LA INFELICIDAD DE FONDO El ego crea separación, y la separación genera sufrimiento. Por lo tanto el ego es claramente patológico. Aparte de las formas de negatividad más obvias, como la ira, el odio y demás, hay otras más sutiles, que son tan comunes que no se suelen reconocer como tales; por ejemplo, la impaciencia, la irritación, el nerviosismo y el hartazgo. Constituyen la infelicidad de fondo que es el estado interior predominante en muchas personas. Para detectarlas tienes que estar sumamente alerta y absolutamente presente. Cada vez que lo haces, es un momento de despertar, de dejar de identificarnos con la mente.