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El fantasma del paro estructural.
Manfred Nolte
Con 6,2 millones de desempleados y una tasa del 26% en el momento álgido de
la crisis, la recuperación del empleo se erige en la principal incógnita de la
economía española . Las líneas que siguen tratan de escrutar el previsible signo
de esta variable crítica indagando cual puede ser la ‘tasa natural’ de paro con la
que deberemos convivir en los próximos meses o incluso años.
El concepto de tasa de desempleo ‘natural’ o ‘de equilibrio’ es básico para
entender el funcionamiento del mercado de trabajo de cualquier economía. Se
obtiene este relacionando la tasa de desempleo con la desviación del PIB
respecto de su valor potencial o, lo que es lo mismo, enlazando el desequilibrio
en el mercado de trabajo y el desequilibrio en el mercado de bienes (MURU), o
alternativamente por su correspondencia con una inflación no perturbadora
(NAIRU).
Como era previsible, los investigadores se muestran cautos en las conclusiones,
adelantando que, no estando libres de controversia, deben estas ser adoptadas
con cautela como instrumentos de pronóstico o como guías de política
económica.
Pero, metodologías y cautelas aparte, precisamos indagar si el paro registrado
en España obedece a un componente pasajero y superable o por el contrario
representa una característica duradera y endémica. Como es sabido, el
desempleo cíclico o coyuntural es función del crecimiento o decrecimiento de la
economía. Durante las fases de expansión, el desempleo cíclico disminuye,
mientras que en fases de recesión, este tipo de desempleo se dispara. Por el
contrario el desempleo estructural viene explicado por desajustes profundos
entre la oferta y la demanda de trabajado que se prolongan en el t iempo con
independencia del nivel de la producción. Básicamente, las habilidades de los
trabajadores no coinciden con los necesidades de los empleadores en la nueva
fase del ciclo productivo.
Vayamos con los resultados. Según la Comisión Europea, las tasas MURU y
NAIRU ‘naturales’ para España se han movido entre el 11,0% de 2006 y el
entorno del 25% de 2014. De estas estimaciones se desprende que el desempleo
estructural sería muy procíclico y volátil y que prácticamente todo el desempleo
observado en la actualidad sería de carácter estructural y muy poco de carácter
2. coyuntural. Ello básicamente –aunque no solo- por la destrucción masiva de
puestos en el sector de la construcción que carecen de acomodo en otros
sectores productivos. La OCDE en sus proyecciones anuales del NAIRU
equivalentes al desempleo estructural registra los valores correspondientes a la
economía española entre 2007 y 2014, arrojando porcentajes del 12,6% para el
año inicial y en el entorno del 21% para el 2014.1
Sustancialmente más optimista, el FMI sitúa el paro estructural en nuestro país
en el entorno del 16%, porcentaje que comparte un reciente estudio de JP
Morgan Chase Bank. Economistas del Banco de España lo han situado en
valores superiores al 14% en 2015.2
Con distinto enfoque pero con conclusiones muy poco halagüeñas se expresa
BBVA Interactivos al situar la recuperación del empleo pre crisis en 2025, bajo
el doble supuesto de una tasa de crecimiento del 2,5% del PIB y de
productividad por empleado del 0,65% de media en el periodo.
Y es que una sencilla extrapolación de las leves mejorías experimentadas en los
últimos meses en la creación de empleo nos conduce a conclusiones no
precisamente alentadoras. La destrucción de empleos en la crisis se ha
cuantificado en 3,5 millones de puestos equivalentes a jornada completa. Al
ritmo de recuperación de trabajos perdidos entre los segundos trimestres de
2013 y 2014, la recuperación hasta los niveles pre-crisis de 17 millones de
empleos se situaría en el año 2041.
2
1Economic Outlook No 93-June 2013-OECD Annual Projections:NAIRU (Structural
unemployment),fore.pdf
2 http://www.ecestaticos.com/file/cb0320c02418b06272ed4185cc5f1cb1/1392923076.pdf y
http://bit.ly/XGbHyg
3. Ese es el crudo mensaje de las cifras. Si el año de recuperación del PIB de 2008
se sitúa en 2018 –una década perdida-, el componente estructural del paro
español ofrece pocas alternativas de mejoría inmediata para los que han perdido
su puesto de trabajo o desean acceder a uno por primera vez.
Bajo el imperativo de este escenario, la activación de esquemas de protección
social a la población resulta inexcusable. Pero atenuación no es sinónimo de
solución. La medicina paliativa irrumpe solo para reducir o disimular los efectos
de males más profundos, a veces crónicos e irreparables.
3
Fuente: BBVA Interactivos.
Descartadas las políticas presupuestarias expansivas que comprometerían el ya
insoportable nivel de la deuda soberana española, se entiende que los males
estructurales deben ser abordados con remedios estructurales que
lamentablemente solo darán dividendos en el largo plazo. Comenzando, sin
duda, por el ámbito de la educación y el conocimiento y la potenciación decidida
del capital humano. Modificando y mejorando las ofertas productivas en todo su
abanico, con el objetivo de recuperar más terreno en la débil productividad e
insuficiente competitividad acumulada y poder producir bienes y servicios que
demanden puestos de trabajo sostenibles. Abordando reformas estructurales en
los diferentes mercados de factores de producción. Prosiguiendo en los del
trabajo(tipos de contrato, organización y alcance de la negociación colectiva,
cuotas sociales a cargo del empresario) y también en los de capital, en particular
en el sistema crediticio. Estilizando los mercados de bienes para que se
revitalice la dinámica empresarial, esto es la entrada, crecimiento y salida de las
empresas en el mercado, imprescindible para una asignación eficiente de los
recursos productivos que permitan reducir tanto el poder de monopolio de las
empresas como el de los sindicatos que aspiran a seguir fijando el salario al
margen de las circunstancias particulares de cada empresa o sector. Incluyendo
la liberalización de los servicios, la economía digital, el acceso a la constitución
de nuevas empresas o la eficiencia de la justicia. La OCDE acaba de publicar una
amplia lista de recomendaciones en su informe sobre España de Setiembre de
2014. Acercarnos en suma a un nuevo modelo productivo que no se atisba tras
el continuismo presente. No será por falta de deberes.
4. PRINCIPALES RECOMENDACIONES DEL INFORME DE LA OCDE
DE SETIEMBRE DE 2014 EN RELACION A LA CREACION DE
EMPLEO.
Estimular de forma sostenible el empleo y el crecimiento a medio
plazo:
Fortalecer las políticas activas del mercado de trabajo mejorando la
formación profesional, reforzando las capacidades y la eficiencia de los servicios
públicos de empleo y potenciando la coordinación entre los distintos niveles de
la administración.
Elevar la calidad de la innovación y fortalecer la competitividad promov iendo
universidades y centros de investigación de mayores dimensiones y
especialización, ampliando la asignación de recursos en base a la consecución de
resultados y a la aplicación de mecanismos de revisión internacional inter pares,
y brindando más oportunidades profesionales a los investigadores de mayor
cualificación.
Homogeneizar los precios de las emisiones de gases de efecto invernadero
entre las diferentes fuentes a fin de contener las emisiones de carbono y
promover así un desarrollo de la industria y del empleo en sectores respetuosos
con el medio ambiente.
Hacia un sector empresarial más dinámico
Ampliar la base impositiva del impuesto sobre sociedades, reducir el tipo y
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eliminar los regímenes especiales para pequeñas y medianas empresas.
Continuar fomentando la diversificación de las fuentes de financiación de las
empresas, reformar el sistema de licencias y permisos, y reducir la
fragmentación regulatoria aplicando la ley de unidad de mercado.
Reducir el número de profesiones en las que sea obligatorio pertenecer a un
colegio profesional así como el coste de la cuota.
29.09.14.