2. vestimentas
Los hombres llevan una especie de falda de plumas y abajo
de esta un taparrabos. Además, usan un tocado con
plumas, un collar con conchas y se pintan el cuerpo con
diseños propios de su cultura.
Las mujeres se visten parecido al hombre, utilizan una
falda de plumas y un corpiño con semillas. Un tocado de
plumas con flores, en su cuello cuelgan varios collares de
conchas y corales, y unos aros de madera o de plumas en las
orejas.
3. Vestimenta típica de la zona central de Chile
- Sombrero: es de paño de color negro y su forma es una mezcla entre el
sombrero español y el bonete que se usaba en esta zona en el siglo XIX.
- Chaquetilla: es corta y entallada, está hecha de paño o algodón y lleva una
hilera de botones en los costados de las mangas.
- Camisa: es de algodón y puede ser con o sin cuello.
- Faja: es ancha, de lana roja u otro color y termina en flecos.
- Zapato de huaso: son de cuero o cabritilla, terminados en punta y con
correas y hebillas. Tienen un tacón alto para que la rodaja de las espuelas no
toque el suelo.
- Manta: es de lana o hilo y consta de un tejido que tiene diseños como racimos
de uvas, herraduras, hojas, copihues, entre otros.
- Polaina o pernera: está hecha de cuero blando y se pone arriba del pantalón
amarrada con correas.
6. Leyendas de la zona central
EL Chonchón
La leyenda cuenta que cuando las personas de la zona central del país
escuchaban los gritos persistentes del Chonchón (es
decir, “tué, tué), significaba que esta ave había salido a anunciar que alguien se
iba a morir.
Este brujo adoptaba la forma de un pájaro que tenía cabeza humana, desde la
que nacían unas enormes orejas que usaba como alas para volar. Se instalaba en
la habitación de los enfermos, revoloteaba luchando contra el espíritu de estos
y, si lograba obtenerlo, succionaba la sangre de los pacientes.
Al momento de comenzar el vuelo, decían: Sin Dios ni Santa María. Para
ahuyentarlos, se rezaba la siguiente oración: “San Cipriano va para arriba, San
Cipriano va para abajo, sosteniendo una vela de buen morir”. Con estas palabras
el Chonchón caía al suelo.