
Período 1980 - 2019
PABLO SELVA
Fugitivo de las Horas
5. Pag. 4
1. DEDICATORIAS
2. AGRADECIMIENTOS
3. SEMBLANZA
4. VALORACIÓN
5. POEMA DE APERTURA
6. LUZ Y SOMBRA / AMOR Y DESAMOR
7. ARCOÍRIS EN LA URBE
8. POEMA DE CIERRE
9. ORDEN DE LOS POEMAS O ÍNDICE
Pablo Selva
6. Pag. 5
A mis hijos, con cariño:
Jonathan Alberto y Elia Johanna Selva Pravia.
Fugitivo de las Horas
8. Pag. 7
Semblanza para un amigo y Poeta.
Después de unos cuantos días, PABLO regresó, y
poco a poco entre los ratos que nos quedaban libres, a mí
en la venta y a él de su trabajo, fuimos conectando, uniendo
los hilos de nuestra amistad, que por cierto ya va por varios
años, una amistad básicamente literaria. Por supuesto, que
ambos hemos contado, en todo este tiempo, con la
condescendencia del espíritu del Poeta FLAVIO.
Presento ante usted, de manera real y literaria al Poeta
PABLO SELVA. De MANAGUA, Nicaragua.
Un día, de hace ya unos cuántos años, del cual ya no quiero
acordarme se presentó en mi casa un hombre, de no muy alta
estatura, flaco, moreno no de raza, sino de sol, de ralo cabello
encrespado en la corona de su cabeza, de mirada clara y
aguda, parecía un gato salvaje. Se veía un poco cansado,
trabajado por la faena del día y por el discurrir de la vida. Me
dijo que buscaba a un amigo suyo que había conocido hacía
algún tiempo en la ciudad de BOACO. Ese amigo era el
POETA FLAVIO TIJERINO. Yo me hice el sorprendido, y de
súbito le respondí, tal vez en tono grotesco : para qué o por qué
lo buscaba. Noté que él se sorprendió sin ofenderse o
lastimarse. De ese modo yo sólo quería confirmarle que
conocía al POETA. Pero me interesaba saber cuál era su
interés de indagar el paradero de su amigo. Yo estaba
trabajando en una ventecita que tenía instalada en mi casa; y
él iba, de paso apresurado, porque tenía que viajar a
Managua. Sólo logré decirle sin mucha elocuencia que su
amigo el POETA FLAVIO, ya no estaba físicamente en este
mundo, que había muerto hacía unos años. Pablo, resintió la
noticia, miré como que la piel de su cara se le corrió hacia
abajo, como cuando vemos una cortina caer, quedó como
desollado. Y con los ojos velados. Durante un rato, su mirada y
su pensamiento salieron como volando por los aires. Luego ,
nos despedimos rápidamente y se fue, sólo le vi el colazo por
la calle.
Fugitivo de las Horas
9. Pag. 8
FLAVIO fue un gran mentor, un entusiasta, cultivador y
promotor de los valores literarios y humanos de sus amigos,
del prójimo en general. Es difícil olvidar a FLAVIO, porque
FLAVIO no sólo era carne y hueso ; era espíritu y aliento, su
palabra era soplo de vida. FLAVIO era un maestro de la
palabra : de la palabra, la que viaja por el aire, la que se hace
polvo, espuma o ceniza una vez que sale de nuestros labios ; y
de la palabra escrita, la que fijamos en papel con caracteres
gráficos y fonéticos formando símbolos, la que queda
registrada formalmente para perdurar en el tiempo y huelle en
la memoria de los pueblos.
Ahora quiero si, hablarles un poco, más puntual y
específicamente del Poeta PABLO SELVA.
PABLO nos ha preparado un poemario, de su siembra y su
cosecha. Este libro, PABLO lo ha logrado forjar con mucho
esfuerzo y dedicación, la recolección de este fruto, verso a
verso, poema a poema, le ha tomado años de trabajo. En
mucho modo esta obra es también, además de su voz
primigenia, su TESIS de GRADO. Aquí, PABLO se realiza y se
gradúa como POETA.
La poesía de PABLO es una poesía viva, palpitante.
Pero además es una poesía realista con sus propios signos :
jocosa, irónica, tiene la gracia, el signo del nicaragüense,
aquel signo que nos identifica como seres que, ante el peligro,
reaccionamos con una broma o un chiste, para evadirnos, para
tratar de salirle al paso, al peligro; y quitarle presión y tensión a
esos momentos difíciles, en que la vida, de súbito, nos coloca.
Son muy pocos los POETAS nicaragüenses que logran hacer
una especie de rescate o conservación, de ese signo y tono
jocosos, burlones y ancestrales que heredamos de EL
GÜEGÜENSE ( quizá, MANOLO CUADRA, BELTRÁN
MORALES, MELVYN BARQUERO, tengan algo en esa línea )
pero esta vez ( porque el discurso del GÜEGÜENSE es en sí
un contra discurso político y cultural, ahí están confrontados el
dominado y el dominador ) en una versión o muestra
estrictamente poética. En ese sentido esta es una poesía
marcada genotípicamente.
Pablo Selva
10. Pag. 9
El AMOR es como la LUZ, tiene esa propiedad : la LUZ
BLANCA está formada por luces de diferentes colores, lo
descubrió NEWTON en su casa, allá lejos de LONDRES ( lo
podemos ver en el arcoíris ) y también, esa misma LUZ BLANCA
es la que contiene en sus entrañas, la oscuridad.
¿¡Cómo podríamos explicar la aparición de tantos talentos
Poéticos Notables, Capitales que ha parido este pueblo¡?
Tenemos en el cielo de NICARAGUA toda una constelación de
estrellas poéticas. ¿A cuántos Poetas pudiéramos enumerar,
desde DARÍO hasta nuestros tiempos ? Sin embargo, La Poesía
ha sido una Virtud que ha jugado en nuestra contra también,
porque no tenemos una escuela de escritores de prosa narrativa,
no contamos con una cantera de prosistas, o un semillero de
narradores, de donde podamos sacar ejemplares Notables de
talla, al menos continental. Tenemos unos tres o cuatro prosistas
o narradores, los podemos contar con los dedos de las manos,
pero eso no es o no hace una tradición, es tan sólo una muestra
somera en ese género.
La poesía de PABLO, es una poesía metafórica, a veces
parece ser enrevesada, transida, mocha o trunca, pero es que
también la Poesía de PABLO, nos presenta ese otro signo
fenotípico de nuestra Poesía : que consiste en la manera
apocopada del hablar ( y hasta del escribir ) del nicaragüense.
Pero los Poetas nicaragüenses pensamos, tenemos como
grandes virtudes el pensamiento, la reflexión y la creación, ( allá
en la lejanía podemos ver al CACIQUE NICARAO interrogando
al pobre Soldado español GIL GONZÁLEZ DÁVILA) si no
Pero el gran tema que prima en la Poesía de PABLO, en
este libro, es el AMOR, el amor en sus dos grandes sentidos : el
que corre hacia nosotros, con el viento a nuestro favor, en sentido
positivo, aquel amor que nos llena, que nos hace felices en las
buenas y en las malas, el amor que vivimos en compañía del otro
ser amado ; y por el otro lado, el amor que se aleja de nosotros, el
que se nos va de las manos, aquel amor que nos deja vacíos,
abandonados, aquel amor que nos muere en soledad, y que
solemos llamar eufemísticamente, DESAMOR.
Fugitivo de las Horas
11. Pag. 10
Sin embargo, la aparición y presencia de PABLO como
Poeta, fortalece, robustece, confirma la tradición poética
nicaraguense : La Poesía en NICARAGUA la hemos venido
aprendiendo por transmisión verbal y escrita, de generación
en generación, con plena libertad para aceptarla o
discriminarla. La escuela de formación la hemos tenido en las
generaciones de Poetas anteriores. De nuestros mayores,
hemos recibido el arte, la técnica, el secreto de la Poesía. No
hay ninguna FACULTAD en ninguna UNIVERSIDAD que
forme académicamente a los POETAS de País alguno, que les
otorgue un título como tales profesionales; esa ha sido la gran
fortaleza y acierto de la Poesía, su gran logro : la no
institucionalización de su conocimiento, de su técnica y de su
arte.
No obstante, La poesía es una Virtud, un Don, una
Gracia con la que DIOS dota a ciertas de sus criaturas. La
Poesía es libertad de libertades. Por ello ninguna
UNIVERSIDAD puede fabricar Poetas. Mientras las cosas
sigan de ese mismo modo, siempre habrá Poesía.
PABLO, es un Poeta sacrificado, un hombre luchador
por la vida, un hombre pobre, cumplidor de mandamientos
bíblicos; por ejemplo aquel con el que DIOS sentenció a
ADAN, cito : “ (…) con grandes fatigas sacarás de ella [ la tierra]
el alimento en todo el discurso de tu vida ” fin de cita, GÉNESIS
3 : 17. Y se completa el sentido de la sentencia cuando dice la
Biblia más adelante, cito : “ con el sudor de tu rostro comerás el
pan, hasta que vuelvas a confundirte con la tierra de que fuiste
formado (…) ” fin de cita, GÉNESIS 3 : 19 Ese sacrificio, el
cumplimiento de esa sentencia Bíblica ha hecho que la Poesía
de PABLO, brote del sudor de su frente. No es pues, la poesía
de PABLO una Poesía intelectual, superficial o postiza, no, es
una Poesía genuina, original, legítima, sudada, por cuanto se
trata de un creador que sustenta y basa su POÉTICA, en su
vida real y verdadera, una vida cumplida como DIOS la manda.
Pablo Selva
12. Pag. 11
Bogotá, D.C. - Colombia
YMuchas Gracias.
Nota : Las citas bíblicas fueron extraídas de :
Copyright 2005 C.LS. en C.
Autopista Norte 237-55
Por mi parte, PABLO SELVA tiene aprobada su TESIS
de GRADO, yo la firmo. Lo otro, lo demás, es usted, quien
podrá agregarlo, después que tenga la experiencia de leer
este libro.
Francisco Javier León.
EDUCAR EDITORES S.A
LASAGRADABIBLIA
Buena suerte.
Yo me complazco, me gozo, me enorgullezco de
conocer a PABLO, y , me siento honrado porque me permitió
tener el privilegio de decir de él estas cuatro palabras para
Usted.
www.educar.com.co
Fugitivo de las Horas
13. Pag. 12
Pablo Selva
Anotaciones sobre “ Fugitivo de las Horas ” / Poesía
Reunida de Pablo Selva.
El que reciba estos poemas en sus manos, se encontrará con la
voz honesta de Pablo Selva, un hombre que hace poesía hasta
de las cosas más cotidianas. Aparece en él, ese gran e intenso
tema ante el que nos arrodillamos todos : el amor, y su
contraparte, el desamor. Tiene también poemas cerebrales con
cierta tendencia carlosmartineana, véase por ejemplo su
logrado poema “Candentes y avenidos ” donde razón y emoción
se enlazan en un todo inseparable para nuestro deleite
intelectual y lingüístico. Sin embargo, lo que a mí me impresiona
más, es esa capacidad de Selva para crear instantáneas de la
vida que él graba en poemas breves. Quizá ahí radica uno de sus
mayores logros, poemas exprés , polaroid, entre mini-cuento y
mini-verso, que él mismo llama “ fotografía ”. A verso limpio, sin
pretensión, el poeta crea imágenes, retratos específicos de la
vida ; de lo que probablemente todos en algún momento hemos
vivido o al menos presenciado. Desfilan así en estas páginas, la
mujer sobre un puente ante la cual el poeta nos interroga
( “ ¿ Quiénes éramos todos ? ” ) ; el chatarrero con la cruel
realidad que hereda a sus hijos ( “ ¡chatarreritos, ya ! ” ) ; e
incluso un autobús de “ destartalado / esqueleto ” que recorre las
calles de Managua – calles que bien podrían ser de una ciudad
de Guatemala, Colombia, o de tantos otros países de América
Latina y el mundo. Son poemas simples, o sencillos, en
apariencia, pero que seguramente se quedarán resonando en la
mente de los lectores por su cotidianidad, con imágenes
magistralmente definidas por Selva y ante los cuales queda
mucho por evaluar y discutir – van más allá del simple mirar ya
que abren las puertas al interior de lo vivido, de lo honestamente
presenciado. Estos son poemas de un Dios humanizado que
tiene frío y tose, e incluso “remienda sus redes” ; poemas que se
inscriben en la tradición literaria de nuestro país con depuradas
influencias exterioristas y la auto-reconocida guía de Fernando
Silva, pero que Selva hace suyos y sólo suyos, para incluirnos en
ellos porque “ En este sitio / hubo cierta vez una tarde, / un
hombre y una mujer ” que somos todos.
YaoskaTijerino, Ph. D.
STL 30 – Sept – 2020.
14. Pag. 13
Fugitivo de las Horas
Lápida
Bajo esta
muda y sorda y ciega piedra
anidan huesos
de quien
inevitablemente
dejó abandonado
su propio nombre
en la debida huida de su vida:
Pablo Selva
Poema de Apertura
18. Pag. 17
Prepárate bien,
prepárate como para una guerra,
prepárate, te lo advierto,
porque vengo contra ti
y traigo todo mi amor conmigo.
1
Fugitivo de las Horas
19. Pag. 18
Pablo Selva
Me gusta
tu sombra
esa otra forma tuya
que a roce de luz
sutilmente nace de ti.
2
20. Pag. 19
Calcaré
en la palma
de mi mano
un fragmento de tu sueño,
que despierte
ante la vida
como paloma
y en un leve adiós
se adentre en el viento.
3
Fugitivo de las Horas
21. Pag. 20
Pablo Selva
4
Ella está cuidando
un puente,
no porque sea de ella
el puente,
sino porque es de todos.
Tiene un fusil
entre las manos
y lo agarra
como si fuera un niño.
Con el uniforme
que tiene puesto
se mira linda.
Cada vez que pasa
un vehículo pesado
el puente tiembla
y ella también tiembla.
El puente está allí
y ella está en el puente.
22. Pag. 21
Esa centinela del puente
¿En qué punto la presencié?
¿Quién era ella?
¿Quiénes éramos todos?
Y su miedo,
¿Por qué yo no percibí
miedo en la suma
de su ser?
Y luego,
¿Qué le aconteció a ella,
en ese ámbito bélico?
¿Qué sería del puente
ya sin ella?
5
Fugitivo de las Horas
23. Pag. 22
Pablo Selva
No dejes que te asuste
la desnudez
de mi cuerpo
¿No has visto
acaso
un árbol sin hojas
frente a la mañana?
No dejes que te preocupe
mi mano
deslizándose sobre tu cuerpo
¿No has visto
acaso
un pájaro volando
sobre el río?
6
24. Pag. 23
Candentes y avenidos,
al inicio.
Idas cenizas
al final.
Así es el amor:
Llama cuando llega,
llaga si se apaga.
Cicatriz indeleble de un
ciego y negado cielo.
7
Fugitivo de las Horas
25. Pag. 24
Pablo Selva
Invierno.
Mayo.
Mayo otra vez
en nuestro amor.
La hierba tierna
vela las huellas
del verano.
La frescura de tu boca
en mi boca
como el beso de la lluvia
al creciente río.
8
27. Pag. 26
Pablo Selva
10
Si me revelaras
ahora tu presencia.
Si te me aparecieras
en cuerpo y alma.
O si tan sólo
asomaras tu rostro
por el hueco de tu ida.
O siquiera
tu habla
sutilmente
me adentrara.
O si al menos
tu sombra
retozara
en mi mirada.
28. Pag. 27
11
Apachurrada
lata de aluminio
es ahora mi corazón
sin ti,
pura chatarra
es ya.
Fugitivo de las Horas
A: Elba Aguilera
29. Pag. 28
Pablo Selva
Ese dios
finamente tallado
en el iris de tus ojos
es el mismo dios
que sereno
se refleja
en la laguna
de Asososca
en Managua.
12
30. Fugitivo de las Horas
Pag. 29
13
Verónica Aguilera,
muchacha guapa y bronca.
Núbil, pero renuente al himeneo.
Con más dudas
que certezas
en su novel alma,
aunque sí, vacío de miedo
su corazón pipil.
Un día migró de mojado
de Zacatecoluca, El Salvador
hacia Miami, Florida.
Al partir no imitó a Edith,
a Edith mujer de Lot.
Sólo se fue.
Se fue sola.
Ahora es
furtivo torogoz*
en alborada ajena.
*Torogoz: Ave nacional de El Salvador.
31. Pag. 30
Pablo Selva
Hoy
todo tu recuerdo
se me vino encima
como un tropical aguacero:
Tu voz, tu rostro,
tu pelo, tu aroma,
tu alegría, tu figura,
tu nombre, tu sombra,
tus idas y venidas,
tu aura, tu alma.
Toda tú lloviendo
a cántaros
dentro de mí,
anegándome.
Tú que rotundamente
te me negaste.
14
32. Pag. 31
15
He andado de
Santo en Santo
desde el primero
hasta el último,
y ninguno ha logrado
hacerme el milagro
de poder olvidar
tu nombre.
Los Brujos de Diriomo
con sus brebajes y conjuros,
tampoco han podido
hacer nada por mí.
Ni los burdeles de Managua
han sido útiles para mi propósito.
Sospecho que he de pervivir
con tu persistente nombre
enclavado en mí.
Fugitivo de las Horas
33. Pag. 32
Pablo Selva
16
Algunas veces sueño
que eres otra.
A veces pienso
que eres otra.
Y otras veces
te siento otra.
Ahora eres tú misma,
mas luego
seré quien
distinta te figure.
34. Pag. 33
Fugitivo de las Horas
17
Si percibiera ahora tu sonrisa,
ese cascabel que me alerta:
que no hay más miel
para mi antojo
que la miel de tu colmena,
que no hay más agua
para mi sed
que el agua de tu manantío,
y que no hay más luz
para mis tinieblas
que la llama de tu antorcha.
36. Pag. 35
Fugitivo de las Horas
19
Ya logré
apagar para siempre
en mis adentros
el incesante eco
de tu breve nombre.
Ahora, sólo me queda
borrar
de la pizarra
de mis ojos cerrados
el terco nombre tuyo.
37. Pag. 36
Pablo Selva
20
Pero tú eres tan tú
y yo tan de ti
que si algún día
tú desistes de ser tú,
entonces
yo abdicaría de ser yo.
38. Pag. 37
21
Ahora a otro atrio
te arriman tus pasos
y a otro santo
le enciendes las venas.
Fugitivo de las Horas
39. Pag. 38
Pablo Selva
22
No logro encontrar
entre todos los modos
del olvido,
otro modo de olvidarte,
sino
el fúnebre modo
de la muerte.
40. Pag. 39
Fugitivo de las Horas
23
Observo la alborada
en tus ojos,
hay aves en ella
que son ángeles en ti.
Prométeme ese alado cielo
para vivir
con la esperanza
de resucitarme
en cada amanecer
frente al aletear
de tu mirada.
41. Pag. 40
Pablo Selva
24
Para olvidarte
dejaré que el tiempo pace,
y que guste tranquilo
mis horas a solas,
hasta hacer asomar
nuevas horas sin memorias.
42. Pag. 41
Fugitivo de las Horas
25
Amor,
nunca un nombre
suprime dentro de uno
otro nombre,
sólo le cohíbe.
43. Pag. 42
Pablo Selva
26
Quizá no haya sido yo,
sino otro
quien cierta vez
te presenció atraído
por los arábigos rasgos de tu rostro
y se plantó
desconcertado
ante el milagro
de tu atávica silueta.
44. Pag. 43
Fugitivo de las Horas
27
Mujer
me suicidaré
por ti
y
resucitaré
al tercer día
desnudo y puro
para ti.
45. Pag. 44
Pablo Selva
28
Carga tú con tu nombre
esa invisible marca indeleble
que te impusieron
al nacer
y que ahora
corroe mis adentros
hasta el colapso.
46. Pag. 45
Fugitivo de las Horas
29
Siempre la noche
me desnuda tu nombre.
Lo percibo donde tú no estás,
pero estuviste.
Lo pronuncio donde tú no
estuviste, pero tampoco estarás.
Lo adivino donde tú si estás,
pero ya no estás para mí.
47. Pag. 46
Pablo Selva
30
Miro
por mi espejo retrovisor
y te diviso nauta
de mi fluyente pasado.
La imagen es nítida,
casi tangible.
Ahí estás tú,
impetuosa
frente a la hermosa vida.
Toda llena de muchacha:
avatar de Lakshmi
o
Lakshmi misma
cautiva de mi luna.
Cito tu nombre
y se estremece
tu sombra.
A: Raquel Pérez
48. Pag. 47
Fugitivo de las Horas
31
En este sitio
hubo cierta vez una tarde,
un hombre y una mujer.
Pero…
¿Qué hicieron toda aquella tarde
él y ella?
¿En qué negro cieno o solo y ciego cielo
le sumieron?
49. Pag. 48
Pablo Selva
32
Como quien saca
una paloma de un sombrero
así sacaré yo
de mí
tu nombre.
Luego lo pondré
sobre las piedras
junto al río,
para que el viento
lo aviente a la corriente
tras el sombrero.
50. Pag. 49
Fugitivo de las Horas
33
Aparta tu rostro.
Dispersa tu rastro.
¡Deja en paz
nuestros restos!
54. Pag. 53
Fugitivo de las Horas
Estas huellas en el camino
van y vienen.
¿Qué desencuentro las inició?
¿Qué encuentro las atrae?
Pero …
¿De qué seres proceden?
¿Qué destino las impulsó
y las grabó en el fango?
¿Y yo,
de qué huyo yo.
De quién soy
eterno fugitivo
sin cobijo apto y fijo?
1
55. Pag. 54
Pablo Selva
2
La vida de uno
es un camino:
mucha gente transita
por ella,
y cada quién
planta
variados recuerdos
a su vera.
Pasa el viento
y borra las pisadas
del camino.
Pasa el tiempo
y poco a poco
desvanece esos recuerdos
que hay en uno.
Pasa la muerte
y desaparece para siempre
el camino.
56. Pag. 55
Fugitivo de las Horas
3
En la ciudad de Boaco
un cráneo ocre.
Jaguar
o
dios,
no importa.
Pero este vestigio
de mi raza
venerando la muerte
apresura mi sangre.
57. Pag. 56
Pablo Selva
4
El río con paciencia
ha construido
su lecho.
Arrancando piedras,
arrastrando piedras,
colocando piedra
bajo
piedra.
Deslizándose entre
sus orillas
como un pez
entre el agua.
Marchando siempre
junto a su ruido
como un río de ruido.
Derruido río.
58. Pag. 57
Fugitivo de las Horas
5
Hay dos cosas
que desconozco
y una tercera
que aún no sé:
- Los sombríos impulsos
de un mezquino corazón.
- Las lejanías donde el tiempo
anida los olvidos.
- Y el semblante de mi miedo
solo ante el sordo soplo
de mi muerte.
59. Pag. 58
Pablo Selva
6
Mi vida:
árbol lleno de horas.
Hora a hora.
Hora ahora.
Horas añejas.
Horas ajenas y amenas.
Horas y deshoras.
Horas y horas y horas.
Olas de horas.
60. Pag. 59
Fugitivo de las Horas
7
Para que el agua
coja para allá
hagamos la zanja aquí.
Después hay que poner
una tabla en la puerta
para quitarse el lodo
de los zapatos
y no enlodar adentro.
Apurémonos con la zanja
que con la lluvia
viene
cayendo
la noche.
61. Pag. 60
Pablo Selva
8
Un solitario
dios,
en calzoncillos
frente a la creciente
marea,
remienda sus redes.
62. Pag. 61
Fugitivo de las Horas
9
A mi padre.
¡Oh, Tosco Herrero,
me forjaste
a
coscorrones limpios!
63. Pag. 62
Pablo Selva
10
Managua
al alba,
un veterano
autobús
arrastra su destartalado
esqueleto
sobre la adoquinada
autopista.
¡Don Quijote en la urbe!
64. Pag. 63
Fugitivo de las Horas
11
Pasa recogiendo chatarra
el chatarrero.
Tras él van sus tres hijos:
¡chatarreritos, ya!
65. Pag. 64
Pablo Selva
12
Hay un dios
achacoso en el cielo
contiguo
al que habito.
Yo lo escucho
toser
todas las mañanas.
¡Tal vez, él duerme
desabrigado!
66. Pag. 65
Fugitivo de las Horas
13
Desde el campanario
de la Catedral Metropolitana
de la ciudad de Guatemala,
las doce en punto
del medio día,
salen volando
pausadamente.
En mi estómago
dos rudos
galgos
se destrozan
por un trozo
de mi atroz
hambruna.
67. Pag. 66
Pablo Selva
14
Ciudad de Guatemala,
5: 30 p.m.
A esta hora
los autobuses urbanos
transitan
atestados
de tedio
y
miedo.
Hora Pico
68. Pag. 67
Fugitivo de las Horas
¡Ay, Nicaragua!
Me abruman tus anales:
huérfana desde siempre.
Y grávidos de fúnebres ayes
los aires de tus ayeres.
15
70. Pag. 69
Fugitivo de las Horas
17
Alguien
desde su ventana
ve el jardín.
Hay una luna
leve
en el fondo de la mañana.
Sonríe a su vecino
y se queda sonriendo
en la ventana
como una fotografía.
Domingo
71. Pag. 70
Pablo Selva
18
Cuando se deshizo
¿Qué se hizo tanta tarde?
¿Adónde,
en qué lejanía del tiempo
se rehízo más tarde?
Y desde allá
- ahora furtiva –
confía
que algún Poeta sagaz
la retraiga y reitere.
72. Pag. 71
Fugitivo de las Horas
19
No creas que las palomas que
salen volando
del campanario
ahora que suenan
las campanas
son campanadas.
73. Pag. 72
Pablo Selva
20
Poeta,
hace ya varias lunas
también yo contemplé
esa misma luna tuya,
plantada junto al mismo asterisco.
Desnuda.
Noctívaga.
Ritual.
Estaba tan al alcance de la mano
que quise asirla.
Me rehuyó.
Ya en mi hora,
sometido en la ara
y bajo la clara intención del pedernal
susurré su nombre:
IXCHEL.
74. Pag. 73
Fugitivo de las Horas
21
Siempre las palabras llegan a mí
llenas de dudas.
– Parvadas de palabras privadas de certezas
se precipitan en mí
como demonios ciegos.
Pero a veces algo inusual me acontece:
algunas de ellas se encienden de pronto
como mágicos halos en las tinieblas.
A esas palabras yo las asgo y ligo
unas con otras,
luego las fijo
sobre una lámina de papel
y violentamente me van
amaneciendo el alma.
75. Pag. 74
Pablo Selva
22
La gente
se ha marchado
de la calle,
las huellas
de sus pasos
están en el suelo
como hojas secas.
Triste está
la calle
como un árbol.
76. Pag. 75
Fugitivo de las Horas
23
A veces
por días y días
me colmo de silencio.
Mudo como muro.
La poesía se me planta hostil.
Reacio al silencio resisto el sitio:
brego, sondeo, oteo,
hurgo, husmeo, urdo,
ardo, acoso, embisto,
prendo, pendulo, sufro.
Asgo algo y luego lo rasgo.
Persisto hasta que
de algún modo
precipito mi canto
al mundo.
77. Pag. 76
Pablo Selva
Al fondo
de una calma y anónima avenida,
la luna
– íngrima lágrima –
cuelga
y
mengua.
24
78. Pag. 77
Fugitivo de las Horas
25
¡Calla!
Es precioso y preciso
el silencio.
¡Calla!
Siente cómo cae
en el alma
y se propaga
el verso.
79. Pag. 78
Pablo Selva
Epitafio
Hasta aquí
llegaron
los lasos huesos míos.
Nadie ose
perturbar
mi eterno
ocio óseo.
Sea así.
Fin
Poema de Cierre
80. Pag. 79
Fugitivo de las Horas
1.Prepárate bien......................................................................17
2.Me gusta...............................................................................18
3.Calcaré.................................................................................19
4.Ella está cuidando................................................................20
5.Esa centinela del puente......................................................21
6.No dejes que te asuste........................................................22
7.Candentes y avenidos.........................................................23
8.Invierno...............................................................................24
9.Tu nombre...........................................................................25
10.Si me revelaras..................................................................26
11.Apachurrada......................................................................27
12.Ese dios...........................................................................28
13.Verónica Aguilera..............................................................29
14.Hoy..................................................................................30
15.He andado de....................................................................31
16.Algunas veces sueño........................................................32
17.Si percibiera ahora tu sonrisa............................................33
18.Así es tu recuerdo en mí....................................................34
19.Ya logré...........................................................................35
20.Pero tú eres tan tú..........................................................36
21.Ahora a otro atrio............................................................37
22.No logro encontrar..............................................................38
23.Observo la alborada...........................................................39
24.Para olvidarte..................................................................40
25.Amor..............................................................................41
Indice
Primera sección: Luz y Sombra / Amor y Desamor.
Lápida................................................................................13
26.Quizá no haya sido yo......................................................42
27.Mujer..................................................................................43
28.Carga tú con tu nombre....................................................44
29.Siempre la noche...............................................................45
30.Miro....................................................................................46
31.En este sitio.......................................................................47
32.Como quien saca................................................................48
33.Aparta tu rostro...................................................................49
81. Pag. 80
Pablo Selva
1 Estas huellas en el camino....................................53
2 La vida de uno.......................................................54
3 En la ciudad de Boaco..........................................55
4 El río con paciencia...............................................56
5 Hay dos cosas.......................................................57
6 Mi vida...................................................................58
7 Para que el agua..................................................59
8 Un solitario............................................................60
9 A mi padre.............................................................61
10 Managua..............................................................62
11 Pasa recogiendo chatarra....................................63
12 Hay un dios..........................................................64
13 Desde el campanario...........................................65
14 Hora Pico.............................................................66
15 ¡Ay, Nicaragua!.....................................................67
16 La luna.................................................................68
17 Domingo...............................................................69
18 Cuando se deshizo..............................................70
19 No creas que las palomas que............................71
20 Poeta...................................................................72
Segunda sección: Arcoíris en la Urbe.
21 Siempre las palabras llegan a mí........................73
22 La gente...............................................................74
23 A veces.................................................................75
24 Al fondo................................................................76
25 ¡Calla!...................................................................77
Epitafio........................................................................78
82. YaoskaTijerino Espinosa, Ph.D.
“El que reciba estos poemas en sus manos, se encontrará
con la voz honesta de Pablo Selva, un hombre que hace
poesía hasta de las cosas más cotidianas.Aparece en él, ese
gran e intenso tema ante el que nos arrodillamos todos : el
amor, y su contraparte, el desamor. Tiene también poemas
cerebrales con cierta tendencia carlosmartineana, véase por
ejemplo su logrado poema “Candentes y avenidos ” donde
razón y emoción se enlazan en un todo inseparable para
nuestro deleite intelectual y lingüístico.”
STL30-Sept-2020.
Francisco Javier León.
“La poesía de PABLO es una poesía viva, palpitante. Pero
además es una poesía realista con sus propios signos :
jocosa, irónica, tiene la gracia, el signo del nicaragüense,
aquel signo que nos identifica como seres que, ante el peligro,
reaccionamos con una broma o un chiste, para evadirnos,
para tratar de salirle al paso, al peligro; y quitarle presión y
tensión a esos momentos difíciles, en que la vida, de súbito,
nos coloca.”
Pablo Selva, Managua 1961.
Se inició bajo la guía de los Poetas :
FlavioTijerino y Fernando Silva.
En los primeros años de la década de
los 80, publicó en los suplementos
literarios : “VENTANA” y “NUEVO
AMANECER CULTURAL.” En esa
misma época ganó por cinco años
consecutivos el Premio Regional de
Poesía, en la ciudad de Matagalpa.