5. El emblema divino era la tiara de cuernos. El simbolismo del
toro, se había transmitido sin interrupción.
Puerta de Ishtar (Babilonia)
La estructura «trascendente» y
celeste, de lo divino, queda
confirmada por el signo
pre ideograma y que representaba
una estrella.
La divinidad se definía por la fuerza, trascendencias y el cielo
tempestuoso con su trueno (semejante al mugido del toro).
6. Los primeros textos reflejan la clasificación y sistematización
de los sacerdotes.
An (cielo), el primero, es un dios uránico. Debía
de ser el dios soberano, el más importante, pero
presenta el síndrome del deus otiosus.
Enfei, «Señor de la Tierra», dios de los
«cimientos», aunque no era dios del agua, la
tierra estaba asentada sobre el océano.
Enlil, dios de la atmósfera (el
«Gran Monte»).
7. La diosa Nammu es presentada como «la madre
que engendró el cielo y la tierra», como la «abuela
que parió a todos los dioses».
Las aguas primordiales, a la vez como una
totalidad cósmica y divina, es muy frecuente en
las cosmogonías arcaicas.
También se identifica la masa acuática con
la Madre original que engendró a la
primera pareja, el Cielo (An) y la Tierra
(Ki), que encarnan los principios masculino
y femenino. Esta primera pareja estaba
unida, hasta el punto de confundirse. De
su unión nació Enlil, el dios de la
atmósfera.
8.
9.
10. Esta perfección era un marasmo, el dios Enfei, el Señor de
Dilmun, estaba dormido junto a su esposa Ningursag todavía
virgen. Al despertar, Enfei se unió a la diosa y luego a la hija
que ésta engendró, y finalmente a la hija de esta hija.
Dilmun Ningursag
Ciertos textos evocan la perfección y la bienaventuranza de
los «comienzos», el paraíso se Dilmun, país en el que no
existen la enfermedad y la muerte.
11. Enfei come ciertas plantas recién
creadas, pero sin haber fijado su
función.
Enfei no se ha comportado según el
principio que él mismo encarna.
Esta falta estuvo a punto de poner
en crisis la estructura misma de su
propia creación.
Ofendida Ningursag declara que
no volverá a mirar a Enfei con la
«mirada de vida» hasta su muerte.
Males desconocidos afligen al
dios, se debilita y agoniza.
Su esposa lo sanara
16. Según la cuarta versión,
el hombre fue formado
de la sangre de dos
dioses inmolados a este
fin, como en el Enuma
elish
Enkidu mata un león
17. Los hombres solo servidores de los dioses y colaboradores,
los dioses son responsables del orden cósmico, deben
observar sus mandatos, normas, y «decretos.
No existía distancia entre el modo de ser divino y el humano.
El hombre fue creado para el servicio de los dioses. El culto
era un servicio a los dioses, pero no son sus esclavos.
18. El orden cósmico esta turbado por la «Gran Serpiente», el
caos y por las faltas de los hombres. El mundo es regenerado,
en la fiesta del Año Nuevo (á-ki-til). Incluye el hieros gamos
entre dos divinidades tutelares de la ciudad, representadas
por imágenes o por el
soberano y una
hieródula. Actualizaba
la comunión entre
dios y los hombres, la
energía divina se
comunicaba a la
ciudad para
santificarla y asegurar
su prosperidad.
19. La realeza «descendió del
cielo», con sus
emblemas, la tiara y el
trono, preexistían en el
cielo. Hubo de ser traída
nuevamente del cielo
después del diluvio.
20. Pasados siete días y siete noches, el sol aparece y Zisudra se
postra ante el dios solar, Utu. An y Enlil le confieren «la vida
de un dios» y el «aliento eterno» de los dioses,
instalándolo
luego en el
Dilmun. Pero
no habito
la «tierra
nueva».
El diluvio: El rey Zisudra era «humilde, sumiso, piadoso», este
conoce la decisión de An y Enlil del diluvio. Recibe
indicaciones de la construcción del arca.
21. Cierto número de variantes es producto de su difusión, a
partir de Mesopotamia y de la India.
El diluvio es consecuencia
de los «pecados»; deseo
de un ser divino que
quiere poner fin a todo.
El diluvio aparece en la Epopeya de Guilgamesh, con analogías
al relato bíblico. Esta casi universalmente difundido.
Sus Características son: el «mundo envejecido», poblado por
una humanidad en decadencia, es sumergido en las aguas
para resurgir como «mundo nuevo» del «caos» acuático.
En otra tradición, la cólera
de Enlil fue provocada por
el estrépito insoportable
que producían los
hombres.
22. La tríada de los dioses planetarios era:
Nanna-Suen (la luna)
Utu (el sol)
Inanna, estrella
Venus y del amor.
Inanna, equiparada a la Ishtar acádica y a
Astarté, era diosa del amor y de la guerra,
regía la vida y la muerte; para expresar la plenitud de sus
poderes se la llamaba hermafrodita.
23. El mito de Inanna:
* Penetra en el palacio, pero al pasar las siete puertas, el
portero la despoja de sus vestidos y adornos, llega sin
«poder» a la presencia de su hermana. Ereshfeigal fija sobre
ella la «mirada de la muerte», y «su cuerpo queda inerte».
* Inanna, toma por esposo al pastor Dumuzi.
* Un día Inanna desciende a los infiernos para suplantar a su
«hermana mayor», Ereshfeigal. Aspira a reinar también en el
mundo inferior.
24. Con engaños consiguen llegar hasta el cadáver y reanimarlo,
con lo que Inanna se dispone a ascender.
Su amiga Ninshubur, informa a los dioses. Enlil crea dos
mensajeros y los envía a los infiernos con «agua de vida».
Los siete jueces del infierno la retienen, diciendo: Si Inanna
quiere salir del infierno, que traiga alguien que la reemplace».
Inanna retorna a la tierra escoltada por demonios, encargados
de hacerla
volver a los
infiernos si
no les entrega
otro ser divino.
25. El mismo
mito,
aparece en
el acadio
Descenso de
Ishtar a los
infiernos.
Se dirigen a las ciudades, las divinidades tutelares Les ruegan a
Inanna, compadecida, decide proseguir su búsqueda.
Erefe y descubre que Dumuzi, en lugar de lamentarse, se
había sentado en el trono de la diosa, se había convertido en
soberano único de la ciudad. Ella le grito la condena.
Se apoderan de él los demonios y lo arrastran a los infiernos.
Ereshkigal, compadecida de Dumuzi, decide que no
permanezca en el mundo inferior sino la mitad de cada año, y
que su hermana, Geshtinanna, lo reemplace.
26. En la versión sumeria nos sorprende la justificación humana,
de la condena de Dumuzi, todo parece explicarse por la cólera
de Inanna al encontrar a su esposo en su trono. Esto parece
encubrir una idea mucho más antigua: la «muerte» —ritual y
reversible— sigue inevitablemente a todo acto de creación o
de procreación. Los reyes sumerios y acádicos, encarnan a
Dumuzi en el hieros gamos con Inanna.
Esto implica, la aceptación
de la «muerte» ritual del
rey. Tras la historia en el
texto sumerio se esconde
un «misterio» instaurado
por Inanna para asegurar
el ciclo de la fecundidad.
Mural de la investidura del rey Zimrilin.
Mesopotamia. Escena de sacrificio ritual. Pintura
mural, Mari.
27. El culto de Dumuzi se difundió por el Medio Oriente. Encarnar
el destino de los dioses jóvenes que mueren y resucitan cada
año. Los reyes que le representaban compartían su suerte
celebrando cada año la recreación del mundo.
Pero, para ser creado de nuevo,
tenía que ser aniquilado; el
«caos» implicaba igualmente la
«muerte» ritual del rey, su
descenso a los infiernos.
Las dos modalidades cósmicas —
vida/ muerte, caos/cosmos,
esterilidad/fecundidad— son dos
momentos de un mismo proceso.
28. El mito narra el fracaso de la diosa del amor y de la
fecundidad en su intento de conquistar el reino de Ereshkigal,
abolir la muerte. Los hombres, deben aceptar la alternativa
vida/muerte.
La figura de Dumuzi, encarnada por los reyes sumero-
acádicos, tiene
importancia
al efectuar un
acercamiento
entre las modalidades
divina y humana.
Todo ser humano
podía aspirar a
disfrutar de aquel
privilegio reservado
a los reyes.
30. Se inicia Babilonia con el paso de las ciudades-templo a las
ciudades-Estado y al Imperio.
La tríada astral toma en parte los nombres semíticos de las
divinidades respectivas: la luna, Sin (del sumerio Suen); el sol,
Shamash; la estrella
Venus, Ishtar
(Inanna).
El conservadurismo religioso sumerio se prolonga, la tríada
suprema permanece: Anu, Enlil, Ea (= Enfei).
El idioma sumerio, si bien dejó de hablarse hacia el 2000 a.C,
conservó su función de idioma litúrgico durante quince siglos.
El mundo inferior
sigue gobernado por
Ereshfeigal
y su esposo Nergal.
31. Los escasos cambios, impuestos por las necesidades del
imperio, tardaron siglos en llevarse a cabo. En cuanto al
templo, «nada esencial cambia en cuanto a su organización ».
Sin embargo, a las estructuras
anteriores vienen a añadirse
las aportaciones del genio
religioso semítico. Señalemos
en primer lugar los dos dioses
«nacionales» —Mardufe de
Babilonia y, más
tarde, el asirio
Asur—, que son
elevados al rango
de divinidades
universales.
32. Se acentúa el carácter «numinoso» de los
dioses, que inspiran el temor sagrado,
a causa de su terrorífica luminosidad.
El aporte semítico es la importancia
otorgada al elemento personal en la
experiencia religiosa.
Los grandes dioses —Anu, Enlil, Ea— pierden la supremacía.
Los fieles se dirigen a Mardufe o a las divinidades astrales,
Ishtar y Shamash.
La luz es atributo del rey, al participar
de lo divina, también irradia luz.
Otra creación es la adivinación, hay
muchas prácticas mágicas y el
desarrollo de las disciplinas ocultas
(astrología).
33. El poema Enuma elish ( «Cuando en lo alto...»):
En cuanto a la tercera pareja,
Anshar y Kishar, en sumerio
«totalidad de los elementos
superiores e inferiores».
Tiamat representa el mar y Apsu la masa de agua dulce sobre
la que flota la tierra, de ellos surgen otras parejas divinas.
No sabemos nada de la segunda pareja Lafehrau y Lafehamu
(sacrificados para crear al hombre).
Del hieros gamos de estas dos
«totalidades» nace el dios del
cielo, Anu, que a su vez
engendra a Ea.
Al inicio la imagen primordial de una totalidad acuática
indiferenciada aparece la primera pareja, Apsu y Tiamat.
Océano y Tetis
34. Con sus juegos y gritos, los jóvenes dioses turban el reposo de
Apsu, que se queja a Tiamat.
Es la nostalgia de la «Materia», que tiende a la inmovilidad
primordial, la resistencia contra todo movimiento.
Tiamat se reúsa a condenar a los jóvenes dioses, pero Apsu
busca el castigo.
Cuando los jóvenes
dioses conocieron la
decisión de su abuelo no
saben que hacer.
Pero Ea se adelantó, por
magia hunde en un
sueño a Apsu, le arrebata
su resplandor, lo
encadena y lo mata.
35. Ea es el nuevo dios de las aguas. En el seno de Apsu,
engendra su esposa Mardufe. El texto exalta la gigantesca
majestad, la sabiduría y la omnipotencia de este dios. Y hace
surgir los cuatro vientos «y creó las olas para turbar a Tiamat.
36. Tiamat forma unos demonios, el primero Kingu, quien sobre
su frente tiene los libros del destino.
En batalla Tiamat abrió las fauces para engullirlo y Mardufe
lanzó los vientos furiosos que le dilataron el cuerpo. Su vientre
quedó hinchado y fauces abiertas. Disparó él entonces una
flecha que le perforó el vientre las entrañas y el corazón, y le
quitó la vida.
Mardufe acepta el combate, pero a condición de que sea
proclamado dios supremo.
37.
38. Los demonios huyeron pero los
encadenó junto a Kingu. Dividió en
dos el cadáver de Tiamat; una mitad
se convirtió cielo y otra es la tierra, los
agujeros de su cadáver el
sol y las estrellas. Ea
sugiere que sea sacrificado
sólo Kingu. Y de su sangre
forma Ea la humanidad.
39. Tiamat no es la totalidad caótica primordial que precede a
toda cosmogonía, es creadora de monstruos.
El hombre, esta formado por materia demoníaca,
la sangre de Kingu, esta condenado, su esperanza
está en haber sido formada por Ea.
La creación se ve en peligro por el deseo de Apsu; se trataría
de detener en germen la creación del universo.
El cosmos tiene una doble naturaleza: una «materia»
demoníaca, y una «forma»
divina.
El cielo es creada a partir del
cuerpo de Tiamat, pero las
estrellas son imágenes de los
dioses. Lo mismo con la tierra,
pero está santificada por los
templos.
40. En Babilonia era costumbre recitar el Enuma elish en el
templo el cuarto día de la fiesta del Año Nuevo, zagmuk.
Comprendía varios complejos rituales:
e) la determinación de las
suertes Para todo el año
por los dioses.
a) día de expiación para el rey, correspondiente al «cautiverio»
de Mardufe
b) liberación de Mardufe;
c) combates rituales y procesión triunfal, presidida por el rey,
hasta el Bit Afeitu (la mansión de la fiesta del Año Nuevo), se
celebraba un banquete;
d) el hieros gamos del rey
con una hieródula que
personificaba a la diosa
41.
42. La realeza era una institución descendida del cielo. La
sacralidad del soberano se proclamaba de distintas maneras:
Se reconocía su
progenitura y era
considerado «hijo
de dios».
Se le llamaba «rey del país» (del mundo) títulos reservados a
los dioses.
Antes de nacer, los
dioses lo
predestinaban.
Esto lo convertía en intermediario entre los dioses y los
hombres.
43. Representaba al pueblo ante los dioses y expiaba los pecados
de sus súbditos. El rey participa de la modalidad divina, pero
sin ser dios. Los fieles no le
dirigían oraciones y pedían a los dioses bendiciones para su
rey.
44. La Epopeya de Guilgamesh:
Luego la diosa Ishtar le invita a ser su
esposo, pero él se niega con insolencia.
Anu, su padre,
crea el «toro
celeste» para
que lo aniquile.
Inicia con el relato de un rey perverso Guilgamesh.
Los habitantes de su ciudad suplican a los dioses que lo
maten, y éstos crean a Enfeidu. Los dos pelean y aunque
Guilgamesh sale victorioso, se hace amigo de Enfeidu.
45. Guilgamesh llora a su amigo
esperando que sus lamentos lo
resuciten, pero no lo logra. Se
siente aterrorizado por la idea de la
muerte, su único afán será buscar
la inmortalidad.
El toro hace caer a los hombres del rey. Pero Enfeidu y
Guilgamesh lo matan. Enfeidu, luego de insultar a Ishtar,
condenado cae enfermo y muere.
46. El viaje abunda en pruebas iniciáticas.
Van por las aguas
de la muerte y
llegan a
Utnapishtim y le
pregunta por la
inmortalidad.
Llega a las montañas Mashu y encuentra la puerta que
atraviesa el sol, vigilada por los hombres-escorpión le
permiten penetrar.
Después de una marcha en la oscuridad, sale al otro lado de
las montañas, y se encuentra en un jardín maravilloso.
Que reconoce a la ninfa Siduri, a la que pregunta por
Utnapishtim, le encamina a su barquero.
47. Le cuenta la historia del diluvio y cómo los dioses le hicieron
sus «hijos». Le dice que trate ahora de no dormir en seis días
y siete noches. La más dura prueba iniciática de carácter
«espiritual». Pero se duerme.
Pero Utnapishtim
le revela el lugar
donde se
encuentra la planta
que restituye la
juventud.
48. La historia de Guiígamesh adquiere un valor de ejemplaridad:
proclama la precariedad de la condición humana la
imposibilidad de la inmortalidad. Vendría
a ser más bien el relato de una iniciación
frustrada.
Desciende al fondo del mar pero al regreso se baña y en un
manantial sale del agua una serpiente y le arrebata la planta.
Podemos entrever el fracaso de una nueva prueba iniciática:
el héroe no tiene «sabiduría». El texto termina.
49. El texto “Diálogo sobre la miseria humana”, adopta un tono
aún más desesperanzado. Su héroe se ha esforzado desde la
infancia por comprender a la diosa, pero solo ha traído
penuria, mientras que han sido los malvado los fortunados.
Esta desesperanza es consecuencia de la experiencia de una
injusticia general: los malvados triunfan.
Otro texto nos habla del dolor, por
enfermedad de un inocente, es un
justo doliente, ninguna divinidad le
ayuda. Pero en un trance extático ve
al dios Marduk alejando los
demonios de la enfermedad. Una
vez recuperada la salud, el justo da
gracias a Marduk.
50. Entre los hombres y los dioses media una distancia
infranqueable, pero ello no significa que el hombre se
encuentre aislado en su propia soledad. Participa de un
elemento espiritual que puede considerarse de naturaleza
divina: su «espíritu», ilu (literalmente, «dios»). Mediante sus
plegarias espera obtener la bendición de los dioses.
Pero sabe que forma parte
de un universo unificado:
vive en una ciudad que
constituye una imago mundi,
cuyos templos y zigurats
representan «centros del
mundo» y aseguran la
comunicación con el cielo y
con los dioses.
51. El hombre no vive en un mundo cerrado hay correspondencia
entre el cielo y la tierra que hacía posible la comprensión de
la realidad.
Numerosas técnicas
adivinatorias, permitían el
conocimiento del futuro.
52. El método más elaborado era la extirpación, el examen de las
vísceras de los animales.
Inscripción en hígado de oveja
53. El menos costoso, la
lecanomancia, verter
unas gotas de aceite
sobre agua, para leer a
los signos que
dibujaba los líquidos.
54. La astrología, se practicaba sobre todo en el entorno de los
soberanos.