3. MARCO TEÓRICO
John Bowlby fue el pionero en elaborar una teoría del apego para explicar
y describir desde una perspectiva evolucionaria cómo y por qué los
niños se convierten en personas emocionalmente apegadas a sus
primeros cuidadores y emocionalmente angustiados, cuando son
separados de ellos (Bowlby citado en Feeney, B. & Kirkpatrick, L.
1996). Bowlby sostiene que el sistema de apego está compuesto de
tendencias conductuales y emocionales diseñadas para mantener a los
niños en cercanía física de sus cuidadores durante la historia de la
evolución.
El apego se desarrolla como un modelo mental interno que integra
creencias acerca de sí mismo, otros y el mundo social en general y
juicios que afectan la formación y mantención de las relaciones íntimas
durante toda la vida del individuo
4. ESTILOS DE APEGO
(Griffin, D. & Bartholomew, K. 1994).
1.- Apego seguro: las personas con este estilo de apego,
son capaces de usar a sus cuidadores como una base de
seguridad cuando están angustiados. Ellos tienen
cuidadores que son sensibles a sus necesidades, por eso,
tienen confianza que sus figuras de apego estarán
disponibles, que responderán y les ayudarán en la
adversidad. (Feeney, B. & Kirkpatrick, L. 1996). En el
dominio interpersonal, las personas seguras tienden a ser
más cálidas, estables y con relaciones íntimas
satisfactorias, y en el dominio intrapersonal, tienden a ser
más positivas, integradas y con perspectivas coherentes
de sí mismo. (Mikulincer, M. 1998a).
5. ESTILOS DE APEGO
(Griffin, D. & Bartholomew, K. 1994).
2.- Las personas con estilos de apego evasivo, exhiben
un aparente desinterés y desapego a la presencia de
sus cuidadores durante períodos de angustia. Estos
niños tienen poca confianza en que serán ayudados
y esperan ser desplazados porque las experiencias
pasadas así se lo dicen. (Feeney, B. & Kirkpatrick, L.
1996). Estas personas poseen inseguridad hacia los
demás y prefieren mantenerse distanciados de los
otros, además, poseen miedo a la intimidad y
muestran tener dificultades para depender de las
personas. (Mikulincer, M. 1998b).
6. ESTILOS DE APEGO
(Griffin, D. & Bartholomew, K. 1994).
3.- Los niños con estilo de apego ansioso-ambivalente,
responden a la separación con angustia intensa y
mezclan comportamientos de apego con expresiones
de protesta, enojo y resistencia. Debido a la
inconsistencia en las habilidades emocionales de sus
cuidadores, estos niños no tienen expectativas de
confianza respecto al acceso y respuesta de sus
cuidadores (Feeney, B. & Kirkpatrick, L. 1996). Estas
personas están definidas por un fuerte deseo de
intimidad, junto con una inseguridad respecto a los
otros. (Mikulincer, M. 1998b).
7. Etapas del apego
EL APEGO EN LA NIÑEZ
Durante esta etapa las relaciones de los niños con sus figuras
de apego suelen ser satisfactorias y armónicas. Han construido
la representación de los padres como incondicionales y
eficaces, han desarrollado sentimientos positivos hacia ellos.
Los niños disfrutan jugando con los padres, conversando,
viajando...haciendo cosas con ellos. Esta relación hace que
acepten el sistema de valores , sus normas y las características
del funcionamiento social . Se consideran parte de la familia
que considera incuestionable: tienen unos progenitores que les
quieren y están a su disposición. Este sistema familiar suele
estar enriquecido por los abuelos, que pueden colaborar en los
cuidados.
8. Etapas del apego
EL APEGO EN LA ADOLESCENCIA
Se manifiesta un deseo de vivir con autonomía la relación de los
iguales. Los adolescentes muestran no necesitar de los padres e
incluso desean que se alejen. Pueden confiar incondicionalmente en
los padres y reconocer que su pérdida les sería difícil de superar,
pero a la vez se distan de ellos cada vez más tiempo y en más
cosas. En cambio, cuando están enfermos o en momentos de
aflicción, vuelven a necesitar a las figuras de apego como cuando
eran niños. La relación con los padres puede ser en algunos
momentos de armonía con comunicación fluida y en otros
momentos de conflicto en que se repliegan y rechazan totalmente la
comunicación con ellos. Por otro lado pueden aparecer sentimientos
contradictorios hacia los padres: aceptación y rechazo, orgullo y
vergüenza, amor y odio, simpatía y antipatía.
9. APEGO Y RELACIONES
Rosa Gayó (1999)
Las personas con estilo seguro tienden a
desarrollar modelos mentales de sí
mismos como amistosos, afables y
capaces, y de los otros como bien
intencionados y confiables, ellos
encuentran relativamente fácil intimar
con otros, se sienten cómodos
dependiendo de otros y que otros
dependan de ellos, y no se preocupan
acerca de ser abandonados o de que
otros se encuentren muy próximos
emocionalmente.
10. APEGO Y RELACIONES
Rosa Gayó (1999)
Las personas con estilos ansiosos
tienden a desarrollar modelos de sí
mismos como poco inteligentes,
inseguros, y de los otros como
desconfiables y reacios a
comprometerse en relaciones íntimas,
frecuentemente se preocupan de que
sus parejas no los quieran y sienten
temor al abandono.
11. APEGO Y RELACIONES
Rosa Gayó (1999)
Los con estilo evasivo, desarrollan
modelos de sí mismos como
suspicaces, escépticos y retraídos, y de
los otros como desconfiables o
demasiado ansiosos para
comprometerse en relaciones íntimas,
se sienten incómodos intimando con
otros y encuentran difícil confiar y
depender de ellos (Simpson, J. 1990).
12. APEGO Y RELACIONES
Rosa Gayó (1999)
Se ha encontrado que las personas con
estilo de apego seguro muestran tener
gran confianza hacia sí mismos y los
demás, y las con estilo de apego
inseguro poseen una falta de confianza
hacia los otros, lo que vendría a
determinar en gran parte la forma en
que se relacionen con los demás
(Mikulincer, M. 1998 b).
13. Main y cols (1988) observaron que había un subgrupo de niños
que no podían agruparse siguiendo la tipología de Aisnworth.
Proponen un cuarto tipo de apego: Desorganizado /
desorientado.
Los niños con este tipo de apego suelen presentar conductas
desorganizadas y confusión cuando se produce la separación de
la figura de apego, no presentan estrategia que liciten confort
ante el estrés y su apego es ambivalente y evitativo. Las madres
han sido, con frecuencia, víctimas de un trauma que no han
resuelto siendo ansiosas y temerosas.
Proyectan sus miedos en circunstancias actuales y son incapaces
de
reconocer las demandas de su hijo dando respuestas
inconsistentes.
Las consecuencias son poco conocidas, aunque Lyons-Ruth (1996)
defienden la postura de estos niños presentarán altos niveles de
agresividad, conductas coercitivas y hostiles durante la edad escolar
14. Estado actual de la teoría del apego
Alfredo OLIVA DELGADO. Universidad de
Sevilla
George, Kaplan y Main (1985) diseñaron un
cuestionario, el Adult Attachment Inventory (AAI),
que sirve para evaluar el modelo interno activo de los
personas adultas. En este cuestionario se pregunta
al sujeto por el recuerdo de las experiencias de
apego durante su infancia así como por la valoración
de estas experiencias. No se trata de evaluar las
experiencias objetivas del sujeto sino la
interpretación y elaboración que hace de las mismas.
A través de este procedimiento se obtienen tres tipos
distintos de modelos internos activos:
15. Estado actual de la teoría del apego
Alfredo OLIVA DELGADO. Universidad de
Sevilla
1. Padres seguros o autónomos que muestran
coherencia y equilibrio en su valoración de las
experiencias infantiles, tanto si son positivas como si
son negativas. Ni idealizan a sus padres ni recuerdan
el pasado con ira. Sus explicaciones son coherentes
y creíbles. Estos modelos se corresponderían con el
tipo de apego seguro encontrado en niños. Estos
padres suelen mostrarse sensibles y afectuosos en
sus relaciones con sus hijos, que suelen ser
clasificados como seguros en la Situación del
Extraño.
16. Estado actual de la teoría del apego
Alfredo OLIVA DELGADO. Universidad de
Sevilla
2. Padres preocupados. Muestran mucha emoción al
recordar sus experiencias infantiles, expresando
frecuentemente ira hacia sus padres. Parecen agobiados
y confundidos acerca de la relación con sus padres,
mostrando muchas incoherencias y siendo incapaces de
ofrecer una imagen consistente y sin contradicciones.
Estos padres se muestran preocupados por su
competencia social. En su relación con sus hijos
muestran unas interacciones confusas y caóticas, son
poco responsivos e interfieren frecuentemente con la
conducta exploratoria del niño. No es extraño que sus
hijos suelan ser considerados como inseguros-
17. Estado actual de la teoría del apego
Alfredo OLIVA DELGADO. Universidad de
Sevilla
3. Padres rechazados. Estos padres quitan importancia
a sus relaciones infantiles de apego y tienden a
idealizar a sus padres, sin ser capaces de recordar
experiencias concretas. Lo poco que recuerdan lo
hacen de una forma muy fría e intelectual, con poca
emoción. El comportamiento de estos padres con
sus hijos, que son generalmente considerados como
inseguros-evitativos, suele ser frío y, a veces,
rechazante.
18. Vínculos de apego con los padres y
relaciones con los iguales durante la
adolescencia
INMACULADA SÁNCHEZ-QUEIJA Y ALFREDO OLIVA
Universidad de Sevilla
20. Más aportaciones…
L. Carli: Ciclo Vital del apego.
M.G. Donney: Unidad Emocional del
Apego.
Bowen: Triángulos
21. APEGO Y FAMILIA
El Instituto de Terapia Familiar de
Florencia (Rodolfo de Bernart) ha
hecho extensiva la teoría del apego a la
familia.
A partir de los estilos de apego de cada
miembro y mediante técnicas
narrativas, intervienen en estos estilos
para introducir cambios.
22. La transmisión intergeneracional de la
seguridad en el apego (Estado actual de la teoría del apego
Alfredo OLIVA DELGADO. Universidad de Sevilla)
El hecho de que los padres seguros tengan
hijos con apego seguro, los padres
preocupados niños con apego inseguro-
ambivalente, y los padres rechazados niños
de apego inseguro-evitativo, ha sido
constatado en distintas investigaciones
(Benoit y Parker, 1994; Fonagy, Steele y
Steele, 1991) que han encontrado que la
capacidad predictiva que las
representaciones maternas tienen sobre el
tipo de apego que establecen sus hijos
ronda el 80%.
23. La transmisión intergeneracional de la
seguridad en el apego (Estado actual de la teoría del apego
Alfredo OLIVA DELGADO. Universidad de Sevilla)
El hecho de que la transmisión generacional
sea bastante frecuente no debe llevarnos a
pensar que se trata de un hecho inevitable.
Aunque los modelos representacionales del
tipo de apego parecen mostrar bastante
estabilidad, ciertos acontecimientos pueden
provocar su cambio.
Como dice Rodolfo de Bernart, al impulso heredado e
inevitable se le puede añadir una conducta nueva
para que el resultado sea diferente al “heredado” (si
ya has dado la bofetada, pide perdón y acoge)
24. Consideraciones acerca de los estilos de
apego y su repercusión en la práctica clínica
por Nelson Valdés Sánchez
Algunos estudios han analizado la influencia de los estilos
interpersonales de los pacientes sobre las respuestas del
terapeuta durante el proceso terapéutico, según la teoría del
apego. Hardy, Aldridge, Davidson, Rowe, Reilly y Shapiro
(1999), en función de dichos resultados lograron identificar
tres temas principales en los problemas de apego:
preocupaciones por la pérdida o el rechazo, sentimientos
relativos al conflicto y necesidad de contacto estrecho o
proximidad.
25. A su vez, categorizaron las respuestas del terapeuta
como: a) suministro de continencia, seguridad y
estructura; b) reflejo de las emociones y
preocupaciones del paciente; y c) interpretación o
desafío del estilo de apego del paciente. Esto ha
llevado a plantear la hipótesis de que las respuestas del
terapeuta a los problemas del paciente están mediados
por sus estilos de apego, existiendo evidencia de que el
terapeuta tiende a responder con reflexión a estilos que
muestran preocupación, y con interpretación a aquellos
que muestran un estilo evitativo (Hardy, et al., 1999).
Consideraciones acerca de los estilos de
apego y su repercusión en la práctica clínica
por Nelson Valdés Sánchez
26. Lo que plantea el Modelo de Habilidades Sociales en el
Proceso Interpersonal (HSPI) es que la mayoría de los
problemas que llevan a los pacientes adultos a solicitar
ayuda son el resultado de pautas de interacción
interpersonal ineficaces debido a un déficit en las
habilidades sociales (Mallinckrodt, 2000). Y para que la
relación terapéutica sea productiva se requiere un amplio
repertorio de dichas habilidades, por lo que conviene
detectar si el paciente cuenta o no con éstas. Sólo así
será posible presentarle experiencias correctoras de
apego en un contexto terapéutico, y generar así el
cambio.
Consideraciones acerca de los estilos de
apego y su repercusión en la práctica clínica
por Nelson Valdés Sánchez
27. Es nuestra función como terapeutas buscar la manera de
establecer una buena alianza terapéutica en la que
logremos percibirnos trabajando con el paciente por un
objetivo común. Y esto sólo será posible si se desarrolla
una especie de sensibilidad hacia el paciente, conscientes
en todo momento de nuestra propia subjetividad y
nuestros propios estilos de apego, de manera de
permitirle la asimilación y la acomodación de su narrativa
personal.
Consideraciones acerca de los estilos de
apego y su repercusión en la práctica clínica
por Nelson Valdés Sánchez
28. EL VÍNCULO Y PSICOPATOLOGÍA EN LA
INFANCIA: EVALUACIÓN Y TRATAMIENTO
Díaz Atienza, J, y Blánquez Rodríguez, MP
Unidad de Salud Mental de Almería
Los síntomas psicológicos relacionados con el vínculo son el
resultado de dificultades en la relación padres/hijo debido
a separaciones, pérdida de los cuidadores, abuso y
negligencia y otras anomalías. La expresión semiológica
es muy heterogénea por lo que se recomienda
especialmente la valoración exhaustiva de la situación
vincular de cada niño que consulte por presentar
problemas psicológicos.
Este autor refiere:
29. EL VÍNCULO Y PSICOPATOLOGÍA EN LA
INFANCIA: EVALUACIÓN Y TRATAMIENTO
Díaz Atienza, J, y Blánquez Rodríguez, MP
Unidad de Salud Mental de Almería
La presentación de conductas impredecibles.
La presencia de conductas de intimidación hacia los demás o ser
víctima de ellas.
Marcados déficits en las relaciones sociales.
Conductas agresivas hacia otros niños.
Baja tolerancia a la frustración y déficits en los mecanismos de
inhibición conductual o autocontrol.
Desorganización y desorientación en la resolución de problemas.
Conductas contradictorias.
Miedos excesivos, trastornos de ansiedad generalizada y/o síntomas
depresivos.
En ocasiones pueden existir síntomas disociativos o perplejidad:
atención insuficiente a los acontecimientos externos.
30. EL VÍNCULO Y PSICOPATOLOGÍA EN LA
INFANCIA: EVALUACIÓN Y TRATAMIENTO
Díaz Atienza, J, y Blánquez Rodríguez, MP
Unidad de Salud Mental de Almería
Respuestas escasas o lentas, inhibición conductual ante situaciones
novedosas o cambiantes.
Junto a la falta de habilidades para la resolución de problemas, podemos
encontrar, igualmente, inhabilidad para pedir ayuda experimentando
malestar en situaciones que las requieran.
Falta de empatía hacia los demás y tendencia a conductas sociopáticas.
Serias dificultades para establecer vínculos de amistad y establecer
relaciones de confianza hacia los demás.
Rabietas frecuentes y dificultades en la regulación de las emociones.
Escaso placer en las emociones y manifestaciones de malestar en las
situaciones en las que estas deben manifestarse.
Muy demandante.
Problemas con la conducta alimentaria.
Contacto ocular pobre
31. INSTRUMENTOS PARA MEDIR
EL VÍNCULO EN EL NIÑO:
1.1. The Strange Situation (12-20 meses).
1.2. Cassidy-Marvin System for Assessing Attachment in
Children (2 ½ - 4
años).
1.3. Main-Cassidy Attachment Classification for
Kindergarten – age
Children (4 ½ - 7 años).
1.4. Preschool Assessment of Attachment (2 ½ - 4 ½
años).
1.5. Attachment Q-sort (12-60 meses).
1.6. Attachment Story Completion Task (3 años).
1.7. Picture response (6 – 7 años).
32. Tratamiento.
1. Intervenciones sobre la relación padres – hijo.
1.1. Método de Susan McDonough .
Según sus autores es una técnica bastante eficaz en padres de
alto riesgo. Incluye grabación en vídeo con distintos tipos de
interacción y de una duración entre 10 y 20 minutos. A través
una serie de preguntas se intenta facilitar la discusión con los
padres sobre las interacciones positivas y negativas. Se utiliza
para mejorar las interacciones y el vínculo entre ambos.
33. Tratamiento.
1.2. Método Watch, Wait and Wonder de Cohen.
Se analizan las interacciones iniciadas por el niño, discutiéndose
posteriormente con los padres y el terapeuta lo que ellos han
observado y cual ha sido su experiencia emocional.
Comprende 20-30 minutos de juego con la madre o sustituto
durante los cuales se instruye a la madre que se siente en el
suelo con el niño y siga las demandas que el le haga. Aquí lo
importante es que la madre no debe iniciar nunca la interacción.
Durante la discusión deben manifestar sus sentimientos y las
dificultades experimentadas durante la sesión. Esta discusión
se suele utilizar para indagar sobre las experiencias vinculares
en los propios padres. Esta intervención ha sido utilizada para
incrementar el vínculo y mejorar el funcionamiento del niño en
otras áreas.
34. Tratamiento.
1.3. Método de Diane Benoit.
Se utiliza en niños diagnosticados de vínculo desorganizado, siendo
sus objetivos la reducción de conductas específicas en los padres,
tales como agresividad y enfrentamientos, desorientación,
intrusividad y aislamiento. En definitiva, con esta técnica se intenta
incrementar la sensibilidad y empatía de los padres.
Consta de unas 5-7 sesiones en donde se analizan las grabaciones en
vídeorealizadas normalmente en la casa. El programa contempla
que los padres reciban información sobre cuidados y desarrollo del
niño.
35. Tratamiento.
1.4. Psicoterapia niño-padre.
Suele utilizarse cuando se presume una duración larga e intensiva. Se
dedican 90 minutos en cada sesión. Esta es una vez por semana y
durante un año. La intervención se focaliza en las relaciones
emocionales experimentadas tanto por el niño como por la madre.
Se analizan, igualmente, los antecedentes traumáticos de la madre.
36. Tratamiento.
2. Intervenciones focalizadas sobre el niño.
Existen algunas técnicas terapéuticas en donde la intervención se
centra en el niño, siendo el terapeuta el que actuaría como
referente vincular. Una de ellas es La terapia de juego no directiva,
en donde el terapeuta deja que el niño actúe mostrando aceptación.
La relación entre el terapeuta y el niño debe facilitar que éste
internalice y que sea capaz de generalizarlos a la relación con otras
personas. Los sentimientos que experimenta el niño durante la
actividad lúdica deben ser devueltos e interpretados por el
terapeuta. Este método se ha utilizado en niños traumatizados y
que presentan trastorno del vínculo. En estos casos la
intervención debe ser inmediata al trauma.
37. RODOLFO DE BERNART,
2007
Ninguno de los estilos de apego es malo en sí
mismo. Depende del contexto. Un estilo de
apego seguro, en Irak, puede ser bastante
peligroso.
Es necesario hablar el mismo lenguaje que la
familia, utilizar técnicas narrativas para darle
un nuevo sentido, más posibilidades a la
historia de la familia para que ella misma elija
la que sea más adaptativa.
38. Dinámica:
Estudio de un caso desde el
punto de vista del apego
Reflexión:
LA RESILIENCIA
(ver Buenos Tratos…)