1. ESCRITOS DE FORMACIÓN
EAS
Número 43 – Junio de 2011
LA CONFIANZA
COMUNIDADES CRISTIANAS COMPROMETIDAS EAS DE COLOMBIA
CIUDAD DE MEDELLÍN
COMITÉ DE FORMACIÓN
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2. El comité de Formación genera documentos periódicamente para
beneficio de los EAS y su formación. Los invitamos a leer estos
documentos y reflexionar sobre ellos, ojalá algunas veces en
comunidad. Los invitamos a coleccionarlos y a divulgarlos.
Estos escritos se basan en recopilaciones de documentos de diversos
autores, incluyendo personas de los EAS, sometidos en algunos casos a
adaptaciones que los hagan más afines y prácticos para los EAS, bajo la
responsabilidad del comité.
Son bienvenidos los comentarios y los aportes.
En este escrito queremos tratar el tema de LA CONFIANZA, basado en
un documento que estudiamos en la comunidad de la Luz en una de
nuestras últimas reuniones.
Consideramos que en el ambiente de pequeña comunidad este es un
valor fundamental que debe estimularse y vivirse a plenitud.
LA CONFIANZA
La confianza se lleva en el alma
La confianza es una palabra hermosa. Por cadencia y por contenido. Todo ser
humano tiene el instinto de la confianza. La lleva en el alma. Y la busca por todas
partes como un tesoro.
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3. En sociología y psicología social, la confianza es la opinión favorable con la cual una
persona o un grupo humano será capaz de actuar y con la cual deseará actuar y pensar en
una determinada situación. La confianza se verá más o menos reforzada de acuerdo con las
acciones, los actos previos y las pruebas de comportamiento que tengan las personas y los
grupos.
La confianza es una hipótesis, una suposición que hacemos sobre la conducta futura del
otro. Es una actitud que tiene que ver con el futuro, en la medida en que este futuro
depende de la acción de estas otras personas en las cuales ponemos nuestra confianza. Con
la confianza hacemos una apuesta y decidimos no inquietarnos, abandonar las ideas de
controlar al otro, dejar de lado ciertas preocupaciones sobre el espacio y el tiempo.
El término confiabilidad se utiliza mucho modernamente para expresar el grado de
seguridad que tenemos en los aparatos que cada vez utilizamos más en la vida práctica. La
moderna concepción cuantitativa de la confiabilidad tuvo sus orígenes en la tecnología
militar, en los transportes y en la tecnología espacial. Como cada vez son más complejos
los sistemas y mayor la oferta y la competencia en el mercado, y más exigente la asignación
de los recursos y más estrechos los presupuestos, la idea de la necesidad de la confiabilidad
se ha extendido a muchas otras áreas. Cuando la confiabilidad se define cuantitativamente
puede ser especificada, analizada, y se convierte en un parámetro del diseño de un sistema
que compite contra otros parámetros tales como costo y funcionamiento. Este es el espacio
de los controles de la calidad, pensados para que no fallen las cosas.
En el campo humano no es posible aplicar herramientas que den certeza total sobre los
comportamientos. Existen complejas interacciones entre las mentes de las personas, su
percepción de la realidad, sus puntos de vista, sus motivaciones, su libertad de acción, sus
jucios, sus miedos, sus ilusiones. De acuerdo con la mayoría de las teorías que abordan el
tema de la confianza entre la personas, ella va a consistir de una suspensión temporal de la
situación básica de incertidumbre acerca de las acciones de los semejantes; gracias a esta
actitud de espera, es posible suponer un cierto grado de regularidad y predictibilidad en las
acciones sociales, simplificando el funcionamiento de la sociedad.
Esta explicación, que facilita el funcionamiento de las relaciones humanas, corresponde a la
orientación teórica de la mayoría de los autores que han abordado el tema; en la teoría
estructural-funcionalista, se considera a la confianza como la base de todas las
instituciones, y funciona tanto como apoyo, como contraste del poder, consistente en la
capacidad de influir en la acción ajena para forzarla a ajustarse a las propias expectativas.
Cuando se pierde la confianbilidad en un aparato, se han producido daños en sus
componentes, en sus sistemas de control y de medición, por falta de cuidado, por desgastes,
por falta de atención. Cuando se pierde la confianza entre los seres humanos, con mucha
frecuencia hay desgastes y agotamientos emocionales. Sea por las circusntancias o por las
intenciones ocultas o secretas de las personas, se fomenta la incapacidad de cumplir con lo
prometido de forma continuada en el tiempo y se genera la desconfianza.
La confianza es algo grato, amable. ¿A quién no le gusta la confianza?
¿Cuántas condiciones pongo para confiar?
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4. La confianza tiene que estar en todas mis relaciones para ser completa. Confío en
mi mismo, en los demás, en el cosmos y en Dios.
La seguridad me da confianza, y la confianza seguridad.
Esto es lo que se denomina un ciclo de retroalimentación virtuoso. Pongo mi confianza en
el amigo. Me gusta la relación. Me siento seguro. Refuerzo mi confianza. Inspiro
confianza. Me comprometo con acciones compartidas. Las cosas funcionan. Me acostumbro
a cumplir lo que prometo. El lenguaje del grupo estimula la confianza. Las cosas salen bien.
Se refuerza el clima de aceptación y de seguridad. Cuando ocurre una falla en el proceso, se
repara con basa en la misma aceptación y confianza y se evidencia así la efectividad del
proceso.
¿Cuánto me intereso en cultivar la confianza en mí mismo?
¿Cómo me siento en todo sentido? ¿Tengo confianza con respecto a mi
espiritualidad, a mi formación en el comer, en el vestir, en mi forma de trabajar, de
conversar, de relacionarme?
Algunas veces me siento hambriento, ignorante, sediento; ¿siento confianza en
poder satisfacer estas situaciones?
Todos debemos estar en procesos de mejora, de logro, de progreso hacia una mayor calidad
en nuestras acciones. Nos revisamos y tomamos decisiones de cambio, para ser más
confiables, más dignos de confianza, más seguros.
De todas formas la confianza se basará en la realidad. Confío en alguien por lo
que es, no en las expectativas no realistas.
Ocurre con frecuencia que la sociedad nos configura para no confiar.
De ahí la necesidad de construir la confianza con creatividad y con atrevimiento.
La confianza no solo se da en lo que existe, sino también en lo que no existe.
Cuando alguien me dice confío en ti, desata mecanismos en mí para corresponder
a esa confianza.
Si alguien falta a mi confianza, puedo preguntarme: ¿qué le faltó en mi confianza
para que la otra persona fallara?
Las frases anteriores nos hacen caer en cuenta de que existen mecanismos para sembrar la
confianza y ellos se inician cuando me atrevo a confiar en el otro. La idea de la pequeña
comunidad, que supone la amistad para siempre y el amor gratis, pase lo que pase, implica
el atrevimiento a confiar en el otro, pase lo que pase. Es una apuesta por el otro y por mi
capacidad de superar las pruebas y las dificultades.
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5. Cultivemos la confianza ciega en Dios. Decía Job: aunque me mates seguiré
confiando en ti. (Job 13, 15).
Ante un fracaso tomo una actitud de superación.
El centro del alma es Dios. Él es mi intimidad. No es un dios exterior a mí. Dios
está en mí y va conmigo.
Dios sabe lo que necesito. Puedo pedirle cosas a Dios, pero confío en que él me da
lo que necesito. Y yo aprendo a recibirlo. Le pido a Dios lo que El quiera darme.
“Padre, si es posible, aparta de mí este cáliz, pero no se haga mi voluntad sino la
tuya” (Mc 14, 36).
Si pongo en tela de juicio lo divino, entonces, mi dios no es Dios sino que es un
dios creado por mi imaginación.
Dios es la fuente de toda confianza.
Nos situamos acá en el plano espiritual. No somos apenas animales inteligentes que vamos
por el mundo luchando con las circunstancias, aprendiendo a vivir en medio del dolor y de
las dificultades. Somos seres espirituales, Dios está en medio de nosotros cuando nos
reunimos más de dos y ponemos al Señor en medio, Él será la garantía de confianza y de
seguridad, la fuente que nos hace potentes y capaces de compartir y de sembrar semillas
duraderas de amistad y de amor para siempre.
La confianza en sí mismo
La confianza en sí mismo es un elemento crucial en el desempeño de la persona.
Puestas dos personas a realizar una misma tarea, si todos los demás factores son
iguales, lo hará mejor y más rápido aquella que tenga más confianza en sí misma.
Esto se aplica a todo tipo de tarea, desde la más simple a la más compleja. Te darás
cuenta de la importancia de esta afirmación cuando te percates de que la tarea más
compleja que tenemos que realizar es justamente vivir.
Muchos son los factores que pueden influir en el hecho de que una persona tenga
o no confianza en sí misma, pero hay uno que es primordial: la manera en que es
criada la persona. Cuando hablamos de persona, pensamos en una persona adulta
y a menudo olvidamos que esa persona adulta fue antes una persona niña. Es
durante la infancia que se echan las bases de lo que será la persona adulta, y es
muy difícil que esta persona adulta pueda cambiar el rumbo que le fue marcado
en su infancia.
Esto es así porque la infancia es la época en que la mente es más maleable, cuando
más intensamente recibe la influencia de lo que la rodea. De aquí que cuando se
habla de la influencia del medio ambiente o del entorno, se está haciendo
referencia a la acción de los padres, de los parientes, de los amigos, de los
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6. maestros, de los compañeros escolares, durante la época en que la persona es más
influenciable: su infancia.
Existen maneras de criar a un niño que estimulan la confianza en sí mismo y otras
que tienden a destruirla. Deshacer el efecto de una mala crianza o una mala
educación, es muy difícil cuando la persona ya es adulta. Sin embargo, el cambio
puede darse, ya sea de manera fortuita o de manera deliberada.
Si pensamos que la confianza en sí mismo (o auto-confianza) se refiere a la
creencia en la propia capacidad para llevar a cabo una tarea, podemos darnos
cuenta de las diversas formas en que puede incrementarse la auto-confianza de
una persona. En primer lugar, existen experiencias fortuitas que permiten a la
persona darse cuenta de que es capaz de llevar a cabo una tarea para la que
pensaba no tener condiciones. Se les suele llamar "experiencias cruciales" porque
marcan una encrucijada en el camino vital.
A través de la lectura de libros y revistas, o por medio del cine y la televisión, la
persona que pensaba carecer de capacidad o de posibilidades puede ver a otras en
su misma situación realizar actividades o alcanzar objetivos que consideraba fuera
de su alcance. A esta forma podemos llamarla "por el conocimiento", dado que la
persona conoce cosas que antes ignoraba, y eso es lo que provoca el cambio.
Existe también una vía gradual para llegar a tener fe en la capacidad de uno para
una tarea. Esta consiste en ir acercándose a la meta deseada por etapas sucesivas.
Se comienza por tareas más sencillas y de a poco se va incrementando la
dificultad. Este método se ha usado por siglos en la capacitación laboral: la
persona se inicia como aprendiz y gradualmente, a lo largo del tiempo, va
adquiriendo más responsabilidades y ascendiendo en la escala laboral.
Finalmente, existe un método que algunos pueden tomar como mágico pero que
en realidad tiene fundamentos neurológicos. Consiste en practicar
representaciones mentales (o visualizaciones) de la tarea que se pretende realizar.
Hechas comparaciones entre personas que practicaron este tipo de "ejercicios
mentales" y otras que no lo hicieron, se encontró que las primeras eran más
eficaces que las segundas.
La experiencia de pequeña comunidad se convierte en una excelente oportunidad para
lograr la confianza en nosotros mismos. Las reuniones de pequeña comunidad y las
actividades de pequeña comunidad son laboratorios vivenciales para aprender a vivir, para
aprender de los otros, para ensayar y experimentar, en la amorosa compañía del otro que
me acepta tal como soy y me acompaña con su amabilidad, con su ejemplo, con su
presencia. En este ambiente podemos reversar muchos de los problemas de falta de
confianza adquiridos en la niñez. A eso nos llama el Señor. A crecer con el otro.
Del Evangelio según san Marcos 10, 13-16
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7. Le presentaban unos niños para que los tocara; pero los discípulos les reñían. Mas Jesús, al
ver esto, se enfadó y les dijo: «Dejad que los niños vengan a mí, no se lo impidáis, porque e
los que son como éstos es el Reino de Dios. Yo os aseguro: el que no reciba el Reino de Dios
como niño, no entrará en él». Y abrazaba a los niños, y los bendecía poniendo las manos
sobre ellos.
Debemos confiar con la inocencia de los niños.
Del Evangelio según San Mateo 28, 16-20
Por su parte, los once discípulos marcharon a Galilea, al monte que Jesús les había
indicado. Y al verle le adoraron; algunos sin embargo dudaron. Jesús se acercó a ellos y les
habló así: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos
a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y
enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros
todos los días hasta el fin del mundo».
Debemos confiar en la presencia del Señor, que está con nosotros para siempre,
con todo su poder, poder que disipa la duda.
Algunas frases sobre la confianza
Confianza es el sentimiento de poder creer a alguien, incluso cuando sabemos que
mentiríamos en su lugar.
Henry-Louis Mencken.
Respeto es algo que te daré si tienes fe.
Billie Joe Armstrong.
La confianza en uno mismo es el primer peldaño para ascender por la escalera del éxito.
Ralph Waldo Emerson.
La vida es un libro útil para aquel que puede comprender. Tengo confianza en la balanza
que se inclina favoreciendo mis ilusiones.
Adaptada de una frase de Miguel Abuelo.
Referencias
http://superacion-personal.net/pa07.html
Comunicación personal Juan Gonzalo Jaramillo
http://es.wikipedia.org/wiki/Confianza
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