El documento describe cómo rezar el Santo Rosario, incluyendo los pasos para rezarlo, los diferentes misterios (Gozosos, Luminosos, Dolorosos y Gloriosos), y una breve explicación de cada uno. También habla sobre el culto a María, incluyendo las clases de culto (latría, dulía e hiperdulía) y los elementos integrantes del culto mariano como la veneración, el amor, la invocación y la imitación. Finalmente, enfatiza la importancia de rezar el Santo Rosario como una forma de acercarse
Triptico de la Santísima Virgen María - Madre de Dios y Madre Nuestra
1. COMO REZAR EL SANTO ROSARIO
1. La Señal de la Cruz
2. Credo
3. Acto de Contricción
4. Gloria
5. Tres Ave María
6. Anunciar el Misterio
(Después de cada misterio)
7. Un Padre Nuestro
8. 10 Ave María
9. Gloria
10. Jaculatorias.
11. Al finalizar el quinto misterio rezar
por las intenciones del Santo Papa:
12. Un Padre Nuestro
13. Dios te Salve…. Hija de Dios Padre
14. Dios te Salve…. Madre de Dios Hijo
15. Dios te Salve…. Esposa de Dios
Espíritu Santo.
16. Una Salve
MISTERIOS
DEL SANTO ROSARIO
Misterios de Gozo
(Lunes y Sábado)
1. La Anunciación del Hijo de Dios.
(Lc 1, 26-38)
2. La Visitación de María a su prima
Isabel. (Lc 1, 39-45)
3. El Nacimiento de Jesús en Belén
(Jn. 1, 14)
4. La Presentación del Niño Jesús en el
Templo. (Lc. 2, 22-35)
5. El Niño Jesús Perdido y Hallado en
el Templo. (Lc 1,
Misterios de Luz
(Jueves)
1. El Bautismo de Jesús en el Jordán .
(Mc 1, 9-10)
2. La Autor revelación de Jesús.
(Jn, 2, 1-12)
3. Jesús anuncia el Reino de Dios,
invitando a la Conversión.
(Mc.1,
4. La Transfiguración de Jesús.
(Lc. 9, 28-35)
5. La Institución de la Eucaristía.
(Jn. 6, 53-54)
Misterios de Dolor
(Martes y viernes)
1. La Agonía de Jesús en el Huerto.
(Mt 26,
2. La Flagelación de Nuestro Señor
Jesucristo. (Jn 19
3. La Coronación de Espinas a Nuestro
Señor Jesucristo. (Jn. 19
4. Jesús con la Cruz a Cuestas.
(Jn. 19, 16-17)
5. La Crucifixión de Nuestro Señor
Jesucristo. (Lc. 23, 33-
Misterios de Gloria
(Miércoles y Domino)
1. La Resurrección de Nuestro Señor
Jesucristo. (Lc. 1, 26-38)
2. La Ascensión de Nuestro Señor
Jesucristo. (Mc. 16, 19)
3. La Venida del Espíritu Santo.
(Hch. 2,
4. La Asunción de la Virgen María.
(Sal.
5. La Coronación de María como Reina de
Cielos y tierra. (Ap. 12, 1)
Los Misterios Gozosos se caracterizan por el
gozo que produce el acontecimiento de la
Encarnación. Meditar estos misterios, significa
adentrarse en los motivos últimos de la alegría
cristiana y en su sentido más profundo, significa
fijar la mirada sobre lo concreto del misterio de
la Encarnación y sobre el preanuncio del
misterio del dolor salvífico.
Los Misterios Luminosos son los misterios de
luz. Si bien todo el misterio de Cristo es luz, ya
que El es la luz del mundo, esta dimensión se
manifiesta sobre todo en los años de la vida
pública, cuando el Señor anuncia el Evangelio
del Reino
En los Misterios Dolorosos acogemos algunos
momentos de la Pasión, intuyendo que ellos son
el culmen de la revelación del amor y la fuente
de nuestra salvación. Estos misterios llevan al
creyente a revivir la muerte de Jesús
poniéndose al pié de la cruz Junto a María para
penetrar con ella en la inmensidad del amor de
Dios al hombre y sentir toda su fuerza
regeneradora.
En los Misterios Gloriosos, el Rosario podemos
ver la contemplación del rostro de Cristo, no
puede reducirse a su imagen de crucificado ¡Él
es el Resucitado! El Rosario ha expresado
siempre esta convicción de fe, invitando al
creyente a superar la oscuridad de la Pasión
para fijarse en la gloria de Cristo, en su
Resurrección y en su Ascensión. Contemplando
al Resucitado, el cristiano descubre de nuevo las
razones de la propia fe.
2. EL CULTO A MARIA
Es el reconocimiento de la excelencia de la
Madre de Dios, fundamento del culto mariano,
que lleva a la piedad filial como Madre nuestra
que es. “María, elevada por la gracia de Dios
por encima de todos los ángeles y de todos los
hombres, como Madre de Dios, es honrada por
la Iglesia con un culto especial, que difiere
esencialmente del culto de adoración que se
rinde al Verbo Encarnado, así como al Padre y
al Espíritu Santo… Ese culto enteramente
singular, la Iglesia lo aprueba y favorece”. (Conc.
Vat. II, Const. Dogm. Lumen Gentium 66 y 67).
EL CULTO EN GENERAL
Se llama culto a la reverencia que damos a Dios
y a los Santos por el honor que merecen. El
culto debido a nuestra condición humana
corporal -, lleva al hombre a exteriorizar esa
reverencia, que se manifiesta no solo en actos
interiores sino también en prácticas externas.
La Iglesia señala oficialmente muchas prácticas
de culto debido a Dios y a los santos, aunque
cada cristiano movido por su piedad, pueda
realizar algunos otros libre y espontáneamente.
CLASES DE CULTO
Hay tres clases de culto, por razón de la distinta
dignidad de aquellos a quienes se ordena
nuestra reverencia:
a) De Latría o de adoración, que es debido solo
a Dios, como soberano Señor y por su infinita
excelencia.
b) De Dulia o de veneración, que es debido a los
ángeles y a los Santos, por la excelencia de sus
virtudes. Al honrar a los Santos estamos
honrando a Dios, puesto que él se manifiesta en
ellos, y por ellos somos atraídos hacia Él.
c) Culto de Hiperdulía o veneración suprema,
que es el culto debido a la Santísima Virgen
María en razón de su eminente dignidad de ser
la Madre de Dios.
EL CULTO A SANTA MARIA
Si la Virgen María es la Madre de Dios y Madre
nuestra, si es nuestra intercesora y mediadora
ante la Trinidad, es muy justo y propio de hijos
agradecidos que le correspondamos con un
entrañable amor, que se manifestará en un
culto de especial veneración, como merece la
Reina del Cielo.
Elementos integrantes del Culto Mariano:
Veneración: fundamento del Culto
Mariano que lleva a la piedad filial
como Madre nuestra que es.
Amor: No se puede amar a Cristo sin
amar, en El y por El, a quien lo hizo
nuestro hermano.
Invocación: Como Madre de quien
desborda la misericordia, la invocamos
como nuestra celestial intercesora.
Imitación: Imitar a María lleva consigo
por su influjo maternal, una
configuración con su Hijo Jesucristo.
EL REZO DEL SANTO ROSARIO
A JESUS POR MARIA
El paso del tiempo, las costumbres
modernas y la innovación de formas de
oración, no pueden dejar a un lado el rezo
del Santo Rosario. De hecho, los Santos
Padres y los Santos han tenido una
profunda devoción a este sacramental,
nosotros como católicos y como amantes de
la Reina del Cielo hemos de ser fervientes
devotos del Rosario. Es digno de recordar
que la familia que reza unida permanece
unida.