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1
Noticias y documentos sobre el pueblo
yoreme de Sonora y Sinaloa1
Contenido
Arana, Susana. (17 de Noviembre, 2014). “El Mayo atesora 150 hierbas medicinales en Selva
Caducifolia” El Imparcial. https://www.elimparcial.com/sonora/sonora/El-Mayo-atesora-150-
hierbas-medicinales-en-Selva-Caducifolia-20141117-0204.html................................................... 4
Ayuntamiento de Navojoa. s.f. “Las danzas de los mayos de
Sonora”.http://navojoa.gob.mx/Gobs/images/pdf/DanzaMayos.pdf ........................................... 5
Bañuelos, Noemí. 1994. El uso de las plantas medicinales en la zona costera del municipio de
Huatabampo, Sonora, Medicina doméstica mayo.Tesis de licenciatura en Biología. México:
UNAM, Facultad de Ciencias. ........................................................................................................ 18
Biblioteca de la Medicina Tradicional Mexicana. 2019. Mayos-Yoreme.
http://www.medicinatradicionalmexicana.unam.mx/pueblos.php?l=2&t=mayo&mo=&demanda
=&orden=&v=................................................................................................................................ 19
Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana. 2009. Flora medicinal mayo de la región
de El Fuerte Y Choix,Sinaloa.......................................................................................................... 21
Camacho Ibarra, Fidel. s.f. Simbolismo y estrategia de persistencia en la semana santa mayo. En
diversidad cultural identidades y territorio, coordinado por Héctor Ruíz Rueda, Leif Korsbaek y
Ricardo Contreras Soto. ................................................................................................................ 23
Cortés, Isabel, Erika Pascual, Salvador Medina, Eduardo Sandoval, Estuardo Lara, Hugo Piña, Rosa,
Martínez y Gustavo Rojo. 2013. Etnozoología del pueblo mayo-yoreme en el norte de Sinaloa: uso
de vertebrados silvestres. Agricultura, sociedad y desarrollo 10 (3): 335-358............................. 25
1
Preparado por Armando Haro (El Colegio de Sonora, Red Kawueruma), noviembre de 2019. Correo
electrónico: aharo@colson.edu.mx
2
DGB. s.f. “Mujer mayo, medicina e identidad”. https://www.dgb.sep.gob.mx/mujeres-de-mi-
comunidad/Mujer-Mayo.pdf. ....................................................................................................... 31
Dirección General de Culturas Populares. s.f. “Cápsulas Yoreme”.
https://www.culturaspopulareseindigenas.gob.mx/index.php/module-
styles/convocatorias/118-eventos/523-capsulas-yoreme............................................................ 33
Esquer López, Bernardo. (15 de octubre, 2016). “Lengua como rasgo identitario”. La Jornada del
Campo 109. .................................................................................................................................. 34
Excelsior California. (10 de marzo, 2010). “Sólo indígenas mayos y yaquis celebran toda la
cuaresma en México”. https://www.excelsiorcalifornia.com/2010/03/10/religion-y-folclore-slo-
indgenas-mayos-y-yaquis-celebran-toda-la-cuaresma-en-mxico/ ............................................... 37
Gómez García, Nicolás. s.f. Naw ruptiwapo jiepsame itom tu wériawi, sinnaloapo. Tradiciones del
pueblo yoreme mayo del norte de Sinaloa. Los Mochis: Panorama-CDI....................................... 39
Haro, Jesús Armando. 2008. Los pueblos de los Valles agrícolas. En Salud y condiciones de vida
entre los pueblos indígenas de Sonora. Trabajo preparado para la Mesa de discusión y análisis
sobre la situación indígena en Sonora. Semana Cultural Indígena. H. Congreso del Estado de
Sonora-LVIII Legislatura, Hermosillo, Sonora, 16 de abril de 2008............................................... 41
Hernández Castillo, Aída (8 de marzo, 2018) “Pueblos yoremes: ¿paraísos indígenas o violencias
silenciadas?” La Jornada (México).https://www.jornada.com.mx/2018/03/08/opinion/021a1pol
....................................................................................................................................................... 46
INPI (Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas) Blog (2 de julio, 2017). Etnografía del pueblo
mayo de Sinaloa y Sonora (yoremes). https://www.gob.mx/inpi/articulos/etnografia-de-los-
mayos-de-sonora. ......................................................................................................................... 47
La Jornada (31 de mayo, 2019) “Crean fármacos a partir de planta mexicana con atributos
antitumorales”. ............................................................................................................................. 53
Lara Ponce, Estuardo. 2012. El uso de plantas medicinales en el contexto regional de los Mayo
Yoreme del norte de Sinaloa, México. Documento presentado en Coloquio PAPPIT (UNAM).
http://ru.ffyl.unam.mx/bitstream/handle/10391/3048/Ponencia%20Estuardo%20Lara%20Prime
r%20Coloquio%20PAPIIT.pdf?sequence=1&isAllowed=y............................................................. 55
López Aceves, Hugo E. 2013. Del alimento al guiso: fiesta y alimentación entre los yoremes de
Sinaloa, México. Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM 25 ........................... 57
LUTISUC. s.f.”Mayo”.https://www.lutisuc.org/etn%20mayo.html .............................................. 73
Más de México (22 de mayo, 2016): “Yoreme, la tribu hermana de los yaqui que sobrevive en el
desierto de Sonora”. https://masdemx.com/2016/05/los-mayo-la-tribu-hermana-de-los-yaqui-
que-sobrevive-en-el-desierto-sonora/.......................................................................................... 79
Meganoticias (11 de diciembre, 2018), “Plantas utilizadas con fines médicos por comunidades
indígenas”. https://www.meganoticias.mx/index.php/cdmx/noticia/plantas-utilizadas-con-fines-
medicos-por-comunidades-indigenas/46429. .............................................................................. 81
Noroeste (20 de Agosto, 2009) “Acerca del Yoreme-Mayo”
http://www.noroeste.com.mx/publicaciones.php?id=503533&id_seccion=13&fecha=2009-08-
20................................................................................................................................................... 82
3
Parra, Rubén. (29 de mayo, 2016). “En riesgo de desaparecer la cultura yoreme-mayo”. Debate
(Guamuchil). https://www.debate.com.mx/guamuchil/En-riesgo-de-desaparecer-la-cultura-
yoreme-mayo-20160529-0039.html............................................................................................. 83
UPIAM. 2007. Usos y costumbres de los mayos. En Plan de desarrollo regional
http://www.cdi.gob.mx/mayos_upiam/index10.html ................................................................. 85
Vera Herrera, Ramón (18 de agosto, 2008) “Los sabios yoremes de Sonora. La longevidad de la
memoria” La Jornada.................................................................................................................... 89
Wikipedia, la enciclopedia libre. 2019. Pueblo mayo https://es.wikipedia.org/wiki/Pueblo_mayo.
....................................................................................................................................................... 91
Weidahuer, Heiko. 2002. Fitoterapia Doméstica Mayo-Yoreme del Norte de Sinaloa
http://www.tlahui.com/medic/medic14/index.html. .................................................................. 93
Weidahuer, Heiko. 2005. Técnicas curativas y diagnósticas de los jiteveris (curanderos mayo-
yoreme). Tlahui-Medic. No. 20, II/ ................................................................................................ 95
Yetman, David A. y Thomas R. Van Devender. 2002. Mayo Ethnobotany. Berkeley: University of
California Press.............................................................................................................................. 97
Anexos........................................................................................................................................... 98
Bibliografía Mayos-Yoremes ....................................................................................................... 100
4
Arana, Susana. (17 de Noviembre, 2014). “El Mayo atesora 150
hierbas medicinales en Selva Caducifolia” El Imparcial.
https://www.elimparcial.com/sonora/sonora/El-Mayo-atesora-150-hierbas-medicinales-en-
Selva-Caducifolia-20141117-0204.html
El Mayo atesora 150 hierbas medicinales en Selva Caducifolia
El Municipio de Navojoa, ubicado al Sur del Estado de Sonora, no sólo es rico por su historia y la
calidad de su gente, sino que poco a poco ha logrado colocarse en un gran nivel de importancia por
su flora útil para la medicina tradicional. David Valenzuela Maldonado, un etnobotánico Yoreme de
Mochis, Sinaloa, quien ha encontrado sus raíces dentro de la etnia Mayo, manifestó que dentro de
estas tierras sonorenses hay una gran cantidad de plantas alimenticias, medicinales, de rituales y de
otros usos, las cuales se han colocado en el interés de los científicos. Uno de los santuarios más
importantes de Navojoa es la Selva Caducifolia, ubicada en Tehuelibampo, cerca de Camoa, donde
se han localizado más de 150 plantas de magna importancia para México. “Este es un sitio sagrado
natural, lo escogieron los antepasados por la sabiduría demostrada, aquí se reunían para realizar
sus rituales, los investigadores encuentran algo muy significativo aquí y es la abundante
biodiversidad, se han hecho dos inventarios documentados de su vegetación y descubrimos que hay
una enorme biodiversidad y recursos biológicos y genéticos de gran importancia”, reveló el también
técnico en agricultura. Según la clasificación de los expertos en el tema dicha área es denominada
como Selva Baja Caducifolia, misma que mantiene su follaje en tiempo de lluvias, expuso, pero que
en tiempo de escasez las pierde y las vuelve a recuperar.
Las más utilizadas Valenzuela Maldonado manifestó que de las plantas más utilizadas en esta área
están la Bachata o Jotuqui, misma que contiene una sustancia jabonosa que es eminentemente
sanadora en padecimientos de cáncer y tumores. “Se ha demostrado que remiten rápidamente ulceras,
gastritis, cáncer en la matriz, cáncer de colon y otros más como el de esófago, están documentados los casos
del territorio Yoreme Mayo desde hace más de 30 años, también hay otras plantas como el Muso, parecido a
la pitaya que sirve para tratar el cáncer y los tumores”, resaltó.Estas plantas, fuera de su valor comercial han
mantenido sus dones dentro de la etnia Mayo y en los habitantes de diversas comunidades de Navojoa, dijo,
mismas que aún practican y creen en la medicina tradicional. “Se ha perdido un poco esta herramienta por
las nuevas generaciones que buscan una cura rápida a sus malestares, pero se siguen usando muchas plantas
de todas maneras en todas las comunidades Yoremes-Mayo”, subrayó.
La tala El valor que han mantenido los curanderos, sobadores y parteras del Mayo aún en la
actualidad es muy grande, expresó el etnobotánico, ya que a pesar de la tecnología, sus manos
siguen curando sólo a través de las plantas y sus rezos.
Tal situación que se ha visto dañada con las grandes cadenas farmacéuticas y su tala inmoderada de
plantas. “Los buscadores furtivos de plantas saquean indiscriminadamente las plantas, hay unas
plantas que tienen un hábitat muy restringido y se encuentran en estrés, es decir, les cuesta
sobrevivir por las actividades humanas o la intervención del corte de leña o madera, y por el
pastoreo extensivo que no está controlado. “El wereque es una de esas plantas que está siendo
gravemente recolectada para trasladarla a otras partes de la República y del extranjero”, apuntó. El Sur de
Sonora, incluidos Navojoa, Álamos, Quiriego y Rosario Tesopaco, fueron afortunados por la naturaleza, misma
que dotó sólo a ellos de una vegetación única en Sonora al conjugarse los reinos Holártico y Neártico, mismos
que se encuentran de punta a punta en los continentes.Así el municipio de Navojoa y Sonora misma ha
trascendido por sus culturas indígenas y sus usos en la medicina tradicional a través de plantas y de su fauna.
5
Ayuntamiento de Navojoa. s.f. “Las danzas de los mayos de
Sonora”.http://navojoa.gob.mx/Gobs/images/pdf/DanzaMayos.pd
f
Los Yoremes Mayos de Sonora se localizan en los municipios de: Álamos, Navojoa, Etchojoa,
Huatabampo y Benito Juárez en el Estado de Sonora, así como en la Zona Norte (Los Mochis, El
Fuerte y Chóix) del Estado de Sinaloa. Los mayos se establecieron en las márgenes del Río Mayo, a
saber por las pinturas rupestres, los testimonios sobre el trabajo de cerámica. La etnia se dedicara
a la recolección, la cacería, la pesca y poco a poco se desarrollara una vida sedentaria hasta
conformar comunidades entre ellas: Macoyahui, Conicárit, Camoa, Tesia, Navojoa, Cohuirimpo,
Etchojoa y Santa Cruz del Mayo (Huatabampo). El grado de prácticas totémicas, las creencias y
costumbres son ancestrales. La Historia Regional, puede verse, “en dos etapas: la Protomayo y la
Cahita. A la Etapa Protomayo corresponden aquellos grupos que precedieron a los Cahitas y que de
acuerdo con las investigaciones de Ana María Álvarez Palma y Gordon Ekholm corresponde a la
Cultura Huatabampo que se desarrolló a lo largo de los antiguos cauces del Bajo Río Mayo y que de
acuerdo a los análisis de cerámica y lítica de dicha cultura se desarrolló entre los 180 a.C. y 950 d.C.
La Fase Batacosa que se remonta más allá del año 250 a.C. con una cerámica decorada y una lítica
rústica. La Fase Cuchujaqui que es una prolongación de la Batacosa pero que se define alrededor
del año 700 con una cerámica roja con alisado interno realizado con el borde de concha. La Fase
Venadito se presenta con una cerámica híbrida en la que manifiesta el desgaste de la Batacosa y el
acabado superficial corresponde al “Huatabampo café”. La Fase Los Camotes se inicia alrededor de
los 700 d.C. y presenta una cerámica café con ornamentación superficial de diseños geométricos y
una lítica con metates de oquedad superficial y manos de dos. La Fase San Bernardo con una
cerámica incisa con diseños geométricos muy parecidos a los petroglifos…, – que Lombardo Ríos
Ramírez ha encontrado en la Región como rombos, grecas asimétricas, etcétera − Esta Fase Cultural
San Bernardo se prolongó después de la llegada de los españoles a nuestra región” (Álvarez Palma,
1985: 232- 252). La otra Cultura es la Cahita cuyo arribo a la región se presume entre el siglo I y III
d.C. y que entran en contacto más o menos pacíficos con lo que quedaba de las culturas asentadas
y empieza su desarrollo en esta área. A esta misma familia aparte de los mayos pertenecían los
Pimas, Yaquis, Zuaques, Tehuecos y otros. (Ríos Ramírez, 1998: 49). 2 Estas formas de pensamiento
llevaron a una mayoritaria concepción míticoreligiosa; los Mayos tienen como soporte: creencias y
prácticas chamanísticas, estas concepciones expresan la presencia de toda una serie de espíritus
superiores, tanto buenos como malos. Los mayos como otras culturas guardan la esperanza de
mejores tiempos y reconocen el viejo adagio de los cristianos, sostienen que Adán y Eva fueron
hechos de arcilla y polvo; de ella venimos y a ella regresaremos, en este sentido, homenajean a los
espíritus y a los muertos, como fueron las grandes civilizaciones. Se dice que la lengua de los mayos
tiene un tronco común con los Yaquis, porque su lengua es parte de la familia taracahita del tronco
Yuto Náhuatl, con semejanzas notables con la lengua Yaqui y la lengua Guarijío. I. DANZA DEL
VENADO Estas danzas son la que le han dado la base a otro tipo de tales como las danzas populares
y teatrales, y también forman parte del acervo cultural de los pueblos mayos y grupos Cahitas. A
esta danza autóctona también se le denomina danza tradicional, y posee un grado alto de
complejidad ritual con un gran número de formas abstractas, de significado y símbolos, en las cuales
se conjuga un gran dominio en función de las relaciones estéticas y teológicas. En general este tipo
de danza está enfocada a aspectos religiosos y rituales de los mayos de Sonora y Sinaloa y los yaquis
de Sonora. La celebración de la danza del Venado establece un culto solemne a la Madre Naturaleza
que ejerce el rol de la vida cíclica del animal, representa los ritos de amor y reproducción de la vida.
6
El danzante de Venado participa hacia el Altar del Poniente, la danza permite homenajear con los
ritos de amor al “Elemento Agua” y a la Madre Naturaleza, participan los tres Cantadores de Venado
y el tambor de agua, este acompañamiento musical es una clara relación con los cultos totémicos
mayos que son por entero constantes en su arte consagrado a la concepción mítico- religiosa, que
actualmente prevalece aún sincrética. Paralelamente aparece la figura del danzante de paskola
cubriendo su rostro con una máscara y golpea la palma de mano con la sonaja rítmicamente para
interpretar ante el Altar del Oriente del “Elemento Aire”, donde se reproducen los sones de támpora
o támpora o tambor y bakakusia o flauta cuya temática establece una estrecha relación con la flora
o la fauna y el período de tiempo en el que imita a alguno de los elementos del entorno natural del
venado. 3 De acuerdo con las tradiciones de la tribu mayo del estado de Sonora, se realizan varias
danzas, destacando entre ellas la tradicional danza del venado; tomando como aspecto
fundamental el movimiento de la tierra en relación con el sol. El danzante se cubre la cabeza con un
paliacate rojo, que ata casi a la altura de la frente, dejando caer hacia atrás los ángulos del paliacate;
ajusta sobre su cráneo, una cabeza de venado disecada de tamaño regular, la cual se adorna con
listones de colores amarillo, blanco, verde y rojo, dándole a los cuernos de la cabeza de venado la
importancia real, en este caso, luce la ornamenta con flores o moños de vivos colores y, según la
filosofía de los mayos, representan el contacto con la naturaleza y recupera la vida. La cabeza de
venado se sujeta con correas en la barbilla del ejecutante. En el cuello, el danzante porta un
paliacate de color rojo; en algunas comunidades, se pueden observar, camisas con flores bordadas
de vistosos colores. El danzante viste un calzón de manta que le cubre hasta los tobillos. Alrededor
de la cintura y hasta la rodilla lleva una zapeta circular, como una media falda de manta y la sujeta
con una wikosa o faja ancha de lana de color negro, sobre esta faja, amarra a la cintura un paliacate
rojo. En seguida, se colocan los Rij' jutiam (cinturón de pezuñas de venado) que simbolizan la
agilidad y alegría del venado, en las manos, porta las ayam o ayales, es decir, las sonajas que
representan el susto del venado ante el enemigo. En las pantorrillas, lleva una sarta de ténabarim
(capullos de mariposa), que suenan con el movimiento del danzante y que representan el oído
sensible del venado. En relación a la música, escenifica el presente, predice el futuro, interpreta con
todo rigor, un ceremonial dedicado a la Madre Naturaleza de su Universo. La música tiene función
evocadora de la cosmogonía tradicional; también los cantos son alusivos a la fauna y a la flora y son
interpretados por los masso-buik’lerom o cantavenados, al mismo tiempo que se escuchan tres
jirukiam o raspadores de madera de brasil que son colocadas sobre las wejam o jícaras que hacen
la función de caja de resonancia, cuando las Jirukiam son frotadas por una vara o vástago para
reproducir el peculiar sonido de la armonía que simboliza el choque del viento con la tierra. En la
Danza del Venado, se utilizaba un recipiente de barro llamado baamela wejam, actualmente es una
tina de aluminio grande que se encuentra enterrada al ras de la tierra, además, debe estar llena de
agua hasta el borde. Sobre el agua se coloca una weja o jícara, con el corte hacia adentro del
recipiente y cuida que no escape aire al colocarla sobre ella. El músico sostiene la jícara por medio
de un pequeño cordón con la mano izquierda para que no se desnivele, y con la mano derecha, toca
la parte convexa de la jícara con el baajíponia (trozo de madera cubierta por una hoja seca de maíz,
sujeto con un cordón de ixtle). Este reproduce el sonido del bajo y representa los latidos del corazón
del venado. 4 El venado, símbolo de la existencia de una raza, es pues, espíritu que motiva a los
padres e hijos para regocijarse en la tradición oral de los Achai Leim (Gobernadores Mayores), los
Fiesteros y para la comunidad en general. El carácter interpretativo que contemplamos del danzante
de venado, asume el papel del animal sagrado de los ancestros que fue concebido, como una
divinidad al establecer los vínculos entre los elementos del universo: tierra, agua, viento y fuego
ante el Dios Taa o El Sol y ello representa las energías que provocan entusiasmo a los mayos y amor
a la vida. II. DANZA DE PASKOLAS Durante las tradicionales fiestas de los mayos transcurre la noche
y sucederán subsecuentemente las danzas de paskolas de habilidad y competencia expresadas por
7
relevos, primero ante los músicos de cuerdas del Altar del Norte y en seguida lo harán ante los
músicos de cuerdas del Altar del Sur, interpretarán, sones alusivos a temas de flora y fauna regional.
La celebración de la danza del venado establece un culto solemne a la Madre Naturaleza.
Paralelamente aparece la figura del danzante de paskola, cubre su rostro con una máscara y golpea
la palma de la mano con la sonaja rítmicamente, interpreta los sones de tambor y flauta cuya
temática, establece una estrecha relación con el período de tiempo en el que imita a alguno de los
elementos del entorno natural del venado. En tanto, entre la concurrencia de la fiesta en el
Ramadón es notable la presencia de niños y niñas quienes contemplan muy atentos los sones y
cantos de la danza de venado, entre ellos: masso o venado, sëwa yoleme o flor del danzante,
yojuchani o halcón, sëwa juyago o flor de guayacán, sëwa ouseli o flor de palo fierro, säyaka o víbora
de cascabel, yo kukum o paloma torcasa, toloko wikichi o pájaro cenizo, choli o codorniz, wiribis o
witakochi o huitlacoche, guokkou o paloma, müu o tecolote, bakasiali o carrizo verde, mamyasiali o
quelite verde, guo’y o coyote, köni o cuervo, babatuku o culebra prieta, baa sebbe o agua helada;
todos estos sones forman parte de la tradición oral de sus vidas. La Danza de Paskolas es una danza
popular, se caracteriza por representar el sector más amplio, vivo y repetitivo de este arte entre los
mayos. Los paskolas logran integrar las historietas para establecer un diálogo entre el Paskola
Mayor, el Paskola Segundo y la concurrencia, se muestra alegre y entre risas termina el Ritual del
Canariata Sónim o Son del Canario, el Nati Sónim o Son del Empezar. En primer lugar, las actividades
de la danza pueden convertirse en un punto de convergencia social: los grupos humanos se reúnen
expresamente para danzar, a través de su interpretación se apoyan con el intercambio de licor y
tabaco o alimentos y licor, se muestra la amistad, la solidaridad y el respeto como valores propios
de la comunidad. En general, durante la convivencia social, ocurre el análisis y la discusión de los
problemas comunes. 5 En segundo lugar, las prácticas de la danza de paskolas, se convierten en
vínculos infraestructurales que tienen que ver con los principios religiosos, ideas de los principios
de la moralidad, conceptos de la sexualidad, la diversión y la fortaleza física de los danzantes. En
tercer lugar, cada uno de los elementos estudiados del fenómeno dancístico, guardan conexión con
otros elementos de la sociedad y de la naturaleza, lo cual convierte a la práctica dancística en
elemento fundamental de la participación cultural y social de los pueblos indígenas y personas
ajenas a la cultura de los mayos. Nos podemos dar cuenta, de que estos eventos, forman parte de
la estructura social y cultural, aún vigentes. Estas danzas, guardan una estrecha relación con las
danzas de los hombres primitivos que también tenían ese enfoque, además, ser parte del desarrollo
del pensamiento y concepción social y religiosa de su época. Lo podemos observar en danzas
relacionadas con las invocaciones a las deidades para pedirles protección y apoyo. Pero con la
aculturación de la religión católica, son un vínculo de ofrenda a los santos patronos, de tal forma,
que los danzantes participan en los rituales de adoración a Dios y los santos. A su vez, se puede
observar que con ello, se ejercita a los miembros más jóvenes de la tribu o comunidad en prácticas
fundamentales de la estructura económica, desprendiéndose de ella, para contribuir con la tradición
religiosa actual. Lo mismo podemos decir de las danzas de índole más íntima, tales como las de la
iniciación sexual o del matrimonio. En general, podemos decir que las danzas populares, son
aquellas en las que intervienen aspectos fundamentales que conciernen a la sociedad y son
ejecutadas por los adultos y jóvenes que fueron incorporados por promesa cuando eran niños. Las
Danzas de Paskolas son danzas folklóricas o regionales a diferencia de las danzas autóctonas, las
folklóricas o regionales expresan directamente las actitudes existenciales, las formas de vida y de
organización, las ideas morales y religiosas de conglomeramientos más recientes (velaciones o
fiestas), se considera que en los espacios, existen rutinas dancísticas que tienden a repetirse en
tanto transcurre la Antevíspera, la Víspera y la Fiesta Tradicional o la Velación al Santo Patrono. Las
formas de danzas de paskolas que existen, son de índole directa y elemental, pero se destaca que,
relatan literalmente los hechos, perpetúan la tradición en los discursos que emiten dentro del
8
Ramadón, frente a la cruz del descanso de la bandera después de los jinankis o procesiones ante el
Maestro Religioso y la Cantora, los Músicos (labelerom o violinistas, el arpero y los cantavenados).
Los mensajes se reducen a reconsiderar sus anécdotas previas a su llegada y el énfasis del mensaje,
denota el fortalecimiento de la fe en Dios y los santos. En estas formas de ser, podemos mencionar
hábitos tales como, la forma de comer, de vestir, su ritmo y sus nociones de belleza. En estas danzas
6 podemos encontrarnos anécdotas sucedidas en la región en la que se practican, y es por ello, que
en muchas ocasiones representan mitos y leyendas en la acertada escenificación cómica,
acompañada de sarcasmo y farsa teatral. La habilidad musical y dancística de cada paskola, es un
recurso que posibilita la comunicación ritual con el Uya Aniya, el mundo de lo sobrenatural y lo
mágico. Los paskolas cahitas complementan su ajuar con otros dos elementos distintivos. Por un
lado, una máscara tallada en madera que simboliza al Uya Aniya, es decir, el espíritu del monte que
ha sido su mentor en las artes de paskola; las figuras plasmadas en las máscaras combinan rasgos
antropomorfos con zoomorfos; cuando bailan representando a un ser humano, la máscara se coloca
sobre la nuca o sobre una oreja, dejando el rostro al descubierto; pero cuando imitan a los animales
tapan la cara y se adopta la personalidad del ser que se está representando. El otro elemento
distintivo es la “vela”, es decir, un mechón de pelo al que se sujeta una flor por medio de una cinta
de color; este elemento sirve para destacar la relación del paskola con sewa o la flor, que simboliza
las fuerzas bienhechoras y protectoras asociadas tanto a la Virgen María como a las fuerzas
regeneradoras del Uya Aniya. La música que acompaña a los paskolas constituye un género especial
entre los indígenas del Noroeste y revela el dualismo entre las influencias de las tradiciones
eurocristiana e indoamericana, tanto en su instrumentación como en el ritmo de los sones. El arpa
(que aporta bajos y base rítmica) y el violín (con la melodía a su cargo) acompañan al paskola con
tonadas alegres cuando éste es el único actor en escena; la flauta de carrizo (melodía) y el tambor
de doble parche (ritmo) lo hacen cuando los danzantes representan a las comparsas o adversarios
del venado, o cuando interpretan el papel de animales. Aunque el "comercio industrial" los está
atrapando, podemos observar que muchos de ellos usan lentes oscuros, zapatos, sandalias, o tenis.
También se dice que la vestimenta original se ha estado perdiendo debido a la invasión de productos
que promueve la televisión y la venta ilícita de mercancía de manufactura extranjera. Durante la
Antevíspera se desarrolla el Culto totémico ancestral, denominado: el secreto Ceremonial a Mecha
(La Luna) implica “El Ritual al Elemento Aire” y concretamente a la deidad femenina. Participan los
fiesteros, autoridades religiosas, músicos y danzantes de paskolas y de venado. En la medianoche,
lanzan cohetes y por lo menos después del Ritual de Iniciación se desarrollarán sones a los animales
de la noche, las interpretaciones corresponden a los danzantes de paskolas y del venado. El
Alawasim Yowe o Alaguasi Mayor conduce al Pajkola Yowe o Paskola Mayor, quien toma su bastón
(vara de carrizo) y le siguen los otros 7 Paskolas. Es el primer contacto con “El Elemento Tierra”,
llegan y ejecutan golpes con toda la planta a la tierra, como tratando de afirmar su homenaje. El
Alawasi Mayor, presenta a los demás paskolas ante los fiesteros. A continuación, los saca del
“Ramadón” y los lleva al Sur, los acerca frente a la Cruz del Descanso de la Bandera Religiosa; ahí les
entrega el elemento “fuego” a través de un leño encendido, los danzantes, toman en forma de cruz
los cohetes. Los paskolas pronuncian los tres divinos nombres, se dispersan a los cuatro puntos
cardinales, cada uno elige el lugar que más le agrade, luego proceden a lanzar el fuego a través de
los cohetes; en este sentido, así se hace anunciar la iniciación de los homenajes a las divinidades. La
Anunciación se celebra con el estallido de cohetes de pólvora y un cohetón, es el “Ritual al Elemento
Aire”. Los valores de apertura de los rituales mayos, dejan ver el ejercicio de las virtudes de
puntualidad, orden y responsabilidad. Al regresar al Ramadón, participarán ante los Fiesteros,
Ahijados y los pobladores congregados. Los paskolas se muestran complacidos por la algarabía y la
consumación paralela del “Ritual del Elemento Fuego Nuevo”. El Paskola Mayor, con la vara de
carrizo o bastón de mando, propicia “El Ritual al Elemento Tierra”, señala los cuatro puntos
9
cardinales y bendice la tierra, la prepara o la consagra y la desaloja de los malos espíritus, con la
intención de desarrollar virtuosamente las danzas. El Altar Mayor es ocupado por una parada de
músicos integrada dos violines y un arpa indígena, ellos se encuentran ubicados al Norte del
Ramadón y corresponde al elemento tierra, ahí se desarrolla “El Ritual de la Iniciación a la sexualidad
de mayores a menores”, los danzantes paskolas introducen la vara de carrizo en la cavidad del arpa,
ahí muestran movimientos de penetración y exhiben la masturbación ante la concurrencia. Los
paskolas aceptan reírse de sí mismos, disfrutan los triunfos de la vida, emiten bromas que van y
vienen en todas direcciones, a veces burlonas, otras sarcásticas o albureras. Son al parecer, una
parte necesaria de la vida, no importa lo formal que pudiera ser la ceremonia, allí todos se contagian
de la risa y alegría colectiva. Los paskolas zapatean el Nati Sónim (Son del Empiezo) ante la segunda
parada de músicos de cuerdas; es el Altar del Sur correspondiente al elemento fuego. El Venado
participa ante el Altar del Oriente, danza el Son del Santo Canario. Aquí la danza es un homenaje de
amor al “Elemento Agua” y a la Madre Naturaleza, se escucha el son del venado, participan tres
cantadores y el músico del baamela wejam o tambor de agua. El Ceremonial al “Elemento Agua”
tiene su base histórica en la Danza del Venado; el acompañamiento musical es el culto totémico
consagrado a las divinidades y a perpetuar la ancestral concepción mítico-religiosa o sincrética. La
reproducción de la Madre 8 Tierra contiene el agua en el tambor de agua o “baamela wejam” y
complementaria sobre la tierra tres jícaras o “wejam” encima de ellas colocan los baij jirukiam, o
tres raspadores de madera de brasil; éstos, al friccionarlos, reproducen el sonido que amalgaman
con sus voces los masso-buik’lerom o cantadores de venado. Simultáneamente, los paskolas por
relevos interpretan el Son del Santo Canario, ante el támporio o músico de tambor con bakakusia o
flauta de carrizo y la támpora o tambor de doble parche. En el Altar del Poniente se representa el
homenaje al “Elemento Aire”, ahí se fusionan la virtuosidad de los intérpretes de la danza y la
música. El cierre de este inicio, se cumple cuando el danzante paskola mayor, sus compañeros
paskolas y el danzante de venado saludan de mano a los fiesteros y a los músicos. Es una muestra
de reiteración del ejercicio de oficio quienes agradecen la distinción por la cordialidad y confianza
otorgada para el buen desempeño de la fiesta.
En la medianoche de la Víspera de la Fiesta, el mito se manifiesta en múltiples versiones, se hacen
presentes: el coyote, la víbora, el tecolote, el sapo, la paloma; aquí los pajkolam, son las criaturas
inteligentes que asumen la figura protagónica. Los danzantes paskolas siguen los sonidos que emite
− el músico − “tamboreo o támporio” con los sones de “bakakusia” o flauta de carrizo y el “támpora”
o tambor de doble parche. El paskola se cubre el rostro con su máscara, se mueve de un lado a otro
y golpea la sonaja o “sistro”, y representa la figura absurda que miente a los presentes, juega con
los que ahí se amanecen contemplando las danzas y escuchan historietas engañosas. Los paskolas
bajo el influjo de la embriaguez se sienten impulsados a fingir, a actuar, a hacer reír; posiblemente,
la investidura de actor y danzante conduce a éstos personajes a emitir disparates y mentir por
siempre. En la medianoche, no distingue el bien ni el mal. Sin embargo, los paskolas asumen la
responsabilidad de sus actos morales, apetitos y pasiones que le obligan a actuar en el compromiso
que asumen. Sin embargo, comprenden la complejidad de la naturaleza religiosa, y establecen un
manejo de papeles paradójicamente contradictorios, que reflejan el carácter ambivalente en el
homenaje a todos Elementos del Universo. Avanzada la medianoche, se inicia el Jinanki, es la
procesión que muestra las virtudes de la solemnidad, el orden interior y exterior de los
participantes, entre ellos: las autoridades religiosas, los fiesteros, los músicos, los cantadores y
danzantes. En el caso de la fiesta de San Juan, el contingente peregrina del templo a la Castila, se
detienen en catorce estaciones para que los danzantes de venado y paskolas reverencien al santo
patrono y a la bandera religiosa. Al término, el Maestro Rezandero y la Cantora terminan el rezo del
Jinanki y entonan el canto a San Juan. La Fiesta se inicia con el Ceremonial del Alba, es un homenaje
10
a “Chokki Ketwëyo” o la Estrella Matutina Venus, el preciso día del santo 9 patrono. Justamente, es
el cierre de las celebraciones, sigue el Ritual de Adoración a San Juan que aparece sobre un altar
dentro de la pequeña capilla llamada “Castila”. Ahí el santo patrono está al cuidado de las
autoridades religiosas. Los primeros que participan en la adoración son los danzantes paskolas, le
sigue el danzante de venado, luego los fiesteros y en seguida, todos los promeseros sanjuaneros
danzan encaminándose al adoratorio. En un nuevo peregrinar rumbo al Río Mayo, todos los
creyentes ponen de manifiesto su fe y esperanza, tienen el propósito de pedir lluvia. En el Río Mayo,
sucede el baño a San Juan, simboliza el Bautismo cuando los paskolas sumergen el santo patrono a
las aguas del río. Al mediodía, se efectúa en el ramadón el “Ceremonial a Taa” (al Sol) con danzas de
venado y paskolas. Se escucha el Son del Santo Canario Final, el Paskola Mayor emite un discurso
que algunas ocasiones hace llorar a los fiesteros. Al término del son, los paskolas toman del agua de
la baa wejam que usaron los cantadores del venado y terminan por bañar a los hermanos mayores
y menores. Fervientemente, contemplamos en los paskolas, la sobriedad, dicen hacer el bien a los
demás, tener la seguridad de saber lo que hacen, expresan el deseo de volver a reunirse ahí con los
suyos hasta una próxima celebración. Se puede considerar este acto como una bendición colectiva.
III. DANZA DE MATACHINES 1. Antecedentes de la danza La danza de los Matachines es una de
las manifestaciones dancísticas de más incidencia en la república Mexicana, tanto en el Noroeste
como en la Costa del Pacífico, se localizan grupos étnicos en donde podemos identificar Cofradías
de Matachines, entre ellos: Tarahumaras, Yaquis, Coras y con el nombre de Matlachines en los
Estados de Aguascalientes, Nuevo León, Zacatecas y del Centro del País. Abarcando desde el Centro
hasta el Norte, pasando incluso a los Estados Unidos de América, entre los Comanches de Nuevo
México”. Las danzas de matachines que se observan, son ejecutadas por mestizos de muchas partes
de México, especialmente en aquellos lugares donde se asentaron Misiones de la Compañía de Jesús
en la Época de la Colonia. Por lo tanto, se trata de danza popular folklórica regional con una base de
carácter religioso. A diferencia de las danzas autóctonas, las folklóricas o regionales expresan
directamente las actitudes existenciales, las formas de vida y de organización. La danza tiene
carácter religioso, expresa en sí misma ideas morales y religiosas. El desarrollo se contempla en
acontecimientos a la luz del pueblo que se congrega en las fiestas tradicionales indígenas, en los
espacios que señala el Monarca Mayor y el tiempo se apega a lo que marca la liturgia católica. 10 La
integración de las cofradías de la danza de matachines fue otro de los factores que operaron como
mecanismos del proceso de evangelización por los padres jesuitas. Las Misiones habían fortalecido
el proceso evangelizador a través de algunos mecanismos encaminados a subordinar las prácticas
religiosas ancestrales y adecuarlas a la religión católica, entre ellas: el bautismo, la introducción de
imágenes, la cofradía religiosa, la enseñanza-aprendizaje en la ejecución de los instrumentos de
cuerdas, la consagración de danzantes (venado y paskolas), la danza de matachines (los soldados de
la Virgen María) y la fiesta tradicional (integración de ahijados para convertirlos en fiesteros). En
cuanto al diseño coreográfico, tiene como antecedente, las danzas mexicanas y danzas europeas.
Las primeras Cofradías de Matachines fueron integradas en Etchojoa, Santa Cruz del Mayo (hoy El
Júpare), Navojoa, Recodo Cohuirimpo, Masiaca y Camoa como una actividad originalmente
religiosa, destinada al ofrecimiento de la danza, justamente al Espíritu Santo, Santísima Trinidad, La
Virgen María, San José y a San Miguel Arcángel. Existe una Cofradía en las comunidades de Buiyacusi,
que pertenece a la Comisaría de Rosales del Municipio de Navojoa y Huirachaca Huatabampo, bajo
el amparo de la Santa Cruz. Además, dos cofradías dedicadas a adorar a San José en El Sahuaral
Etchojoa y en San Ignacio Cohuirimpo, Navojoa. La propagación de la fe, propicia el desarrollo de
esta novedosa ocupación dancística que reglamenta el orden y las obligaciones a los integrantes de
todas las cofradías para poder responder a los compromisos religiosos del grupo y en consecuencia,
la estructura religiosa propone la normatividad vigente que posibilita la cohesión social del grupo y
11
le permite darle solidez tal como lo heredaron de la Compañía de Jesús en Kamawiroa, Masiaca,
Tesia, Camoa, Etchojoa y Santa Cruz del Mayo. Sin embargo, se extinguieron las organizaciones de
Matachines de Tesia y Camoa. 2. Simbolismo de la danza de matachines La Danza de Matachines
simbólicamente expresa y representa la victoria de los cristianos y sus luchas contra los moros. En
las postrimerías del surgimiento de la Danza de Matachines y en los albores de estas últimas
décadas, podemos contemplar que en las comunidades de El Júpare y de San Ignacio Cohuirimpo,
los danzantes de la fila izquierda, portan sonajas de ayales pintados de color rojo, como símbolo del
mal y representan a los moros. Los de la fila derecha son los adversarios con sonajas de ayales color
azul y éstos simbolizan el bien, a la vez representan a los cristianos. Los matachínim o matachines
son grupos de danzantes que forman parte de la organización religiosa, a la que se unen por un voto
hecho durante alguna enfermedad o penitencia. En otros casos, los padres ofrecen a los niños para
que éstos permanezcan danzando desde un año hasta de por vida como gratitud a un milagro. 11
La cofradía constituye una especie de hermandad u orden seglar que se conoce como “Los Soldados
de la Virgen”, las organizaciones cada año, tienen un mayor número de promeseros, pero algunas
ocasiones, las promesas se reducen al número de días del novenario e inician esta ofrenda de danzar
desde la descuelga, hasta el día de la fiesta. En general, los danzantes Matachines son los soldados
de la Virgen María y el pueblo se constituye en ser el seguidor del Mesías que alegre triunfa y anima
la danza. El Monarca Mayor personifica el servicio del culto religioso, funge como guía a sus súbditos
y los miembros quienes portan coronas adornadas con un colorido de flores de papel que simbolizan
las glorias obtenidas en sus batallas contra el mal. Las palmetas simbolizan las palmas con las que
reciben y saludan a Jesucristo en su entrada a Jerusalén, el Domingo de Ramos, antes de la pasión y
muerte de Cristo. Las Malinches o las Báij Máriam o Tres Marías, simbolizan la presencia de las Tres
Marías (Madre, Cleofas y Magdalena) que se integran al pueblo seguidor del Mesías. Las Niñas
Matachines o Promeseras, llevan vestidos blancos, son el emblema de la pureza del espíritu de los
infantes bautizados. La Malinche es el personaje que a favor de la Conquista Española, representa
con su actuación la asimilación consciente a la nueva fe religiosa y a la cultura ajena, es el modelo
de disponerse sumiso, confiado y silencioso. La figura del danzante matachín, no tiene un status
relevante en la comunidad a la que pertenece, solamente funge el rol de danzante. La Danza de
Matachines, contiene en sí misma, una inserción de elementos prehispánicos: palmeta, sonaja y
corona. Las ofrendas de danzar los matachines mayos de Sonora están centrados en asumir el papel
de soldados de la Virgen María, (14- 15 de agosto y 11- 12 de diciembre), y en torno a ella, a la
Sagrada familia (Jesús, María y José), a La Santísima Trinidad (Dios Padre en la figura de ella, Dios
Hijo en la figura de La Santa Cruz y Dios Espíritu Santo en El espíritu Santo), y específicamente:  A
Jesucristo en su nacimiento (24- 25 de diciembre);  La adoración y visita de los Santos Reyes Magos
(5- 6 de enero);  A San José (18- 19 de marzo);  La Gloria, La Resurrección de Jesucristo y las
Carreras de María y de San Juan (sábado y domingo de Semana Santa);  A la Santa Cruz (2- 3 de
mayo);  Al Espíritu Santo (en mayo y es movible),  A la Santísima Trinidad (en mayo y es movible),
y 12  A San Miguel Arcángel (28- 29 de Septiembre). 3. Estructura y Organización de La Danza de
Matachines La Cofradía de Matachines está integrada por los siguientes status: 1. Monája Yowe o
Monarca Mayor. 2. Monájam Segundos o Monarcas Segundos (colocados a la cabeza de cada fila).
3. Alawasi Matachínim o Alaguasi Matachín. 4. Matachínim Wilero o Danzante Matachín. 5. Báij
Máriam o Tres Marías o Malinches (colocadas a los costados de los Monarcas Segundos y una a la
derecha del Monarca Mayor, pero no se da en algunas Cofradías). 6. Úsim Matachínim o Niños y
Niñas Matachines. El director del grupo es el Monája Yowe o Monarca Mayor, se coloca a la cabeza
entre las dos filas para dirigir la coreografía y la secuencia de los pasos. En tanto, los niños
promeseros, se colocan frente a los danzantes mayores con la finalidad de imitar el desarrollo de
los pasos. El Monarca Mayor danza con los matachines, conduce las evoluciones, funge como
maestro de los reclutas nuevos e inexpertos, y goza también de un gran prestigio en la comunidad.
12
4. Funciones sociales y compromisos religiosos de los danzantes matachines
La Danza de Matachines, actualmente, participa para alegrar en los cabos de año, en lo concerniente
a aniversarios de funerales o exequias, a los ocho días del transcurso del novenario, después del
funeral y en los sepelios de angelitos. Para regocijo del triunfo del poder de la iglesia, el sábado de
gloria, la resurrección o domingo de pascua de la cuaresma de los Mayos de Sonora. En la ceremonia
de la Descuelga, el danzante matachín que adquiere la promesa, se viste con un camisón o hábito
que va en concordancia con los colores correspondientes a Dios Padre, el color amarillo, cuando es
por un año. A Dios Hijo, el color azul celeste, por dos años. A Dios Espíritu Santo, el color café, cuando
es por tres años. Cuando la promesa es de por vida, en el cuarto año, utiliza el color rojo y en los
años subsecuentes, libremente elige los colores anteriormente mencionados. Existe el Ritual de el
Amarre o Compromiso de la promesa, donde el participante en la fiesta al santo patrono, se hace
acompañar de un padrino o madrina, para que éste, con la bendición del Maestro Rezandero,
coloque amarrando un listón del color correspondiente al año de cumplimiento de la promesa, en
la pierna izquierda del promesero matachín. El Maestro Religioso, 13 reconoce este ritual como una
confirmación del inicio de la promesa, luego rocía el hábito, cruzándolo con agua bendita, y el
padrino o madrina se lo coloca al ahijado. La importancia de la cofradía matachínim, es desarrollar
la danza en los ceremoniales de pascua y aunque su presencia es en breves momentos, sólo
participan en el canto del Sábado de Gloria. Respecto a la temática religiosa de la danza, podemos
puntualizar que, desde las tres de la madrugada, de domingo, hora en que la liturgia establece la
Resurrección de Jesucristo, ejecutan la Danza de Matachines al interior de la iglesia. Después del
Sábado de Gloria, se contempla el ceremonial bautismal del ejército de Pilatos a los kapokóbam o
capitanes y pariserom o fariseos, éstos arrojan sus máscaras al fuego; los matachines reanudan la
danza al son de dos violines y una guitarra. Fuera del templo, también danzan el domingo, en la
ceremonia del encuentro de Cristo Resucitado y la Virgen María, en la procesión que sigue y la breve
ceremonia de la confirmación de mandas para el próximo año y de la bendición de las Báij Máriam
o Tres Marías y de los Báij Reyesim o Reyes Magos. Esta última ceremonia de confirmación y de
bendición por el Maestro Religioso, tiene lugar en la Kurus Yowe o Cruz Mayor de la iglesia y es
similar a la correspondiente colocación de los rosarios sobre las cabezas de los fariseos que sucede
la Víspera del Sábado de Gloria. En la misma forma, a las tres de la madrugada del Sábado Santo,
puede escucharse el estrépito de los cohetes y el repicar de las campanas anunciando la
Resurrección de Cristo. Las cruces de la iglesia y las domésticas son repuestas nuevamente y
adornadas con flores de papel a veces y en otras, flores naturales. En cuanto al desarrollo de la
temática religiosa de la danza de matachines podemos puntualizar que, los matachines danzan
repetidamente dentro de la iglesia desde las tres de la mañana hasta las nueve o diez de la mañana.
A las seis de la mañana del Domingo de Pascua, se lanzan cohetes y entre los fariseos y los fiesteros
tienen el camino sagrado o Sëwa teri. Aproximadamente, entre las siete y las once de la mañana,
los fiesteros protegen el camino sagrado de cualquier persona o animal que intente cruzarlo.
Mientras tanto, los matachines se encuentran danzando en el Atrio, al principio delante del Altar y
frente a la imagen de la Virgen María, después delante de la mesa cubierta de los objetos del Pilatos
y del Crucifijo Grande y de la Imagen de San Juan Bautista. Poco después de las once horas, se
organiza una procesión para llevar la mesa hasta la ramada y se conducen por el Camino Sagrado.
En primer lugar marchan los matachines seguidos por los fiesteros de la Santísima Trinidad y de los
fiesteros de la Santa Cruz de la bandera de Cuaresma, ambos grupos portan sus respectivas
banderas y la mesa; le siguen los Báij Reyesim o Niños Reyes con sus madrinas, se agregan a esta
intención los demás hombres y mujeres del pueblo. 14 5.
13
Música y Conjunto Instrumental La música para la danza de los matachines se reproduce de un
conjunto instrumental asume el carácter religioso en tanto interpreta alabanzas a los santos, incluye
la alabanza del persignado. Por otra parte el conjunto instrumental integrado por dos violines y una
guitarra, reproduce sones del gusto popular. Los violines llevan la melodía a dos voces, mientras la
guitarra ejecuta el acompañamiento consistente en la alternancia constante de bajo y acorde. Se
añade a la sonorización de la propia danza el acento que imprimen los ejecutantes o danzantes en
el ritmo que reproducen con las sonajas de ayal o cuastecomate pequeño y el zapateado de algunas
pisadas de la propia danza. “La estructura formal de los sones de matachines es siempre la misma:
una sola frase de carácter marcadamente europeo dividida en dos miembros a-b, que se repite
indefinidamente una y otra vez. La frase musical se inicia con la tónica o la subdominante, pasa a la
dominante y concluye en la tónica. El segundo violín sigue la melodía del primero en intervalos de
tercera o sexta, pero se cierra la frase al unísono. No hay cambios de dinamismo, lo que aumenta la
monotonía del son, atenuada un poco por su aire. El compás es binario con ritmo tético”. Los violines
están comprometidos a llevar la melodía a dos voces, mientras que la guitarra ejecuta un
acompañamiento el cual consiste en ejercer la alternancia constante de bajo y acorde,
complementariamente, los danzantes acentúan el ritmo con las sonajas de ayal y el zapateo, los
danzantes matachines plasman no muy variados pasos, estampando la planta del pie en el suelo en
forma continuada lo bota y agrega un escobilleo para cambio de golpe del pie contrario haciéndose
acompañar del ritmo que hace producir por una sonaja de ayal. La sonaja de ayal es un idiófono
sacudido en la subclasificación de aócosim, la sonaja lleva piedrecillas dentro y provista de un mango
para empuñarse. La técnica de ejecución, consiste en sacudir la sonaja de arriba hacia abajo y en
seguida, con un rápido movimiento de dedos, hace girar el mango sobre la palma de su mano, antes
de la siguiente sacudida. El danzante matachín porta la palmeta en la mano izquierda, cuando se
desplaza caminando, el danzante recarga la palmeta cubriéndose el pecho por el lado izquierdo.
Específicamente, cuando desarrolla algún paso con acentuados golpes de zapateados dominantes,
sostiene la palmeta hacia el frente y coloca en forma arqueada el brazo izquierdo. El Monarca Mayor
levanta la palmeta ondeándola por encima de su corona para anunciar desplazamientos de avance
o cruzar filas entre sí los danzantes; algunas veces el danzante dibuja cortar al enemigo con la
palmeta y posiciona en su lugar de nuevo la palmeta. 15 6. Repertorio musical El repertorio musical
para la danza de matachines se encuentra conformada por sones en los que se expresa el alma
indígena, parte de la base al amor espiritual religioso y en segundo plano, al entorno de la
naturaleza, en este caso, considera a la fauna y a la flora en la instrumentación de los sones
folklóricos, y en otros momentos la danza vierte ofrendas de alabanzas a los santos, éstos se
denominan sones religiosos. Los sones de la danza de matachines de carácter religioso son los
siguientes:  Alabanza del Persignado.  Alabanza a la Santísima Trinidad.  Son a San Francisco. 
Son a la Virgen María.  Son a San Pedro.  Son a San Juan Bautista.  Son del Alba.  Son a San
Agustín.  Son del Canario.  Son del Jinanki.  Son al Espíritu Santo. Entre los sones de carácter
festivo contamos con:  El gorrión.  El pavo.  El huitlacoche.  El pato.  El chanate.  El pájaro
carpintero.  El salta perico.  Los enanos.  El pájaro pitahayero.  El cardenal.  La churea. IV.
DANZA DE SANJUANEROS DE NAVOJOA VIEJO La Danza de Sanjuaneros de
los Mayos de Sonora es la ofrenda colectiva para obtener suficiente agua y favorecer la producción
agrícola y la responsabilidad del uso del agua. Representa la herencia cultural que posee el legado
de los elementos históricos, económicos y sociales cuya intención tiene como punto de partida el
amor a la madre naturaleza, la gratitud y benevolencia al Gran Padre Sol, el respeto a la
temporalidad que marcan las estaciones del año 16 para los cultivos, implica reconocer la influencia
cósmica de las fases de la Luna, es el homenaje alegre a la estrella matutina Venus que representa
14
para los mayos la fertilidad y el principio de la vida, y recupera la filosofía del grupo étnico que se
deriva de la concepción social del mundo. La Función Social de la Danza de los Sanjuaneros y
Sanjuaneras, parte de que son actores protagónicos cuya identidad colectiva, aparece en su
peregrinar en la constante afirmación de una identidad indígena local, peri-urbana y urbana, en un
sistema de solidaridad y de cooperación mutua. En este punto, resulta útil proporcionar una
definición conciliadora de la identidad. La identidad en la vivencia cotidiana está estrechamente
ligada al espacio vital y al tiempo (duración de un ciclo anual de fases festivas) por último, a un
sentimiento de pertenencia, de seguridad religiosa y de sincretismo integral. En este contexto y en
el marco de la Campaña de San Juan Bautista, es la oportunidad de proponernos esclarecer y dar
sentido a las experiencias, los espacios significativos y los vínculos más "reales" donde ellos conviven
durante muchas horas, sean estos velaciones, sesteos o visitas, lo que implica con mayor intensidad
las experiencias significativas las que fortalecen la identidad social y religiosa. Los sanjuaneros y las
sanjuaneras enfrentan en su peregrinar algunas patologías sociológicas de la zona urbana, como son
el racismo, la xenofobia y los radicalismos étnicos que, determinados grupos sociales muestran
como mecanismos de animadversión y actitudes de marginación cultural; es el desplazamiento de
la frontera físico-simbólica espacial a la frontera simbólica interior. Este proceso se explica como la
sustitución del límite marcado por las diferencias sociales, de tal modo, que lo que en un tiempo era
rechazo a lo externo, lo que venía de fuera, se torna paulatinamente como un repudio a lo diferente
y a lo diverso, es un comportamiento adquirido en el seno familiar de identidad propia y de una
autoestima deficiente. La Danza de Sanjuaneros de Navojoa Viejo pone al descubierto el papel de
liderazgo del Kobanaro en el marco de la comunicación, la cooperación, la cohesión social, al mismo
tiempo el Témasti que rige el control de la normatividad en el marco de las interacciones entre:
autoridades religiosas (maestro rezandero y la cantora) y los miembros de la organización de
fiesteros y sanjuaneros. Desde esta danza, es posible conocer los valores ético-morales de los mayos
de Sonora, entre los que se puede mencionar: el amor, la fe, la esperanza, la magnanimidad, el
orden, la puntualidad, la sobriedad, la generosidad, la gratitud, el respeto, la cooperación, la
hospitalidad, la solidaridad, el entusiasmo, la alegría, el trabajo, la responsabilidad, la templanza, la
valentía y la perseverancia. Estos son elementos de identidad cultural que caracterizan a la Región
del Mayo y permanecen latentes entre los pobladores de Navojoa. En torno a la Expresión Musical
partiremos del antecedente de que la música en la antigüedad es aquella en la cual las
manifestaciones musicales del hombre consisten en la exteriorización de sus sentimientos a través
del sonido emanado de su propia voz y con el fin de distinguirlo del habla que utiliza para 17
comunicarse con otros seres. Alejandro Zanotti señala que: Los primeros instrumentos fueron los
objetos o utensilios o el mismo cuerpo del hombre que podían producir sonidos.
alejandrozanotti@aulaactual.com Clasificación de instrumentos musicales primitivos: a. Autófonos:
aquellos que producen sonidos por medio de la materia con que la que están construidos. b.
Membranófonos: serie de instrumentos más sencillos que los construidos por el hombre. Tambores:
hechos con una membrana tirante, sobre una nuez de coco, un recipiente cualquiera o una
verdadera y auténtica caja de resonancia. c. Cordófonos: de cuerda, el arpa. d. Aerófonos: el sonido
se origina en ellos por vibraciones de una columna de aire, en este caso, la flauta. Para los
ceremoniales al agua, al fuego y los homenajes al aire y a la tierra los Mayos de Sonora reproducían
sonidos musicales con flautas de carrizo y tambor, décadas después se incorporan los violines y el
arpa para la creación musical de sones de la danza de paskolas y la guitarra y los violines para la
instrumentación melódica de los sones de la danza de matachines. La música de tradición popular
es una parte de la cultura que, cada día más, encuentra en nuestra sociedad el lugar que le
corresponde, después de demasiado tiempo de desarrollo se ha mantenido aproximadamente un
siglo y más de 8 décadas entre los Mayos de Sonora. Los instrumentos musicales, están dotados de
gran valor simbólico, son las guías que nos ayudan a penetrar en el apasionante mundo de una
15
sociedad que ya casi no existe o que va cambiando por momentos. En manos de sus ejecutantes
han tomado el carácter ritual, ceremonial y pagano- religioso. Conocer mejor lo nuestro es
importante para comprender mejor el mundo. Las músicas de tradición popular conjugan de
maravilla esa doble perspectiva: local y universal. Y eso es digno de ser conocido. Los instrumentos
musicales se integran en un conjunto instrumental para la interpretación musical de la Danza de San
Juan, en su mayor proporción son artefactos sonoros elaborados con materiales de flora y fauna
regional. Con apego a la clasificación organológica de Hornbostel y Sachs, éstos son idiófonos,
membranófonos, aerófonos y cordófonos, el conjunto musical lo integra: Los violines que son
conocidos como laaben son los instrumentos musicales que llevan la primera y segunda voz de la
línea melódica de los sones de la danza pagano- religiosa. Corresponde a la clasificación de los
cordófonos que nos llegaron a Navojoa en el proceso de evangelización católica, los misioneros
jesuitas aprovecharon del talento de los músicos locales para transmitir las enseñanzas e instrucción
musical para el apoyo de las alabanzas, himnos y cantos litúrgicos de las misas, el dominio de los
ejecutantes de violín se extendió para alegrar ceremonias de la comunidad. 18 El tambor tradicional
es conocido como o “kúbajo” “támporom”, el tambor es de forma cilíndrica de doble parche de 35
centímetros de diámetro y 23 centímetros de profundidad, corresponde a la clasificación de los
membranófonos y se percute con dos baquetas. El aro de la caja es de lámina dura, los parches son
de cuero de chivo y anteriormente era de venado. Las paredes del aro presentan dos orificios
opuestos diametralmente aproximadamente de 5 centímetros de distancia de los parches, estos
orificios permiten ajustar los cueros con los tensores que están hechos de piel y evitan el exceso de
presión del aire contenido en el tambor. Cuando requiere afinación a base de calor, lo acercan a las
brasas de los tizones. Aparece en nuestra tradición popular bien como instrumento de señal para
toques rituales, junto con la campana proporcionan la parte rítmica, integrados a los dos violines
para la interpretación de los sones de la danza de San Juan originariamente en Navojoa se expande
a los tradicionales pueblos mayos. El kúbajo o tambor es muy conocido en las celebraciones de San
Juan Bautista además acompaña a los fiesteros en los ceremoniales a la bandera religiosa. Las
campanas son el elemento simbólico y de comunicación por antonomasia. Sin lugar a dudas, la
campana es un artefacto sonoro más ligado a la vida humana en la comunidad. Su principio y final,
el nacimiento y la muerte, son anunciados a la colectividad a través de toques específicos. Es
elemento indispensable en la vida comunitaria, como transmisor de mensajes de todo tipo: la fiesta,
la reunión local. Las campanillas tienen diversidad de usos: litúrgicos, sociales y festivos. La
campanita corresponde a la clasificación de los idiófonos y a la subclasificación de los idiófonos
sacudidos. El ejecutante es el Témasti quien lleva la campanita en la mano derecha y firmemente la
sacude con acento vertical hacia abajo. Durante el proceso de la Danza de Sanjuaneros en las
diferentes fases en las que se desarrolla, la música es un elemento predominante, pues los sonidos
que se dejan escuchar, impregnan de magia y misticismo el ambiente tanto del espacio físico en
donde hace presencia la Danza, como en las inmediaciones hasta donde tales sonidos alcanzan a
percibirse. Ante estas circunstancias, en la expresión musical de la Danza de Sanjuaneros,
permanecen fuertemente establecidas las formas y estilos musicales de la Época Prehispánica y las
aprendidas o implantadas durante el proceso de colonización, que se producen mediante los
instrumentos musicales autóctonos y los adoptados por la imposición de los misioneros jesuitas a
los mayos, durante el periodo de subordinación cultural. La música de tradición popular es una parte
de la cultura que, cada día más, encuentra en nuestra sociedad el lugar que le corresponde, después
de demasiado tiempo de desarrollo se ha mantenido aproximadamente un siglo y más de 8 décadas
entre los mayos de Sonora. 19 Los instrumentos musicales, están dotados de gran valor simbólico,
son las guías que nos ayudan a penetrar en el apasionante mundo de una sociedad que ya casi no
existe o que va cambiando por momentos. En manos de sus ejecutantes han tomado el carácter
ritual, ceremonial y pagano- religioso. Conocer mejor lo nuestro es importante para comprender
16
mejor el mundo. Las músicas de tradición popular conjugan de maravilla esa doble perspectiva: local
y universal. Y eso es digno de ser conocido. Los instrumentos musicales se integran en un conjunto
instrumental para la interpretación musical de la Danza de San Juan, en su mayor proporción son
artefactos sonoros elaborados con materiales de flora y fauna regional. Con apego a la clasificación
organológica de Hornbostel y Sachs, éstos son idiófonos, membranófonos, aerófonos y cordófonos,
el conjunto musical lo integra: Los violines que son conocidos como laaben son los instrumentos
musicales que llevan la primera y segunda voz de la línea melódica de los sones de la danza pagano-
religiosa. Corresponde a la clasificación de los cordófonos que nos llegaron a Navojoa en el proceso
de evangelización católica, los misioneros jesuitas aprovecharon del talento de los músicos locales
para transmitir las enseñanzas e instrucción musical para el apoyo de las alabanzas, himnos y cantos
litúrgicos de las misas, el dominio de los ejecutantes de violín se extendió para alegrar ceremonias
de la comunidad. El tambor tradicional es conocido como o “kúbajo” “támporom”, el tambor es de
forma cilíndrica de doble parche de 35 centímetros de diámetro y 23 centímetros de profundidad,
corresponde a la clasificación de los membranófonos y se percute con dos baquetas. El aro de la
caja es de lámina dura, los parches son de cuero de chivo y anteriormente era de venado. Las
paredes del aro presentan dos orificios opuestos diametralmente aproximadamente de 5
centímetros de distancia de los parches, estos orificios permiten ajustar los cueros con los tensores
que están hechos de piel y evitan el exceso de presión del aire contenido en el tambor. Cuando
requiere afinación a base de calor, lo acercan a las brasas de los tizones. Aparece en nuestra
tradición popular bien como instrumento de señal para toques rituales, junto con la campana
proporcionan la parte rítmica, integrados a los dos violines para la interpretación de los sones de la
danza de San Juan originariamente en Navojoa se expande a los tradicionales pueblos mayos. El
kúbajo o tambor es muy conocido en las celebraciones de San Juan Bautista además acompaña a
los fiesteros en los ceremoniales a la bandera religiosa. Las campanas son el elemento simbólico y
de comunicación por antonomasia. Sin lugar a dudas, la campana es un artefacto sonoro más ligado
a la vida humana en la comunidad. Su principio y final, el nacimiento y la muerte, son anunciados a
la colectividad a través de toques específicos. Es elemento indispensable en la vida comunitaria,
como transmisor de mensajes de todo tipo: la fiesta, la reunión local. Las campanillas tienen
diversidad de usos: litúrgicos, sociales y festivos. La campanita corresponde a la clasificación de los
idiófonos y a la 20 subclasificación de los idiófonos sacudidos. El ejecutante es el Témasti quien lleva
la campanita en la mano derecha y firmemente la sacude con acento vertical hacia abajo. Durante
el proceso de la Danza de Sanjuaneros en las diferentes fases en las que se desarrolla, la música es
un elemento predominante, pues los sonidos que se dejan escuchar, impregnan de magia y
misticismo el ambiente tanto del espacio físico en donde hace presencia la Danza, como en las
inmediaciones hasta donde tales sonidos alcanzan a percibirse. Ante estas circunstancias, en la
expresión musical de la Danza de Sanjuaneros, permanecen fuertemente establecidas las formas y
estilos musicales de la Época Prehispánica y las aprendidas o implantadas durante el proceso de
colonización, que se producen mediante los instrumentos musicales autóctonos y los adoptados por
la imposición de los misioneros jesuitas a los mayos, durante el periodo de subordinación cultural.
A partir del carácter ritual-religioso de la Danza de Sanjuaneros, en ella encontramos sones
religiosos y alabanzas que dan el marco perfecto a la ofrenda de los promeseros a San Juan Bautista.
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=2&t=mayo&mo=&demanda=&orden=&v=
La población La etnia mayo se autodenomina yoreme "el que respeta la tradición". Su lengua
pertenece a la familia Tracahita del tronco Yuto-Nahua y está emparentada con las lenguas yaqui
y guarijío, cada una con sus propias variaciones dialectales. La región yoremese localiza en el
noroeste de México, y abarca parte del sur de Sonora y norte de Sinaloa, en los valles costeros del
Pacífico que se encuentran entre los ríos Mayo y Fuerte. En el estado de Sinaloa las comunidades
mayos se distribuyen principalmente en los municipios El Fuerte, Choix, Guasave, Sinaloa de Leyva
y Ahome; mientras que en Sonora se asientan en los municipios Alamos, El Quiriego, Navojoa,
Etchojoa y Huatabampo.Es difícil precisar datos sobre la población mayo debido a su dispersión y
al hecho de convivir con mestizos en prácticamente todas sus comunidades. Según información
registrada en el XI Censo general de población y vivienda (1990), la población mayo ascendía a 45
623 individuos, de los cuales 8 213 pertenecían al grupo de edad de cero a cuatro años, y 37 410 al
de cinco años y más. De estos últimos, 9 689 se censaron en Sinaloa y 27 410 en Sonora.
En toda la región yoreme predomina el clima desértico, con una temperatura media anual de 25°C
y una precipitación promedio anual de 400 mm; la época de lluvias comprende los meses de julio
a septiembre. Las altitudes registradas van desde el nivel del mar en la región costera, hasta los
250 msnm en la región de los valles, y va subiendo hacia las faldas de la sierra Madre Occidental,
donde las alturas llegan a los 2 000 msnm. La vegetación dominante es la típica de zonas áridas y,
donde la humedad es mayor, existen selvas bajas subtropicales. Algunos componentes comunes
de la flora son: mezquite, álamo, saguaro, choya y demás especies espinosas de hojas pequeñas.
La composición faunística de la región se ha visto afectada fuertemente por los procesos de
industrialización del campo, la urbanización y la sobreexplotación de las especies comestibles; sin
embargo, todavía se pueden encontrar algunos mamíferos como: liebre, conejo, zorrillo, tlacuache,
tejón, mapache, jabalí, y ciertos reptiles, entre los que abunda la víbora de cascabel y algunas
especies de tortugas.
La principal actividad económica en los asentamientos de la costa es la pesca; la captura del
camarón resulta la más importante y su explotación se realiza a través de cooperativas ejidales.
Asimismo, en el puerto de Yavaros se desarrolla una industria pesquera basada en la captura y
empacado del atún y la sardina. La agricultura es la actividad en la que más participan los yoremes;
sólo en la región de los valles existe el riego; en el resto, las prácticas agrícolas son de temporal.
Las ciudades de Navojoa y Huatabampo representan los centros comerciales más importantes; la
20
primera destaca como una ciudad orientada hacia el desarrollo agrícola donde se concentra y
procesa el producto de las cosechas de cártamo, soya, garbanzo, sorgo y algodón, entre los más
importantes. La ganadería se practica en forma extensiva y semi-intensiva a nivel familiar y ejidal
o comunal; las principales especies explotadas son bovinos, caprinos, porcinos, equinos y aves de
corral.
Los mayos viven por lo común en las márgenes de los asentamientos, en donde los servicios
públicos son deficientes. La vivienda se construye con diversos materiales propios de la región; las
paredes son de carrizo, corazón de pitahaya o saguaro, enjarradas de adobe; el techo es de madera
y carrizo con emplastes de tierra. Otro tipo de construcción es de adobe enjarrado y encalado para
evitar los estragos de la salinidad, que en algunas comunidades es muy alta. Normalmente, todas
las casas cuentan con un enramado hecho con postes de mezquite y techo de carrizo tule o palma,
que se reserva para la celebración de las ceremonias familiares, como velaciones y cabos de año.
El servicio médico institucional es proporcionado por el IMSS, el ISSSTE, la Secretaría de Salud y los
Servicios Médicos de Sonora. Según datos proporcionados por el INI, aproximadamente el 40% de
las comunidades mayo de Sonora cuentan con algún servicio médico, y la mayoría de ellas tienen
acceso relativamente fácil a la atención médica. Las unidades de salud se concentran
principalmente en los municipios de Navojoa, Alamos, Huatabampo y Etchojoa. Las principales
demandas de atención registradas son: infecciones respiratorias, parasitosis, gastroenteritis,
dermatopatías, padecimientos osteomusculares, hipertensión arterial y artritis. Algunos de estos
padecimientos están relacionados fundamentalmente con malos hábitos de higiene, deficiencia en
los servicios públicos (drenaje) y contaminación de las aguas por químicos y fertilizantes.
En lo tocante a la medicina tradicional, actualmente existen dos agrupaciones de terapeutas. La
Organización de Médicos Indígenas Tehueka Annia Jitteberi "Yoreme Mayo" de Sinaloa
(OMITAJYMS), fundada en 1991 y con sede en El Fuerte, conformada por más de 210 integrantes
de las comunidades de los municipios Ahome, Choix, El Fuerte, Guasave, y Sinaloa de Leyva. Y la
Agrupación de Médicos Tradicionales Indígenas de la Región del Mayo de Sonora "Yoreme Mayo"
(AMTIRMAS), fundada en 1992 y con sede en la localidad de El Chicarit en el municipio de Etchojoa;
cuenta con más de 100 agremiados de los municipios de Navojoa y Huatabampo. La visión yoreme
del mundo, así como sus creencias y prácticas religiosas son en la actualidad una amalgama del
culto propio de la etnia con múltiples adaptaciones de la fe católica introducida años atrás por los
jesuítas. Sobrevive en sus ritos, cantos y danzas, la idea de la naturaleza como ente proveedor del
hombre; se rinde culto a las flores, a las aves, a los venados y, por otro lado, también se venera a
la santísima Trinidad, san José, san Francisco y otros santos, dependiendo de la comunidad.
Sus prácticas religiosas se organizan en torno a centros ceremoniales o pueblos tradicionales, en
las que se delegan cargos designados por las autoridades religiosas bajo un sistema de
compromiso, mediante promesas y mandas, retribuidas con el favor o la gracia divina. Las fiestas
de esta etnia, en las que se vinculan pueblos yoremes de Sinaloa y Sonora, siguen por lo común el
calendario litúrgico. En ellas conviven los ritos católicos y las danzas y cantos de tradición yoreme,
como la danza del venado y la pascola.
Son importantes las ceremonias mortuorias, particularmente la del día de Muertos, las velaciones,
los cabos de año y los entierros, además de la celebración de la Cuaresma, Semana Santa y las
fiestas a la santísima Trinidad, san José, san Ignacio de Loyola, el Espíritu Santo, la Santa Cruz y la
virgen de Guadalupe.
21
Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana. 2009.
Flora medicinal mayo de la región de El Fuerte Y Choix,Sinaloa
JUYAM JABETA JIJI'TOME YOREMATA ANEPO UMU CARAPUEPO ENTOK CHOJIMPO, SINAROAPO:
Ju'pa, Mezquite
http://www.medicinatradicionalmexicana.unam.mx/flora2.php?l=4&t=Mezquite&po=mayo&id=5430&clave_region=11
Prosopis juliflora (Swartz.) DC.
Ju'pa
Ii juya bueurus yoyotu, bat'te goimamni metrom tetebia; ili kuta bueruk beguak, chukurik, sosokok; ili teté'bem
sag'guak entok juebena ilichim ñau sag'guak; juebenam nau sesegua, sasagualim, ilim teté'be' ili kabaram
benasim jaboj'tira; ju taka bakuria tebe, bat'te senu takagua centimetrom tebiak. Siimak yoyotu te um sierrau
bicha ka bibibit'tu. Jibá sisiria entok guo'resmak sesequa. Juya sebechipo jipugua.
Jak benakusu teigua itóm nasuk. Cagüinau kagüim'mechi, camayecapo, Baijmerampo entok um sinaroapo.
Jitásu ai jijítogua. Ju begua guaijguatana güeme jí'kótaka anai chichita güiuk'tiaka sigua guantiriam bechiibo
tuuri. Ju beegua pá'kutana güeme a guachaka senu litro baampo a bakna, a jina kelita jogwou bechiibo tuuri.
Ume ili basiuria sisialim bapo am tutujnake anai kie baam benasi am jina, tat'tariata bechiibom tuuri (jamakgüei
22
ili onta ama orenake). I jit'tua ket pusi guantiriam bechiibo tuuri, ili jaiki chaktiriam ama orenake. Ume chuúkam
kutak com'buibuiteme ili usim sikum'met am bemtiana kutapo emo sisí'seme.
Jitasu a jojoa entok jachisu au nanatia ju kokoa. Ju guantiria sigua tat'taria, o pot'tiriata betana güe'ye. Un'na
guantiriata in'neanake takaguata bualkimutu nukisi, jo guantiriakame kara yun ji'buana, bueituk sep lauti
guantitaitinake, topa jabojtila si eenake. Machilta jabeta jujako, ume turusim o bakot ayákame, jak a juja kapo o
a kí'ripo baijnake, ju takagua bet'tesi á'ayu i si a in'neateko uka jogwouta nini mumuke. Ju tat'taria pot'tiriata
betana güey'ye anai ju kokoreme tat'tariata in'neanake. U pusiguantiriam golpema joogua infeccionta bechiibo,
güeteporita jabetat güecheko anai ume pusim sikirisim á'ayu. Ume ili usím emo sisiseme vesikapom seberiata
jípure.
Guate jítá taayaguame. Ume chí'vam, cabá'im entok buurum, ume takamim bobuaye, imee ut'tiatam nunuye,
(buru jamut'tam gua'guatia). Ume ili usim en jubua yorelame ume ili basiuria lolobom mampo acham b'orei,
bueituk u jupa tenatu ey'yei. Jume kuta bubuerem entok ume búj'jam kaam yee bechibom tuturi entokim ket
nanan'nagua.
Mezquite
Árbol frondoso como de 10 m, palo con cáscara gruesa, negra, roñosa. Las hojas son alargaditas y vienen a estar
compuestas de muchas hojitas chiquitas. La flor se da en racimos, de color amarillo, alargadita, como un
borreguito por esponjosa. La fruta es un ejote largo, como de 20 cm. Crece en toda clase de terreno aunque para
la sierra no se le ve. Siempre está verde y florece por el tiempo de cuaresma. Es de calidad fresca.
Localización geográfica regional. En los cerros de Cagüinagüa, Camayaca, en Baimena y toda la región mayo.
Uso medicinal. La cáscara interna masticada y tragando la saliva para el cólico intestinal. La cáscara externa
seca se cuece en 1 litro de agua tomándola para cualquier clase de ponzoña. Las ramitas verdes se refriegan en
agua y se toma como agua de uso para la fiebre (en ocasiones se agrega un punto de sal) o se usa para la irritación
del ojo echándole unas gotas (V. calentura). Para el mal de ojo se usa el mismo tratamiento (V. mal de los ojos).
El azufre (goma) que le escurre al palo se unta en el ombligo de los niños que se orinan en la noche.(Véase
también susto y parásitos)
Causas y síntomas de la enfermedad. El cólico viene por fiebre intestinal o empacho. Se siente un dolor muy
agudo que hasta desguanza el cuerpo, la persona no puede comer mucho porque en seguida le salen los dolores,
se siente sofocación. Cuando pican los alacranes, las arañas o las víboras, la parte picada se hincha, el cuerpo se
pone pesado y si la persona es propensa a la ponzoña se traba, se paraliza (V. picadura de alacrán y mordedura
de víbora). La fiebre viene por nervios o por empacho y la persona se siente acalorada. La irritación del ojo se
origina por un golpe o por mal de ojo, el cual se da por una infección como cuando caen los bobitos. En ambos
casos el ojo se pone colorado. Los niños que se orinan deben ser de frío en la vejiguita.
Otros datos. La fruta se la comen la chiva, el caballo y los burros. Estos últimos se ponen muy regiosos con ella
(en celo). Se prepara atole con la fruta remojada en agua. A los niños que nacen se les ponía en las manos los
cogollitos tiernos para que adquirieran la gracia del mezquite. Los troncos y las ramas se usan en la construcción
de casas y como leña.
23
Camacho Ibarra, Fidel. s.f. Simbolismo y estrategia de
persistencia en la semana santa mayo. En diversidad cultural
identidades y territorio, coordinado por Héctor Ruíz Rueda, Leif
Korsbaek y Ricardo Contreras Soto.
24
25
Cortés, Isabel, Erika Pascual, Salvador Medina, Eduardo
Sandoval, Estuardo Lara, Hugo Piña, Rosa, Martínez y Gustavo
Rojo. 2013. Etnozoología del pueblo mayo-yoreme en el norte de
Sinaloa: uso de vertebrados silvestres. Agricultura, sociedad y
desarrollo 10 (3): 335-358.
Hoy día, a más de una década de la promulgación de la Ley General de Vida Silvestre
(DOF, 2000), y a pesar de que en ella se reconoce el valor cultural del aprovechamiento
de la fauna silvestre por las comunidades indígenas del país, es un hecho que la llegada
de la política ambiental ha resultado ambivalente, porque los conflictos de intereses
entre los pueblos originarios y la sociedad mestiza parecen no tener una solución posible,
ya se trate de competencia con los intereses del turismo cinegético, o incluso por
disposiciones gubernamentales que prohíben la apropiación de especies de importancia
cultural y de subsistencia. Ejemplos tales como los Comca'ac y Cucapá en Sonora, o los
del pueblo Wirrárika (Huicholes) en Jalisco y Nayarit, muestran que en esta materia no
hemos avanzado gran cosa (Agraz y Gómez, 2007; CDI, 2008; Medina-Torres, 2008;
Soledad, 2008).
Una posible contribución para solucionar estos problemas, puede venir desde la
etnozoología, disciplina emergente entre las Etnociencias, que conjuga valiosa
información antropológica con la referente a la fauna con que cohabita, buscando definir,
además del conocimiento que las personas puedan tener de los animales que conforman
parte de su patrimonio natural, las relaciones, interacciones e influencias existentes
entre ambos elementos (March, 1987; Santos-Fita et al., 2009).
Desde la segunda mitad del siglo XX, entre los años 1962-2001, se han registrado 241
trabajos agrupados en nueve temáticas, correspondientes a 24 pueblos indígenas
presentes en México (Argueta et al., 2003). Sin embargo, de este total hubo 137 trabajos
que, o bien no especifican con cuál pueblo y lengua indígena se trabajó, porque muchos
de ellos se refieren a la prehistoria, o bien fueron los autores de la revisión los que no
detallaron la filiación lingüística (Santos-Fita et al., 2012). Estos últimos autores
enlistaron un total de 374 títulos referentes a trabajos que tratan de la relación seres
humanos/fauna, bajo un abordaje etnozoológico, dentro del período 2000-2011. De
acuerdo con Argueta et al. (2012), los estudios etnozoológicos realizados en el siglo XX
y la primera década del siglo XXI, suman un total de 285 publicados, los que han
considerado 21 pueblos indígenas del país (una tercera parte de los 68 registrados en el
Instituto Nacional de Lenguas Indígenas —INALI-), y en 20 estados (dos tercios de la
república Mexicana), concentrándose en el centro de México. Entre las revisiones de
Argueta et al. (2003, 2012), se repiten 23 trabajos realizados en los años 2000 y 2001,
por lo que la suma final de 120 años de trabajo etnozoológico en México, hasta 2012,
arroja un conjunto de 636 textos. Es importante destacar que en esta revisión no hay
trabajos relacionados con la etnia Mayo-Yoreme.
El pueblo Mayo-Yoreme habita parte de la región norte del estado de Sinaloa y el sur de
Sonora (Barabas, 2003), con una población estimada de 32 mil habitantes (INALI,
2009). En Sinaloa sus comunidades se distribuyen en los municipios de Ahome, El
Fuerte, Choix, Sinaloa de Leyva y Guasave. De acuerdo con la tradición oral del grupo,
la palabra mayo significa "la gente de la ribera". Por ello, los mayos se reconocen a sí
mismos como Yoremes: "el pueblo que respeta la tradición"; en contraposición, al
hombre blanco le llaman yori: "el que no respeta" (CDI, 2009). Debido a su propio
26
proceso histórico, las comunidades mayo en la actualidad comparten el territorio con
poblaciones mestizas y con otros grupos migrantes. Algunas localidades indígenas han
sido desplazadas forzosamente debido a obras de infraestructura hidráulica, como el
caso de la presa Huites que fue construida en un territorio ancestral de una comunidad
Yoreme, en el marco de la política de irrigación y de grandes obras hidráulicas iniciada
en la década de los cincuenta en el valle del Fuerte (Ibarra, 2011).
Al igual que otros grupos indígenas del país, los mayos contemporáneos se encuentran
presionados en su vínculo con el entorno regional, sus relaciones propias, y con las
poblaciones mestizas del área. Los procesos vertiginosos de cambio social, económico y
tecnológico de las últimas décadas han repercutido en su modo de vida, destacando el
modelo de modernización agrícola de altos insumos y de gran relevancia productiva en
los valles de potencial agrícola; mismo que contrasta con el modelo tradicional de
aprovechamiento de los recursos naturales propio de los Mayo Yoreme. Por otra parte,
en la región se acentúa la creciente problemática derivada del fenómeno social del
narcotráfico (Astorga, 2012); cuyas consecuencias socioeconómicas repercuten en las
comunidades de mayos y mestizas, aunado a los problemas relacionados con el territorio
y pérdida de los conocimientos de los recursos naturales por las nuevas generaciones de
jóvenes que ya no se dedican a estas actividades, tal como ocurre en otras regiones de
México (Aliphat et al., 2009).
Este grupo étnico depende aún del aprovechamiento de la fauna silvestre para mantener
vivas sus tradiciones y cultura. La práctica religiosa Yoreme, afín al ritual católico,
contiene elementos totémicos prehispánicos que se pueden observar en sus danzas
tradicionales de ese origen, como la danza del venado (Borboa-Trasviña, 2006), que liga
al hombre con los seres superiores del monte, y que como mito creacionista, es la
recreación de su vida en un monte encantado (Guerra-García y Miranda-Bojorquez,
2010). El uso que se hace de partes del venado cola blanca, en particular de su cabeza
y astas, para la ejecución de esa danza ritual, así como la utilización de otras partes de
animales silvestres en la confección de atavíos de danza de otras manifestaciones de la
cultura Mayo-Yoreme, como la danza del Pascola (Pajco'ola, considerado "el viejo de la
fiesta", que invierte el mundo a través de los cuatro puntos cardinales; (Medina-
Melgarejo, 2007), e incluso el uso medicinal de otras especies como serpientes, zorrillos,
tlacuaches, etcétera, presupone un aprovechamiento previo, con frecuencia realizado
fuera de la ley y de forma no regulada, lo que no contribuye a la solución del problema
en cuanto a sustentabilidad se refiere, aun cuando se aplicaran las sanciones que la Ley
establece. El aprovechamiento de subsistencia no regulado de la fauna silvestre no
puede ni debe ser resuelto tan solo por la imposición de medidas restrictivas o
coercitivas, que ni evitan la amenaza de su sobre-explotación, ni atienden las
necesidades sociales y culturales que motivan tales aprovechamientos.
Por todo lo anterior, y ante la falta de información sobre la relación entre las
comunidades indígenas del municipio de El Fuerte, Sinaloa y la vida silvestre, con
especial énfasis hacia su aprovechamiento con fines culturales y de subsistencia, se
realizó la presente investigación participativa, bajo el paradigma de la etnozoología
(Santos-Fitá et al., 2009). En este trabajo, se considerará como etnofauna, o recurso
etno-faunístico a las especies y poblaciones de fauna silvestre que representan algún
valor socio-cultural relevante en la cosmovisión, tradiciones y necesidades de
subsistencia de los pueblos indígenas de México. El propósito de este trabajo fue
caracterizar y describir el aprovechamiento de vertebrados silvestres (aves, mamíferos
y reptiles) por las comunidades rurales e indígenas del municipio de El Fuerte, Sinaloa.
Los objetivos específicos fueron: a) caracterizar el perfil de los usufructuarios; b)
identificar las especies aprovechadas y sus usos; c) conocer la temporalidad y frecuencia
27
del aprovechamiento; d) identificar los tipos de vegetación donde se realizan los
aprovechamientos; e) conocer los medios de captura empleados; f) analizar la
percepción popular del estado de conservación del recurso; y g) analizar la legalidad del
aprovechamiento. Este trabajo se derivó del proyecto denominado "Uso cultural de
etnofauna en comunidades Mayo-Yoreme del norte de Sinaloa", registrado ante la
Dirección de Investigación de la Coordinación General de Investigación y Postgrado de
la Universidad Autónoma Indígena de México (UAIM).
Especies aprovechadas y formas de uso
Se documentó el aprovechamiento de 34 especies de vertebrados silvestres, repartidos
en 21 familias y 12 ordenes (Cuadro 2). El número de especies aprovechadas varió entre
dos y 16 (6.8±3.4, n=77), siendo mayor la de mamíferos (4.2±2.0, n=76), seguido de
aves (2.0±1.0, n=62) y reptiles (1.5±0.6, n=61). La mayor frecuencia mencionada
correspondió a los mamíferos con 98.7 % (n=76), seguida de las aves (80.5 %, n=62)
y los reptiles (79.2 %, n=61), El predominio de los mamíferos como el grupo de especies
más utilizado ha sido documentado por otros autores, tanto en el centro de Veracruz
(Tlapaya y Gallina, 2010), como en Chiapas (González-Bocanegra et al., 2011) y Tabasco
(Hernández-López et al., 2012).
La especie más mencionada es el conejo de Audubon (Sylvilagus audobonii) (n=65),
seguida de la liebre torda (Lepus alleni) (n=59), del venado cola blanca (Odocoileus
virginianus) (57), el jabalí de collar (Pecari tajacu) (n=55), la paloma de alas
blancas (Zenaida asiática) (n=54) y la serpiente de cascabel (Crotalus spp.) (n=47). Los
usufructuarios entrevistados reconocieron un total de nueve opciones de uso, siendo las
más frecuentes el alimentario (95.1 %), seguido del artesanal (26.4 %) y el medicinal
(13.7 %; Cuadro 3). El número de usos varió entre las especies, siendo más numerosos
el de los mamíferos, en tanto que las aves tuvieron el menor número de usos (Cuadro
4), y la prueba de X2
demostró que existe una relación altamente significativa entre los
grupos de especies y el tipo de utilización que se les da (p<0.01).
Uso de mamíferos
Al igual que en este trabajo, su uso frecuente también fue documentado en comunidades
rurales de los Humedales de Catazajá, La Libertad en el estado de Chiapas, donde los
usos más importantes fueron el alimentario, medicinal, artesanal y como mascotas
(González-Bocanegra et al., 2011). Las especies de mamíferos más utilizadas fueron el
venado cola blanca y el jabalí de collar, cuyos usos, en orden de importancia fueron el
alimentario, artesanal, medicinal, taxidérmico y ritual. En el grupo de las aves, las
especies con más opciones de utilización fueron la codorniz de Gambell, (Callipepla
gambelii) y la paloma de alas blancas, para alimentación y para la elaboración de
artesanía. Por último, dentro del grupo de reptiles, las serpientes de cascabel del
género Crotalus y la iguana verde (Iguana iguana) fueron las más usadas, destacando
los usos alimentario y medicinal. Los mamíferos silvestres más utilizados como alimento
fueron los de la caza menor, como el conejo de Audubon (n=65) y la liebre torda (n=59),
lo que coincidió con lo encontrado por Tlapaya y Gallina (2010) en los cafetales de
Veracruz. Otras dos especies, el venado cola blanca (n=56) y el jabalí de collar (n=55),
también fueron de las más utilizadas como alimento, siendo además las más utilizadas
con fines artesanales (n=47 y 44 respectivamente). Además de especies de caza menor
como conejos y armadillos, los Chatinos de Oaxaca, también cazan como alimento el
venado y el jabalí (Nahmad et al., 1994).
28
Las especies con mayor uso medicinal fueron el venado cola blanca (n=12) y el
armadillo (Dasypus novemcinctus, n=8). La grasa del armadillo se le utiliza para curar
diversos problemas de origen respiratorio, como la tosferina y la bronquitis, de acuerdo
con los informes de los entrevistados, y como también se ha documentado entre los
Chatinos de Oaxaca (Nahmad et al., 1994). Existe una gran variación regional en el
empleo medicinal de esta especie; la más común (López-Carrera et al., 2005; Tlapaya
y Gallina, 2010; UNAM, sin fecha) consiste en pulverizar la coraza y usar el polvo en la
preparación de un té. Los otomíes del valle del Mezquital, en Hidalgo, previenen la tos-
ferina, colgando del cuello de sus niños la coraza del armadillo junto a un pedazo de raíz
de huizache, en tanto que los totonacos de Papantla, Veracruz, utilizan la cola,
preparando un cocimiento (UNAM, sin fecha). Sin embargo, en un estudio publicado por
Truman et al. (2011), se ha informado sobre el peligro de contraer la lepra al estar en
contacto con armadillos o comer su carne. Estos mamíferos, además de los humanos,
son los únicos animales que pueden contraer esta enfermedad y el estudio citado
encontró que la lepra puede contagiarse al comer su carne, estar expuesto a la tierra
donde hacen sus madrigueras o bien mediante contacto directo, como en la cacería. De
hecho, la SEMARNAT (2012a) ha incluido en su plan de manejo tipo, un enlace a internet
en donde se advierte al público sobre este peligro potencial.
Otra especie que parece tener relación con una grave enfermedad es la rata de
monte (Neotoma phenax), a la que se asocia con la enfermedad de Chagas, causada por
el parásito protozoario Trypanosoma cruzi, y transmitida por insectos hematófagos de
la familia Reduviidae, subfamilia Triatominae. Este padecimiento es causa importante de
muerte en América, afectando de 16 a 18 millones de personas, y se estima que 100
millones de personas en 21 países viven en áreas endémicas y están en riesgo de
infección (Townsed-Peterson et al., 2002). Estos autores aplicaron el modelaje del nicho
ecológico para identificar las relaciones entre especies de Triatoma y sus hospederos
específicos (roedores del género Neotoma) entre el sudoeste de Estados Unidos y
México, y encontraron un traslape de poco más del 95% de la distribución geográfica
modelada de un vector en particular (Trypanosoma sinaloensis), con la rata de monte,
que es su especie hospedera. Otras especies reconocidas por los entrevistados para uso
medicinal fueron el tlacuache (Didelphis marsupialis), del cual se utiliza su cebo o grasa
para tratar enfermedades respiratorias (López-Carrera et al., 2005), la rata de monte y
el zorrillo (Mephitis macroura); esta última especie también fue reportada por otros
autores (Nahmad et al., 1994; Tlapaya y Gallina, 2010).
En cuanto al uso ritual, destacó una vez más el venado cola blanca (n=19), por el
aprovechamiento de algunas partes (cabeza, patas, pezuñas y piel), que son elementos
de uso ritual en los atavíos de la danza del venado, y son además materia prima para la
fabricación de artesanías que se venden al turismo o a coleccionistas. Ejemplos de ello
son el tocado ceremonial de cabeza de venado, cuyas astas son decoradas con listones
y flores de varios colores que el danzante porta en la cabeza; la faja o cinturón con
pendientes de pezuñas de venado, denominados "collolis" o "rijju'utiam" en lengua
Yoreme; las patas de venado que forman las asas de las sonajas, confeccionadas con
guajes ahuecados llenos de semillas; o la piel de venado, que se utiliza en la confección
de varios tipos de máscaras propias de la cultura Mayo-Yoreme, como las festividades
de los "judíos" de Semana Santa. Otro cérvido, el venado bura (Odocoileus
hemionus), también tuvo un uso ritual similar al que se le reconoce al venado cola
blanca. El jabalí de collar también tuvo un uso artesanal importante, ya que su piel
constituye el elemento central en la confección de las máscaras de los "judíos" ya
mencionadas. Otros ejemplos son el armadillo, cuyo caparazón se utiliza para hacer
artesanías, el gato montés (Lynx rufus) y el tlacuache (Didelphis marsupialis), cuya piel
se utiliza para hacer máscaras. La piel de la rata de campo (Neotoma phenax), es usada
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Dossier noticias y documentos sobre el pueblo yoreme de sonora y sinaloa

  • 1. 1 Noticias y documentos sobre el pueblo yoreme de Sonora y Sinaloa1 Contenido Arana, Susana. (17 de Noviembre, 2014). “El Mayo atesora 150 hierbas medicinales en Selva Caducifolia” El Imparcial. https://www.elimparcial.com/sonora/sonora/El-Mayo-atesora-150- hierbas-medicinales-en-Selva-Caducifolia-20141117-0204.html................................................... 4 Ayuntamiento de Navojoa. s.f. “Las danzas de los mayos de Sonora”.http://navojoa.gob.mx/Gobs/images/pdf/DanzaMayos.pdf ........................................... 5 Bañuelos, Noemí. 1994. El uso de las plantas medicinales en la zona costera del municipio de Huatabampo, Sonora, Medicina doméstica mayo.Tesis de licenciatura en Biología. México: UNAM, Facultad de Ciencias. ........................................................................................................ 18 Biblioteca de la Medicina Tradicional Mexicana. 2019. Mayos-Yoreme. http://www.medicinatradicionalmexicana.unam.mx/pueblos.php?l=2&t=mayo&mo=&demanda =&orden=&v=................................................................................................................................ 19 Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana. 2009. Flora medicinal mayo de la región de El Fuerte Y Choix,Sinaloa.......................................................................................................... 21 Camacho Ibarra, Fidel. s.f. Simbolismo y estrategia de persistencia en la semana santa mayo. En diversidad cultural identidades y territorio, coordinado por Héctor Ruíz Rueda, Leif Korsbaek y Ricardo Contreras Soto. ................................................................................................................ 23 Cortés, Isabel, Erika Pascual, Salvador Medina, Eduardo Sandoval, Estuardo Lara, Hugo Piña, Rosa, Martínez y Gustavo Rojo. 2013. Etnozoología del pueblo mayo-yoreme en el norte de Sinaloa: uso de vertebrados silvestres. Agricultura, sociedad y desarrollo 10 (3): 335-358............................. 25 1 Preparado por Armando Haro (El Colegio de Sonora, Red Kawueruma), noviembre de 2019. Correo electrónico: aharo@colson.edu.mx
  • 2. 2 DGB. s.f. “Mujer mayo, medicina e identidad”. https://www.dgb.sep.gob.mx/mujeres-de-mi- comunidad/Mujer-Mayo.pdf. ....................................................................................................... 31 Dirección General de Culturas Populares. s.f. “Cápsulas Yoreme”. https://www.culturaspopulareseindigenas.gob.mx/index.php/module- styles/convocatorias/118-eventos/523-capsulas-yoreme............................................................ 33 Esquer López, Bernardo. (15 de octubre, 2016). “Lengua como rasgo identitario”. La Jornada del Campo 109. .................................................................................................................................. 34 Excelsior California. (10 de marzo, 2010). “Sólo indígenas mayos y yaquis celebran toda la cuaresma en México”. https://www.excelsiorcalifornia.com/2010/03/10/religion-y-folclore-slo- indgenas-mayos-y-yaquis-celebran-toda-la-cuaresma-en-mxico/ ............................................... 37 Gómez García, Nicolás. s.f. Naw ruptiwapo jiepsame itom tu wériawi, sinnaloapo. Tradiciones del pueblo yoreme mayo del norte de Sinaloa. Los Mochis: Panorama-CDI....................................... 39 Haro, Jesús Armando. 2008. Los pueblos de los Valles agrícolas. En Salud y condiciones de vida entre los pueblos indígenas de Sonora. Trabajo preparado para la Mesa de discusión y análisis sobre la situación indígena en Sonora. Semana Cultural Indígena. H. Congreso del Estado de Sonora-LVIII Legislatura, Hermosillo, Sonora, 16 de abril de 2008............................................... 41 Hernández Castillo, Aída (8 de marzo, 2018) “Pueblos yoremes: ¿paraísos indígenas o violencias silenciadas?” La Jornada (México).https://www.jornada.com.mx/2018/03/08/opinion/021a1pol ....................................................................................................................................................... 46 INPI (Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas) Blog (2 de julio, 2017). Etnografía del pueblo mayo de Sinaloa y Sonora (yoremes). https://www.gob.mx/inpi/articulos/etnografia-de-los- mayos-de-sonora. ......................................................................................................................... 47 La Jornada (31 de mayo, 2019) “Crean fármacos a partir de planta mexicana con atributos antitumorales”. ............................................................................................................................. 53 Lara Ponce, Estuardo. 2012. El uso de plantas medicinales en el contexto regional de los Mayo Yoreme del norte de Sinaloa, México. Documento presentado en Coloquio PAPPIT (UNAM). http://ru.ffyl.unam.mx/bitstream/handle/10391/3048/Ponencia%20Estuardo%20Lara%20Prime r%20Coloquio%20PAPIIT.pdf?sequence=1&isAllowed=y............................................................. 55 López Aceves, Hugo E. 2013. Del alimento al guiso: fiesta y alimentación entre los yoremes de Sinaloa, México. Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM 25 ........................... 57 LUTISUC. s.f.”Mayo”.https://www.lutisuc.org/etn%20mayo.html .............................................. 73 Más de México (22 de mayo, 2016): “Yoreme, la tribu hermana de los yaqui que sobrevive en el desierto de Sonora”. https://masdemx.com/2016/05/los-mayo-la-tribu-hermana-de-los-yaqui- que-sobrevive-en-el-desierto-sonora/.......................................................................................... 79 Meganoticias (11 de diciembre, 2018), “Plantas utilizadas con fines médicos por comunidades indígenas”. https://www.meganoticias.mx/index.php/cdmx/noticia/plantas-utilizadas-con-fines- medicos-por-comunidades-indigenas/46429. .............................................................................. 81 Noroeste (20 de Agosto, 2009) “Acerca del Yoreme-Mayo” http://www.noroeste.com.mx/publicaciones.php?id=503533&id_seccion=13&fecha=2009-08- 20................................................................................................................................................... 82
  • 3. 3 Parra, Rubén. (29 de mayo, 2016). “En riesgo de desaparecer la cultura yoreme-mayo”. Debate (Guamuchil). https://www.debate.com.mx/guamuchil/En-riesgo-de-desaparecer-la-cultura- yoreme-mayo-20160529-0039.html............................................................................................. 83 UPIAM. 2007. Usos y costumbres de los mayos. En Plan de desarrollo regional http://www.cdi.gob.mx/mayos_upiam/index10.html ................................................................. 85 Vera Herrera, Ramón (18 de agosto, 2008) “Los sabios yoremes de Sonora. La longevidad de la memoria” La Jornada.................................................................................................................... 89 Wikipedia, la enciclopedia libre. 2019. Pueblo mayo https://es.wikipedia.org/wiki/Pueblo_mayo. ....................................................................................................................................................... 91 Weidahuer, Heiko. 2002. Fitoterapia Doméstica Mayo-Yoreme del Norte de Sinaloa http://www.tlahui.com/medic/medic14/index.html. .................................................................. 93 Weidahuer, Heiko. 2005. Técnicas curativas y diagnósticas de los jiteveris (curanderos mayo- yoreme). Tlahui-Medic. No. 20, II/ ................................................................................................ 95 Yetman, David A. y Thomas R. Van Devender. 2002. Mayo Ethnobotany. Berkeley: University of California Press.............................................................................................................................. 97 Anexos........................................................................................................................................... 98 Bibliografía Mayos-Yoremes ....................................................................................................... 100
  • 4. 4 Arana, Susana. (17 de Noviembre, 2014). “El Mayo atesora 150 hierbas medicinales en Selva Caducifolia” El Imparcial. https://www.elimparcial.com/sonora/sonora/El-Mayo-atesora-150-hierbas-medicinales-en- Selva-Caducifolia-20141117-0204.html El Mayo atesora 150 hierbas medicinales en Selva Caducifolia El Municipio de Navojoa, ubicado al Sur del Estado de Sonora, no sólo es rico por su historia y la calidad de su gente, sino que poco a poco ha logrado colocarse en un gran nivel de importancia por su flora útil para la medicina tradicional. David Valenzuela Maldonado, un etnobotánico Yoreme de Mochis, Sinaloa, quien ha encontrado sus raíces dentro de la etnia Mayo, manifestó que dentro de estas tierras sonorenses hay una gran cantidad de plantas alimenticias, medicinales, de rituales y de otros usos, las cuales se han colocado en el interés de los científicos. Uno de los santuarios más importantes de Navojoa es la Selva Caducifolia, ubicada en Tehuelibampo, cerca de Camoa, donde se han localizado más de 150 plantas de magna importancia para México. “Este es un sitio sagrado natural, lo escogieron los antepasados por la sabiduría demostrada, aquí se reunían para realizar sus rituales, los investigadores encuentran algo muy significativo aquí y es la abundante biodiversidad, se han hecho dos inventarios documentados de su vegetación y descubrimos que hay una enorme biodiversidad y recursos biológicos y genéticos de gran importancia”, reveló el también técnico en agricultura. Según la clasificación de los expertos en el tema dicha área es denominada como Selva Baja Caducifolia, misma que mantiene su follaje en tiempo de lluvias, expuso, pero que en tiempo de escasez las pierde y las vuelve a recuperar. Las más utilizadas Valenzuela Maldonado manifestó que de las plantas más utilizadas en esta área están la Bachata o Jotuqui, misma que contiene una sustancia jabonosa que es eminentemente sanadora en padecimientos de cáncer y tumores. “Se ha demostrado que remiten rápidamente ulceras, gastritis, cáncer en la matriz, cáncer de colon y otros más como el de esófago, están documentados los casos del territorio Yoreme Mayo desde hace más de 30 años, también hay otras plantas como el Muso, parecido a la pitaya que sirve para tratar el cáncer y los tumores”, resaltó.Estas plantas, fuera de su valor comercial han mantenido sus dones dentro de la etnia Mayo y en los habitantes de diversas comunidades de Navojoa, dijo, mismas que aún practican y creen en la medicina tradicional. “Se ha perdido un poco esta herramienta por las nuevas generaciones que buscan una cura rápida a sus malestares, pero se siguen usando muchas plantas de todas maneras en todas las comunidades Yoremes-Mayo”, subrayó. La tala El valor que han mantenido los curanderos, sobadores y parteras del Mayo aún en la actualidad es muy grande, expresó el etnobotánico, ya que a pesar de la tecnología, sus manos siguen curando sólo a través de las plantas y sus rezos. Tal situación que se ha visto dañada con las grandes cadenas farmacéuticas y su tala inmoderada de plantas. “Los buscadores furtivos de plantas saquean indiscriminadamente las plantas, hay unas plantas que tienen un hábitat muy restringido y se encuentran en estrés, es decir, les cuesta sobrevivir por las actividades humanas o la intervención del corte de leña o madera, y por el pastoreo extensivo que no está controlado. “El wereque es una de esas plantas que está siendo gravemente recolectada para trasladarla a otras partes de la República y del extranjero”, apuntó. El Sur de Sonora, incluidos Navojoa, Álamos, Quiriego y Rosario Tesopaco, fueron afortunados por la naturaleza, misma que dotó sólo a ellos de una vegetación única en Sonora al conjugarse los reinos Holártico y Neártico, mismos que se encuentran de punta a punta en los continentes.Así el municipio de Navojoa y Sonora misma ha trascendido por sus culturas indígenas y sus usos en la medicina tradicional a través de plantas y de su fauna.
  • 5. 5 Ayuntamiento de Navojoa. s.f. “Las danzas de los mayos de Sonora”.http://navojoa.gob.mx/Gobs/images/pdf/DanzaMayos.pd f Los Yoremes Mayos de Sonora se localizan en los municipios de: Álamos, Navojoa, Etchojoa, Huatabampo y Benito Juárez en el Estado de Sonora, así como en la Zona Norte (Los Mochis, El Fuerte y Chóix) del Estado de Sinaloa. Los mayos se establecieron en las márgenes del Río Mayo, a saber por las pinturas rupestres, los testimonios sobre el trabajo de cerámica. La etnia se dedicara a la recolección, la cacería, la pesca y poco a poco se desarrollara una vida sedentaria hasta conformar comunidades entre ellas: Macoyahui, Conicárit, Camoa, Tesia, Navojoa, Cohuirimpo, Etchojoa y Santa Cruz del Mayo (Huatabampo). El grado de prácticas totémicas, las creencias y costumbres son ancestrales. La Historia Regional, puede verse, “en dos etapas: la Protomayo y la Cahita. A la Etapa Protomayo corresponden aquellos grupos que precedieron a los Cahitas y que de acuerdo con las investigaciones de Ana María Álvarez Palma y Gordon Ekholm corresponde a la Cultura Huatabampo que se desarrolló a lo largo de los antiguos cauces del Bajo Río Mayo y que de acuerdo a los análisis de cerámica y lítica de dicha cultura se desarrolló entre los 180 a.C. y 950 d.C. La Fase Batacosa que se remonta más allá del año 250 a.C. con una cerámica decorada y una lítica rústica. La Fase Cuchujaqui que es una prolongación de la Batacosa pero que se define alrededor del año 700 con una cerámica roja con alisado interno realizado con el borde de concha. La Fase Venadito se presenta con una cerámica híbrida en la que manifiesta el desgaste de la Batacosa y el acabado superficial corresponde al “Huatabampo café”. La Fase Los Camotes se inicia alrededor de los 700 d.C. y presenta una cerámica café con ornamentación superficial de diseños geométricos y una lítica con metates de oquedad superficial y manos de dos. La Fase San Bernardo con una cerámica incisa con diseños geométricos muy parecidos a los petroglifos…, – que Lombardo Ríos Ramírez ha encontrado en la Región como rombos, grecas asimétricas, etcétera − Esta Fase Cultural San Bernardo se prolongó después de la llegada de los españoles a nuestra región” (Álvarez Palma, 1985: 232- 252). La otra Cultura es la Cahita cuyo arribo a la región se presume entre el siglo I y III d.C. y que entran en contacto más o menos pacíficos con lo que quedaba de las culturas asentadas y empieza su desarrollo en esta área. A esta misma familia aparte de los mayos pertenecían los Pimas, Yaquis, Zuaques, Tehuecos y otros. (Ríos Ramírez, 1998: 49). 2 Estas formas de pensamiento llevaron a una mayoritaria concepción míticoreligiosa; los Mayos tienen como soporte: creencias y prácticas chamanísticas, estas concepciones expresan la presencia de toda una serie de espíritus superiores, tanto buenos como malos. Los mayos como otras culturas guardan la esperanza de mejores tiempos y reconocen el viejo adagio de los cristianos, sostienen que Adán y Eva fueron hechos de arcilla y polvo; de ella venimos y a ella regresaremos, en este sentido, homenajean a los espíritus y a los muertos, como fueron las grandes civilizaciones. Se dice que la lengua de los mayos tiene un tronco común con los Yaquis, porque su lengua es parte de la familia taracahita del tronco Yuto Náhuatl, con semejanzas notables con la lengua Yaqui y la lengua Guarijío. I. DANZA DEL VENADO Estas danzas son la que le han dado la base a otro tipo de tales como las danzas populares y teatrales, y también forman parte del acervo cultural de los pueblos mayos y grupos Cahitas. A esta danza autóctona también se le denomina danza tradicional, y posee un grado alto de complejidad ritual con un gran número de formas abstractas, de significado y símbolos, en las cuales se conjuga un gran dominio en función de las relaciones estéticas y teológicas. En general este tipo de danza está enfocada a aspectos religiosos y rituales de los mayos de Sonora y Sinaloa y los yaquis de Sonora. La celebración de la danza del Venado establece un culto solemne a la Madre Naturaleza que ejerce el rol de la vida cíclica del animal, representa los ritos de amor y reproducción de la vida.
  • 6. 6 El danzante de Venado participa hacia el Altar del Poniente, la danza permite homenajear con los ritos de amor al “Elemento Agua” y a la Madre Naturaleza, participan los tres Cantadores de Venado y el tambor de agua, este acompañamiento musical es una clara relación con los cultos totémicos mayos que son por entero constantes en su arte consagrado a la concepción mítico- religiosa, que actualmente prevalece aún sincrética. Paralelamente aparece la figura del danzante de paskola cubriendo su rostro con una máscara y golpea la palma de mano con la sonaja rítmicamente para interpretar ante el Altar del Oriente del “Elemento Aire”, donde se reproducen los sones de támpora o támpora o tambor y bakakusia o flauta cuya temática establece una estrecha relación con la flora o la fauna y el período de tiempo en el que imita a alguno de los elementos del entorno natural del venado. 3 De acuerdo con las tradiciones de la tribu mayo del estado de Sonora, se realizan varias danzas, destacando entre ellas la tradicional danza del venado; tomando como aspecto fundamental el movimiento de la tierra en relación con el sol. El danzante se cubre la cabeza con un paliacate rojo, que ata casi a la altura de la frente, dejando caer hacia atrás los ángulos del paliacate; ajusta sobre su cráneo, una cabeza de venado disecada de tamaño regular, la cual se adorna con listones de colores amarillo, blanco, verde y rojo, dándole a los cuernos de la cabeza de venado la importancia real, en este caso, luce la ornamenta con flores o moños de vivos colores y, según la filosofía de los mayos, representan el contacto con la naturaleza y recupera la vida. La cabeza de venado se sujeta con correas en la barbilla del ejecutante. En el cuello, el danzante porta un paliacate de color rojo; en algunas comunidades, se pueden observar, camisas con flores bordadas de vistosos colores. El danzante viste un calzón de manta que le cubre hasta los tobillos. Alrededor de la cintura y hasta la rodilla lleva una zapeta circular, como una media falda de manta y la sujeta con una wikosa o faja ancha de lana de color negro, sobre esta faja, amarra a la cintura un paliacate rojo. En seguida, se colocan los Rij' jutiam (cinturón de pezuñas de venado) que simbolizan la agilidad y alegría del venado, en las manos, porta las ayam o ayales, es decir, las sonajas que representan el susto del venado ante el enemigo. En las pantorrillas, lleva una sarta de ténabarim (capullos de mariposa), que suenan con el movimiento del danzante y que representan el oído sensible del venado. En relación a la música, escenifica el presente, predice el futuro, interpreta con todo rigor, un ceremonial dedicado a la Madre Naturaleza de su Universo. La música tiene función evocadora de la cosmogonía tradicional; también los cantos son alusivos a la fauna y a la flora y son interpretados por los masso-buik’lerom o cantavenados, al mismo tiempo que se escuchan tres jirukiam o raspadores de madera de brasil que son colocadas sobre las wejam o jícaras que hacen la función de caja de resonancia, cuando las Jirukiam son frotadas por una vara o vástago para reproducir el peculiar sonido de la armonía que simboliza el choque del viento con la tierra. En la Danza del Venado, se utilizaba un recipiente de barro llamado baamela wejam, actualmente es una tina de aluminio grande que se encuentra enterrada al ras de la tierra, además, debe estar llena de agua hasta el borde. Sobre el agua se coloca una weja o jícara, con el corte hacia adentro del recipiente y cuida que no escape aire al colocarla sobre ella. El músico sostiene la jícara por medio de un pequeño cordón con la mano izquierda para que no se desnivele, y con la mano derecha, toca la parte convexa de la jícara con el baajíponia (trozo de madera cubierta por una hoja seca de maíz, sujeto con un cordón de ixtle). Este reproduce el sonido del bajo y representa los latidos del corazón del venado. 4 El venado, símbolo de la existencia de una raza, es pues, espíritu que motiva a los padres e hijos para regocijarse en la tradición oral de los Achai Leim (Gobernadores Mayores), los Fiesteros y para la comunidad en general. El carácter interpretativo que contemplamos del danzante de venado, asume el papel del animal sagrado de los ancestros que fue concebido, como una divinidad al establecer los vínculos entre los elementos del universo: tierra, agua, viento y fuego ante el Dios Taa o El Sol y ello representa las energías que provocan entusiasmo a los mayos y amor a la vida. II. DANZA DE PASKOLAS Durante las tradicionales fiestas de los mayos transcurre la noche y sucederán subsecuentemente las danzas de paskolas de habilidad y competencia expresadas por
  • 7. 7 relevos, primero ante los músicos de cuerdas del Altar del Norte y en seguida lo harán ante los músicos de cuerdas del Altar del Sur, interpretarán, sones alusivos a temas de flora y fauna regional. La celebración de la danza del venado establece un culto solemne a la Madre Naturaleza. Paralelamente aparece la figura del danzante de paskola, cubre su rostro con una máscara y golpea la palma de la mano con la sonaja rítmicamente, interpreta los sones de tambor y flauta cuya temática, establece una estrecha relación con el período de tiempo en el que imita a alguno de los elementos del entorno natural del venado. En tanto, entre la concurrencia de la fiesta en el Ramadón es notable la presencia de niños y niñas quienes contemplan muy atentos los sones y cantos de la danza de venado, entre ellos: masso o venado, sëwa yoleme o flor del danzante, yojuchani o halcón, sëwa juyago o flor de guayacán, sëwa ouseli o flor de palo fierro, säyaka o víbora de cascabel, yo kukum o paloma torcasa, toloko wikichi o pájaro cenizo, choli o codorniz, wiribis o witakochi o huitlacoche, guokkou o paloma, müu o tecolote, bakasiali o carrizo verde, mamyasiali o quelite verde, guo’y o coyote, köni o cuervo, babatuku o culebra prieta, baa sebbe o agua helada; todos estos sones forman parte de la tradición oral de sus vidas. La Danza de Paskolas es una danza popular, se caracteriza por representar el sector más amplio, vivo y repetitivo de este arte entre los mayos. Los paskolas logran integrar las historietas para establecer un diálogo entre el Paskola Mayor, el Paskola Segundo y la concurrencia, se muestra alegre y entre risas termina el Ritual del Canariata Sónim o Son del Canario, el Nati Sónim o Son del Empezar. En primer lugar, las actividades de la danza pueden convertirse en un punto de convergencia social: los grupos humanos se reúnen expresamente para danzar, a través de su interpretación se apoyan con el intercambio de licor y tabaco o alimentos y licor, se muestra la amistad, la solidaridad y el respeto como valores propios de la comunidad. En general, durante la convivencia social, ocurre el análisis y la discusión de los problemas comunes. 5 En segundo lugar, las prácticas de la danza de paskolas, se convierten en vínculos infraestructurales que tienen que ver con los principios religiosos, ideas de los principios de la moralidad, conceptos de la sexualidad, la diversión y la fortaleza física de los danzantes. En tercer lugar, cada uno de los elementos estudiados del fenómeno dancístico, guardan conexión con otros elementos de la sociedad y de la naturaleza, lo cual convierte a la práctica dancística en elemento fundamental de la participación cultural y social de los pueblos indígenas y personas ajenas a la cultura de los mayos. Nos podemos dar cuenta, de que estos eventos, forman parte de la estructura social y cultural, aún vigentes. Estas danzas, guardan una estrecha relación con las danzas de los hombres primitivos que también tenían ese enfoque, además, ser parte del desarrollo del pensamiento y concepción social y religiosa de su época. Lo podemos observar en danzas relacionadas con las invocaciones a las deidades para pedirles protección y apoyo. Pero con la aculturación de la religión católica, son un vínculo de ofrenda a los santos patronos, de tal forma, que los danzantes participan en los rituales de adoración a Dios y los santos. A su vez, se puede observar que con ello, se ejercita a los miembros más jóvenes de la tribu o comunidad en prácticas fundamentales de la estructura económica, desprendiéndose de ella, para contribuir con la tradición religiosa actual. Lo mismo podemos decir de las danzas de índole más íntima, tales como las de la iniciación sexual o del matrimonio. En general, podemos decir que las danzas populares, son aquellas en las que intervienen aspectos fundamentales que conciernen a la sociedad y son ejecutadas por los adultos y jóvenes que fueron incorporados por promesa cuando eran niños. Las Danzas de Paskolas son danzas folklóricas o regionales a diferencia de las danzas autóctonas, las folklóricas o regionales expresan directamente las actitudes existenciales, las formas de vida y de organización, las ideas morales y religiosas de conglomeramientos más recientes (velaciones o fiestas), se considera que en los espacios, existen rutinas dancísticas que tienden a repetirse en tanto transcurre la Antevíspera, la Víspera y la Fiesta Tradicional o la Velación al Santo Patrono. Las formas de danzas de paskolas que existen, son de índole directa y elemental, pero se destaca que, relatan literalmente los hechos, perpetúan la tradición en los discursos que emiten dentro del
  • 8. 8 Ramadón, frente a la cruz del descanso de la bandera después de los jinankis o procesiones ante el Maestro Religioso y la Cantora, los Músicos (labelerom o violinistas, el arpero y los cantavenados). Los mensajes se reducen a reconsiderar sus anécdotas previas a su llegada y el énfasis del mensaje, denota el fortalecimiento de la fe en Dios y los santos. En estas formas de ser, podemos mencionar hábitos tales como, la forma de comer, de vestir, su ritmo y sus nociones de belleza. En estas danzas 6 podemos encontrarnos anécdotas sucedidas en la región en la que se practican, y es por ello, que en muchas ocasiones representan mitos y leyendas en la acertada escenificación cómica, acompañada de sarcasmo y farsa teatral. La habilidad musical y dancística de cada paskola, es un recurso que posibilita la comunicación ritual con el Uya Aniya, el mundo de lo sobrenatural y lo mágico. Los paskolas cahitas complementan su ajuar con otros dos elementos distintivos. Por un lado, una máscara tallada en madera que simboliza al Uya Aniya, es decir, el espíritu del monte que ha sido su mentor en las artes de paskola; las figuras plasmadas en las máscaras combinan rasgos antropomorfos con zoomorfos; cuando bailan representando a un ser humano, la máscara se coloca sobre la nuca o sobre una oreja, dejando el rostro al descubierto; pero cuando imitan a los animales tapan la cara y se adopta la personalidad del ser que se está representando. El otro elemento distintivo es la “vela”, es decir, un mechón de pelo al que se sujeta una flor por medio de una cinta de color; este elemento sirve para destacar la relación del paskola con sewa o la flor, que simboliza las fuerzas bienhechoras y protectoras asociadas tanto a la Virgen María como a las fuerzas regeneradoras del Uya Aniya. La música que acompaña a los paskolas constituye un género especial entre los indígenas del Noroeste y revela el dualismo entre las influencias de las tradiciones eurocristiana e indoamericana, tanto en su instrumentación como en el ritmo de los sones. El arpa (que aporta bajos y base rítmica) y el violín (con la melodía a su cargo) acompañan al paskola con tonadas alegres cuando éste es el único actor en escena; la flauta de carrizo (melodía) y el tambor de doble parche (ritmo) lo hacen cuando los danzantes representan a las comparsas o adversarios del venado, o cuando interpretan el papel de animales. Aunque el "comercio industrial" los está atrapando, podemos observar que muchos de ellos usan lentes oscuros, zapatos, sandalias, o tenis. También se dice que la vestimenta original se ha estado perdiendo debido a la invasión de productos que promueve la televisión y la venta ilícita de mercancía de manufactura extranjera. Durante la Antevíspera se desarrolla el Culto totémico ancestral, denominado: el secreto Ceremonial a Mecha (La Luna) implica “El Ritual al Elemento Aire” y concretamente a la deidad femenina. Participan los fiesteros, autoridades religiosas, músicos y danzantes de paskolas y de venado. En la medianoche, lanzan cohetes y por lo menos después del Ritual de Iniciación se desarrollarán sones a los animales de la noche, las interpretaciones corresponden a los danzantes de paskolas y del venado. El Alawasim Yowe o Alaguasi Mayor conduce al Pajkola Yowe o Paskola Mayor, quien toma su bastón (vara de carrizo) y le siguen los otros 7 Paskolas. Es el primer contacto con “El Elemento Tierra”, llegan y ejecutan golpes con toda la planta a la tierra, como tratando de afirmar su homenaje. El Alawasi Mayor, presenta a los demás paskolas ante los fiesteros. A continuación, los saca del “Ramadón” y los lleva al Sur, los acerca frente a la Cruz del Descanso de la Bandera Religiosa; ahí les entrega el elemento “fuego” a través de un leño encendido, los danzantes, toman en forma de cruz los cohetes. Los paskolas pronuncian los tres divinos nombres, se dispersan a los cuatro puntos cardinales, cada uno elige el lugar que más le agrade, luego proceden a lanzar el fuego a través de los cohetes; en este sentido, así se hace anunciar la iniciación de los homenajes a las divinidades. La Anunciación se celebra con el estallido de cohetes de pólvora y un cohetón, es el “Ritual al Elemento Aire”. Los valores de apertura de los rituales mayos, dejan ver el ejercicio de las virtudes de puntualidad, orden y responsabilidad. Al regresar al Ramadón, participarán ante los Fiesteros, Ahijados y los pobladores congregados. Los paskolas se muestran complacidos por la algarabía y la consumación paralela del “Ritual del Elemento Fuego Nuevo”. El Paskola Mayor, con la vara de carrizo o bastón de mando, propicia “El Ritual al Elemento Tierra”, señala los cuatro puntos
  • 9. 9 cardinales y bendice la tierra, la prepara o la consagra y la desaloja de los malos espíritus, con la intención de desarrollar virtuosamente las danzas. El Altar Mayor es ocupado por una parada de músicos integrada dos violines y un arpa indígena, ellos se encuentran ubicados al Norte del Ramadón y corresponde al elemento tierra, ahí se desarrolla “El Ritual de la Iniciación a la sexualidad de mayores a menores”, los danzantes paskolas introducen la vara de carrizo en la cavidad del arpa, ahí muestran movimientos de penetración y exhiben la masturbación ante la concurrencia. Los paskolas aceptan reírse de sí mismos, disfrutan los triunfos de la vida, emiten bromas que van y vienen en todas direcciones, a veces burlonas, otras sarcásticas o albureras. Son al parecer, una parte necesaria de la vida, no importa lo formal que pudiera ser la ceremonia, allí todos se contagian de la risa y alegría colectiva. Los paskolas zapatean el Nati Sónim (Son del Empiezo) ante la segunda parada de músicos de cuerdas; es el Altar del Sur correspondiente al elemento fuego. El Venado participa ante el Altar del Oriente, danza el Son del Santo Canario. Aquí la danza es un homenaje de amor al “Elemento Agua” y a la Madre Naturaleza, se escucha el son del venado, participan tres cantadores y el músico del baamela wejam o tambor de agua. El Ceremonial al “Elemento Agua” tiene su base histórica en la Danza del Venado; el acompañamiento musical es el culto totémico consagrado a las divinidades y a perpetuar la ancestral concepción mítico-religiosa o sincrética. La reproducción de la Madre 8 Tierra contiene el agua en el tambor de agua o “baamela wejam” y complementaria sobre la tierra tres jícaras o “wejam” encima de ellas colocan los baij jirukiam, o tres raspadores de madera de brasil; éstos, al friccionarlos, reproducen el sonido que amalgaman con sus voces los masso-buik’lerom o cantadores de venado. Simultáneamente, los paskolas por relevos interpretan el Son del Santo Canario, ante el támporio o músico de tambor con bakakusia o flauta de carrizo y la támpora o tambor de doble parche. En el Altar del Poniente se representa el homenaje al “Elemento Aire”, ahí se fusionan la virtuosidad de los intérpretes de la danza y la música. El cierre de este inicio, se cumple cuando el danzante paskola mayor, sus compañeros paskolas y el danzante de venado saludan de mano a los fiesteros y a los músicos. Es una muestra de reiteración del ejercicio de oficio quienes agradecen la distinción por la cordialidad y confianza otorgada para el buen desempeño de la fiesta. En la medianoche de la Víspera de la Fiesta, el mito se manifiesta en múltiples versiones, se hacen presentes: el coyote, la víbora, el tecolote, el sapo, la paloma; aquí los pajkolam, son las criaturas inteligentes que asumen la figura protagónica. Los danzantes paskolas siguen los sonidos que emite − el músico − “tamboreo o támporio” con los sones de “bakakusia” o flauta de carrizo y el “támpora” o tambor de doble parche. El paskola se cubre el rostro con su máscara, se mueve de un lado a otro y golpea la sonaja o “sistro”, y representa la figura absurda que miente a los presentes, juega con los que ahí se amanecen contemplando las danzas y escuchan historietas engañosas. Los paskolas bajo el influjo de la embriaguez se sienten impulsados a fingir, a actuar, a hacer reír; posiblemente, la investidura de actor y danzante conduce a éstos personajes a emitir disparates y mentir por siempre. En la medianoche, no distingue el bien ni el mal. Sin embargo, los paskolas asumen la responsabilidad de sus actos morales, apetitos y pasiones que le obligan a actuar en el compromiso que asumen. Sin embargo, comprenden la complejidad de la naturaleza religiosa, y establecen un manejo de papeles paradójicamente contradictorios, que reflejan el carácter ambivalente en el homenaje a todos Elementos del Universo. Avanzada la medianoche, se inicia el Jinanki, es la procesión que muestra las virtudes de la solemnidad, el orden interior y exterior de los participantes, entre ellos: las autoridades religiosas, los fiesteros, los músicos, los cantadores y danzantes. En el caso de la fiesta de San Juan, el contingente peregrina del templo a la Castila, se detienen en catorce estaciones para que los danzantes de venado y paskolas reverencien al santo patrono y a la bandera religiosa. Al término, el Maestro Rezandero y la Cantora terminan el rezo del Jinanki y entonan el canto a San Juan. La Fiesta se inicia con el Ceremonial del Alba, es un homenaje
  • 10. 10 a “Chokki Ketwëyo” o la Estrella Matutina Venus, el preciso día del santo 9 patrono. Justamente, es el cierre de las celebraciones, sigue el Ritual de Adoración a San Juan que aparece sobre un altar dentro de la pequeña capilla llamada “Castila”. Ahí el santo patrono está al cuidado de las autoridades religiosas. Los primeros que participan en la adoración son los danzantes paskolas, le sigue el danzante de venado, luego los fiesteros y en seguida, todos los promeseros sanjuaneros danzan encaminándose al adoratorio. En un nuevo peregrinar rumbo al Río Mayo, todos los creyentes ponen de manifiesto su fe y esperanza, tienen el propósito de pedir lluvia. En el Río Mayo, sucede el baño a San Juan, simboliza el Bautismo cuando los paskolas sumergen el santo patrono a las aguas del río. Al mediodía, se efectúa en el ramadón el “Ceremonial a Taa” (al Sol) con danzas de venado y paskolas. Se escucha el Son del Santo Canario Final, el Paskola Mayor emite un discurso que algunas ocasiones hace llorar a los fiesteros. Al término del son, los paskolas toman del agua de la baa wejam que usaron los cantadores del venado y terminan por bañar a los hermanos mayores y menores. Fervientemente, contemplamos en los paskolas, la sobriedad, dicen hacer el bien a los demás, tener la seguridad de saber lo que hacen, expresan el deseo de volver a reunirse ahí con los suyos hasta una próxima celebración. Se puede considerar este acto como una bendición colectiva. III. DANZA DE MATACHINES 1. Antecedentes de la danza La danza de los Matachines es una de las manifestaciones dancísticas de más incidencia en la república Mexicana, tanto en el Noroeste como en la Costa del Pacífico, se localizan grupos étnicos en donde podemos identificar Cofradías de Matachines, entre ellos: Tarahumaras, Yaquis, Coras y con el nombre de Matlachines en los Estados de Aguascalientes, Nuevo León, Zacatecas y del Centro del País. Abarcando desde el Centro hasta el Norte, pasando incluso a los Estados Unidos de América, entre los Comanches de Nuevo México”. Las danzas de matachines que se observan, son ejecutadas por mestizos de muchas partes de México, especialmente en aquellos lugares donde se asentaron Misiones de la Compañía de Jesús en la Época de la Colonia. Por lo tanto, se trata de danza popular folklórica regional con una base de carácter religioso. A diferencia de las danzas autóctonas, las folklóricas o regionales expresan directamente las actitudes existenciales, las formas de vida y de organización. La danza tiene carácter religioso, expresa en sí misma ideas morales y religiosas. El desarrollo se contempla en acontecimientos a la luz del pueblo que se congrega en las fiestas tradicionales indígenas, en los espacios que señala el Monarca Mayor y el tiempo se apega a lo que marca la liturgia católica. 10 La integración de las cofradías de la danza de matachines fue otro de los factores que operaron como mecanismos del proceso de evangelización por los padres jesuitas. Las Misiones habían fortalecido el proceso evangelizador a través de algunos mecanismos encaminados a subordinar las prácticas religiosas ancestrales y adecuarlas a la religión católica, entre ellas: el bautismo, la introducción de imágenes, la cofradía religiosa, la enseñanza-aprendizaje en la ejecución de los instrumentos de cuerdas, la consagración de danzantes (venado y paskolas), la danza de matachines (los soldados de la Virgen María) y la fiesta tradicional (integración de ahijados para convertirlos en fiesteros). En cuanto al diseño coreográfico, tiene como antecedente, las danzas mexicanas y danzas europeas. Las primeras Cofradías de Matachines fueron integradas en Etchojoa, Santa Cruz del Mayo (hoy El Júpare), Navojoa, Recodo Cohuirimpo, Masiaca y Camoa como una actividad originalmente religiosa, destinada al ofrecimiento de la danza, justamente al Espíritu Santo, Santísima Trinidad, La Virgen María, San José y a San Miguel Arcángel. Existe una Cofradía en las comunidades de Buiyacusi, que pertenece a la Comisaría de Rosales del Municipio de Navojoa y Huirachaca Huatabampo, bajo el amparo de la Santa Cruz. Además, dos cofradías dedicadas a adorar a San José en El Sahuaral Etchojoa y en San Ignacio Cohuirimpo, Navojoa. La propagación de la fe, propicia el desarrollo de esta novedosa ocupación dancística que reglamenta el orden y las obligaciones a los integrantes de todas las cofradías para poder responder a los compromisos religiosos del grupo y en consecuencia, la estructura religiosa propone la normatividad vigente que posibilita la cohesión social del grupo y
  • 11. 11 le permite darle solidez tal como lo heredaron de la Compañía de Jesús en Kamawiroa, Masiaca, Tesia, Camoa, Etchojoa y Santa Cruz del Mayo. Sin embargo, se extinguieron las organizaciones de Matachines de Tesia y Camoa. 2. Simbolismo de la danza de matachines La Danza de Matachines simbólicamente expresa y representa la victoria de los cristianos y sus luchas contra los moros. En las postrimerías del surgimiento de la Danza de Matachines y en los albores de estas últimas décadas, podemos contemplar que en las comunidades de El Júpare y de San Ignacio Cohuirimpo, los danzantes de la fila izquierda, portan sonajas de ayales pintados de color rojo, como símbolo del mal y representan a los moros. Los de la fila derecha son los adversarios con sonajas de ayales color azul y éstos simbolizan el bien, a la vez representan a los cristianos. Los matachínim o matachines son grupos de danzantes que forman parte de la organización religiosa, a la que se unen por un voto hecho durante alguna enfermedad o penitencia. En otros casos, los padres ofrecen a los niños para que éstos permanezcan danzando desde un año hasta de por vida como gratitud a un milagro. 11 La cofradía constituye una especie de hermandad u orden seglar que se conoce como “Los Soldados de la Virgen”, las organizaciones cada año, tienen un mayor número de promeseros, pero algunas ocasiones, las promesas se reducen al número de días del novenario e inician esta ofrenda de danzar desde la descuelga, hasta el día de la fiesta. En general, los danzantes Matachines son los soldados de la Virgen María y el pueblo se constituye en ser el seguidor del Mesías que alegre triunfa y anima la danza. El Monarca Mayor personifica el servicio del culto religioso, funge como guía a sus súbditos y los miembros quienes portan coronas adornadas con un colorido de flores de papel que simbolizan las glorias obtenidas en sus batallas contra el mal. Las palmetas simbolizan las palmas con las que reciben y saludan a Jesucristo en su entrada a Jerusalén, el Domingo de Ramos, antes de la pasión y muerte de Cristo. Las Malinches o las Báij Máriam o Tres Marías, simbolizan la presencia de las Tres Marías (Madre, Cleofas y Magdalena) que se integran al pueblo seguidor del Mesías. Las Niñas Matachines o Promeseras, llevan vestidos blancos, son el emblema de la pureza del espíritu de los infantes bautizados. La Malinche es el personaje que a favor de la Conquista Española, representa con su actuación la asimilación consciente a la nueva fe religiosa y a la cultura ajena, es el modelo de disponerse sumiso, confiado y silencioso. La figura del danzante matachín, no tiene un status relevante en la comunidad a la que pertenece, solamente funge el rol de danzante. La Danza de Matachines, contiene en sí misma, una inserción de elementos prehispánicos: palmeta, sonaja y corona. Las ofrendas de danzar los matachines mayos de Sonora están centrados en asumir el papel de soldados de la Virgen María, (14- 15 de agosto y 11- 12 de diciembre), y en torno a ella, a la Sagrada familia (Jesús, María y José), a La Santísima Trinidad (Dios Padre en la figura de ella, Dios Hijo en la figura de La Santa Cruz y Dios Espíritu Santo en El espíritu Santo), y específicamente:  A Jesucristo en su nacimiento (24- 25 de diciembre);  La adoración y visita de los Santos Reyes Magos (5- 6 de enero);  A San José (18- 19 de marzo);  La Gloria, La Resurrección de Jesucristo y las Carreras de María y de San Juan (sábado y domingo de Semana Santa);  A la Santa Cruz (2- 3 de mayo);  Al Espíritu Santo (en mayo y es movible),  A la Santísima Trinidad (en mayo y es movible), y 12  A San Miguel Arcángel (28- 29 de Septiembre). 3. Estructura y Organización de La Danza de Matachines La Cofradía de Matachines está integrada por los siguientes status: 1. Monája Yowe o Monarca Mayor. 2. Monájam Segundos o Monarcas Segundos (colocados a la cabeza de cada fila). 3. Alawasi Matachínim o Alaguasi Matachín. 4. Matachínim Wilero o Danzante Matachín. 5. Báij Máriam o Tres Marías o Malinches (colocadas a los costados de los Monarcas Segundos y una a la derecha del Monarca Mayor, pero no se da en algunas Cofradías). 6. Úsim Matachínim o Niños y Niñas Matachines. El director del grupo es el Monája Yowe o Monarca Mayor, se coloca a la cabeza entre las dos filas para dirigir la coreografía y la secuencia de los pasos. En tanto, los niños promeseros, se colocan frente a los danzantes mayores con la finalidad de imitar el desarrollo de los pasos. El Monarca Mayor danza con los matachines, conduce las evoluciones, funge como maestro de los reclutas nuevos e inexpertos, y goza también de un gran prestigio en la comunidad.
  • 12. 12 4. Funciones sociales y compromisos religiosos de los danzantes matachines La Danza de Matachines, actualmente, participa para alegrar en los cabos de año, en lo concerniente a aniversarios de funerales o exequias, a los ocho días del transcurso del novenario, después del funeral y en los sepelios de angelitos. Para regocijo del triunfo del poder de la iglesia, el sábado de gloria, la resurrección o domingo de pascua de la cuaresma de los Mayos de Sonora. En la ceremonia de la Descuelga, el danzante matachín que adquiere la promesa, se viste con un camisón o hábito que va en concordancia con los colores correspondientes a Dios Padre, el color amarillo, cuando es por un año. A Dios Hijo, el color azul celeste, por dos años. A Dios Espíritu Santo, el color café, cuando es por tres años. Cuando la promesa es de por vida, en el cuarto año, utiliza el color rojo y en los años subsecuentes, libremente elige los colores anteriormente mencionados. Existe el Ritual de el Amarre o Compromiso de la promesa, donde el participante en la fiesta al santo patrono, se hace acompañar de un padrino o madrina, para que éste, con la bendición del Maestro Rezandero, coloque amarrando un listón del color correspondiente al año de cumplimiento de la promesa, en la pierna izquierda del promesero matachín. El Maestro Religioso, 13 reconoce este ritual como una confirmación del inicio de la promesa, luego rocía el hábito, cruzándolo con agua bendita, y el padrino o madrina se lo coloca al ahijado. La importancia de la cofradía matachínim, es desarrollar la danza en los ceremoniales de pascua y aunque su presencia es en breves momentos, sólo participan en el canto del Sábado de Gloria. Respecto a la temática religiosa de la danza, podemos puntualizar que, desde las tres de la madrugada, de domingo, hora en que la liturgia establece la Resurrección de Jesucristo, ejecutan la Danza de Matachines al interior de la iglesia. Después del Sábado de Gloria, se contempla el ceremonial bautismal del ejército de Pilatos a los kapokóbam o capitanes y pariserom o fariseos, éstos arrojan sus máscaras al fuego; los matachines reanudan la danza al son de dos violines y una guitarra. Fuera del templo, también danzan el domingo, en la ceremonia del encuentro de Cristo Resucitado y la Virgen María, en la procesión que sigue y la breve ceremonia de la confirmación de mandas para el próximo año y de la bendición de las Báij Máriam o Tres Marías y de los Báij Reyesim o Reyes Magos. Esta última ceremonia de confirmación y de bendición por el Maestro Religioso, tiene lugar en la Kurus Yowe o Cruz Mayor de la iglesia y es similar a la correspondiente colocación de los rosarios sobre las cabezas de los fariseos que sucede la Víspera del Sábado de Gloria. En la misma forma, a las tres de la madrugada del Sábado Santo, puede escucharse el estrépito de los cohetes y el repicar de las campanas anunciando la Resurrección de Cristo. Las cruces de la iglesia y las domésticas son repuestas nuevamente y adornadas con flores de papel a veces y en otras, flores naturales. En cuanto al desarrollo de la temática religiosa de la danza de matachines podemos puntualizar que, los matachines danzan repetidamente dentro de la iglesia desde las tres de la mañana hasta las nueve o diez de la mañana. A las seis de la mañana del Domingo de Pascua, se lanzan cohetes y entre los fariseos y los fiesteros tienen el camino sagrado o Sëwa teri. Aproximadamente, entre las siete y las once de la mañana, los fiesteros protegen el camino sagrado de cualquier persona o animal que intente cruzarlo. Mientras tanto, los matachines se encuentran danzando en el Atrio, al principio delante del Altar y frente a la imagen de la Virgen María, después delante de la mesa cubierta de los objetos del Pilatos y del Crucifijo Grande y de la Imagen de San Juan Bautista. Poco después de las once horas, se organiza una procesión para llevar la mesa hasta la ramada y se conducen por el Camino Sagrado. En primer lugar marchan los matachines seguidos por los fiesteros de la Santísima Trinidad y de los fiesteros de la Santa Cruz de la bandera de Cuaresma, ambos grupos portan sus respectivas banderas y la mesa; le siguen los Báij Reyesim o Niños Reyes con sus madrinas, se agregan a esta intención los demás hombres y mujeres del pueblo. 14 5.
  • 13. 13 Música y Conjunto Instrumental La música para la danza de los matachines se reproduce de un conjunto instrumental asume el carácter religioso en tanto interpreta alabanzas a los santos, incluye la alabanza del persignado. Por otra parte el conjunto instrumental integrado por dos violines y una guitarra, reproduce sones del gusto popular. Los violines llevan la melodía a dos voces, mientras la guitarra ejecuta el acompañamiento consistente en la alternancia constante de bajo y acorde. Se añade a la sonorización de la propia danza el acento que imprimen los ejecutantes o danzantes en el ritmo que reproducen con las sonajas de ayal o cuastecomate pequeño y el zapateado de algunas pisadas de la propia danza. “La estructura formal de los sones de matachines es siempre la misma: una sola frase de carácter marcadamente europeo dividida en dos miembros a-b, que se repite indefinidamente una y otra vez. La frase musical se inicia con la tónica o la subdominante, pasa a la dominante y concluye en la tónica. El segundo violín sigue la melodía del primero en intervalos de tercera o sexta, pero se cierra la frase al unísono. No hay cambios de dinamismo, lo que aumenta la monotonía del son, atenuada un poco por su aire. El compás es binario con ritmo tético”. Los violines están comprometidos a llevar la melodía a dos voces, mientras que la guitarra ejecuta un acompañamiento el cual consiste en ejercer la alternancia constante de bajo y acorde, complementariamente, los danzantes acentúan el ritmo con las sonajas de ayal y el zapateo, los danzantes matachines plasman no muy variados pasos, estampando la planta del pie en el suelo en forma continuada lo bota y agrega un escobilleo para cambio de golpe del pie contrario haciéndose acompañar del ritmo que hace producir por una sonaja de ayal. La sonaja de ayal es un idiófono sacudido en la subclasificación de aócosim, la sonaja lleva piedrecillas dentro y provista de un mango para empuñarse. La técnica de ejecución, consiste en sacudir la sonaja de arriba hacia abajo y en seguida, con un rápido movimiento de dedos, hace girar el mango sobre la palma de su mano, antes de la siguiente sacudida. El danzante matachín porta la palmeta en la mano izquierda, cuando se desplaza caminando, el danzante recarga la palmeta cubriéndose el pecho por el lado izquierdo. Específicamente, cuando desarrolla algún paso con acentuados golpes de zapateados dominantes, sostiene la palmeta hacia el frente y coloca en forma arqueada el brazo izquierdo. El Monarca Mayor levanta la palmeta ondeándola por encima de su corona para anunciar desplazamientos de avance o cruzar filas entre sí los danzantes; algunas veces el danzante dibuja cortar al enemigo con la palmeta y posiciona en su lugar de nuevo la palmeta. 15 6. Repertorio musical El repertorio musical para la danza de matachines se encuentra conformada por sones en los que se expresa el alma indígena, parte de la base al amor espiritual religioso y en segundo plano, al entorno de la naturaleza, en este caso, considera a la fauna y a la flora en la instrumentación de los sones folklóricos, y en otros momentos la danza vierte ofrendas de alabanzas a los santos, éstos se denominan sones religiosos. Los sones de la danza de matachines de carácter religioso son los siguientes:  Alabanza del Persignado.  Alabanza a la Santísima Trinidad.  Son a San Francisco.  Son a la Virgen María.  Son a San Pedro.  Son a San Juan Bautista.  Son del Alba.  Son a San Agustín.  Son del Canario.  Son del Jinanki.  Son al Espíritu Santo. Entre los sones de carácter festivo contamos con:  El gorrión.  El pavo.  El huitlacoche.  El pato.  El chanate.  El pájaro carpintero.  El salta perico.  Los enanos.  El pájaro pitahayero.  El cardenal.  La churea. IV. DANZA DE SANJUANEROS DE NAVOJOA VIEJO La Danza de Sanjuaneros de los Mayos de Sonora es la ofrenda colectiva para obtener suficiente agua y favorecer la producción agrícola y la responsabilidad del uso del agua. Representa la herencia cultural que posee el legado de los elementos históricos, económicos y sociales cuya intención tiene como punto de partida el amor a la madre naturaleza, la gratitud y benevolencia al Gran Padre Sol, el respeto a la temporalidad que marcan las estaciones del año 16 para los cultivos, implica reconocer la influencia cósmica de las fases de la Luna, es el homenaje alegre a la estrella matutina Venus que representa
  • 14. 14 para los mayos la fertilidad y el principio de la vida, y recupera la filosofía del grupo étnico que se deriva de la concepción social del mundo. La Función Social de la Danza de los Sanjuaneros y Sanjuaneras, parte de que son actores protagónicos cuya identidad colectiva, aparece en su peregrinar en la constante afirmación de una identidad indígena local, peri-urbana y urbana, en un sistema de solidaridad y de cooperación mutua. En este punto, resulta útil proporcionar una definición conciliadora de la identidad. La identidad en la vivencia cotidiana está estrechamente ligada al espacio vital y al tiempo (duración de un ciclo anual de fases festivas) por último, a un sentimiento de pertenencia, de seguridad religiosa y de sincretismo integral. En este contexto y en el marco de la Campaña de San Juan Bautista, es la oportunidad de proponernos esclarecer y dar sentido a las experiencias, los espacios significativos y los vínculos más "reales" donde ellos conviven durante muchas horas, sean estos velaciones, sesteos o visitas, lo que implica con mayor intensidad las experiencias significativas las que fortalecen la identidad social y religiosa. Los sanjuaneros y las sanjuaneras enfrentan en su peregrinar algunas patologías sociológicas de la zona urbana, como son el racismo, la xenofobia y los radicalismos étnicos que, determinados grupos sociales muestran como mecanismos de animadversión y actitudes de marginación cultural; es el desplazamiento de la frontera físico-simbólica espacial a la frontera simbólica interior. Este proceso se explica como la sustitución del límite marcado por las diferencias sociales, de tal modo, que lo que en un tiempo era rechazo a lo externo, lo que venía de fuera, se torna paulatinamente como un repudio a lo diferente y a lo diverso, es un comportamiento adquirido en el seno familiar de identidad propia y de una autoestima deficiente. La Danza de Sanjuaneros de Navojoa Viejo pone al descubierto el papel de liderazgo del Kobanaro en el marco de la comunicación, la cooperación, la cohesión social, al mismo tiempo el Témasti que rige el control de la normatividad en el marco de las interacciones entre: autoridades religiosas (maestro rezandero y la cantora) y los miembros de la organización de fiesteros y sanjuaneros. Desde esta danza, es posible conocer los valores ético-morales de los mayos de Sonora, entre los que se puede mencionar: el amor, la fe, la esperanza, la magnanimidad, el orden, la puntualidad, la sobriedad, la generosidad, la gratitud, el respeto, la cooperación, la hospitalidad, la solidaridad, el entusiasmo, la alegría, el trabajo, la responsabilidad, la templanza, la valentía y la perseverancia. Estos son elementos de identidad cultural que caracterizan a la Región del Mayo y permanecen latentes entre los pobladores de Navojoa. En torno a la Expresión Musical partiremos del antecedente de que la música en la antigüedad es aquella en la cual las manifestaciones musicales del hombre consisten en la exteriorización de sus sentimientos a través del sonido emanado de su propia voz y con el fin de distinguirlo del habla que utiliza para 17 comunicarse con otros seres. Alejandro Zanotti señala que: Los primeros instrumentos fueron los objetos o utensilios o el mismo cuerpo del hombre que podían producir sonidos. alejandrozanotti@aulaactual.com Clasificación de instrumentos musicales primitivos: a. Autófonos: aquellos que producen sonidos por medio de la materia con que la que están construidos. b. Membranófonos: serie de instrumentos más sencillos que los construidos por el hombre. Tambores: hechos con una membrana tirante, sobre una nuez de coco, un recipiente cualquiera o una verdadera y auténtica caja de resonancia. c. Cordófonos: de cuerda, el arpa. d. Aerófonos: el sonido se origina en ellos por vibraciones de una columna de aire, en este caso, la flauta. Para los ceremoniales al agua, al fuego y los homenajes al aire y a la tierra los Mayos de Sonora reproducían sonidos musicales con flautas de carrizo y tambor, décadas después se incorporan los violines y el arpa para la creación musical de sones de la danza de paskolas y la guitarra y los violines para la instrumentación melódica de los sones de la danza de matachines. La música de tradición popular es una parte de la cultura que, cada día más, encuentra en nuestra sociedad el lugar que le corresponde, después de demasiado tiempo de desarrollo se ha mantenido aproximadamente un siglo y más de 8 décadas entre los Mayos de Sonora. Los instrumentos musicales, están dotados de gran valor simbólico, son las guías que nos ayudan a penetrar en el apasionante mundo de una
  • 15. 15 sociedad que ya casi no existe o que va cambiando por momentos. En manos de sus ejecutantes han tomado el carácter ritual, ceremonial y pagano- religioso. Conocer mejor lo nuestro es importante para comprender mejor el mundo. Las músicas de tradición popular conjugan de maravilla esa doble perspectiva: local y universal. Y eso es digno de ser conocido. Los instrumentos musicales se integran en un conjunto instrumental para la interpretación musical de la Danza de San Juan, en su mayor proporción son artefactos sonoros elaborados con materiales de flora y fauna regional. Con apego a la clasificación organológica de Hornbostel y Sachs, éstos son idiófonos, membranófonos, aerófonos y cordófonos, el conjunto musical lo integra: Los violines que son conocidos como laaben son los instrumentos musicales que llevan la primera y segunda voz de la línea melódica de los sones de la danza pagano- religiosa. Corresponde a la clasificación de los cordófonos que nos llegaron a Navojoa en el proceso de evangelización católica, los misioneros jesuitas aprovecharon del talento de los músicos locales para transmitir las enseñanzas e instrucción musical para el apoyo de las alabanzas, himnos y cantos litúrgicos de las misas, el dominio de los ejecutantes de violín se extendió para alegrar ceremonias de la comunidad. 18 El tambor tradicional es conocido como o “kúbajo” “támporom”, el tambor es de forma cilíndrica de doble parche de 35 centímetros de diámetro y 23 centímetros de profundidad, corresponde a la clasificación de los membranófonos y se percute con dos baquetas. El aro de la caja es de lámina dura, los parches son de cuero de chivo y anteriormente era de venado. Las paredes del aro presentan dos orificios opuestos diametralmente aproximadamente de 5 centímetros de distancia de los parches, estos orificios permiten ajustar los cueros con los tensores que están hechos de piel y evitan el exceso de presión del aire contenido en el tambor. Cuando requiere afinación a base de calor, lo acercan a las brasas de los tizones. Aparece en nuestra tradición popular bien como instrumento de señal para toques rituales, junto con la campana proporcionan la parte rítmica, integrados a los dos violines para la interpretación de los sones de la danza de San Juan originariamente en Navojoa se expande a los tradicionales pueblos mayos. El kúbajo o tambor es muy conocido en las celebraciones de San Juan Bautista además acompaña a los fiesteros en los ceremoniales a la bandera religiosa. Las campanas son el elemento simbólico y de comunicación por antonomasia. Sin lugar a dudas, la campana es un artefacto sonoro más ligado a la vida humana en la comunidad. Su principio y final, el nacimiento y la muerte, son anunciados a la colectividad a través de toques específicos. Es elemento indispensable en la vida comunitaria, como transmisor de mensajes de todo tipo: la fiesta, la reunión local. Las campanillas tienen diversidad de usos: litúrgicos, sociales y festivos. La campanita corresponde a la clasificación de los idiófonos y a la subclasificación de los idiófonos sacudidos. El ejecutante es el Témasti quien lleva la campanita en la mano derecha y firmemente la sacude con acento vertical hacia abajo. Durante el proceso de la Danza de Sanjuaneros en las diferentes fases en las que se desarrolla, la música es un elemento predominante, pues los sonidos que se dejan escuchar, impregnan de magia y misticismo el ambiente tanto del espacio físico en donde hace presencia la Danza, como en las inmediaciones hasta donde tales sonidos alcanzan a percibirse. Ante estas circunstancias, en la expresión musical de la Danza de Sanjuaneros, permanecen fuertemente establecidas las formas y estilos musicales de la Época Prehispánica y las aprendidas o implantadas durante el proceso de colonización, que se producen mediante los instrumentos musicales autóctonos y los adoptados por la imposición de los misioneros jesuitas a los mayos, durante el periodo de subordinación cultural. La música de tradición popular es una parte de la cultura que, cada día más, encuentra en nuestra sociedad el lugar que le corresponde, después de demasiado tiempo de desarrollo se ha mantenido aproximadamente un siglo y más de 8 décadas entre los mayos de Sonora. 19 Los instrumentos musicales, están dotados de gran valor simbólico, son las guías que nos ayudan a penetrar en el apasionante mundo de una sociedad que ya casi no existe o que va cambiando por momentos. En manos de sus ejecutantes han tomado el carácter ritual, ceremonial y pagano- religioso. Conocer mejor lo nuestro es importante para comprender
  • 16. 16 mejor el mundo. Las músicas de tradición popular conjugan de maravilla esa doble perspectiva: local y universal. Y eso es digno de ser conocido. Los instrumentos musicales se integran en un conjunto instrumental para la interpretación musical de la Danza de San Juan, en su mayor proporción son artefactos sonoros elaborados con materiales de flora y fauna regional. Con apego a la clasificación organológica de Hornbostel y Sachs, éstos son idiófonos, membranófonos, aerófonos y cordófonos, el conjunto musical lo integra: Los violines que son conocidos como laaben son los instrumentos musicales que llevan la primera y segunda voz de la línea melódica de los sones de la danza pagano- religiosa. Corresponde a la clasificación de los cordófonos que nos llegaron a Navojoa en el proceso de evangelización católica, los misioneros jesuitas aprovecharon del talento de los músicos locales para transmitir las enseñanzas e instrucción musical para el apoyo de las alabanzas, himnos y cantos litúrgicos de las misas, el dominio de los ejecutantes de violín se extendió para alegrar ceremonias de la comunidad. El tambor tradicional es conocido como o “kúbajo” “támporom”, el tambor es de forma cilíndrica de doble parche de 35 centímetros de diámetro y 23 centímetros de profundidad, corresponde a la clasificación de los membranófonos y se percute con dos baquetas. El aro de la caja es de lámina dura, los parches son de cuero de chivo y anteriormente era de venado. Las paredes del aro presentan dos orificios opuestos diametralmente aproximadamente de 5 centímetros de distancia de los parches, estos orificios permiten ajustar los cueros con los tensores que están hechos de piel y evitan el exceso de presión del aire contenido en el tambor. Cuando requiere afinación a base de calor, lo acercan a las brasas de los tizones. Aparece en nuestra tradición popular bien como instrumento de señal para toques rituales, junto con la campana proporcionan la parte rítmica, integrados a los dos violines para la interpretación de los sones de la danza de San Juan originariamente en Navojoa se expande a los tradicionales pueblos mayos. El kúbajo o tambor es muy conocido en las celebraciones de San Juan Bautista además acompaña a los fiesteros en los ceremoniales a la bandera religiosa. Las campanas son el elemento simbólico y de comunicación por antonomasia. Sin lugar a dudas, la campana es un artefacto sonoro más ligado a la vida humana en la comunidad. Su principio y final, el nacimiento y la muerte, son anunciados a la colectividad a través de toques específicos. Es elemento indispensable en la vida comunitaria, como transmisor de mensajes de todo tipo: la fiesta, la reunión local. Las campanillas tienen diversidad de usos: litúrgicos, sociales y festivos. La campanita corresponde a la clasificación de los idiófonos y a la 20 subclasificación de los idiófonos sacudidos. El ejecutante es el Témasti quien lleva la campanita en la mano derecha y firmemente la sacude con acento vertical hacia abajo. Durante el proceso de la Danza de Sanjuaneros en las diferentes fases en las que se desarrolla, la música es un elemento predominante, pues los sonidos que se dejan escuchar, impregnan de magia y misticismo el ambiente tanto del espacio físico en donde hace presencia la Danza, como en las inmediaciones hasta donde tales sonidos alcanzan a percibirse. Ante estas circunstancias, en la expresión musical de la Danza de Sanjuaneros, permanecen fuertemente establecidas las formas y estilos musicales de la Época Prehispánica y las aprendidas o implantadas durante el proceso de colonización, que se producen mediante los instrumentos musicales autóctonos y los adoptados por la imposición de los misioneros jesuitas a los mayos, durante el periodo de subordinación cultural. A partir del carácter ritual-religioso de la Danza de Sanjuaneros, en ella encontramos sones religiosos y alabanzas que dan el marco perfecto a la ofrenda de los promeseros a San Juan Bautista. BIBLIOGRAFÍA ACOSTA, Roberto. (1987) Apuntes Históricos Sonorenses. Hermosillo, Gobierno del Estado de Sonora. ALAMEA SIARI, Balvanedo. (2005): Entrevista sostenida sobre el simbolismo de los elementos de la danza de paskolas y la significación y escritura de los términos en lengua mayo. Nachukis, Municipio de Navojoa, Sonora, 08 de agosto de 2005. Duración: 3:45 horas.
  • 17. 17 ARMENTA VALENZUELA, Julián. (1996): Entrevista sostenida sobre La Experiencia en los oficios de la Estructura Organizacional de la tropa de San Juan Bautista. El Dátil, Municipio de Navojoa, Sonora, 10 de noviembre de 1996. Duración: 2:05 horas. AYALA PARTIDA, F. Javier. (2005): Entrevista sostenida sobre la descripción de los pasos de la danza de sanjuaneros y los elementos del carácter interpretativo. Navojoa, Sonora, 25 de julio de 2004. Duración: 2:15 horas. AYALA PARTIDA, Oscar Santiago, et. al. (1987). Génesis y Desarrollo de la Cultura de los Mayos de Sonora. Ciudad Obregón, SEP. / Gobierno del Estado de Sonora/I.T.SON., 171 p. AYALA PARTIDA, Oscar Santiago. (1995). La Tradicional Fiesta a San Juan Bautista de Pueblo Viejo, Navojoa, Sonora. (Mecanograma). Instituto Sonorense de Cultura, 415 p. 21 PALAFO MÉNDEZ, Ana Zarina. (2004). El violín en México. http://www.angelfire.com/folk/americanias/Articulos/elviolin.htm RÍOS RAMÍREZ, Lombardo. (1998). Navojoa. Monografía Didáctica Síntesis. Navojoa, Ed. Talleres de Impresos y Empaques del Pacífico, S. A. de C. V., 181 p. VARELA, Leticia. (1985): La Vida en la Música de los Yaquis. Hermosillo, Gobierno del Estado de Sonora. 437p. WICKER D., Franz R. (1998) “La Vida Cotidiana en una Misión de los Jesuitas en la mitad del Siglo XVI en Sonora”, en: LÓPEZ SOTO, Virgilio. (1998) Sonora: Historia de la Vid
  • 18. 18 Bañuelos, Noemí. 1994. El uso de las plantas medicinales en la zona costera del municipio de Huatabampo, Sonora, Medicina doméstica mayo.Tesis de licenciatura en Biología. México: UNAM, Facultad de Ciencias.
  • 19. 19 Biblioteca de la Medicina Tradicional Mexicana. 2019. Mayos- Yoreme. http://www.medicinatradicionalmexicana.unam.mx/pueblos.php?l =2&t=mayo&mo=&demanda=&orden=&v= La población La etnia mayo se autodenomina yoreme "el que respeta la tradición". Su lengua pertenece a la familia Tracahita del tronco Yuto-Nahua y está emparentada con las lenguas yaqui y guarijío, cada una con sus propias variaciones dialectales. La región yoremese localiza en el noroeste de México, y abarca parte del sur de Sonora y norte de Sinaloa, en los valles costeros del Pacífico que se encuentran entre los ríos Mayo y Fuerte. En el estado de Sinaloa las comunidades mayos se distribuyen principalmente en los municipios El Fuerte, Choix, Guasave, Sinaloa de Leyva y Ahome; mientras que en Sonora se asientan en los municipios Alamos, El Quiriego, Navojoa, Etchojoa y Huatabampo.Es difícil precisar datos sobre la población mayo debido a su dispersión y al hecho de convivir con mestizos en prácticamente todas sus comunidades. Según información registrada en el XI Censo general de población y vivienda (1990), la población mayo ascendía a 45 623 individuos, de los cuales 8 213 pertenecían al grupo de edad de cero a cuatro años, y 37 410 al de cinco años y más. De estos últimos, 9 689 se censaron en Sinaloa y 27 410 en Sonora. En toda la región yoreme predomina el clima desértico, con una temperatura media anual de 25°C y una precipitación promedio anual de 400 mm; la época de lluvias comprende los meses de julio a septiembre. Las altitudes registradas van desde el nivel del mar en la región costera, hasta los 250 msnm en la región de los valles, y va subiendo hacia las faldas de la sierra Madre Occidental, donde las alturas llegan a los 2 000 msnm. La vegetación dominante es la típica de zonas áridas y, donde la humedad es mayor, existen selvas bajas subtropicales. Algunos componentes comunes de la flora son: mezquite, álamo, saguaro, choya y demás especies espinosas de hojas pequeñas. La composición faunística de la región se ha visto afectada fuertemente por los procesos de industrialización del campo, la urbanización y la sobreexplotación de las especies comestibles; sin embargo, todavía se pueden encontrar algunos mamíferos como: liebre, conejo, zorrillo, tlacuache, tejón, mapache, jabalí, y ciertos reptiles, entre los que abunda la víbora de cascabel y algunas especies de tortugas. La principal actividad económica en los asentamientos de la costa es la pesca; la captura del camarón resulta la más importante y su explotación se realiza a través de cooperativas ejidales. Asimismo, en el puerto de Yavaros se desarrolla una industria pesquera basada en la captura y empacado del atún y la sardina. La agricultura es la actividad en la que más participan los yoremes; sólo en la región de los valles existe el riego; en el resto, las prácticas agrícolas son de temporal. Las ciudades de Navojoa y Huatabampo representan los centros comerciales más importantes; la
  • 20. 20 primera destaca como una ciudad orientada hacia el desarrollo agrícola donde se concentra y procesa el producto de las cosechas de cártamo, soya, garbanzo, sorgo y algodón, entre los más importantes. La ganadería se practica en forma extensiva y semi-intensiva a nivel familiar y ejidal o comunal; las principales especies explotadas son bovinos, caprinos, porcinos, equinos y aves de corral. Los mayos viven por lo común en las márgenes de los asentamientos, en donde los servicios públicos son deficientes. La vivienda se construye con diversos materiales propios de la región; las paredes son de carrizo, corazón de pitahaya o saguaro, enjarradas de adobe; el techo es de madera y carrizo con emplastes de tierra. Otro tipo de construcción es de adobe enjarrado y encalado para evitar los estragos de la salinidad, que en algunas comunidades es muy alta. Normalmente, todas las casas cuentan con un enramado hecho con postes de mezquite y techo de carrizo tule o palma, que se reserva para la celebración de las ceremonias familiares, como velaciones y cabos de año. El servicio médico institucional es proporcionado por el IMSS, el ISSSTE, la Secretaría de Salud y los Servicios Médicos de Sonora. Según datos proporcionados por el INI, aproximadamente el 40% de las comunidades mayo de Sonora cuentan con algún servicio médico, y la mayoría de ellas tienen acceso relativamente fácil a la atención médica. Las unidades de salud se concentran principalmente en los municipios de Navojoa, Alamos, Huatabampo y Etchojoa. Las principales demandas de atención registradas son: infecciones respiratorias, parasitosis, gastroenteritis, dermatopatías, padecimientos osteomusculares, hipertensión arterial y artritis. Algunos de estos padecimientos están relacionados fundamentalmente con malos hábitos de higiene, deficiencia en los servicios públicos (drenaje) y contaminación de las aguas por químicos y fertilizantes. En lo tocante a la medicina tradicional, actualmente existen dos agrupaciones de terapeutas. La Organización de Médicos Indígenas Tehueka Annia Jitteberi "Yoreme Mayo" de Sinaloa (OMITAJYMS), fundada en 1991 y con sede en El Fuerte, conformada por más de 210 integrantes de las comunidades de los municipios Ahome, Choix, El Fuerte, Guasave, y Sinaloa de Leyva. Y la Agrupación de Médicos Tradicionales Indígenas de la Región del Mayo de Sonora "Yoreme Mayo" (AMTIRMAS), fundada en 1992 y con sede en la localidad de El Chicarit en el municipio de Etchojoa; cuenta con más de 100 agremiados de los municipios de Navojoa y Huatabampo. La visión yoreme del mundo, así como sus creencias y prácticas religiosas son en la actualidad una amalgama del culto propio de la etnia con múltiples adaptaciones de la fe católica introducida años atrás por los jesuítas. Sobrevive en sus ritos, cantos y danzas, la idea de la naturaleza como ente proveedor del hombre; se rinde culto a las flores, a las aves, a los venados y, por otro lado, también se venera a la santísima Trinidad, san José, san Francisco y otros santos, dependiendo de la comunidad. Sus prácticas religiosas se organizan en torno a centros ceremoniales o pueblos tradicionales, en las que se delegan cargos designados por las autoridades religiosas bajo un sistema de compromiso, mediante promesas y mandas, retribuidas con el favor o la gracia divina. Las fiestas de esta etnia, en las que se vinculan pueblos yoremes de Sinaloa y Sonora, siguen por lo común el calendario litúrgico. En ellas conviven los ritos católicos y las danzas y cantos de tradición yoreme, como la danza del venado y la pascola. Son importantes las ceremonias mortuorias, particularmente la del día de Muertos, las velaciones, los cabos de año y los entierros, además de la celebración de la Cuaresma, Semana Santa y las fiestas a la santísima Trinidad, san José, san Ignacio de Loyola, el Espíritu Santo, la Santa Cruz y la virgen de Guadalupe.
  • 21. 21 Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana. 2009. Flora medicinal mayo de la región de El Fuerte Y Choix,Sinaloa JUYAM JABETA JIJI'TOME YOREMATA ANEPO UMU CARAPUEPO ENTOK CHOJIMPO, SINAROAPO: Ju'pa, Mezquite http://www.medicinatradicionalmexicana.unam.mx/flora2.php?l=4&t=Mezquite&po=mayo&id=5430&clave_region=11 Prosopis juliflora (Swartz.) DC. Ju'pa Ii juya bueurus yoyotu, bat'te goimamni metrom tetebia; ili kuta bueruk beguak, chukurik, sosokok; ili teté'bem sag'guak entok juebena ilichim ñau sag'guak; juebenam nau sesegua, sasagualim, ilim teté'be' ili kabaram benasim jaboj'tira; ju taka bakuria tebe, bat'te senu takagua centimetrom tebiak. Siimak yoyotu te um sierrau bicha ka bibibit'tu. Jibá sisiria entok guo'resmak sesequa. Juya sebechipo jipugua. Jak benakusu teigua itóm nasuk. Cagüinau kagüim'mechi, camayecapo, Baijmerampo entok um sinaroapo. Jitásu ai jijítogua. Ju begua guaijguatana güeme jí'kótaka anai chichita güiuk'tiaka sigua guantiriam bechiibo tuuri. Ju beegua pá'kutana güeme a guachaka senu litro baampo a bakna, a jina kelita jogwou bechiibo tuuri. Ume ili basiuria sisialim bapo am tutujnake anai kie baam benasi am jina, tat'tariata bechiibom tuuri (jamakgüei
  • 22. 22 ili onta ama orenake). I jit'tua ket pusi guantiriam bechiibo tuuri, ili jaiki chaktiriam ama orenake. Ume chuúkam kutak com'buibuiteme ili usim sikum'met am bemtiana kutapo emo sisí'seme. Jitasu a jojoa entok jachisu au nanatia ju kokoa. Ju guantiria sigua tat'taria, o pot'tiriata betana güe'ye. Un'na guantiriata in'neanake takaguata bualkimutu nukisi, jo guantiriakame kara yun ji'buana, bueituk sep lauti guantitaitinake, topa jabojtila si eenake. Machilta jabeta jujako, ume turusim o bakot ayákame, jak a juja kapo o a kí'ripo baijnake, ju takagua bet'tesi á'ayu i si a in'neateko uka jogwouta nini mumuke. Ju tat'taria pot'tiriata betana güey'ye anai ju kokoreme tat'tariata in'neanake. U pusiguantiriam golpema joogua infeccionta bechiibo, güeteporita jabetat güecheko anai ume pusim sikirisim á'ayu. Ume ili usím emo sisiseme vesikapom seberiata jípure. Guate jítá taayaguame. Ume chí'vam, cabá'im entok buurum, ume takamim bobuaye, imee ut'tiatam nunuye, (buru jamut'tam gua'guatia). Ume ili usim en jubua yorelame ume ili basiuria lolobom mampo acham b'orei, bueituk u jupa tenatu ey'yei. Jume kuta bubuerem entok ume búj'jam kaam yee bechibom tuturi entokim ket nanan'nagua. Mezquite Árbol frondoso como de 10 m, palo con cáscara gruesa, negra, roñosa. Las hojas son alargaditas y vienen a estar compuestas de muchas hojitas chiquitas. La flor se da en racimos, de color amarillo, alargadita, como un borreguito por esponjosa. La fruta es un ejote largo, como de 20 cm. Crece en toda clase de terreno aunque para la sierra no se le ve. Siempre está verde y florece por el tiempo de cuaresma. Es de calidad fresca. Localización geográfica regional. En los cerros de Cagüinagüa, Camayaca, en Baimena y toda la región mayo. Uso medicinal. La cáscara interna masticada y tragando la saliva para el cólico intestinal. La cáscara externa seca se cuece en 1 litro de agua tomándola para cualquier clase de ponzoña. Las ramitas verdes se refriegan en agua y se toma como agua de uso para la fiebre (en ocasiones se agrega un punto de sal) o se usa para la irritación del ojo echándole unas gotas (V. calentura). Para el mal de ojo se usa el mismo tratamiento (V. mal de los ojos). El azufre (goma) que le escurre al palo se unta en el ombligo de los niños que se orinan en la noche.(Véase también susto y parásitos) Causas y síntomas de la enfermedad. El cólico viene por fiebre intestinal o empacho. Se siente un dolor muy agudo que hasta desguanza el cuerpo, la persona no puede comer mucho porque en seguida le salen los dolores, se siente sofocación. Cuando pican los alacranes, las arañas o las víboras, la parte picada se hincha, el cuerpo se pone pesado y si la persona es propensa a la ponzoña se traba, se paraliza (V. picadura de alacrán y mordedura de víbora). La fiebre viene por nervios o por empacho y la persona se siente acalorada. La irritación del ojo se origina por un golpe o por mal de ojo, el cual se da por una infección como cuando caen los bobitos. En ambos casos el ojo se pone colorado. Los niños que se orinan deben ser de frío en la vejiguita. Otros datos. La fruta se la comen la chiva, el caballo y los burros. Estos últimos se ponen muy regiosos con ella (en celo). Se prepara atole con la fruta remojada en agua. A los niños que nacen se les ponía en las manos los cogollitos tiernos para que adquirieran la gracia del mezquite. Los troncos y las ramas se usan en la construcción de casas y como leña.
  • 23. 23 Camacho Ibarra, Fidel. s.f. Simbolismo y estrategia de persistencia en la semana santa mayo. En diversidad cultural identidades y territorio, coordinado por Héctor Ruíz Rueda, Leif Korsbaek y Ricardo Contreras Soto.
  • 24. 24
  • 25. 25 Cortés, Isabel, Erika Pascual, Salvador Medina, Eduardo Sandoval, Estuardo Lara, Hugo Piña, Rosa, Martínez y Gustavo Rojo. 2013. Etnozoología del pueblo mayo-yoreme en el norte de Sinaloa: uso de vertebrados silvestres. Agricultura, sociedad y desarrollo 10 (3): 335-358. Hoy día, a más de una década de la promulgación de la Ley General de Vida Silvestre (DOF, 2000), y a pesar de que en ella se reconoce el valor cultural del aprovechamiento de la fauna silvestre por las comunidades indígenas del país, es un hecho que la llegada de la política ambiental ha resultado ambivalente, porque los conflictos de intereses entre los pueblos originarios y la sociedad mestiza parecen no tener una solución posible, ya se trate de competencia con los intereses del turismo cinegético, o incluso por disposiciones gubernamentales que prohíben la apropiación de especies de importancia cultural y de subsistencia. Ejemplos tales como los Comca'ac y Cucapá en Sonora, o los del pueblo Wirrárika (Huicholes) en Jalisco y Nayarit, muestran que en esta materia no hemos avanzado gran cosa (Agraz y Gómez, 2007; CDI, 2008; Medina-Torres, 2008; Soledad, 2008). Una posible contribución para solucionar estos problemas, puede venir desde la etnozoología, disciplina emergente entre las Etnociencias, que conjuga valiosa información antropológica con la referente a la fauna con que cohabita, buscando definir, además del conocimiento que las personas puedan tener de los animales que conforman parte de su patrimonio natural, las relaciones, interacciones e influencias existentes entre ambos elementos (March, 1987; Santos-Fita et al., 2009). Desde la segunda mitad del siglo XX, entre los años 1962-2001, se han registrado 241 trabajos agrupados en nueve temáticas, correspondientes a 24 pueblos indígenas presentes en México (Argueta et al., 2003). Sin embargo, de este total hubo 137 trabajos que, o bien no especifican con cuál pueblo y lengua indígena se trabajó, porque muchos de ellos se refieren a la prehistoria, o bien fueron los autores de la revisión los que no detallaron la filiación lingüística (Santos-Fita et al., 2012). Estos últimos autores enlistaron un total de 374 títulos referentes a trabajos que tratan de la relación seres humanos/fauna, bajo un abordaje etnozoológico, dentro del período 2000-2011. De acuerdo con Argueta et al. (2012), los estudios etnozoológicos realizados en el siglo XX y la primera década del siglo XXI, suman un total de 285 publicados, los que han considerado 21 pueblos indígenas del país (una tercera parte de los 68 registrados en el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas —INALI-), y en 20 estados (dos tercios de la república Mexicana), concentrándose en el centro de México. Entre las revisiones de Argueta et al. (2003, 2012), se repiten 23 trabajos realizados en los años 2000 y 2001, por lo que la suma final de 120 años de trabajo etnozoológico en México, hasta 2012, arroja un conjunto de 636 textos. Es importante destacar que en esta revisión no hay trabajos relacionados con la etnia Mayo-Yoreme. El pueblo Mayo-Yoreme habita parte de la región norte del estado de Sinaloa y el sur de Sonora (Barabas, 2003), con una población estimada de 32 mil habitantes (INALI, 2009). En Sinaloa sus comunidades se distribuyen en los municipios de Ahome, El Fuerte, Choix, Sinaloa de Leyva y Guasave. De acuerdo con la tradición oral del grupo, la palabra mayo significa "la gente de la ribera". Por ello, los mayos se reconocen a sí mismos como Yoremes: "el pueblo que respeta la tradición"; en contraposición, al hombre blanco le llaman yori: "el que no respeta" (CDI, 2009). Debido a su propio
  • 26. 26 proceso histórico, las comunidades mayo en la actualidad comparten el territorio con poblaciones mestizas y con otros grupos migrantes. Algunas localidades indígenas han sido desplazadas forzosamente debido a obras de infraestructura hidráulica, como el caso de la presa Huites que fue construida en un territorio ancestral de una comunidad Yoreme, en el marco de la política de irrigación y de grandes obras hidráulicas iniciada en la década de los cincuenta en el valle del Fuerte (Ibarra, 2011). Al igual que otros grupos indígenas del país, los mayos contemporáneos se encuentran presionados en su vínculo con el entorno regional, sus relaciones propias, y con las poblaciones mestizas del área. Los procesos vertiginosos de cambio social, económico y tecnológico de las últimas décadas han repercutido en su modo de vida, destacando el modelo de modernización agrícola de altos insumos y de gran relevancia productiva en los valles de potencial agrícola; mismo que contrasta con el modelo tradicional de aprovechamiento de los recursos naturales propio de los Mayo Yoreme. Por otra parte, en la región se acentúa la creciente problemática derivada del fenómeno social del narcotráfico (Astorga, 2012); cuyas consecuencias socioeconómicas repercuten en las comunidades de mayos y mestizas, aunado a los problemas relacionados con el territorio y pérdida de los conocimientos de los recursos naturales por las nuevas generaciones de jóvenes que ya no se dedican a estas actividades, tal como ocurre en otras regiones de México (Aliphat et al., 2009). Este grupo étnico depende aún del aprovechamiento de la fauna silvestre para mantener vivas sus tradiciones y cultura. La práctica religiosa Yoreme, afín al ritual católico, contiene elementos totémicos prehispánicos que se pueden observar en sus danzas tradicionales de ese origen, como la danza del venado (Borboa-Trasviña, 2006), que liga al hombre con los seres superiores del monte, y que como mito creacionista, es la recreación de su vida en un monte encantado (Guerra-García y Miranda-Bojorquez, 2010). El uso que se hace de partes del venado cola blanca, en particular de su cabeza y astas, para la ejecución de esa danza ritual, así como la utilización de otras partes de animales silvestres en la confección de atavíos de danza de otras manifestaciones de la cultura Mayo-Yoreme, como la danza del Pascola (Pajco'ola, considerado "el viejo de la fiesta", que invierte el mundo a través de los cuatro puntos cardinales; (Medina- Melgarejo, 2007), e incluso el uso medicinal de otras especies como serpientes, zorrillos, tlacuaches, etcétera, presupone un aprovechamiento previo, con frecuencia realizado fuera de la ley y de forma no regulada, lo que no contribuye a la solución del problema en cuanto a sustentabilidad se refiere, aun cuando se aplicaran las sanciones que la Ley establece. El aprovechamiento de subsistencia no regulado de la fauna silvestre no puede ni debe ser resuelto tan solo por la imposición de medidas restrictivas o coercitivas, que ni evitan la amenaza de su sobre-explotación, ni atienden las necesidades sociales y culturales que motivan tales aprovechamientos. Por todo lo anterior, y ante la falta de información sobre la relación entre las comunidades indígenas del municipio de El Fuerte, Sinaloa y la vida silvestre, con especial énfasis hacia su aprovechamiento con fines culturales y de subsistencia, se realizó la presente investigación participativa, bajo el paradigma de la etnozoología (Santos-Fitá et al., 2009). En este trabajo, se considerará como etnofauna, o recurso etno-faunístico a las especies y poblaciones de fauna silvestre que representan algún valor socio-cultural relevante en la cosmovisión, tradiciones y necesidades de subsistencia de los pueblos indígenas de México. El propósito de este trabajo fue caracterizar y describir el aprovechamiento de vertebrados silvestres (aves, mamíferos y reptiles) por las comunidades rurales e indígenas del municipio de El Fuerte, Sinaloa. Los objetivos específicos fueron: a) caracterizar el perfil de los usufructuarios; b) identificar las especies aprovechadas y sus usos; c) conocer la temporalidad y frecuencia
  • 27. 27 del aprovechamiento; d) identificar los tipos de vegetación donde se realizan los aprovechamientos; e) conocer los medios de captura empleados; f) analizar la percepción popular del estado de conservación del recurso; y g) analizar la legalidad del aprovechamiento. Este trabajo se derivó del proyecto denominado "Uso cultural de etnofauna en comunidades Mayo-Yoreme del norte de Sinaloa", registrado ante la Dirección de Investigación de la Coordinación General de Investigación y Postgrado de la Universidad Autónoma Indígena de México (UAIM). Especies aprovechadas y formas de uso Se documentó el aprovechamiento de 34 especies de vertebrados silvestres, repartidos en 21 familias y 12 ordenes (Cuadro 2). El número de especies aprovechadas varió entre dos y 16 (6.8±3.4, n=77), siendo mayor la de mamíferos (4.2±2.0, n=76), seguido de aves (2.0±1.0, n=62) y reptiles (1.5±0.6, n=61). La mayor frecuencia mencionada correspondió a los mamíferos con 98.7 % (n=76), seguida de las aves (80.5 %, n=62) y los reptiles (79.2 %, n=61), El predominio de los mamíferos como el grupo de especies más utilizado ha sido documentado por otros autores, tanto en el centro de Veracruz (Tlapaya y Gallina, 2010), como en Chiapas (González-Bocanegra et al., 2011) y Tabasco (Hernández-López et al., 2012). La especie más mencionada es el conejo de Audubon (Sylvilagus audobonii) (n=65), seguida de la liebre torda (Lepus alleni) (n=59), del venado cola blanca (Odocoileus virginianus) (57), el jabalí de collar (Pecari tajacu) (n=55), la paloma de alas blancas (Zenaida asiática) (n=54) y la serpiente de cascabel (Crotalus spp.) (n=47). Los usufructuarios entrevistados reconocieron un total de nueve opciones de uso, siendo las más frecuentes el alimentario (95.1 %), seguido del artesanal (26.4 %) y el medicinal (13.7 %; Cuadro 3). El número de usos varió entre las especies, siendo más numerosos el de los mamíferos, en tanto que las aves tuvieron el menor número de usos (Cuadro 4), y la prueba de X2 demostró que existe una relación altamente significativa entre los grupos de especies y el tipo de utilización que se les da (p<0.01). Uso de mamíferos Al igual que en este trabajo, su uso frecuente también fue documentado en comunidades rurales de los Humedales de Catazajá, La Libertad en el estado de Chiapas, donde los usos más importantes fueron el alimentario, medicinal, artesanal y como mascotas (González-Bocanegra et al., 2011). Las especies de mamíferos más utilizadas fueron el venado cola blanca y el jabalí de collar, cuyos usos, en orden de importancia fueron el alimentario, artesanal, medicinal, taxidérmico y ritual. En el grupo de las aves, las especies con más opciones de utilización fueron la codorniz de Gambell, (Callipepla gambelii) y la paloma de alas blancas, para alimentación y para la elaboración de artesanía. Por último, dentro del grupo de reptiles, las serpientes de cascabel del género Crotalus y la iguana verde (Iguana iguana) fueron las más usadas, destacando los usos alimentario y medicinal. Los mamíferos silvestres más utilizados como alimento fueron los de la caza menor, como el conejo de Audubon (n=65) y la liebre torda (n=59), lo que coincidió con lo encontrado por Tlapaya y Gallina (2010) en los cafetales de Veracruz. Otras dos especies, el venado cola blanca (n=56) y el jabalí de collar (n=55), también fueron de las más utilizadas como alimento, siendo además las más utilizadas con fines artesanales (n=47 y 44 respectivamente). Además de especies de caza menor como conejos y armadillos, los Chatinos de Oaxaca, también cazan como alimento el venado y el jabalí (Nahmad et al., 1994).
  • 28. 28 Las especies con mayor uso medicinal fueron el venado cola blanca (n=12) y el armadillo (Dasypus novemcinctus, n=8). La grasa del armadillo se le utiliza para curar diversos problemas de origen respiratorio, como la tosferina y la bronquitis, de acuerdo con los informes de los entrevistados, y como también se ha documentado entre los Chatinos de Oaxaca (Nahmad et al., 1994). Existe una gran variación regional en el empleo medicinal de esta especie; la más común (López-Carrera et al., 2005; Tlapaya y Gallina, 2010; UNAM, sin fecha) consiste en pulverizar la coraza y usar el polvo en la preparación de un té. Los otomíes del valle del Mezquital, en Hidalgo, previenen la tos- ferina, colgando del cuello de sus niños la coraza del armadillo junto a un pedazo de raíz de huizache, en tanto que los totonacos de Papantla, Veracruz, utilizan la cola, preparando un cocimiento (UNAM, sin fecha). Sin embargo, en un estudio publicado por Truman et al. (2011), se ha informado sobre el peligro de contraer la lepra al estar en contacto con armadillos o comer su carne. Estos mamíferos, además de los humanos, son los únicos animales que pueden contraer esta enfermedad y el estudio citado encontró que la lepra puede contagiarse al comer su carne, estar expuesto a la tierra donde hacen sus madrigueras o bien mediante contacto directo, como en la cacería. De hecho, la SEMARNAT (2012a) ha incluido en su plan de manejo tipo, un enlace a internet en donde se advierte al público sobre este peligro potencial. Otra especie que parece tener relación con una grave enfermedad es la rata de monte (Neotoma phenax), a la que se asocia con la enfermedad de Chagas, causada por el parásito protozoario Trypanosoma cruzi, y transmitida por insectos hematófagos de la familia Reduviidae, subfamilia Triatominae. Este padecimiento es causa importante de muerte en América, afectando de 16 a 18 millones de personas, y se estima que 100 millones de personas en 21 países viven en áreas endémicas y están en riesgo de infección (Townsed-Peterson et al., 2002). Estos autores aplicaron el modelaje del nicho ecológico para identificar las relaciones entre especies de Triatoma y sus hospederos específicos (roedores del género Neotoma) entre el sudoeste de Estados Unidos y México, y encontraron un traslape de poco más del 95% de la distribución geográfica modelada de un vector en particular (Trypanosoma sinaloensis), con la rata de monte, que es su especie hospedera. Otras especies reconocidas por los entrevistados para uso medicinal fueron el tlacuache (Didelphis marsupialis), del cual se utiliza su cebo o grasa para tratar enfermedades respiratorias (López-Carrera et al., 2005), la rata de monte y el zorrillo (Mephitis macroura); esta última especie también fue reportada por otros autores (Nahmad et al., 1994; Tlapaya y Gallina, 2010). En cuanto al uso ritual, destacó una vez más el venado cola blanca (n=19), por el aprovechamiento de algunas partes (cabeza, patas, pezuñas y piel), que son elementos de uso ritual en los atavíos de la danza del venado, y son además materia prima para la fabricación de artesanías que se venden al turismo o a coleccionistas. Ejemplos de ello son el tocado ceremonial de cabeza de venado, cuyas astas son decoradas con listones y flores de varios colores que el danzante porta en la cabeza; la faja o cinturón con pendientes de pezuñas de venado, denominados "collolis" o "rijju'utiam" en lengua Yoreme; las patas de venado que forman las asas de las sonajas, confeccionadas con guajes ahuecados llenos de semillas; o la piel de venado, que se utiliza en la confección de varios tipos de máscaras propias de la cultura Mayo-Yoreme, como las festividades de los "judíos" de Semana Santa. Otro cérvido, el venado bura (Odocoileus hemionus), también tuvo un uso ritual similar al que se le reconoce al venado cola blanca. El jabalí de collar también tuvo un uso artesanal importante, ya que su piel constituye el elemento central en la confección de las máscaras de los "judíos" ya mencionadas. Otros ejemplos son el armadillo, cuyo caparazón se utiliza para hacer artesanías, el gato montés (Lynx rufus) y el tlacuache (Didelphis marsupialis), cuya piel se utiliza para hacer máscaras. La piel de la rata de campo (Neotoma phenax), es usada