1. LA CRISIS DEL ANTIGUO
RÉGIMEN EN ESPAÑA
HISTORIA 2º BACHILLERATO
2. INTRODUCCIÓN
Se entiende por Antiguo Régimen a aquel cuyos pilares
básicos son la monarquía absoluta y la sociedad
estamental. Así, es un sistema político y social en el que
una minoría formada por los dos estamentos
privilegiados, nobleza y clero, posee el poder político.
Mientras, la burguesía, una minoría dentro del Tercer
Estado o Estado Llano que era el estamento no
privilegiado, soportaba las cargas fiscales y tiene gran
parte del poder económico. Esta burguesía, en auge en el
siglo XVIII, reclamó su participación en el poder político,
acabando a la larga con el poder absolutista del rey y con
la sociedad estamental.
3. INTRODUCCIÓN
La burguesía consiguió hacerse con el poder a través de
una seria de revoluciones que se iniciaron con la
independencia de los Estados Unidos (1776) y la
Revolución Francesa (1789). Dichas revoluciones se
prolongaron en la primera mitad del s. XIX en 1820, 1830
y 1848, difundiéndose el liberalismo político y económico
y la sociedad de clases.
4. INTRODUCCIÓN
De esta manera, el final del Antiguo Régimen está a
caballo entre el siglo XVIII y el XIX. En España un rey
incapaz, Carlos IV, no pudo evitar la invasión francesa, el
pueblo apoyó a su hijo, y el más violento enfrentamiento
opuso a los partidarios de las ideas liberales e ilustradas,
poco populares, y a los partidarios de la tradición y el
conservadurismo español (parte de Iglesia, nobleza y
pueblo). Durante el reinado de Fernando VII los
herederos de estas ideas y de esta lucha fueron los
liberales y los absolutistas respectivamente.
5. INTRODUCCIÓN
Con todo, entre 1808 y 1833 se produjo el desmoronamiento
del Antiguo Régimen en España, que vino dado por la
alternancia violenta en el poder de absolutistas y liberales, a lo
que se sumó la invasión francesa y la lucha contra la misma.
Toda esta larga transición del absolutismo al liberalismo tuvo
grandes costes humanos cuando se producía un cambio de
gobierno, dado el hecho de que ambas posturas negaban los
presupuestos ideológicos contrarios. Por tanto, este va a ser
un periodo de lucha sin cuartel entre ambas opciones
ideológicas al tiempo que se empiezan a sentar las bases para
un posible entendimiento. Así, este fue un periodo de suma
importancia que condicionará la evolución del país a lo largo
de todo el siglo XIX.
6. INTRODUCCIÓN
En este periodo se va a producir en España la quiebra del
sistema institucional con la quiebra de la monarquía
española, pasando por tres etapas:
De 1789 a 1808: Reinado de Carlos IV.
Carlos IV
7. INTRODUCCIÓN
De 1808 a 1814: España pasa por dos procesos de gran
trascendencia histórica:
La Guerra de la Independencia que es una guerra de liberación
nacional, factor de unidad frente al invasor francés, y equiparable a
otras europeas ante los planes y campañas de Napoleón.
La revolución liberal burguesa de las Cortes de Cádiz, primer
intento de transformación profunda de España, que pretende acabar
con el Antiguo Régimen y sentar las bases de una nueva sociedad y
organización política.
8. INTRODUCCIÓN
1814 a 1833: El reinado de Fernando VII supone el
triunfo de la reacción absolutista y la vuelta al Antiguo
Régimen, demoliendo toda la elaboración revolucionaria. El
eje de la vida política es la tensión entre absolutistas y liberales,
que luchan por alcanzar o conservar el poder e imponer sus
opuestas ideologías.
9. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
En la noche del 17 al 18
de marzo de 1808 tuvo
lugar el “motín de
Aranjuez”, una
conspiración palaciega,
con un gran respaldo
popular, probablemente
organizada por el
heredero de la corona,
Fernando, en principio
para forzar la destitución
del favorito de su padre
Carlos IV, Godoy.
10. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
La destitución de Godoy,
el día 18, no puso fin al
motín. Al día siguiente los
amotinados exigían la
abdicación de Carlos IV,
cosa que se vio obligado a
realizar en la figura de su
hijo, Fernando VII, que salía
del motín convertido en el
nuevo rey de España.
Culminaba así el largo
enfrentamiento mantenido
por Fernando con sus
padres y, sobre todo, con
Godoy.
11. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
Después de una intensa búsqueda,
Godoy es hallado en un desván
envuelto en una alfombra. Escarnecido
y golpeado, con la frente sangrando,
será conducido a presencia de
Fernando. «Aquella rara escena [nos
cuenta el propio Godoy] comenzó con
un silencio indefinible, suspensos,
atendiendo y alargando el cuello los
que llenaban agolpados la escalera y las
entradas. Después lo rompió el
príncipe y me dijo:
Yo te perdono la vida. Yo le hice esta
pregunta:
Vuestra alteza, ¿es ya rey?
Todavía no –me respondió–, pero lo seré
muy pronto». En efecto, aquella misma
tarde Carlos IV abdicaba en su hijo.
12. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
Carlos IV había comenzado a
reinar a la muerte de su padre,
Carlos III, en 1788. Estaba casado
con Mª Luisa de Parma. Era un
hombre mucho más débil que su
padre, políticamente inepto y muy
dominado por su mujer, en quien
delegó desde el principio toda
actividad de gobierno.
13. Curiosidades históricas…
Carlos III hubiera sido relativamente feliz de no
haberle preocupado tanto las crecientes
muestras de imbecilidad que le daba su hijo y
heredero. Por ejemplo, en una tertulia cortesana
en la que se conversaba sobre esposas adúlteras,
el príncipe, futuro Carlos IV, dejó caer:
-Nosotros los reyes, en este caso, tenemos más
suerte que el común de los mortales.
-¿Por qué? -quiso saber su augusto y algo
amoscado padre.
-Porque nuestras mujeres no pueden encontrar
a ningún hombre de categoría superior con
quien engañarnos.
Carlos III se quedó pensativo y luego sacudió la
cabeza y murmuró con tristeza:
-¡Qué tonto eres, hijo mío, qué tonto!: ¡Las
reinas también pueden ser putas!
14. Curiosidades históricas…
Éste era Carlos IV, un infeliz grandón y brutote,
sonrosado y regordete, quizá un pelín feminoide,
de mínima cabeza, ojos vacunos y enorme nariz
borbónica. Hasta que sus obligaciones lo ataron
al trono solía campar por las cocheras y cocinas
de palacio, donde se sentía más cómodo que en
los salones, y prefería departir en corrillos de
criados y palafreneros antes que en tertulias y
consejos de ilustrados.
Lo casaron con su prima María Luisa de Parma
(de quien recibió el nombre la hierba luisa),
seguramente la reina menos agraciada que ha
tenido España, quizá hasta Europa, la cual le salió,
además, ninfómana sin que sepamos a ciencia
cierta la parte que cupo al monarca en los
catorce hijos (y diez abortos) que tuvo.
15. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
16. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
En 1792 Godoy se
convirtió en el responsable
de la política española, en
medio del recelo de la
Corte, que conocía que el
origen de su ascenso se
debía a las relaciones
íntimas que mantenía con la
reina.
Apoyado por parte de la
alta nobleza, con el apoyo
de la Iglesia, organizado en
torno al príncipe de
Asturias. Pronto se formó
en la Corte un partido
contrario a Godoy.
17. Curiosidades históricas…
El rey Carlos IV justificaba el meteórico
ascenso de Manuel Godoy diciendo que
su valido era descendiente de los godos,
es decir, pariente suyo. Creía que ese
apellido venía de “Godo soy”. El futuro
Príncipe de la Paz había comenzado como
simple guardia de Corps en 1784 y,
gracias al favor del rey y de la reina María
Luisa, era a los veinticinco años duque de
Alcudia, capitán general, almirante de
Castilla y estaba en posesión de la Orden
del Toisón de Oro y de la Gran Cruz de
Carlos III. Era además grande de España y
poseía una inmensa fortuna. Faltaba muy
poco para que fuera nombrado Príncipe
de la Paz.
18. Curiosidades históricas…
Este Godoy era un jayán guaperas con
tendencia a la obesidad, que fue
amante semioficial de la reina toda la
vida. Es fama que la reina le echó el
ojo cuando era un simple guardia de
corps en palacio y lo encumbró hasta
el rango de príncipe de la Paz y valido
todopoderoso del rey. Fue un
civilizado menáge a trois: el rey salía de
caza todos los días para que Godoy
visitara los aposentos de la reina en su
ausencia.
19. Curiosidades históricas…
Para mayor discreción y comodidad, el valido
utilizaba un pasadizo secreto. El caso es que, a
pesar de lo claro que parece todo, diversos
indicios inducen a sospechar que quizá el rey
era tan imbécil que ignoraba el asunto del
valido con su mujer, a no ser que pensemos
que era un redomado farsante. En una
ocasión comentó confidencialmente a la
reina:
-¿Sabes lo que murmura la gente? Que a
Manolito lo mantiene una vieja rica y fea.
La correspondencia íntima de la reina con
Godoy está repleta de emotivos detalles,
como corresponde a una pareja romántica.
Le comunica, por ejemplo, que le ha bajado la
regla, «la novedad, mis achaques mensiles».
20. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
Fernando había sido un
joven enfermizo, sin la
fortaleza y el gusto por los
ejercicios físicos de Carlos
IV. Recibió poco afecto de
sus padres, quienes no se
preocuparon de que
tuviese una buena
educación, y creció con
resentimiento por las
atenciones que éstos
reservaban para Godoy,
nombrado sucesivamente
príncipe, generalísimo y
almirante.
21. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
A los dieciocho años lo casaron con María
Antonia de Nápoles, quien decía de su esposo
que “no hace nada, ni lee, ni escribe, ni piensa”
y al que definía como “bueno, pero sin
instrucción ni talento natural, ni tan sólo
despierto”.
22. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
Europa vivía conmocionada por los
acontecimientos de Francia:
La Revolución Francesa provoca horror en
las monarquías absolutistas y una alianza
internacional para derribarla, en la que
interviene España.
El ascenso de Napoleón al poder y su
intento de organización internacional
(un mando único, Francia, como potencia
principal rodeada de reinos satélites), afectan
a toda Europa.
El obstáculo principal a estos planes era
Inglaterra, que encabeza las coaliciones
europeas contra Francia.
23. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
Debido a la política de
Godoy de mantener la
alianza con Francia,
España se vio
involucrada en una serie
de conflictos que no
interesaban a nuestro
país y que acabaron
arruinando a la hacienda
española.
24. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
Para vencerla, Napoleón
va a involucrar a
España, primero uniendo
sus escuadras para destruir
el poderío naval de
Inglaterra, y
posteriormente, haciéndole
intervenir en el bloqueo
continental, guerra europea
que pretende cerrar todos
los puertos europeos al
comercio inglés, hasta
destruir su economía.
25. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
Probablemente la derrota
más grave ocurrió en
1805, en Trafalgar.
Trafalgar supuso la
destrucción de la Armada
española, en una lucha sin
provecho alguno para
España, y el fin de
nuestro país como
potencia naval, haciendo
imposible el
mantenimiento del
imperio de América.
26. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
A finales de 1807, la
situación era caótica:
crisis demográfica,
hambre, subida de
precios, ruina del
comercio, bancarrota de
la hacienda. De todo se
responsabilizaba a Godoy,
pero también a los reyes
Carlos IV y María Luisa
por mantenerlo en el
poder.
27. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
En esta situación, en el
mes de octubre de
1807 Napoleón obliga
a firmar al gobierno
español el Tratado de
Fontainebleau, por el
que España permitía
que un ejército
francés atravesara
territorio español
rumbo a Portugal,
tradicional aliado de
Gran Bretaña que no
cumplía el “bloqueo
continental”
decretado por el
emperador.
28. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
Pero el ejército
francés no cumplió
lo acordado en el
Tratado: ocupó
ciudades que no
estaban en el
camino a Portugal
(Barcelona por
ejemplo)…
29. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
… y los incidentes
con la población
española aumentaban
cada día. De la inicial
curiosidad y simpatía
con que fueron
recibidos los
franceses, pronto se
pasó a la
desconfianza y el
temor.
30. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
Es en estas circunstancias
en las que, siguiendo el
ejemplo de la familia real
portuguesa, Carlos IV
pensó, aconsejado por
Godoy, en pasar a Sevilla
desde donde podría huir
hacia América. En Aranjuez
se produce el motín ya
comentado del que, como
hemos visto, Fernando VII
sale como rey de España.
31. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
El 24 de marzo
Fernando VII entraba
en Madrid en medio
del júbilo general. La
ciudad estaba ya
ocupada por los
franceses.
32. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
Murat se negó a reconocer al nuevo
soberano, por lo que Fernando, que
necesitaba el apoyo de Napoleón,
quien había anunciado que viajaba hacia
España, decidió ir a recibirlo en
persona. Salió de Madrid el 10 de abril
y comprobó que todo el camino estaba
lleno de tropas francesas. El día 19
llegó a Irún y, ante las exigencias de
Napoleón, acabó dirigiéndose a Bayona,
en suelo francés.
33. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
A los pocos días
llegaron también a
Bayona Carlos IV y su
esposa y Godoy.
Tienen lugar
entonces unas
negociaciones
vergonzosas en las
que Napoleón acaba
consiguiendo la
corona de España,
que cede a su
hermano José.
Mientras tanto, en
España, la guerra ya
había comenzado.
34. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
El levantamiento del 2 de
mayo en Madrid comienza
cuando los franceses
disparan contra la
multitud reunida frente al
Palacio Real en un intento
de evitar que los hijos
pequeños de Carlos IV
salieran rumbo a Bayona a
reunirse con sus padres.
35. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
A partir de ahí se
generalizaron las
luchas callejeras y el
levantamiento contra
los franceses; una lucha
en la que
exclusivamente
intervino el pueblo,
mientras las clases
pudientes se escondían
tras los cristales de sus
casas asustadas ante la
acción del populacho.
36. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
La Carga de los
Mamelucos, presenta las
principales
características de la
lucha: profesionales
perfectamente
equipados (los
mamelucos o los
coraceros) frente a una
multitud prácticamente
desarmada; presencia
activa en el combate de
mujeres, algunas de las
cuales pierden incluso la
vida; presencia casi
exclusiva del pueblo.
37. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
El ejército español
permaneció al
margen, y sólo los
capitanes Daoíz y
Velarde tuvieron
el valor de
desobedecer las
órdenes y
sublevar el Parque
de Artillería.
38. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
Al anochecer la
resistencia había
cesado y Murat
pudo publicar su
famoso bando, con
el que iniciaba la
represión y dejaba
claro que a partir
de entonces él era
la máxima
autoridad en la
Península.
39. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
40. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
Si Murat pensaba que una dura
represión sofocaría cualquier intento de
nueva rebelión, se equivocó. La misma
tarde del día 2 el alcalde de Móstoles,
Andrés Torrejón, dictaba su famoso
bando llamando a las armas contra los
franceses. Por todas partes se tomaron
medidas para cumplir el bando de
Móstoles, y entre el día 22 y el 30 de
mayo casi todas las ciudades del
territorio se habían sublevado contra
los franceses.
41. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
El levantamiento generalizado contra los franceses se convirtió en
una prolongada y cruenta guerra de resistencia que duró seis largos
años (1808-1813). La amplia y espontanea participación popular, el
deseo de independencia, la defensa frente al invasor, el entusiasmo
patriótico, el sentimiento antifrancés, la defensa del catolicismo
fueron algunos rasgos que caracterizan la lucha contra los franceses.
42. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
En el desarrollo de los
acontecimientos bélicos
distinguimos las siguientes
fases:
Primera fase: desde mayo de
1808 hasta finales del mismo
año. Abarca los meses
iniciales de la guerra. Las
tropas francesas, dirigidas
por Muraty que sumaban
casi 150.000 hombres, no
son capaces de ocupar el
país con rapidez y fracasan
en sus intentos de
conquistar las ciudades de
Gerona, Zaragoza y Valencia.
43. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
Durante el asedio de Zaragoza, Agustina
llevó a cabo la acción heroica que la hizo
célebre. Habiendo caído heridos o
muertos todos los defensores de la
puerta llamada del Portillo, las tropas
francesas se aprestaron a tomarla al
asalto. Siendo la situación desesperada
Agustina, que formaba parte de un grupo
de mujeres que atendía a los numerosos
heridos, consiguió disparar un cañón
sobre las tropas francesas que corrían
sobre la entrada aparentemente
indefensa. Los asaltantes franceses,
temiendo una emboscada, se batieron en
retirada y nuevos defensores acudieron a
tapar el boquete, defendiéndose la
ciudad una vez más.
44. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
La Batalla de Bailén tuvo lugar en
las proximidades de la localidad
de Bailén (Jaén), el 19 de julio de
1808, y que supuso la primera
victoria española frente a las
tropas francesas en la guerra de
la Independencia. El efecto de la
victoria española en Bailén fue la
desaparición de todo un cuerpo
de ejército de las tropas
invasoras (casi 18.000 hombres
se rindieron), seguida de la salida
del rey José I Bonaparte desde
Madrid, en dirección a Vitoria, si
bien lo más importante sería la
nueva situación estratégica del
conflicto, esto es, la
demostración de que los
franceses no eran invencibles,
con lo cual se modificó desde
entonces todo el planteamiento
del mismo.
45. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
Segunda fase: finales de 1808 y primeros mese de 1809.
Napoleón atravesó la frontera el 4 de noviembre al frente de
sus mejores unidades. Ocupa Burgos, y a pesar de la resistencia
de los españoles en Somosierra …
46. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
… Madrid se rindió el 4 de diciembre de 1808.
47. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
48. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
Napoleón prosiguió su campaña en enero marchando
hacia el Norte para interceptar al ejército inglés.
La persecución llevó
a los ingleses a
Galicia, donde fueron
derrotados y
obligados a
reembarcar hacia
Portugal. Pero
entonces Napoleón
tuvo que abandonar
precipitadamente
España, ante el
inminente estallido
de una nueva guerra
en Austria.
49. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
Tercera fase: de 1809 a 1811. Desde 1809 en adelante la guerra
entra en una fase de desgaste caracterizada por la
imposibilidad para los franceses de dominar el territorio
peninsular y por la hostilidad continua que sufren por parte de
la guerrilla.
50. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
Dada su inferioridad militar ante el ejército invasor, los
españoles adoptaron una novedosa forma de combate, la
guerrilla, grupo formado por antiguos soldados del
ejército español más voluntarios civiles y hasta
bandoleros, que atacaban por sorpresa al enemigo en
acciones rápidas, valiéndose de su conocimiento del
terreno y de la complicidad de la población civil.
51. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
Los franceses dominaron las ciudades,
pero el campo fue patrimonio de las
partidas guerrilleras, extendidas desde
1809 por todo el territorio peninsular.
Los objetivos de la guerrilla solían ser
pequeñas guarniciones de retaguardia,
caravanas de abastecimiento y
soldados rezagados por cansancio o
heridas. Nunca consiguieron los
franceses liquidar las guerrillas, pues se
dispersaban después de cada ataque
en medio de la población civil, cuya
represión indiscriminada no hizo sino
aumentar el apoyo popular a las
cuadrillas.
52. Curiosidades históricas…
Juan Martín Díaz, «el
Empecinado» (1775-1825), es
uno de los personajes más
significativos de la guerra de la
independencia. Como
guerrillero se ganó el respeto
de los generales de la
contienda y la admiración
popular.
53. Curiosidades históricas…
De temprana vocación militar
(participó en la guerra del Rosellón
entre (1793-1795), antes del 2 de
mayo de 1808 ya había luchado
contra intereses franceses y, tras
algunos altercados con autoridades
militares españolas, acabó
combatiendo al mando de varios
miles de guerrilleros, lo que le
permitió poder enfrentarse a las
tropas francesas en campo abierto.
Castilla fue su ámbito más habitual
de actuación.
54. Curiosidades históricas…
Cuando Fernando VII fue repuesto en
el trono de España, regresó a Madrid
del destierro el guerrillero Juan Martín,
“el Empecinado”. El monarca le
presentó a los personajes de la corte:
- Supongo que no conocéis a ninguno, dijo
Fernando VII.
El Empecinado replicó:
- En efecto, señor, no conozco a ninguno
de estos señores. No les he visto tomar
parte en la campaña contra el invasor a
quien al fin hemos echado.
55. Curiosidades históricas…
Convertido en un mito patriótico, sus
convicciones liberales le comportaron
cargos públicos durante el trienio
liberal de 1820-1823 y represalias en
los períodos absolutistas. Después de
haber luchado contra Los cien mil hijos
de San Luis y de un breve exilio en
Portugal, regresó a España, donde fue
detenido por el alcalde de Roa de
Duero (Burgos), encerrado en una jaula
y exhibido en la plaza de la localidad
durante más de un año. Condenado a
la pena capital, murió ahorcado en
1825 con la aprobación personal de
Fernando VII.
56. Curiosidades históricas…
Empecinado era el apodo que se
aplicaba a los habitantes de su
pueblo natal, Castrillo de Duero
(Valladolid), debido a las charcas y
«pecinas» (lodo negruzco de aguas
en descomposición) que existían en
esa zona. Juan Martín Díaz no sólo
aceptó el sobrenombre, sino que
consiguió el permiso para usarlo en
los documentos oficiales. Éste es el
origen etimológico del verbo
empecinarse que usamos como
sinónimo de obstinarse.
57. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
Goya fue un testigo
excepcional de la Guerra. Este
conflicto influyó en su pintura,
que pasó de mostrar un estilo
amable a reflejar una visión
sombría de la vida. En 1810
realizó su serie de grabados
Los desastres de la guerra, un
devastador relato pictórico
sobre la sinrazón de la
violencia. Este es sin duda el
mejo reportaje gráfico sobre
la Guerra de la Independencia.
58. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
Escenas que representan la brutalidad y la violencia
desatada por los franceses contra la población civil, sobre
todo contra las mujeres, víctima en este caso de la guerra.
59. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
Asalto guerrillero a una
patrulla francesa. La
violencia inaudita contra
el invasor queda patente
en este grabado. Aunque
aquí los franceses llevan
la peor parte. El grabado
es una protesta ante la
violencia sin sentido.
60. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
La reacción francesa ante
el ataque de la guerrilla
no tiene otro fin que el
escarmiento. El
anonimato de la guerrilla
y la imposibilidad de
identificar a los
responsables del asalto al
ejército francés hace que
la represión sea ciega.
61. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
Los franceses responden a
los ataques guerrilleros
con una represión ciega e
indiscriminada. El grabado
vuelve a evidenciar la
inhumanidad de la guerra
y su crudeza con el gesto
del soldado que empuja el
hombro del ahorcado,
cuyo gesto resume todo el
horror y la violencia de la
guerra.
62. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
Las mujeres no sólo
víctimas de la guerra.
Ellas mismas pueden ser
fieras. La figura de la
mujer, que con el niño a
la cintura, atraviesa con
garrocha a un soldado
francés es bien expresiva.
La guerra es capaz de
convertir a las mujeres
(a cualquiera) en fieras
sanguinarias.
63. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
En 1810 la guerra cambia de
signo. A finales de 1809 los
franceses derrotan a un ejército
español en Ocaña que intentaba
liberar Madrid. A comienzos de
1810, se lanzan a la conquista
de Andalucía. La campaña de
Soult fue rapidísima, obligando a
la Junta Central a trasladarse
precipitadamente a Cádiz. Allí, la
llegada de refuerzos de Portugal
y el control del acceso
marítimo por la escuadra
inglesa permitió a la ciudad
resistir las acometidas
francesas. Pero el resto de
Andalucía pasó a estar bajo
control de José I. 1810 marcó,
así, el apogeo francés en España.
64. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
Fase final: durante los años
1812 y 1813. A partir de ahí
comienza el declive francés.
En marzo de 1811 los
franceses abandonaron
Portugal. En 1812
Wellington avanzó por el
Sur, reconquistando Badajoz
en marzo, y Salamanca, en
junio y un mes después tuvo
lugar la batalla de Los
Arapiles, en la que la victoria
inglesa abrió el camino hacia
Madrid. José I huyó hacía
Valencia, aunque aún pudo
reorganizar sus tropas y
contraatacar, volviendo a
Madrid el 3 de noviembre.
65. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
Wellington fue el comandante de las tropas
inglesas en la península y jugó un papel
decisivo en la derrota francesa. Se
caracterizó por saber esperar y no
precipitarse en dar batallas inútiles contra
un ejército muy superior como era el
napoleónico. Utilizando Portugal como
base de operaciones, golpeaba en el
momento justo y se retiraba después a
esperar las acometidas de los franceses.
66. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
Tras el desastre de Rusia,
Napoleón volvió a retirar
otros 100.000 hombres
para asegurar la defensa
de Francia, dejando apenas
otros 100.000 contra los
casi 200.000 del ejército
hispano-inglés. En mayo de
1813 Wellington
emprendió la ofensiva
final, y días después José I
abandonaba
definitivamente Madrid. El
21 de junio la batalla de
Vitoria consumó la
derrota francesa, y obligó
a José I a cruzar la
frontera.
67. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
Los españoles reaccionaron de manera
diferente ante el hecho consumado de la
invasión francesa. La mayoría de la
población, perteneciente a distintos
grupos sociales y opciones ideológicas
(tanto ilustrada como liberal), se opuso a
la ocupación y participó más o menos
activamente en las luchas contra el
ejército napoleónico. Pero una minoría
aceptó colaborar con las nuevas
autoridades: fueron los “afrancesados”.
68. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
Sus motivos fueron variados: desde los que pensaban que toda resistencia
era inútil, hasta los que vieron en el cambio dinástico la oportunidad para
emprender las reformas que España necesitaba, sin olvidar, desde luego, los
ambiciosos y oportunistas, que actuaron movidos por su interés en el
dinero o en la posibilidad de ocupar altos cargos en la nueva
administración.
69. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
El nuevo régimen político monárquico de José I
Bonaparte quedó diseñado -en teoría- por el denominado
Estatuto de Bayona, que fue elaborado por el entorno de
Napoleón y promulgado en esa ciudad francesa en julio
de 1808.
70. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
En realidad, José I fue un
monarca siempre itinerante,
obligado a viajar
continuamente dependiendo
del desarrollo de las
operaciones militares, débil y
falto de autoridad, que nunca
logró ejercer el gobierno
efectivo de España porque las
decisiones más importantes
siempre las tomó su hermano
Napoleón.
71. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
JOSÉ I BONAPARTE (1768-1844)
era el hermano mayor de
Napoleón, quien lo eligió para
ceñir la Corona de España. La
derrota de Bailen y la posterior
entrada del propio Napoleón en
España determinaron que no
asumiera el gobierno efectivo
hasta 1809. Intentó impulsar una
legislación reformista, anticlerical
y antinobiliaria, pero su condición
de rey impuesto, las continuas
interferencias de su hermano y de
sus generales y la ocupación
militar francesa impidieron que
consiguiera un apoyo social
importante.
72. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
El 25 de mayo Napoleón dirigió a
los españoles una proclama en la
que exponía sus deseos
reformadores: “Vuestra monarquía
es vieja; mi misión se dirige a
renovarla, mejoraré vuestras
instituciones y os haré gozar de
los beneficios de una reforma, sin
que experimentéis quebrantos,
desórdenes, ni convulsiones”. La
ilustración muestra claramente lo
que pensaron los españoles de
estas pretensiones reformistas.
73. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
La división provincial
de José I
74. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
De igual forma, José I nunca contó con el beneplácito popular
que pronto buscó un apodo para el monarca extranjero: “Pepe
Botella”. En Madrid será también conocido por "Pepe
Plazuelas" debido a su política constructiva, encaminada a
hacer de la capital una ciudad de perfecto diseño urbanístico.
75. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
Ya viene por la ronda
José I
con un ojo postizo
y el otro huero
Ya se fue por las ventas
el rey Pepino
con un par de botellas
para el camino
Pepe botella
baja al despacho
no puedo ahora
que estoy borracho
76. 1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA
La mayoría de los españoles, por tanto, no vieron a
Napoleón como un reformador, sino como un
conquistador, y se opusieron, con más o menos
intensidad, a la invasión francesa. El problema que se
encontraron estos españoles fue la ausencia de una
autoridad legítima, el “vacío de poder”: Carlos IV y
Fernando VII habían renunciado al trono y se encontraban
en Francia; José I Bonaparte era un rey francés; y las
instituciones a las que Fernando había encomendado el
gobierno cuando salió en dirección a Bayona, la Junta de
gobierno y el Consejo de Castilla, aceptaron lo sucedido
en esta ciudad (las “abdicaciones de Bayona”) y se
dispusieron a colaborar con José I.
77. 2. LA REV. LIBERAL: LAS CORTES DE
CÁDIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812
Es en esta situación de
ausencia de poder, cuando los
españoles se deciden a crear
sus propias instituciones de
gobierno. Surgen así por todo
el país Juntas locales primero,
luego provinciales, integradas
por miembros de las clases
privilegiadas y de la jerarquía
eclesiástica, que no aspiraba a
otro objetivo que el de la
restauración de Fernando VII,
pero junto a ellos había
también otros hombres
nuevos, partidarios de una
reforma del estado.
78. 2. LA REV. LIBERAL: LAS CORTES DE
CÁDIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812
79. 2. LA REV. LIBERAL: LAS CORTES DE
CÁDIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812
Pronto se hizo evidente el grave problema de la inexistencia de una
dirección política unificada que pudiera coordinar la lucha. Por esta
razón se creó una Junta Suprema Central, que se instaló en Aranjuez
el 25 de septiembre de 1808. Rápidamente se adoptaron dos tipos
de medidas: las encaminadas a organizar la resistencia (mando
militar, organización de cuerpos de ejército, fondos, conexión con
mando portugués e inglés, suministros, etc.) y las dirigidas a la
reorganización política.
80. 2. LA REV. LIBERAL: LAS CORTES DE
CÁDIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812
Acosada por los desastres militares,
la Junta hubo de retirarse a Sevilla y
ceder el poder, a finales del mes de
enero de 1810, a una regencia
compuesta por cinco miembros.
Antes de disolverse, sin embargo, la
Junta dejó en marcha la
convocatoria de Cortes, que la
regencia respetó, y que acabaron
reunidas en Cádiz, única ciudad no
controlada por los franceses
después de las campañas de 1810.
81. 2. LA REV. LIBERAL: LAS CORTES DE
CÁDIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812
En la mañana del 24 de
septiembre de 1810 las
«cortes extraordinarias de
todos los reinos y dominios
de España» abrieron sus
sesiones en un teatro de la
isla de León (San Fernando).
No conocemos con exactitud
las características de los
diputados. Sabemos que a la
disolución de las Cortes, su
número ascendía a 223, de los
cuales 90 eran clérigos, 56
abogados y 39 militares, y tan
sólo ocho comerciantes.
82. 2. LA REV. LIBERAL: LAS CORTES DE
CÁDIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812
En el momento que refleja la presente gráfica, la suma total
es 296. Aunque es la situación momentánea de una sesión es
representativa de todo el período. El máximo de 308
diputados no se alcanzó en ninguna sesión. Cuando llegó la
disolución de las Cortes, el 14-septiembre-1813, reunidas ya
no en Cádiz, sino en Madrid, sólo había 223 diputados.
83. 2. LA REV. LIBERAL: LAS CORTES DE
CÁDIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812
Diego Muñoz
Torrero
Conde de
Toreno
Agustín
Argüelles
84. 2. LA REV. LIBERAL: LAS CORTES DE
CÁDIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812
Más difícil es intentar agruparlos en “partidos”, que no
existían en la época. Pronto, sin embargo, se hizo evidente
la profunda división que existía entre los que sólo querían
apuntalar el viejo edificio del Antiguo Régimen, los que no
querían cambiar nada, los inmovilistas, los absolutistas o
“serviles” y aquellos que se empeñaron en poner en
marcha una reforma a fondo del país, los denominados
“liberales”, defensores del liberalismo, ideología heredera
de la ilustración, que procedente de Francia había llegado
a España en los últimos años del siglo XVIII.
85. 2. LA REV. LIBERAL: LAS CORTES DE
CÁDIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812
JOVELLANISTAS
(INTERMEDIO)
INMOVILISTAS LIBERALES
ABSOLUTISTAS “DOCEAÑISTAS”
Renovadores Innovadores
Conservadores
86. 2. LA REV. LIBERAL: LAS CORTES DE
CÁDIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812
Los absolutistas o inmovilistas:
Forman el partido conservador.
Son defensores de la soberanía real y de la
sociedad estamental.
Defienden el Antiguo Régimen en el que el Rey
puede disponer libremente sin necesidad de
consultar a la nación.
Por lo tanto:
El Rey en su trono.
Los franceses en las fronteras y
El altar en su antiguo esplendor.
87. 2. LA REV. LIBERAL: LAS CORTES DE
CÁDIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812
Los jovellanistas:
Son antiguos reformistas y piensan que hay una
necesidad de reformas, pero respetando elementos del
Antiguo Régimen (son un freno revolucionario).
Coincidían con los afrancesados en proclamar
necesidad de reformas sin revolución, pero no
aceptaban las renuncias de Bayona y por tanto no
admitían a Napoleón y a José I.
Pensaban que una nación es una formación histórica, en
la cual cada generación debe tener en cuenta la labor
de la anterior y que el país contaba con una
constitución, formada por las leyes tradicionales.
Como modelo de sistema político, tomaban el de Gran
Bretaña y consideraban la necesidad de independencia
poder judicial, así como la intervención de las
Cortes (constituidas por los tres estamentos
tradicionales),en el gobierno y en la labor legislativa.
88. 2. LA REV. LIBERAL: LAS CORTES DE
CÁDIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812
Los liberales:
Pretenden un cambio total revolucionario:
Soberanía nacional.
Sociedad de clases con predominio de la burguesía y
La promulgación de una Constitución.
Coincidían con los jovellanistas en luchar contra el
“usurpador” Napoleón pero defendían muchas de las
ideas de la Revolución Francesa que el propio Napoleón
estaba extendiendo por Europa y en este sentido eran
partidarios del unicameralismo que los separaba de
aquellos.
Como los jovellanistas, los liberales pertenecían a la
intelectualidad y a la burguesía media, y aunque no
marginaban totalmente las tradiciones políticas hispánicas,
consideraban imprescindible recoger las bases de la
reforma en una Constitución escrita.
89. 2. LA REV. LIBERAL: LAS CORTES DE
CÁDIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812
90. 2. LA REV. LIBERAL: LAS CORTES DE
CÁDIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812
No había nada previsto acerca de
los asuntos sobre los que ocuparse,
cuando Diego Muñoz Torrero, un
sacerdote extremeño que había
sido rector de la Universidad de
Salamanca, se levantó a hablar, y
«expuso cuan conveniente sería
decretar que las cortes generales y
extraordinarias estaban
legítimamente instaladas: que en
ellas reside la soberanía; que
convenía dividir los tres poderes,
legislativo, ejecutivo y judicial…».
Aceptado este planteamiento, que
daba a las cortes las facultades del
poder legislativo, comenzaron su
labor.
91. 2. LA REV. LIBERAL: LAS CORTES DE
CÁDIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812
A lo largo de las discusiones en las
diferentes sesiones de las Cortes,
se impondrá la mayoría
liberal.
A todos les une la defensa de la
patria y los derechos de Fernando.
92. 2. LA REV. LIBERAL: LAS CORTES DE
CÁDIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812
En 1812 se completaba la primera constitución española. La
llamada Constitución de Cádiz era un texto muy extenso,
meticuloso, que fijaba con detalle todos los aspectos que los
diputados consideraron esenciales. Tenía 384 artículos,
agrupados en diez títulos. Se promulgó el 19 de marzo de
1812, en conmemoración de la fecha en que Fernando había
subido al trono.
93. 2. LA REV. LIBERAL: LAS CORTES DE
CÁDIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812
94. 2. LA REV. LIBERAL: LAS CORTES DE
CÁDIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812
95. 2. LA REV. LIBERAL: LAS CORTES DE
CÁDIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812
Estos son los rasgos principales de la
Constitución:
Soberanía nacional. El poder reside en la
nación, idea opuesta a la soberanía
monárquica.
División de Poderes.
Poder legislativo: Cortes Unicamerales.
Poder judicial: tribunales.
Poder ejecutivo: Rey, pero con importantes
limitaciones:
Sus órdenes deben ir validadas por la firma del
Ministro correspondiente.
No puede disolver las Cortes .
Veto suspensivo transitorio durante dos años, tras
ello la decisión de las Cortes se convierte en ley.
Nombra a los ministros, pero estos deben ser
refrendados por las Cortes (“doble confianza”).
96. 2. LA REV. LIBERAL: LAS CORTES DE
CÁDIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812
Estos son los rasgos principales de la
Constitución:
Nuevo derecho de representación. La
nación ejerce su soberanía mediante sus
representantes en Cortes.
Complicado procedimiento electoral por
sufragio universal masculino indirecto
en cuarto grado. Derecho de voto: todos
los hombres mayores de 25 años, que
elegían a unos compromisarios que a su vez
elegían a los diputados.
Igualdad de los ciudadanos ante la ley.
Esto supuso el fin de los privilegios
estamentales.
97. 2. LA REV. LIBERAL: LAS CORTES DE
CÁDIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812
Estos son los rasgos principales de la
Constitución:
Se omite toda referencia a los territorios
con fueros, lo que equivalía a su no
reconocimiento. No obstante, los regímenes
forales de las provincias vascas y de Navarra no
se derogaron explícitamente.
Reconocimiento de derechos individuales: a
la educación, libertad de imprenta, inviolabilidad
del domicilio, a la libertad y a la propiedad.
El catolicismo es la única confesión
religiosa permitida. La necesidad de contar
con la colaboración del clero en la lucha contra
los franceses explica este rasgo intolerante que
choca con el espíritu avanzado de la
constitución.
98. 2. LA REV. LIBERAL: LAS CORTES DE
CÁDIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812
La Constitución se
completó con una
importante legislación
ordinaria: abolición de
la Inquisición, libertad
de imprenta, supresión
del régimen señorial,
eliminación de los
gremios, de La Mesta,
libertad de comercio,
de trabajo, de
fabricación…
99. Sabías que…
A comienzos del siglo XIX, el territorio
actual de Castilla-La Mancha se vio
afectado por la Guerra de la
Independencia, que contribuyó a acentuar
el retraso socio-económico que la región
arrastraba desde el siglo XVII.
Tras la invasión francesa y los hechos del 2
de mayo de 1808 en Madrid se constituyó
en estas tierras la Junta de La Mancha,
con el fin de defender los territorios
españoles del ejército ocupante. A su paso
hacia Andalucía, los franceses saquearon
Toledo, Cuenca, Albacete, Talavera y otras
ciudades castellano-manchegas.
100. Sabías que…
En 1809 se libraron diversas batallas contra los
franceses: en Uclés (Cuenca), con graves
pérdidas para los españoles, en Talavera
(Toledo), donde el ejército francés fue
derrotado gracias al apoyo inglés, y en
Almonacid y Ocaña (ambas en Toledo), en
que ganaron los franceses, lo cual dio a
Napoleón el control del área central
peninsular y le permitió avanzar hacia el Sur.
La actividad guerrillera fue constante en el
territorio castellano-manchego. Destacaron las
acciones dirigidas por Juan Martínez, el
Empecinado, en Guadalajara y Cuenca, y las de
Francisco Abad, conocido como Chaleco, en la
provincia de La Mancha (que desapareció en
1833 con la formación de la de Ciudad Real).
101. Sabías que…
Castilla-La Mancha quedó en manos
francesas. Cuenca, Ciudad Real, Toledo y
Guadalajara pasaron a ser prefecturas
(divisiones administrativas), y Albacete, que
formaba parte de Murcia, se convirtió en
una de sus dos subprefecturas. A partir de
1812 en la fase final de la guerra, las tropas
francesas abandonaron Castilla-La Mancha.
La Constitución de 1812 contemplaba
medidas muy beneficiosas para una región
agrícola como la castellano-manchega.
102. 3. EL REINADO DE FERNANDO VII (1814-
1833)
Fernando VII había sido
reconocido como Rey pero
apenas pudo reinar un mes ya
que se vio obligado a abdicar
junto con su padre, Carlos IV, en
Bayona. En 1814 comenzará su
reinado efectivo . Es recibido con
gran entusiasmo, “el deseado”, en
marzo de este año.
103. Curiosidades históricas
… El príncipe Fernando despreciaba a su padre y
odiaba a su madre y a Godoy. ¿Por celos o por
ambición de reinar? El caso es que, en su impaciencia
por heredar el trono, se enredó en tratos secretos
con los ingleses y preparó un golpe de Estado contra
su padre. Cuando lo descubrieron, imploró el perdón
paterno y, para demostrar la sinceridad de su
arrepentimiento, delató a sus partidarios. El buenazo
del rey lo perdonó.
Ya eran más de cien mil los soldados franceses
acantonados en lugares estratégicos de España con el
pretexto de ocupar Portugal. Había que ser muy lerdo
para no advertir que Napoleón pretendía adueñarse
del país. El plan del corso, según luego se supo,
consistía en trasladar la frontera francesa al río Ebro y
compensar a España de su pérdida con un trozo de
Portugal.
104. Curiosidades históricas
Godoy, alarmado por las tropas francesas que seguían
entrando en España, ya sin las formalidades del
principio les vio las orejas al lobo y decidió enviar a
los reyes a Sevilla, por si había que ponerlos a salvo en
el extranjero. Agitadores a sueldo de Fernando, o vaya
usted a saber de quién, soliviantaron a la plebe para
que se amotinara e impidiera a los reyes abandonar su
residencia en el Real Sitio de Aranjuez. Este "motín de
Aranjuez" culminó con el asalto y saqueo de la casa de
Godoy por el populacho o por el pueblo en armas,
según se mire. El príncipe de la Paz, trémulo, se había
ocultado un desván, detrás de la alfombra. Lo
descubrieron y se salvó del linchamiento por los
pelos, rescatado en el último momento por sus
guardias de Corps. Carlos IV, aterrorizado, abdicó en
su hijo Fernando, pero el amo virtual de España, el
general francés Murat, lo obligó a firmar un decreto
en el que anulaba su abdicación y recuperaba el poder.
Es que Napoleón tenía otros planes.
105. Curiosidades históricas
El francés convocó en Bayona a la familia real. El
rey, la reina, el príncipe y Godoy comparecieron
prestamente abyectos y serviles, y representaron
de buena gana la vergonzosa comedia que
Napoleón les iba dictando: Fernando abdicaba en
su padre; Carlos IV abdicaba en Napoleón, y éste,
a su vez, traspasaba la corona de España a su
hermano José Bonaparte.
El asunto parecía discurrir según el guión
preparado por el corso cuando en Madrid surgió
un imprevisto que lo echó todo a rodar. Cuando
las tropas francesas sacaban del palacio real al
infante Francisco de Paula para llevarlo a Francia
estalló un motín popular. Era el dos de Mayo de
1809, el Dos de Mayo famoso…
106. Curiosidades históricas
… Mientras España se desgarraba, Fernando
VII, su hermano y su tío, con un nutrido
séquito de amigos y servidores, vivían por
cuenta de Napoleón en el castillo de
Valencay. Allí, el futuro rey de España
entretenía sus ocios bordando y jugando al
billar y a la lotería. También seguía, por la
prensa y el correo, la marcha de la guerra de
la Independencia y felicitaba a Napoleón por
sus victorias sobre los españoles. Esto da
idea de la catadura moral del individuo. Años
después, Napoleón, en su meditativo exilio,
se lamentaría de haberlo retenido en Francia:
tenía que haberlo dejado en libertad para
que todo el mundo supiese cómo era y
desengañar a sus partidarios.
107. 3. EL REINADO DE FERNANDO VII (1814-
1833)
El reinado de Fernando VII, durante
sus casi 20 años de duración, supuso
un continuo enfrentamiento entre
los absolutistas, con el propio rey a
la cabeza, y los liberales, lo que
retrasó el asentamiento del Estado
liberal en España y su consolidación,
además de condicionar sus aspectos
definitivos. Esta alternancia supone
que se pueden establecer diversas
etapas de gobierno, según el
predominio ideológico fuera
absolutista o liberal.
108. 3. EL REINADO DE FERNANDO VII (1814-
1833)
En diciembre de 1813
Napoleón firmaba con
Fernando VII el Tratado de
Valençay, por el que este
recuperaba en trono español
y de las Indias, además de
comprometerse de respetar
a los afrancesados, pasar una
pensión vitalicia a sus padres
y firmar un tratado comercial
con Francia. Mientras, las
Cortes, ya en Madrid,
aguardaban el regreso del rey
para que jurara la
Constitución, condición sine
quanon para reconocerlo
como rey y reconocer el
Tratado de Valençay.
109. 3. EL REINADO DE FERNANDO VII (1814-
1833)
Es restituido en la corona
española por parte de Napoleón
y su vuelta preparada por el
Consejo de Regencia, con un
itinerario que el Rey no cumplió.
110. 3.1. El Sexenio Absolutista (1814-1820)
Una vez terminada la guerra, Fernando VII cruzaba la
frontera y se dirigía a Valencia en medio del fervor
popular. Mientras, en Madrid, las Cortes lo esperaban para
que jurase la Constitución y aceptase el nuevo régimen
liberal.
111. 3.1. El Sexenio Absolutista (1814-1820)
Pero las circunstancias no favorecían a los liberales. En
Europa, las potencias vencedoras de Napoleón,
gobernadas por reyes absolutos, acordaron “restaurar” el
antiguo régimen y erradicar el liberalismo de todos los
rincones del continente europeo.
112. 3.1. El Sexenio Absolutista (1814-1820)
Es un intento de aniquilar la ideología y realizaciones
revolucionarias, una vuelta a la tradición.
Para mantener el Antiguo Régimen se utilizan nuevos
postulados de gobierno:
La represión en el interior
La ayuda mutua internacional para extinguir cualquier
intento revolucionario.
113. 3.1. El Sexenio Absolutista (1814-1820)
Se forma una alianza de
monarcas cristianos
absolutistas la Santa
Alianza y un mecanismo
internacional (“el sistema
de Congresos”) que
puede intervenir con
expediciones armadas en
las naciones en que surjan
brotes revolucionarios.
En este ambiente
reaccionario y
contrarrevolucionario
europeo se encuadra la
reacción española dirigida
por Fernando VII.
114. 3.1. El Sexenio Absolutista (1814-1820)
En España, Fernando no estaba
dispuesto a renunciar a sus
prerrogativas de rey absoluto, y para
ello contaba además con el apoyo
de amplios sectores de la sociedad:
diputados, oficiales del ejército,
Iglesia, campesinos.
115. 3.1. El Sexenio Absolutista (1814-1820)
Su regreso es esperado por
todos los grupos sociales,
aunque no con los mismos
intereses ya que los liberales
esperan un rey constitucional
y los absolutistas un soberano
absoluto.
116. 3.1. El Sexenio Absolutista (1814-1820)
Conocedor de la ignorancia del pueblo español sobre el
funcionamiento de las Cortes de Cádiz y aprovechando
ese entusiasmo con que le reciben, pretende gobernar
como siempre, apoyado por:
El “Manifiesto de los Persas”.
Golpe de Estado del general Elio.
117. 3.1. El Sexenio Absolutista (1814-1820)
Los absolutistas suscribirán
un manifiesto “Manifiesto de
los Persas” (12 abril de
1814) en el que pedirán al
Rey la restauración del
Antiguo Régimen.
Pedían el restablecimiento de
la Monarquía absoluta, la
anulación de todo lo hecho
por las Cortes y la
convocatoria de Cortes
estamentales.
118. 3.1. El Sexenio Absolutista (1814-1820)
Ejército del general Elio da
un golpe de estado para
suprimir la Constitución y la
obra de las Cortes de Cádiz.
El 17 de abril, el general Elio
invita al monarca a recobrar
sus derechos, poniendo sus
tropas a disposición del
monarca y realizando el que
es probablemente el primer
pronunciamiento de la
historia moderna de España.
119. 3.1. El Sexenio Absolutista (1814-1820)
En estas circunstancias, Fernando
VII -a pesar de su carácter
siempre indeciso, inseguro y
corto de valor- tardó sólo dos
meses en restablecer el
absolutismo mediante un
decreto (4 de mayo de 1814)
que anulaba todas las leyes
aprobadas por las Cortes de
Cádiz y suprimía la Constitución
de 1812. De esta forma, el rey
recuperó todos los poderes,
disolvió las Cortes e impuso el
retorno al Antiguo Régimen.
120. 3.1. El Sexenio Absolutista (1814-1820)
Pero el intento de
instaurar en 1814 el
régimen que se había
hundido en 1808, era
insensato. La guerra
había dejado la economía
del país arruinada, una
situación financiera
caótica, y cambios
sociales difíciles de
ignorar.
121. 3.1. El Sexenio Absolutista (1814-1820)
El rey Fernando VII y su gobierno
tuvieron que hacer frente, sin
embargo, a un objetivo imposible:
rehacer un país destrozado
por la guerra, con la agricultura
deshecha, el comercio paralizado,
las finanzas en bancarrota y
todas las colonias en pie de
guerra por su independencia, y
ello con los viejos métodos del
Antiguo Régimen.
122. 3.1. El Sexenio Absolutista (1814-1820)
La inestabilidad política fue constante:
en estos años desfilaron por el
gobierno hasta treinta ministros
distintos, nueve de ellos tan sólo en
Hacienda. La razón no era sólo su
mediocridad. Sus pretensiones de
prolongar la existencia íntegra y sin
modificaciones del viejo y agotado
sistema del Antiguo Régimen resultaba
inviable y únicamente agravó las
dificultades.
123. 3.1. El Sexenio Absolutista (1814-1820)
Los partidarios del absolutismo
aprovecharon el regreso de Fernando
VII para deshacerse de sus enemigos
políticos porque, como decía un
periódico antiliberal, «el cuerpo de la
nación tiene muchos miembros podridos y
es necesario cortarlos sin compasión». Por
ello, el rey desató una dura represión
política al ordenar la detención y
encarcelamiento, bajo la acusación de
traición, de los diputados liberales y de
todos los simpatizantes de esa
ideología. Lo mismo ocurrió con los
afrancesados, que se vieron forzados a
huir del país.
124. 3.1. El Sexenio Absolutista (1814-1820)
A pesar de las persecuciones y del
escaso apoyo de la población, los
liberales, respaldados por bastantes
jóvenes oficiales dentro del Ejército,
no dejaron de conspirar en la
clandestinidad para hacerse con el
poder e imponer sus ideas. Desde
1814, se repitieron los
levantamientos armados con el
propósito de arrebatar el poder
absoluto a Fernando VII. Todas las
sublevaciones, encabezadas por
jóvenes militares liberales que habían
ascendido con rapidez durante los
años de la guerra de Independencia
fracasaron. Así ocurrió con el general
Francisco Espoz y Mina (en 1814)….
125. 3.1. El Sexenio Absolutista (1814-1820)
… con el general Juan Díaz Porlier (que
contaba sólo con 1.000 soldados y fue
ejecutado en 1815), con el general Luís
de Lacy (fusilado en 1817)…
126. 3.1. El Sexenio Absolutista (1814-1820)
… con el general Juan Van Halen
(descubierto y arrestado en
1818) y con el coronel Joaquín
Vidal (detenido y ejecutado en
1819).
Nuevamente, en enero de 1820,
el teniente coronel Rafael Riego
intentó otro golpe de Estado al
frente de un destacamento de
tropas que se encontraba
acampado en las proximidades
de Sevilla y Cádiz a la espera de
ser embarcado hacia Argentina
para combatir contra los
independentistas
hispanoamericanos.
127. 3.1. El Sexenio Absolutista (1814-1820)
Con la ayuda de Juan
Álvarez Mendizábal, el
1 de enero de 1820
Rafael del Riego
reunió un ejército e
intentó tomar Cádiz.
A pesar de su fracaso,
las revueltas en el
resto e España
forzaron a Fernando
VII a restaurar la
Constitución de 1812.
grabado del siglo XIX.
Colección particular,
Madrid.
128. 3.1. El Sexenio Absolutista (1814-1820)
Proclama de Rafael del Riego
(1820)
“España está viviendo a merced de
un poder arbitrario y absoluto,
ejercido sin el menor respeto a las
leyes fundamentales de la Nación. El
rey, que debe su trono a cuantos
lucharon en la guerra de
Independencia, no ha jurado, sin
embargo, la Constitución […]
Es necesario, para que España se
salve, que el rey jure y respete esta
Constitución de 1812, afirmación
legítima y civil de los derechos y
deberes de los españoles, de todos
los españoles, desde el rey al último
labrador.”
129. 3.1. El Sexenio Absolutista (1814-1820)
Otros liberales militares y civiles se sumaron a la rebelión iniciada
por Riego en Andalucía y el movimiento revolucionario se fue
extendiendo lentamente a lo largo de las semanas siguientes por
Galicia, Asturias, Murcia, Aragón, Cataluña y Navarra. Las tropas
afines al rey fueron incapaces de reaccionar y el Palacio Real de
Madrid llegó a ser asaltado por los liberales para presionar al
monarca y vencer sus últimas resistencias.
130. 3.2. El Trienio Liberal o Constitucional
(1820-1823)
Consciente de su debilidad,
Fernando VII aceptó el 7
de marzo la Constitución
de 1812, la juró el día 9 y
el 10 publicó un manifiesto
en que afirmaba:
“Marchemos francamente, y
yo el primero, por la senda
constitucional”.
131. 3.2. El Trienio Liberal o Constitucional
(1820-1823)
La etapa que va de 1820 a
1823 significó la primera
oportunidad real de poner
en práctica las reformas
políticas publicadas por las
cortes entre 1810 y 1814,
y sirvió, por ello, para
mostrar las limitaciones y
dificultades de este
proyecto que pretendía
transformar la sociedad
española sin perjudicar los
intereses de la nobleza
latifundista.
132. 3.2. El Trienio Liberal o Constitucional
(1820-1823)
Con los liberales en el
poder se restableció de
nuevo la Constitución de
1812, y con ella las
libertades individuales de
asociación, de reunión, de
opinión y de prensa.
Regresaron los liberales
desterrados, se liberó a los
que estaban encarcelados y
se convocaron las Cortes.
España volvía a ser una
monarquía constitucional.
133. 3.2. El Trienio Liberal o Constitucional
(1820-1823)
Además se aprobaron otras
medidas: se promulgó el
primer Código Penal
moderno; se abolieron las
aduanas interiores; se
concedió la libertad de
industria y se abolieron los
gremios; se puso en marcha
la desamortización de
algunos bienes eclesiásticos;
se abolieron de nuevo los
señoríos, así como la
Inquisición; se suprimieron
los mayorazgos; se
estableció por primera vez
la enseñanza pública y
gratuita; La Milicia Nacional
fue reintroducida.
134. 3.2. El Trienio Liberal o Constitucional
(1820-1823)
Durante el breve periodo del trienio
existió siempre una fuerte tensión entre el
rey Fernando VII y los nuevos gobernantes
liberales, muchos de los cuales habían sido
encarcelados años antes por decisión del
monarca. Fernando VII intentó
continuamente bloquear y entorpecer
como pudo las reformas, mientras que los
liberales obligaron en ocasiones al rey a
firmar las leyes bajo amenazas. Además,
Fernando VII mantuvo, desde 1821,
contactos secretos con los monarcas
absolutistas de la Santa Alianza solicitando
su ayuda para recuperar el poder pleno.
135. 3.2. El Trienio Liberal o Constitucional
(1820-1823)
La crisis económica
continuó agravándose. El
endeudamiento estatal
continuó creciendo. Los
planes de los gobiernos
liberales, que confiaban en
los efectos positivos de la
liberalización económica
para generar mayor
desarrollo y riqueza, no se
cumplieron. El
descontento aumentó.
136. 3.2. El Trienio Liberal o Constitucional
(1820-1823)
Entre los mismos liberales
aumentaron las
discrepancias. Pronto
surgió entre ellos una
división entre quienes
proponían una política
reformista moderada, que
fueron denominados
“doceañistas”, y un núcleo
avanzado que quería ir
más allá, los “exaltados”.
137. 3.2. El Trienio Liberal o Constitucional
(1820-1823)
Los moderados o “doceañistas”
habían contribuido en la
elaboración de la Constitución de
1812.
Pretenden llevar a cabo reformas
pausadas, prudentes (apoyo de la
burguesía y parte de la nobleza).
Eran partidarios de la monarquía.
Querían la modificación de la
Constitución de 1812 ( muy radical
para el momento).
Tenían una tendencia elitista
(deseaban la libertad por encima de
la igualdad).
138. 3.2. El Trienio Liberal o Constitucional
(1820-1823)
Los “exaltados” o veinteañistas eran los
promotores de la sublevación de 1820:
Pretendían acelerar las reformas
inmediatamente para acabar con el
Antiguo Régimen.
Eran partidarios de la monarquía pero que
reconociera la soberanía nacional.
Defienden la Constitución de 1812.
Se les puede calificar de “demagogos”
porque insistían en la igualdad (aunque
siguen reconociendo la monarquía).
139. 3.2. El Trienio Liberal o Constitucional
(1820-1823)
La legislación sobre
asuntos religiosos,
endureció aún más la
hostilidad y la propaganda
antiliberal y
anticonstitucional del clero
católico. En 1823, varios
obispos se vieron
obligados a expatriarse y
las relaciones del gobierno
con el Vaticano quedaron
completamente rotas.
140. 3.2. El Trienio Liberal o Constitucional
(1820-1823)
Los absolutistas
también se
reorganizaron y en
sus intentos de
expulsar a los
liberales del país
organizaron
sublevaciones (como
la de la Guardia Real
de 1822)…
141. 3.2. El Trienio Liberal o Constitucional
(1820-1823)
… y partidas guerrilleras, que tuvieron cierta fuerza en
Cataluña, donde llegaron a ocupar la ciudad de Seo de
Urgel.
142. 3.2. El Trienio Liberal o Constitucional
(1820-1823)
Las guerrillas vienen promovidas por el golpe
de Estado de julio de 1822, en el que los
liberales exaltados se hacen con el poder,
creando en agosto de 1822 la Regencia
absolutista de Urgel, compuesta por:
Bernardo Balmozo, redactor del Manifiesto de los
Persas.
El Arzobispo de Tarragona.
El Barón de Eroles, guerrillero en la Independencia.
La Regencia de Urgel publica un manifiesto en
el que declaran: “también nosotros queremos
Constitución”, quieren unas Cortes
representativas. Eran
tradicionalistas-reformistas.
143. 3.2. El Trienio Liberal o Constitucional
(1820-1823)
No fue la presión de
estas guerrillas
«apostólicas» la que
puso final al gobierno
liberal, sino una
intervención militar
extranjera. Los
monarcas absolutos
de la Santa Alianza,
reunidos en 1822 en
un congreso
celebrado en la ciudad
italiana de Verona,
decidieron actuar en
España para liquidar al
gobierno liberal.
144. 3.3. La Década Absolutista u Ominosa
(1823-1833)
Así, un cuerpo de ejército formado por unos 125.000
soldados franceses -denominados los Cien Mil Hijos de
San Luis- fue enviado por el rey Luís XVIII a nuestro país
para ayudar a Fernando VII a recuperar su autoridad
absoluta.
145. 3.3. La Década Absolutista u Ominosa
(1823-1833)
Las tropas francesas cruzaron los Pirineos, penetraron
por territorio vasco y llegaron a Madrid en sólo un mes
ante la completa pasividad de la población y la total
incapacidad de los liberales para oponer una mínima
resistencia armada.
146. Sabías que…
Tras tres años de gobiernos liberales, Fernando VII pidió
ayuda a Francia para restablecer el absolutismo. Este
ejército, que sería conocido como Los cien mil hijos de San
Luis, logró su objetivo seis meses más tarde.
El llamamiento del rey apelaba a los acuerdos de la Santa Alianza,
que unían a las principales monarquías de Europa en defensa del
Antiguo Régimen. Así, el 7 de abril de 1823 entró en España una
fuerza invasora que se conocería como Los cien mil hijos de San
Luis. Este ejército estaba liderado por el duque de Angulema, hijo del
futuro rey de Francia Carlos X. El grueso del contingente militar,
comandado por el duque, entró en España bordeando los Pirineos
occidentales, junto a la costa cantábrica, y emprendió el avance hacia
Madrid sin resistencia alguna. Los veinte mil hombres restantes
entraron por los Pirineos orientales en Cataluña, donde
encontraron escasa oposición.
147. Sabías que…
Tras la toma de Madrid, el ejército francés prosiguió su
marcha hacia Andalucía en persecución de los liberales,
que se habían refugiado en Cádiz con Fernando VII como
rehén. La ciudad fue sitiada y bombardeada sin éxito por
los franceses, pero la situación desesperada de los
cercados, sin posibilidad alguna de recibir refuerzos, les
obligó a aceptar un pacto. Finalmente, el rey fue liberado a
condición de que respetara las reformas liberales
aprobadas en los años anteriores. Sin embargo,
inmediatamente después de su puesta en libertad,
Fernando VII se unió a los invasores y decretó la abolición
de todo el cuerpo legal aprobado durante el trienio
liberal.
149. 3.3. La Década Absolutista u Ominosa
(1823-1833)
Cuando Fernando VII volvió a
gobernar con poderes
absolutos, se entregó a la
inmediata destrucción de todo
lo realizado por los liberales
durante el trienio. Introdujo
nuevamente el diezmo y el
mayorazgo, además de ordenar
la devolución de todas las
propiedades desamortizadas al
clero. También dio
instrucciones para invalidar y
revisar todos los títulos
académicos y las sentencias Desembarco de Fernando VII,
judiciales efectuadas entre óleo de José Aparicio (1773-1838)
1820 y 1823. Además, fueron
cesados todos los empleados
públicos contratados durante
esos años.
150. 3.3. La Década Absolutista u Ominosa
(1823-1833)
Durante estos primeros
meses, el rey
desencadenó otra feroz
represión. Rafael de
Riego, Juan Martín Díez
«El Empecinado»,
Mariana Pineda y otros
muchos liberales son
ejecutados; el exilio es
el camino de muchos de
los que habían vuelto de
Francia convencidos de
las bondades del Trienio
Liberal (Goya será el
más claro exponente) y
la represión alcanza
todos los rincones de la
península.
152. Sabías que…
Mariana Pineda (Granada, 1804-1831) constituye un
mito del liberalismo contemporáneo. La obra que le
dedicó Federico García Lorca, casi un siglo más tarde
de su muerte, la consagró definitivamente en la
imagen popular de heroína española.
Con tan sólo dieciocho años, Mariana empezó a involucrarse
en la defensa de un liberalismo que tenía un gran arraigo en su
ciudad natal.
Durante la década ominosa (1823-1833), las autoridades
sospecharon que la joven granadina estaba implicada en los
preparativos revolucionarios que se organizaban desde
Gibraltar, aunque no se encontraron pruebas para condenarla.
También había indicios de que había colaborado en la huida de
la prisión de su primo el capitán Fernando Álvarez de
Sotomayor, destacado liberal sentenciado a la pena de muerte.
153. Sabías que…
En 1831, en un registro de su casa, se descubrió que había
confeccionado una bandera con el lema «Ley, Libertad e
Igualdad», lo que fue aprovechado para acusarla de
conspiración y encarcelarla. Tras intentar escapar, fue llevada al
convento de Santa María Egipciaca de Granada, convertido en
una cárcel para mujeres.
Finalmente, en un juicio lleno de irregularidades, fue condenada
a muerte por el simple hecho de haber mostrado su apoyo a la
implantación de un sistema constitucional en España. Cuando
supo de su sentencia proclamó: «El recuerdo de mi suplicio hará
más por nuestra causa que todas las banderas del mundo». Su
ejecución por el método brutal del garrote vil, en 1831, la
convirtió en una mártir.
155. 3.3. La Década Absolutista u Ominosa
(1823-1833)
Consciente el Rey, sin embargo,
de la insostenible situación
financiera del Estado y, sobre
todo, la necesidad de realizar
algunas mínimas modificaciones
técnicas para modernizar y
mejorar el sistema monárquico
absolutista con intención de
asegurar su supervivencia,
entregó el poder a algunos
ministros reformistas, que no
consiguieron mejorar la
situación del país.
156. 3.3. La Década Absolutista u Ominosa
(1823-1833)
Estas reformas fueron excesivas para los sectores más
absolutistas, que llegaron a recurrir a las insurrecciones
armadas para conseguir la vuelta total al Antiguo Régimen.
Algunas fueron tan graves, como la ocurrida en 1827 en
Cataluña, que obligaron a la intervención personal del rey.
157. 3.3. La Década Absolutista u Ominosa
(1823-1833)
En 1828, los absolutistas más
intransigentes ya estaban
definitivamente decepcionados con
Fernando VII, y se agruparon en torno
al infante don Carlos María Isidro
(hermano menor del rey) quien había
demostrado ser un anti reformista y
un teócrata convencido de que «lo
primero era la gloria de Dios, el
fomento y esplendor de su santa
religión». Los ultras depositaban todas
sus esperanzas en que el monarca no
había tenido descendientes, estaba
prematuramente envejecido -a pesar
de tener menos de 50 años de edad- y
poseía una pésima salud. En estas
circunstancias, confiaban en que don
Carlos conseguiría heredar el trono en
un futuro próximo.
158. 3.3. La Década Absolutista u Ominosa
(1823-1833)
Los liberales, mientras tanto, parecían incapaces de
recuperar el poder, a pesar de las favorables condiciones
internacionales que supuso para ellos las revoluciones de
1830 en Europa. Todos sus pronunciamientos fracasaron.
159. 3.3. La Década Absolutista u Ominosa
(1823-1833)
Fernando se casó por cuarta vez
con Mª Cristina de Nápoles. La
boda entre Fernando y Mª Cristina
se celebró el 9 de diciembre de
1929 en Aranjuez. Unos meses más
tarde, el 3 de abril, apareció una
Pragmática Sanción en la que se
restauraba el orden sucesorio
tradicional de Castilla, que permitía
heredar a las mujeres. De esta
forma, si Fernando obtenía
descendencia de su cuarto
matrimonio, aunque fuese mujer,
no existía ningún impedimento
para que pudiese suceder a su
padre.
160. 3.3. La Década Absolutista u Ominosa
(1823-1833)
A los diez meses de haber
contraído matrimonio por cuarta
vez, Fernando VII fue padre de una
hija. El 10 de octubre de 1830,
María Cristina dio luz a una niña,
que sería en el futuro la reina
Isabel II. El 30 de enero de 1832,
nació otra hija a la que daría el
nombre de Luisa Fernanda. De
esta forma, la sucesión al trono
por la línea directa quedaba
salvada, si era posible superar los
obstáculos que opondrían a esta
sucesión aquellos que defendían
los derechos del hermano de
Fernando, el infante Carlos María
Isidro.
161. 3.3. La Década Absolutista u Ominosa
(1823-1833)
Las protestas de don Carlos forzaron
a Fernando a exiliarlo a Portugal y a
intentar un tímido acercamiento a los
liberales, consciente de que sin su
apoyo su hija Isabel tendría muchas
dificultades para reinar en España.
162. 3.3. La Década Absolutista u Ominosa
(1823-1833)
Esto no evitó, sin embargo, que a su muerte, en
septiembre de 1833, se desencadenase una guerra civil
entre los partidarios de don Carlos, los “carlistas”, los
más absolutistas, y los liberales partidarios de Isabel.
163. Curiosidades históricas…
…A Fernando, cuando era todavía un doncel de dieciocho años, lo
habían casado con su prima hermana María Antonia Borbón Lorena,
una chica menuda, más fea que guapa, rubia, de ojos claros, belfo
austriaco, nariz borbónica y carácter dulce. Falleció de una
tuberculosis galopante a los tres años de casados. Fernando, en el
exilio de Valencay, intentó casarse por segunda vez con alguna
sobrina de Napoleón, pero el emperador no se dignó acceder. A su
regreso de Francia, ya rey y Deseado contrajo segundas nupcias con
su sobrina carnal María Isabel Francisca de Braganza, hija de los
reyes de Portugal, a la que llevaba diez años (su madre es la que no
se le ve la cara en el retrato de Goya de la familia de Carlos IV). Ella
era gorda, mofletuda, los ojos saltones y apagados, nariz grande y
boca pequeña y torcida. En la verja de palacio amaneció un malvado
pasquín liberal: Fea, pobre y portuguesa... ¡Chúpate esa!. Murió la
pobre a los dos años, sin haber producido el ansiado heredero.Ya
tenía el rey treinta y cuatro y comenzaba a preocuparle la falta de
descendencia.
164. Curiosidades históricas…
Por eso no esperó ni siquiera un año para casarse de nuevo, y
van tres, esta vez con su prima segunda (y al propio tiempo
sobrina segunda) María Josefa de Sajonia. La chica, monilla y
espiritual, sólo contaba dieciséis años y nadie le había
explicado cómo se fabrican los niños. La primera noche en la
alcoba real se llevó tal sorpresa ante los requerimientos de su
bastísimo cónyuge que hizo aguas menores y mayores en la
cama y Fernando, encalabrinado, montó un escándalo colosal,
pero ni siquiera exhibiendo su regia ira logró que la testaruda
alemana colaborara en la consumación del matrimonio. Tuvo
que mediar nada menos que el Papa para que la chica, una vez
instruida en los misterios de la vida y en los rudimentos de sus
deberes conyugales, se entregara a los deseos de Fernando. Ni
siquiera la intervención de tal alto mamporrero persuadió a la
Providencia a bendecir aquel matrimonio con su heredero.
165. Curiosidades históricas…
Pasaban los años y la reina no tenía hijos a pesar de que todos
los veranos la corte peregrinaba al balneario de Sacedón, otras
veces a Solán de Cabras, a tomar las aguas que tenían fama de
ser muy engendradoras.... Murió en 1829, a los veinticinco
años de edad, sin haber traído descendencia. Fernando,
cuarentón, baldado por la gota, pensó en casarse de nuevo.
Necesitaba a todo trance un heredero... Esta vez prefirió una
meridional, su sobrina María Cristina de Borbón, de veintitrés
años, una napolitana alta, morena, de anchas cadera y nada
mojigata. Hasta guapa era, si se le excusa la nariz familiar. El
aventajado rey concibió una pasión senil, como consecuencia
de la cual la nueva reina quedó preñada. De aquí saldría la
futura Isabel II, el conflicto sucesorio, las guerras carlistas, los
muñoneces, …
166. Sabías que…
El fenómeno del bandolerismo en España ya
existía con anterioridad al siglo XIX, pero fue
sobre todo a partir de entonces cuando se
extendió de forma generalizada a la mayor parte
del territorio y se convirtió en un problema grave
contra el que los monarcas tuvieron que emplear
una gran cantidad de recursos.
167. Sabías que…
En el imaginario colectivo, la figura del bandolero siempre tuvo
un cariz romántico. Para el pueblo, los bandoleros eran
hombres valerosos que «se echaban al monte» para robar al
rico y dar al pobre. Una gran cantidad de leyendas populares
gira en torno a estos bandidos, héroes populares que
supuestamente se habían apartado de la sociedad para llevar
una vida libre. Lo cierto, no obstante, es que una de las
principales razones por la que estos hombres decidían
abandonar las poblaciones para unirse a una partida de
bandoleros, era porque tenían cuentas pendientes con la
justicia. Ése era el caso de José Ulloa Navarro, «el
Tragabuches», que después de haber sido matador de toros y
contrabandista, en 1814 tuvo que huir a la serranía de Ronda
tras haber asesinado a su amante y al sacristán con quien la
descubrió siéndole infiel. Allí se unió a una de las partidas más
temidas de la época: «los siete niños de Écija».
168. Sabías que…
Otro célebre bandolero andaluz,
que vivió a caballo entre los siglos
XIX y XX, fue Francisco Villaescusa
Amuedo, conocido como «el
Cristo». Los disfraces y engaños que
empleaba en sus robos alcanzaron
fama debido a su gran originalidad.
En una ocasión se disfrazó de
obispo para robar a un sacerdote,
mientras en la puerta del lugar hacía
guardia un par de carabineros.
169. Sabías que…
Con la intención de atajar un problema que se había
hecho endémico, especialmente en Andalucía, Fernando
VII formó un cuerpo de batallones especializados para
luchar contra los bandidos. Estos soldados fueron
conocidos como los «migueletes». Asimismo, durante el
reinado de Isabel II fue creada la Guardia Civil, la cual
tenía entre sus objetivos prioritarios la misión de acabar
con el bandolerismo.
170. Sabías que…
El relieve montañoso peninsular, propicio para tender
emboscadas y ocultarse de los perseguidores, fue una de las
razones que favorecieron el crecimiento significativo del
bandolerismo y la extensión de las zonas afectadas por él a lo
largo del siglo XIX. También influyó en ese proceso la pobreza
generalizada de las zonas rurales del interior de la península,
de donde salió la mayor parte de los bandoleros, así como la
falta de intervención de las autoridades locales. Finalmente,
otro factor que se debe tener en cuenta es la guerra de la
independencia. Al acabar el conflicto, muchos de los
guerrilleros que habían combatido contra los franceses
optaron por permanecer en la montaña y se dedicaron al
bandidaje. Estos antiguos combatientes conocían a la
perfección el oficio, y eran conscientes de los beneficios que
reportaba y de las dificultades que su neutralización entrañaba
para las fuerzas del orden.
172. 4.1. Las causas de la emancipación
Diversas son las causas que van a desencadenar el proceso
emancipador o independentista en el Imperio Hispano en América:
El malestar de las clases dirigentes criollas. Los criollos, descendientes de
los españoles ya nacidos en América, tenían buena parte del poder económico
en las colonias, pero se veían postergados políticamente por los chapetones. Así,
la mayoría de los ideólogos de la independencia fueron criollos, destacando Juan
Pablo Viscardo (Carta a los españoles americanos) y Francisco de Miranda.
La influencia del pensamiento Ilustrado, tanto de Montesquieu como de
Rousseau.
El ejemplo dado por las 13 Colonias inglesas en Norteamérica, que
habían proclamado su independencia en 1776, obteniéndola en 1783.
El influjo de la Revolución Francesa de 1789.
El descontento creado entre los criollos por las reformas emprendidas por
los Borbones a lo largo del siglo XVIII, sobre todo con Carlos III.
El vacío de poder creado en España en 1808, sobre todo a partir de las
abdicaciones de Bayona. Esto fue el hecho que desencadenó el proceso
emancipador.
173. 4.2. El proceso de independencia
La independencia de la América
hispana se produjo tras un largo
conflicto entre 1808 y 1824,
pudiéndose dividir en dos fases:
1808-1815. Durante estos años más
que a una guerra colonial lo que se
produce es una guerra civil entre
americanos, ya que estos se dividen
entre su fidelidad a España y la rebelión.
En 1808 se formaron, igual que en
España, Juntas como las de Buenos
Aires, Caracas y Quito. Si en principio
defienden los derechos de Fernando
VII, pronto se convierten en agentes
del independentismo americano,
apoyando la separación. Al mismo
tiempo, en México se produce una
revuelta social contra los españoles
liderada por el cura Hidalgo, que se
subleva con el “Grito de Dolores”.
174. 4.2. El proceso de independencia
Reunión del
cabildo de
Montevideo en
septiembre de
1808, en la que se
decidió crear una
junta
175. 4.2. El proceso de independencia
1815-1824. Entre 1814 y 1815 los
españoles logran restablecer su autoridad
en toda América excepto en Argentina.
Desde 1815 se asiste a una guerra colonial
abierta, donde los americanos pasan a ser
liderados por dos caudillos militares en
diversas áreas: en Colombia y Venezuela
Simón Bolívar y en Argentina y Chile José
San Martín. Pese a la resistencia inicial
hispana, los caudillos americanos lograrán ir
imponiéndose poco a poco con victorias
como las de Maipú en 1816. El golpe de
gracia a la resistencia hispana vendrá dado
en 1820 por la sublevación del coronel
Riego en Cádiz, lo que facilita la labor de los
independentistas.Al mismo tiempo, México
se separaba de España en 1821 con el Plan
Iguala. En 1824 las últimas tropas hispanas
en Perú eran derrotadas en Ayacucho y en
1826 caía el último reducto hispano en el
continente, el puerto peruano de El Callao.
España pasaba a conservar sólo Cuba y
Puerto Rico.
177. Sabías que…
Simón Bolívar (Caracas,
Venezuela, 1783-San Pedro
Alejandrino, Colombia, 1830),
estadista y militar
sudamericano, llamado «el
Libertador», fue, junto con
San Martín, el gran líder de la
independencia de las colonias
sudamericanas.
178. Sabías que…
Después de diversas estancias en
Europa, y de haber presenciado en
París la coronación de Napoleón,
que fomentó en Bolívar el ardor
revolucionario e independentista, en
1806 volvió a Venezuela y empezó a
conspirar para conseguir la
independencia. Tras iniciarse el
proceso emancipador, coincidiendo
con la ocupación francesa de España,
Bolívar y el general Miranda
consiguieron que finalmente se
proclamara en 1811 la independencia
de Venezuela.
179. Sabías que…
A partir de aquel momento,
Bolívar asumió aún más
protagonismo hasta las derrotas
sufridas en 1814, que parecieron
indicar el fin de sus proyectos.
Retirado a Jamaica en 1815, acusó
al federalismo de ser el culpable
del fracaso, y propuso para el
futuro la formación de gobiernos
provisionales autoritarios y la
unión de las distintas repúblicas
latinoamericanas.
180. Sabías que…
Más tarde emprendió nuevas
expediciones, y en 1819 consiguió la
unión de Venezuela, Nueva Granada y
Quito bajo la forma de república, con el
nombre de Colombia. A continuación se
encargó de la campaña del Perú,
culminada con la batalla de Ayacucho
(1824), que marcó prácticamente el final
de la presencia española en América del
Sur: el Alto Perú se proclamó
independiente, adoptando el nombre de
República Bolívar (la actual Bolivia). Pero
las nuevas repúblicas no lograron la
estabilidad deseada. Nombrado dictador
de Colombia en 1828, no pudo evitar la
secesión de Venezuela y renunció a su
cargo en 1830, poco antes de morir.