2. El Salar de Atacama en el Norte de nuestro país, junto con los salares de Uyuni en
Bolivia y Hombre Muerto en Argentina, forma parte de lo que internacionalmente se
ha llamado “el triángulo del litio”, por concentrar cerca del 85% de las reservas
mundiales conocidas de este mineral.
Sería ilógico si no se aprovecharía esta coincidencia geográfica para el desarrollo de un
clúster del litio en la zona norte del país.
3.
4. Al año se consumen alrededor de 150.000 toneladas de litio como LCE en el mundo, lo que equivale
a un tamaño de mercado de aproximadamente US$ 800 – 900 millones.
Chile es el primer productor mundial de este mineral: en 2011 suministró un 35% de la oferta, lo que
significó para el país exportaciones totales por US$ 204 millones (0,46% de las exportaciones de
cobre). La principal ventaja de Chile en el mundo, y que le ha permitido posicionarse como líder de la
industria es que en el Salar de Atacama, donde operan SQM y Rockwood Lithium, se concentran las
mejores (no mayores) reservas de litio del mundo.
Esto implica que el carbonato de litio (principal producto comercializado) obtenido a partir de las
salmueras extraídas del Salar de Atacama es (y probablemente seguirá siendo) el de menor costo de
producción en el mundo.
El gobierno chileno está llamando a licitar una cuota de explotación en aquellas pertenencias mineras
en donde el litio no se puede explotar por su carácter de no concesibilidad. Dicha cuota (que sería la
primera de varias) corresponde sólo a un 1,3% de las reservas nacionales, las que ciertamente no
gozan de las bondades del Salar de Atacama porque este salar no es parte de la licitación.
5. Litio en el mundo hay en varios países. Pero la gran ventaja de Chile es que tenemos
las mejores reservas y que la extracción de litio de los salares del Norte tiene uno de
los costos más bajos de la industria, por lo que la posición competitiva de Chile es muy
fuerte.
Si agregamos a eso el hecho que por la no concesionabilidad del litio los otros salares
de Chile aún no han sido explorados se puede vislumbrar una gran oportunidad para
capturar la futura demanda.
6. “Los países desarrollados entienden que la industria que viene a continuación es el tema
energético y las baterías van a ser un elemento clave en el transporte del futuro en la medida en
que se está agotando el petróleo. Hay que considerar que en los próximos 40 años ya no va a
existir el petróleo y hay que desarrollar una industria de transporte nueva basada en la
electricidad y por eso las baterías de litio son clave. Éste es el material básico, pero las baterías
son lo importante”
“Existe litio casi en todo el mundo y hay reservas para más de mil años, incluso si se duplicara la
demanda mundial. Si se piensa que para el cobre sólo hay reservas para los próximos 150 años
debiéramos preocuparnos más de éste que del litio”
(Jaime Aleé, director del Centro de innovación del Litio dependiente de la Facultad de Ciencias
Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile).