El documento describe la excavación de una tumba Moche en Sipán, Perú. Al remover las capas superiores de tierra, los arqueólogos encontraron decenas de cerámicas que probablemente fueron ofrendas. Más abajo hallaron amarras de cobre que sujetaban la tapa de un sarcófago de madera que contenía los restos de cuatro individuos. El documento también incluye imágenes de cerámicas, metales, esculturas y representaciones de escenas rituales Moche.
4. Debajo de los restos desintegrados de la madera que techaba este recinto, la cuidadosa remoción de una primera capa de aproximadamente 5 cm de tierra granulada y semicompactada, ponía a la vista en toda la nueva superficie del recinto veintinueve ceramios, algunos de los ellos fragmentados por la presión, pero que indudablemente debieron guardar una cuidadosa disposición alterada por los desplomes y deslizamientos de tierra en su interior. Al ser retirados, volvieron a aparecer - capa por capa - decenas de vasijas con evidencias de restos orgánicos, probablemente de las comidas y bebidas ofrendadas.
70. Estimando el poco movimiento de la plataforma sur en cuyo extremo este se terminó de excavar la tumba del Sacerdote, se decidió iniciar el registro de dos unidades paralelas en la sección central superior. Desde los niveles superficiales comenzaron a surgir algunos entierros simples afectados por la erosión y la humedad. Algunos centímetros más abajo se encontraron agrupaciones de vasijas y restos óseos de llamas asociados a cántaros que se utilizaban como ofrendas.
72. Algunos centímetros debajo de la techumbre, aparecieron cintas metálicas que formaban intrincados manojos de amarras con indicios de sujeción hacia la parte interior y alineados en cuatro puntos configurando un rectángulo. Estas amarras habían unido fuertemente sendas esquinas de tres tablones que formaban la tapa de un sarcófago. Estas maderas habían sido desbastadas con una excelente técnica de carpintería, hasta aproximadamente una pulgada de espesor. Llama la atención la maleabilidad y dominio en el manejo de las cintas de cobre que, pese a su grosor (3 cm), fueron tratadas como simples amarras de cuero.
74. El rectángulo configurado por las amarras de cobre nos introduce a la apertura propiamente dicha del sarcófago, que comenzó al retirarse prudentemente en cuadrantes diagonales de 4 a 6 cm. de sedimentos que cubrían una superficie lisa de color rojo-anaranjado, que aparentemente corresponde a alguna sustancia resinosa precipitada de la madera o a un intencional empaste para sellar el interior.
76. Decapando paralelamente los espacios intermedios, los sedimentos presentaban aquí tenues líneas elípticas como indicio de contenidos subyacentes. Luego se registrarían improntas de caña y algunas vasijas al oeste. Finalmente, después de algunas semanas se pudo identificar cuatro osamentas cuya compacta matriz fue un reto para la habilidad y paciencia del personal. Considerando su friable (fácilmente desmenuzables) condición, se requirió el uso simultáneo de consolidantes acrílicos. Estos entierros, evidentemente de acompañantes del Señor de Sipán, estuvieron originalmente contenidos en ataúdes de caña, hoy desintegrados, colocados a partir del declive inmediato del borde de las hornacinas.
81. LANZAMIENTO DE DARDOS CON FLORES Escena que representa el ceremonial de lanzamiento al aire de flores atadas a un dardo, mismo que al desenrollarse les permite descender lentamente. ICONOGRAFÍA
83. DANZA CON SOGA En esta escena, un grupo de personajes ataviados con camisas y trajes metálicos danzan sujetando una soga en un ritual probablemente asociado a las festividades. El baile es presidido por el personaje de mayor rango, quien lleva túnica metálica completa y el tocado más suntuoso.
87. Esta escena constituye evidentemente uno de los temas más importantes y complejos del mundo espiritual y político de los Mochica. En él actúan una serie de personajes de diverso rango dentro de un marco, real o figurado, de sacrificios humanos, mismo que ha servido de clave a los estudiosos para reconocer los roles y jerarquías de cada uno de ellos, así como para establecer partes o elementos de elementos que aparecen en representaciones aisladas: un personaje, un ornamento o un ritual. La escena discurre en dos planos separados por un serpiente-felino bicéfala. En la parte superior, el personaje principal, ricamente ataviado con un tocado radiante, corona semilunar, protector coxal, orejeras y nariguera recibe una copa con ofrendas liquidas [sangre u otra bebida ritual] de manos de un personaje búho que podría ser un sacerdote. Detrás, un personaje en actitud oferente lleva un tocado de dos bandas y camisa metálica. Los personajes de menor estatura y rango son seres mitológicos: el zorro guerrero antropomorfo y una porra humanizada. La escena de la parte inferior esta enmarcada entre dos panoplias militares [conjuntos de armas], un hombre porra y un hombre felino que sacrifica al prisionero. A la izquierda descansa una litera con los emblemas reales, el cetro y cuchillo de sacrificio; detrás, tres seres mitológicos completan la escena. PRESENTACIÓN O SACRIFICIO
89. En este tema iconográfico, un personaje [posiblemente un señor o dignatario] sentado sobre una plataforma en un recinto abierto con el techo decorado con porras de combate, recibe las ofrendas de caracoles por parte de dos conocidas divinidades: el personaje de cinturón de serpiente y el hombre iguana, quien a su vez conduce una llama cargada de caracoles. En otro plano, un hombre zorro lleva también un caracol. Completan la escena un perro manchado y la cría de la llama. El tema puede referirse a un relato mítico asociado al principal valor religioso de los caracoles traídos de las aguas cálidas de la zona ecuatorial. Presentación o Sacrificio
91. Representación de escena de purificación y sacrificio elaborada en tres planos en el que vemos personajes desnudos, aves de carroña humanizadas y deidades. Al centro, un grupo de individuos conduce a otros en literas ante un dignatario ubicado en lo alto de una pirámide, que los espera con una copa. En un tercer plano, mujeres ofrecen bebidas, un señor en una estructura abierta recibe del hombre ave la copa del sacrificio en tanto el hombre felino y el hombre zorro sacrifican a un prisionero. Dadas las características y compleja escenografía podría tratarse de un relato mítico o un complejo rito. Escena de purificación y sacrificios
93. Representación alusiva a un rito funerario. Se aprecian dos personajes míticos que introducen en una cámara funeraria un ataúd sostenido por sogas. Se aprecia también cántaros, caracoles, platos con ofrendas y ornamentos. Entierro de alto rango
95. Tres personajes corren en un ambiente desértico portando bolsas con pallares. Los atuendos resultan semejantes salvo por los tocados que son distintos. CARRERA RITUAL
99. Este tema aparece también frecuentemente en el arte Mochica. Se aprecia un personaje provisto de un garrote y un perro que acosa a un venado. Completan la escena plantas, arbustos y una red que servía para acorralar a estos animales. La cacería ritual de venados es un importante evento donde los hombres con ayuda de redes, perros y bullicio, cercaban a las manadas. Los nobles, vistosamente ataviados, cobraban las presas valiéndose de la estólica o propulsor de flechas, un arma eficaz y terrible. En aras de la conservación de las especies, en estos eventos sólo se mataba animales machos. Cacería de venado