Por la complejidad de las quemaduras de la piel, se ha tratado de encontrar desde hace muchos años el tratamiento ideal.
Desafortunadamente hasta este momento no se ha logrado tal objetivo. Este trabajo trata de alcanzarlo, aunque aún está lejos de lograrlo. Basándose en los efectos farmacológicos y terapéuticos del cloro y del ácido acético, se preparó una solución a la que se le denominó ROME.
2. AUTOR: DR. JAVIER ANTONIO RODRIGUEZ MENA.
CIRUJANO PLASTICO, RECONSTRUCTOR Y ESTÉTICO.
ESCUELA MEDICO MILITAR.
ESCUELA DE GRADUADOS DE SANIDAD MILITAR.
UNIVERSIDAD DEL EJERCITO Y FUERZAS ARMADAS.
MEDICO ESPECIALISTA HOSPITAL REGIONAL MILITAR DEL PUERTO
DE VERACRUZ, VER.
MEDICO ESPECIALISTA DEL HOSPITAL GENERAL REGIONAL DE LA
SECRETARIA DE SALUD. PUERTO DE VERACRUZ, VER.
TRABAJO EFECTUADO EN EL HOSPITAL GENERAL REGIONAL DE
LA SECRETARIA DE SALUD ( ACTUALMENTE HOSPITAL DE ALTA
ESPECIALIDAD ) DEL PUERTO DE VERACRUZ, VER EN EL AÑO DE
1991.
Agradecimientos: Al Dr. Ricardo Arroyo Joachín por su activa y
entusiasta colaboración para la presentación de este trabajo.
1
3. RESUMEN
Por la complejidad de las quemaduras de la piel, se ha tratado
de encontrar desde hace muchos años el tratamiento ideal.
Desafortunadamente hasta este momento no se ha logrado tal
objetivo. Este trabajo trata de alcanzarlo, aunque aún está lejos de lograrlo.
Basándose en los efectos farmacológicos y terapéuticos del cloro y del
ácido acético, se preparó una solución a la que se le denominó ROME.
En este estudio fueron tratados 30 pacientes, cuyas edades
fluctuaron entre los 2 meses y los 62 años. 20 del sexo masculino y 10
del sexo femenino. La superficie corporal quemada, fue entre el 5% y el
55%. La profundidad de las quemaduras de 2º y 3º grado. La terapia de
aplicación de solución ROME fue de dos a tres veces al día. No se registró
ninguna muerte. En los estudios clínicos y de laboratorio no se encontraron
alteraciones desde el punto de vista local y sistémico. Las ventajas
encontradas con este nuevo tratamiento consistieron en ser asintomático
en su aplicación, fácil de preparar y manejar, menor empleo de antibióticos,
económico, una disminución importante de los gastos de hospitalización y
sobre todo que acelera la epitelización, minimizando las infecciones.
PALABRAS CLAVE
Quemaduras, Sepsis, Ácido Acético, Ácido Hipocloroso,
Solución ROME.
SUMMARY
Research on the new Topic Treatment with Acetic Acid and Chlorine.
An ideal treatment for skin burns has been searched for years.
Unfortunately such objetive has not been archieved so far due to its
complexity.
This work tries to obtain it, although it is far from achieving it.
A solution based on the farmacological and Therapeutical effects of
chlorine and acetic acid was preparated. It was named ROME. This solution
was applied four times a day to 30 patientes, 20 males and 10 females,
whose ages varied from two months to sixty-two years old. The burn
Surface área covered 5 to 55%. The Depth found was second and third
degree. There was not deceased. No alteration was found from the local
and systemic point of view in the clinical and laboratory studies.
2
4. The advantages found in this new treatment consiste don being
asyntomatic in their application, easy to prepare and handle, requiring less
employed antibiotics. In addition it is economical saves hospital expenses
and above all it aelerates epithelization an minimizes infection.
KEY WORDS
Burns, sepsis, acetic acide, hipochlorous acid, ROME solution.
INTRODUCCIÓN
Desde la aparición del hombre sobre la tierra, se ha preocupado
por el tratamiento de las quemaduras, debido a sus efectos y
complicaciones que produce. Se han utilizado un sin número de
métodos y sustancias tanto empírica como científicamente y hasta el
momento no se ha encontrado un tratamiento ideal, aunque si se han
tenido grandes avances al respecto.
Después de la primera guerra mundial y sobre todo después de la
segunda, la preocupación por las quemaduras aumentó por las infecciones
agregadas que producía una elevada morbi-mortalidad, así como un gran
número de secuelas (1) . Es a partir de entonces cuando se han obtenido
grandes logros.
El tratamiento tópico tiene como finalidad la temprana re-
epitelización, pero primordialmente la de evitar o cuando menos reducir a
su mínima expresión las infecciones, la cual es la causante de un gran
número de muertes por sepsis. Clínicamente se considera una lesión
infectada, cuando se presenta aumento de la sensibilidad, la temperatura,
eritema y edema (2). Desde el punto de vista de laboratorio, se encuentra
infectada una quemadura cuando la proliferación bacteriana es mayor de
105
por gramo de tejido (3). En su trabajo titulado “Sepsis por Quemadura”
Teplitz describió este proceso y lo definió como el desarrollo de micro-
organismos patógenos en un número que excedan de 100, 000 por gramo
de tejido y con invasión a tejido sano adyacente. Las quemaduras son
primeramente contaminadas por una variedad de bacterias que
habitualmente residen en la superficie de la piel. La invasión ocurre a
partir de los folículos pilosos y se establecen a las 4 ó 5 días de post-
quemadura. En el proceso inicial prevalecen los Gram positivos como el
Estafilococo dorado, posteriormente se desarrollan los Gram negativos,
principalmente la Pseudomona. Más tarde una virulenta infección es
encontrada en la primera semana, que si permanece sin tratar, destruye a
al paciente por sepsis.
3
5. La importancia de la terapia local generalmente es debido a la poca
efectividad del tratamiento sistémico para combatir la infección y esto es
por la naturaleza avascular de las quemaduras profundas que impide que
llegue el antibiótico en cantidades adecuadas.
Hay que enfatizar que una terapia local eficaz es aquella que logra
controlar el desarrollo bacteriano y no necesariamente la esterilización de
la quemadura. Así tenemos qué, de un porcentaje aproximado de 107
microorganismos por gramo de tejido sin tratar, puede llegar a un número
reducido por la terapia local de 10 4
por gramo de tejido. Un tratamiento
tópico ideal sería aquel que llenara los siguientes requisitos:
1.- Que fuera efectivo contra la mayor parte de los microorganismos
que infectan la piel.
2.- Que sea capaz de penetrar las quemaduras.
3.- Que no sean neutralizados o inhibidos por los fluidos del
organismo o productos de la bacteria.
4.- Local y sistémicamente no tóxicos.
5.- Rápidamente excretados o metabolizados si se absorben.
6.- Que sean económicos.
7.- No dolorosos en su aplicación.
8.- Fácil de usar.
Entre los productos más comúnmente utilizados en el tratamiento
tópico, contamos con algunos antibióticos como la Gentamicina4,
Neomicina5, Rifamicina6 Mafenide7 Trobamicina8 Sulfas 8,16
Polimixina, etc.
Algunas sustancias químicas como el Cloro(10,11,12,13,14,15),derivado de
plata (4,17), Clorhexidina(18), Acido acético (10,11,18,19,20), Fibrinolisina
con Desoxirribonucleasa, Microgánulos Hidrofílicos como el Dextrómero,
Yodopolinilpirrolidona (8,21), Nitrofurantoína (2), Petrolato (2), etc . Se ha
descrito la aplicación tópica por debajo de las escaras de algunos
antibióticos como las penicilinas semisintéticas2,3.
Experimentalmente algunos autores han encontrado que los agentes
antimicrobianos tópicos tienen toxicidad sobre los fibroblastos humanos;
esto explica el retardo de la cicatrización cuando son usados estos2,4. Hay
también algunos métodos que se utilizan para ayudar a disminuir la flora
bacteriana, como la luz ultravioleta12
y el oxígeno hiperbárico 25,26.
De todos los tratamientos mencionados anteriormente, ninguno llena
los requisitos para ser el ideal; por lo que este modesto trabajo pretende
acercarse a dicho objetivo, aunque está lejos de lograrlo.
El tratamiento propuesto para este estudio es una solución preparada
con 1000 ml de agua estéril o hervida, a la cual se añaden 5 ml de
Hipoclorito de Sodio (Cloro comercial al 6%) y 5ml de Ácido Acético al 5%
(Vinagre Blanco o de caña). La reacción química resultante nos da:
Acetato de Sodio + Ácido Hipocloroso + Agua.
4
6. CH3COOH + CLONA + H2O ------------CH3COONA + HCLO + H2O.
Propiedades Farmacológicas y Terapéuticas:
Cloro: La facultad del Cloro para detener la putrefacción e impedir
sus olores fue reconocida y utilizada mucho antes de surgir el concepto de
microorganismo. Esta misma propiedad fue notada por Koch en el año de
1880 y fue el antiséptico introducido como cal clorada por Semmelweiss en
Viena en 1847 y por O.W. Holmes en Boston en 1935, para prevenir la
transmisión de la sepsis puerperal por las manos del médico. A principios
del siglo XX, se empezó a utilizar en gran escala para la esterilización del
agua y hacerla potable, pero su aplicación extrema en Medicina y Cirugía
comenzó con la primera guerra mundial. La investigación de Dakin en
1916, popularizó su uso en la solución que lleva su nombre y que es una
solución de Hipoclorito de Sodio al 0.5%. Posteriormente aparecieron otras
en el mercado como la de Dakin-Carrel y la de Labarraque.
El Cloro es un gas amarillo verdoso de olor característico muy
irritante y fácilmente soluble en agua 27
. Es estable por varios meses,
sobre todo cuando se almacena en envases no transparentes y cuando se
diluye, se recomiendo su inmediato uso 11, 13.
Constituye un potente
Germicida siendo un Bactericida, Virucida, Amebicida y destructor de
esporas. Se acepta actualmente que el cloro y los hipocloritos ejercen
su acción bactericida por transformación en ácido hipocloroso que actúa
como molécula disociada 27
. El mecanismo de acción germicida del ácido
hipocloroso es doble:
a) Por combinación con las proteínas bacterianas reaccionando con el
grupo amino de los aminoácidos y formación de cloraminas, que es el
mecanismo más importante.
b) El mecanismo por oxidación, ya que el ácido hipocloroso libera
oxígeno fácilmente. A esta acción oxidante se debe el poder
deodorizante característico de estas substancias 27
.
Por los mecanismos mencionados de la acción del cloro, hace que no
existan reportes sobre el desarrollo de la resistencia al paso de los años,
indicando así que es de mucho valor como agente tópico 10,15
. La
efectividad del cloro y sus compuestos (cloróforos), depende de varios
factores 10,11
.
1.- La concentración presente.
2.- El pH del medio.
5
7. 3.- La temperatura.
4.- La presencia del material orgánico.
Concentración: Es efectivo en concentraciones notoriamente bajas y
se ha comprobado que a concentraciones de 0.0002% tiene ya acción
destructiva sobre las bacterias. La concentración necesaria para destruir
a la mayoría de los gérmenes en un pH de 7 en 15 a 30 segundos es entre
0.10 y 0.25 partes por millón 10, 11
.
PH del medio: Tiene acción antibacteriana en forma elemental y
como ácido hipocloroso no disociado que se forma rápidamente en
solución acuosa.En un medio neutro o ácido, la mayor parte del ácido
hipocloroso queda sin disociar y ejerce una potente acción bactericida. En
medio alcalino se forma el ion hipoclorito y la acción disminuye mucho. Se
ha demostrado que la acción bactericida del cloro es 10 veces mayor en un
pH de 6 que con un pH de 9, sin embargo, las bacterias ácido resistentes
son refractarias a la acción del cloro. En el caso del Mycobacterium
Tuberculosis por ejemplo son necesarias concentraciones 500 veces
mayores para su destrucción 10
.
Temperatura: Se ha visto que el cloro actúa más rápidamente como
bactericida cuando la temperatura es elevada 10
.
Presencia de material orgánico: La presencia de un medio alcalino11,
13
y material orgánico disminuye el efecto del cloro 10, 11
.
Las distintas soluciones del cloro tienen además del efecto
bactericida, la de disolver el tejido necrótico y algunos autores mencionan
que también disuelven los coágulos. En ocasiones puede ser irritante
para la piel.
El hipoclorito de sodio, así como también el ácido hipocloroso tienen
acción en bajas concentraciones, sobre todo para los Gram positivos y en
concentraciones más elevadas, sobre los Gram negativos 14
. De estos
compuestos el que tiene más acción germicida y es más estable, es el
ácido hipocloroso, que en un medio ácido aumenta su acción, mientras que
el hipoclorito la disminuye en un medio alcalino 28
.
Se concluye por todo lo anterior, que la eficiencia germicida del cloro
está en relación directa con el grado en que libera ácido hipocloroso 15
.
Ácido Acético: El empleo de los ácidos en la conservación de los
alimentos se remonta a la antigüedad. Como vinagre, se utilizó desde
hace muchos años para cauterizar las heridas en una solución al 1% 10, 11
.
Ya Hipócrates lo recomendaba para el tratamiento de las úlceras. Taylor
en 1916, encontró que tiene un particular valor en la erradicación de la
Pseudomona en las heridas superficiales.
En 1946 Owen observó que el ácido acético in vitro inhibía
notablemente más a los Gram negativos 10
que a los Gram positivos.
8. 6
En la actualidad diversos ácidos se usan como antisépticos o
cauterizantes.
El ácido acético es un líquido limpio, incoloro, de olor picante
característico, sabor muy ácido, muy soluble en agua y alcohol y disuelve
los alcaloides, las grasas, y aceites esenciales 27
. La acción germicida de
algunos ácidos se debe al ión hidrógeno, en tanto que la acción selectiva
de otros está determinada por un grupo químico específico 11
.
Diversos autores han encontrado que el ácido acético destruye
rápidamente a las bacterias antes de reducir las funciones de los leucocitos
18
. Experimentos en puercos de Guinea han demostrado que al poner en
contacto al ácido acético al 100% con la piel produce quemaduras
profundas y en concentraciones por debajo del 50% usualmente solo dejan
una mínima irritación 20
. La acidificación del agua con dicho ácido es
altamente Germicida, sobre todo para la Pseudomona 11,19
. En estadíos
tempranos de las quemaduras, el tratamiento antibacteriano tópico ácido
es considerado más ventajoso que el uso de los compuestos alcalinos
debido al pH ácido de los tejidos quemados. Observaciones actuales
acerca de la cicatrización han demostrado que la acidificación tópica en las
quemaduras de espesor parcial, favorece la epitelización 29
.
Materiales y Métodos:
El estudio se realizó en 30 pacientes cuyas edades fluctuaron entre
los 2 meses y los 62 años, siendo 20 del sexo masculino y 10 del sexo
femenino. Entre las causas más frecuentes de las quemaduras
encontramos el siguiente número de casos: líquidos calientes, (agua,
aceite, etc..) 20 casos, Fuego directo (gasolina. thinner, petróleo, diésel) 8
casos y explosión 2 casos. La extensión fue del rango 5% al 55%. Fueron
20 casos de quemaduras de segundo grado y 10 casos de tercer grado.
Las áreas anatómicamente más frecuentemente afectadas fueron
cara 4, cuello 4, tórax 10, abdomen 6, miembros superiores 12, miembros
inferiores 16. Los padecimientos concomitantes encontrados fueron:
machacamiento 1, alcoholismo 2, drogadicción 2, desnutrición 5, anemia
15. Algunos de los pacientes previos a su ingreso fueron tratados con
pasta dentrífica 2, nitrofurantoina 4, plata metálica y caolín 1, manteca de
cerdo 1, agua fría 4, sin tratamiento 18.
El tiempo de evolución de las quemaduras desde el accidente hasta
el inicio del tratamiento con la solución a base de cloro y ácido acético
(ROME), fue entre 2 horas y 8 días. Únicamente los pacientes graves
fueron tratados aisladamente con ropa de cama limpia (no estéril). Las
gasas humedecidas no fueron cubiertas con vendaje para una mejor
ventilación de las lesiones. Solamente se vendaron los pacientes
ambulatorios.
9. 7
El preparado empleado para el estudio se le denominó solución
ROME para su mejor identificación y manejo.
El método utilizado para su aplicación fue el siguiente:
En los pacientes graves, después de estabilizarlos
hemodinámicamente, se procedió a realizar un lavado mecánico colocando
en el sitio de la quemadura, gasas, apósitos o compresas que fueron
humedecidas generosamente con solución ROME. Posteriormente cada 8
o 12 horas fueron mojadas nuevamente para mantenerlas húmedas. Cada
tercer día se bañó al paciente en tina de Hubber con dicha solución. Se
calculó previamente la cantidad de agua a emplear y se le agregó el cloro y
el ácido acético necesario. En Las quemaduras no graves, se curaron
retirando el material necrótico y flictenas, humedeciendo posteriormente de
la misma forma. Diariamente después de un baño con agua y jabón, se
cambiaron las gasas y cuando estas se encontraron limpias, no se bañó al
paciente, dejándose por 24 o 48 horas más, según el caso
humedeciéndolas solamente. Únicamente en los pacientes graves se
utilizó antibiótico-terapia parenteral u oral durante los primeros 5 días,
mientras que en los demás, solamente se aplicó el tratamiento local. En
los quemados graves, además de los exámenes de rutina, proteínas y
electrolitos, se les efectuaron pruebas funcionales hepáticas. Las pruebas
hemorragíparas solamente se les practicó a los pacientes por injertar. Se
tomaron cultivos a todos. La solución ROME fue aplicada entre las 24
horas a 1 semana de su preparación. Generalmente se preparó cada 24 a
48 horas por su constante uso.
Resultados:
De los 30 pacientes tratados con solución ROME no hubo ninguna
muerte. El tiempo de cicatrización de las quemaduras de 2° grado fue de 1
a 2 semanas; las de 3° grado, estuvieron listas para injertar entre 2 a 3
semanas. Se aplicaron injertos a 6 pacientes. Las quemaduras de 3° con
escaras, no se infectaron y estas se fueron desprendiendo
espontáneamente durante los baños. No se encontró alteración alguna en
las ropas de cama, así como la de los pacientes cuando se humedecieron
con solución ROME.
La aplicación de la solución fue prácticamente indolora. Solamente en
3 casos refirieron ligero ardor en la primera aplicación. El olor de las
quemaduras infectadas características en este tipo de pacientes, no fue
encontrado. Fueron prácticamente inodoras, no hubo necesidad de
lavados mecánicos o limpieza quirúrgicas cada 24 o 48 horas como es lo
habitual, solamente con los baños de tina y aplicación de la solución bastó
para mantenerlas limpias. En 7 casos se observó escasa secreción
verdosa en las gasas, pero no se acompañó de algún síntoma de infección.
10. 8
Se utilizó menor cantidad de material de curación, de ocupación de
quirófano, así como también de antibióticos. Ninguno de los exámenes de
laboratorio presentó alguna alteración en especial, únicamente las propias
de los quemados graves. Los cultivos mostraron Pseudomona Aeruginosa
en 6 casos y Estafilococo Dorado en 3 casos. Se observó una rápida
epitelización de las quemaduras de 2° grado y no hubo granulación
hipertrófica.
En los pacientes que recibieron otros tratamientos previos a su
hospitalización, evolucionaron de igual forma que los demás al aplicarles la
solución ROME.
Comentarios:
Después de estudiar las características terapéuticas del Cloro 10,
11,12,13, 14,15, 28
y del Ácido Acético 10, 11, 18,19, 20
así como de no encontrar en la
literatura el uso combinado de estas 2 sustancias, se decidió observar los
efectos en las quemaduras. Ante las dificultades del manejo de estos
pacientes desde el punto de vista terapéutico y económico; se optó por
comenzar a utilizarlos durante 2 años previos a este estudio, con muy
buenos resultados. Esto alentó a realizar un estudio más serio que es el
aquí presentado.
A pesar del uso del Cloro y el Ácido Acético desde la antigüedad,
siguen teniendo actualidad por su efecto bacteriológico, 10,11,14
por su
tendencia a favorecer la epitelización 29
y facilitar la disolución del tejido
necrótico ;11, 13,
el efecto de cada uno por separado se ve potencializado
por la combinación de ambos; de ahí lo novedoso de esta solución. La
cualidad del Ácido Acético de ser más efectivo sobre los Gram Negativos
11, 19, 20,
y la del Cloro sobre los Gram Positivos, 14
, hacen útil su uso donde
dichos gérmenes son los más frecuentes. Es probable que, por el
mecanismo de la oxidación del Cloro, que hace que libere oxigeno 27,
actúe
también sobre los gérmenes Anaerobios. Se sabe que el Cloro actúa
desde pequeñas concentraciones y que aumenta su efecto en un medio
ácido 10, 11
. El Cloro tiene la desventaja que reduce su acción al
combinarse con material orgánico 10, 11,
pero este inconveniente se logra
compensar por la frecuencia de su aplicación que es de cada 8 a 12 horas.
Además por lo anterior; hace que las quemaduras estén constantemente
en contacto con estas sustancias teniendo un mayor efecto y lo húmedo de
las gasas aumentan el confort del paciente y facilita el retiro de estas (No
se adhieren).
Otras de las ventajas encontradas es que el Cloro aumenta su poder
bactericida cuando se eleva la temperatura 10
, por lo que en pacientes
febriles tienen mayor acción.
9
11. El Hipoclorito de Sodio que es la presentación comercial, se convierte
en Ácido Hipocloroso (Ver reacción química) que es la forma del Cloro más
efectiva 15
.
Se ha demostrado que cuando se utiliza un medio acidificado y se
aplica en las lesiones de la piel, aumenta la velocidad de la epitelización 29,
situación contraria encontrada con la terapia local con antibióticos 24
.
En este estudio se acidificó la solución con Ácido Acético para lograr
tales objetivos. Por todo lo expuesto anteriormente además de ser fácil de
preparación, aplicación y económico puede ser utilizado no solo en
quemaduras, sino en otro tipo de heridas infectadas. Este estudio queda
abierto para mayores investigaciones en lo futuro.
Conclusiones:
La solución preparada a base de agua estéril o agua hervida,
Hipoclorito de Sodio y Ácido Acético a la cual se le ha denominado solución
ROME, se recomienda para su uso por las siguientes razones;
1. Disminuye la frecuencia de la infección.
2. Facilita el desprendimiento de las escaras.
3. Acelera la epitelización y disminuye el tiempo para la aplicación
de injertos.
4. La frecuencia de lavados mecánicos o limpiezas quirúrgicas es
menor, por lo que se ahorra la utilización de quirófano,
anestesia, material quirúrgico, etc.
5. La antibiótico-terapia disminuye.
6. Los costos de hospitalización bajan.
7. Prácticamente es asintomático en su aplicación.
8. Su preparación y manejo es fácil.
9. Es económico y sin efectos sistémicos.
10
12. Referencias:
1.- Monafo W; West Ma.Current treatment recomendations for topical burn
theraphy. Drugs. Sep. 1990, 04 (3) 364-73.
2.- Heinrich JJ; Brand DA; Cuono CB. The role of topical treatment as a
determinant of infection in outpatient burn. J. Burn Care Rehabil. May-Jun
1988, 9 (3) 253-7.
3.- Ollstein RN; Mc Donald C. Topical and systemic antimicrobial agents in
burn. Ann. Plast. Surg. Nov. 1980, 5 (5) 386-92.
4.- Moncrief John. Topical Theraphy. Surgical Clinics of America. 1970, Vol
50:6, 1301-9.
5.- Bamford M. F; jones L. F. Deafness and biochemical imbalance after
burns treatment whit topical antibiotics in Young children. Archives of
disease in childhood. 1978, Vol. 53:326-9.
6.- Cernusco H. utilización de la sal sódica de Rifamicina en la cura
expuesta de quemaduraas. Prensa Mèdica Argentina. 1981; 68:277.
7.- Lowbury E. J; Jackson d-. M; Bull J. P. Alternative forms of local
treatments for burn. The Lancet. Nov. 1971; 1106-11.
8.- Rode H; De Wet P. M; Davis M. R; Cywwes S. An experimental
evaluation of germicidal efficacy of three topical antimicrobial agents burns.
Prog. Pediat. Surg. 1981; 14:189-208.
9.- Aoyaman; Izaway; Nishizaki; Sunada; Okudan. Studies of systemic
absorption of Trobamycin in polyethylene glicol oinmen applied to wounds
of burn patients. Burns Incl. Therm. Inj. Feb 1986;; 12 (3-9 153-60.
10.- Oster Kurt; Glarman Nicolas. Quimioterapia de las infecciones
bacterianas. Farmacologìa Médica. Victor Drill. Prensa Médica Mexicana.
1977; 1615-24.
11.- Harvey Stewwart c-. Antisépticos y desinfectantes. Bases
farmacológicas de la terapeútica. Goodman-Gilman 1982; 957-59.
12.- Davis B; Dulbecco R. Esterilización y desinfección. Tratado de
Microbiologìa. 1985; 1028-29.
11
13. 13.- Bunyan John. The treatment of burns by Hypoclorite solution. Journal
of Tropical Pediatrics. April 1983. 29:93-4.
14.- Smith R. F; Blasi D; Dayton S. L. Effects of sodium Hypochlorite on the
microbial flora of burns and normal skin. The Journal of Trauma. 1974 Vol.
14 (11) 934-38.
15.- Fader R. C; Maurer A, Stein M.D. sodium Hypochlorite
decontamination og Split thickness, cadaveric skin infected whit bacteria
and yeast whit subsequent isolation and growth of basal and cells to
confluency in tissue culture. Antimicrobial Agents and Chemotherapy. Aug
1983. Vol. 24(2) 157-59.
16.- Buehler P. K, Reading G.P., Jacoby F.D, Harrison H.N. The sulfamylon
Sandwich: a laminated mafenide-saline dressing. Ann Plast. Surg. Aug.
1980 5(2) 157-59.
17.- Cason J.S. Jackson M.D. Lowbury J.L. Ricketts C.R. Antiseptic and
antiseptic prophilaxis of burns; use of silver nitrate and isolators. Brit Med.
J. 1966; 1288-94.
18.- Van Saene J. Veringa S. I; Verhoef J; Lerk C.F. Effect of Clorhexidine.
J. Clinic Microbiolog. Oct. 1985 4(5) 493-7
19.- Phillips Ian; Acetic acid in the treatment of superficial wounds infected
by Pseudomonas Aureoginosa. The Lancet. Jan. 1968 11-12.
20.- Hygienic Guide Series. Acetic Acid. American Industrial Hygiene
Association Journal. Sep. 1982. 624-7.
21.- Lammer R.L. Fource M; Callaham M. Effect of providone-iodine on
bacterial count in acute traumatic contaminated wounds. Ann. Of
Emergency Medicine. June 1990. 709-12.
22.- Munster A. N; Treatment of invasive enterobacter cloacae burn wound
sepsis with tropical Nitrofurazone. J. Trauma. Jun. 1984 24(6) 524-5.
23.- McManus WF; Goodwin CW; Pruit BA. Subeschar treatment of burn
wound infection. Arch. Surg. Mar. 1993. 118(3) 291-4.
12
14. 24.- McCuley RL; Linares HA; Pelligrini V Herndon DN. In Vitro toxity of
topical antimicrobial agents to human fibroblast. J. Surg. Res. Mar. 1989.
46(3) 267-74.
25.- Hart GB; Oreilly RR; Yanda RL. Treatment of burns whit hyperbaric
oxigen. Surg. Gynecology and Obs. 1974. Vol. 139; 693-6.
26.- Kaufman T. Alexander JW. McMillan BG. Topical oxygen and burn
wound healing: a review. Burns Incl. Therm. Inj. Jan. 1983. 9(3) 169-73.
27.- Farmacología de los procesos infecciosos. Manual de Farmacología.
Manuel Litter. Sexta edición 1983. 1460.
28.- Pardo G. Efraín. Desinfectantes locales. Manual de Farmacología
Terapéutica. Prensa Médica Mexicana. 1968. 1028-29..
29.- Kaufman T. Eincheulab Eh; Angel Mf; Levin M. Topical acidification
promotes healing of experimental Deep partial thickness skin burns: a
rendomizer doublé blind preliminary study. Burns Incl. Therm. Inj. Dec.
1985. 12(2) 84-90.
13
15. Otras citas Bibliográficas:
Fernández Luna Irineo, Rodríguez Mena Javier A. “Nuevo
Tratamiento Tópico de las Quemaduras”. Tesis Profesional, Facultad de
Medicina. Universidad Veracruzana. 1992.
Andrade García Marina, Rodríguez Mena Javier A. “Efectos del
Hipoclorito de Sodio y Ácido Acético en el paciente Pediátrico
Quemado”. Tesis de Posgrado Universidad Veracruzana. 1994.
Gallardo Aquilino Calixto. Gangrena de Fournier. Tesis de
Postgrado. Universidad Veracruzana. 2003.
Lara Longoria Ramiro, Rodríguez Mena Javier A., López Meneses
Roberto. “Solución de Ácido Acético, Hipoclorito de Sodio, Peróxido
de Hidrógeno más Agua Estéril vs Solución Hiperoxidante en
Infecciones de Piel y Tejidos Blandos” Tesis de Posgrado. Universidad
Veracruzana. 2007.
ADENDUM:
Fórmula de la Solucion ROME potencializada:
Solución fisiológica, agua estéril o hervida……………..1000 mls.
Hipoclorito de Sodio al 6 % (cloro comercial)………………5 mls.
Acido Acético al 5 % (Vinagre blanco)………………………5 mls.
Peróxido de Hidrógeno ( Agua oxigenada) ………………...5 mls.
14