2. EMETERIO CELEDONIO
Los hermanos Emeterio y Celedonio, oriundos de Calahorra , sufrieron en esta ciudad el martirio durante la
persecución del emperador romano Diocleciano, en torno al año 298. Ambos hermanos militaban en las legiones
romanas, pero las abandonaron y profesaron públicamente la milicia de Cristo como testigos de la fe.
Llevados ante el Tribunal, confesaron su fe por lo que fueron atormentados en la cárcel donde permanecieron por
algún tiempo. En las afueras de la ciudad, junto al río Cidacos, afluente del Ebro, sufrieron el martirio para, finalmente,
ser decapitados un 3 de marzo. Tras su muerte, estos siervos de Dios, fueron allí sepultados.
Las reliquias de los Santos Mártires se trajeron a Cantabria en la Alta Edad Media, como sucedió con otras
tantas. El traslado fue motivado por razones de seguridad con el fin de protegerlas de las incursiones árabes, por lo
que estuvieron ocultas bajo la actual "iglesia baja" de la Catedral