Bernarda es un personaje autoritario que mantiene un estricto control sobre sus hijas y la casa, imponiendo su voluntad a través del uso del lenguaje imperativo y prohibiendo la libertad y las relaciones sociales. Su obsesión con las apariencias y las convenciones sociales la llevan a reprimir las acciones y opiniones de las demás. Su actitud provoca descontento entre sus hijas y termina de manera trágica.