2. Dormir
bien aumenta la
resistencia física
Con un sueño reparador nos
cansamos menos y tenemos
mejor resistencia aeróbica,
fundamental para deportistas.
Varios estudios realizados por
la Universidad de Stanford
(EE.UU.) confirmaron que los
atletas que dormían 10 horas
en período de competición
mejoraban tanto sus tiempos
como su resistencia física.
3. Dormir bien
mejora la
atención.
Los niños no reaccionan de la
misma manera a la privación de
sueño que los adultos. Según un
estudio publicado en la revista
Pediatrics, los niños de entre
siete y ocho años que duermen
menos de ocho horas tienen más
probabilidades de ser
hiperactivos, distraídos e
impulsivos. Y es que la falta de
sueño continuada puede derivar
en síntomas de TDAH (Trastorno
por déficit de atención con
hiperactividad) en los más
pequeños.
4. Dormir bien nos
hace más
atractivos.
El mejor tratamiento de
belleza, más natural y
económico es el sueño
reparador. Un estudio
publicado en la revista British
Medical Journal demostró que
las personas que duermen
bien durante la noche
resultan más atractivas y más
saludables para los demás
que las personas que
duermen poco y mal.
5. Dormir bien
protege el
corazón
Existen varios estudios que
avalan la teoría de que las
personas con falta de sueño
continuo (insomnio) tienen tres
veces más posibilidades de sufrir
una insuficiencia cardíaca que
los que duermen bien a diario.
Una de las investigaciones,
publicada en la revista European
Heart Journal, encontró que el
insomnio aumentaba los niveles
en sangre de las hormonas del
estrés. Esto a su vez
incrementaba la tensión arterial,
la frecuencia cardiaca y también
el colesterol, todos ellos factores
de riesgo para nuestra salud
cardiovascular.
6. Dormir bien
incrementa la
creatividad
Según la Fundación Española
del Corazón, cuando el cerebro
está descansado y la producción
de hormonas es equilibrada,
nuestra memoria funciona
mucho más eficientemente; esta
circunstancia provoca que
nuestra imaginación se dispare
y nos vuelva más creativos.
7. Dormir bien
combate la
depresión
Está claro que dormir relaja
nuestro organismo y gracias a
ello nuestro cuerpo produce más
melanina y más serotonina;
ambas hormonas contrarrestan
eficazmente los efectos de las
hormonas del estrés (adrenalina
y cortisol). Cuando nos
despertamos, nos sentimos
mejor tanto física como
emocionalmente. Por contra, no
dormir bien aumenta la
producción de las hormonas del
estrés, ayudando a la depresión a
asentarse un poco más en
nosotros, según la Fundación
Española del Corazón.
8. Dormir
bien mejora el
sistema
inmunológico
Una investigación de la
Universidad Carnegie Mellon
(EE.UU.) concluyó que las
personas que duermen menos de
siete horas al día son tres veces
más propensas a resfriarse que
las que duermen ocho horas o
más. Así pues, no dormir lo
suficiente debilita nuestro
sistema inmunológico y dormir
bien lo impulsa. Todo esto ocurre
porque durante el tiempo de
sueño el sistema inmunitario
aprovecha para regenerarse y así
poder luchar con eficacia contra
contra las toxinas y los
gérmenes.
9. Dormir bien
mejora la
memoria.
Para muchos es uno de los
grandes placeres de la vida y
no es para menos. La siesta,
también lo es. La Universidad
de Hafi (Israel) realizó un
estudio cuya principal
conclusión se resumen en que
una siesta de 90 minutos a
media tarde ayuda a fijar los
recuerdos y la destreza.
10. Dormir bien
mejora tus notas
Los niños en edades comprendidas
entre los 10 y los 16 años que
tienen trastornos respiratorios del
sueño como los ronquidos, apnea
del sueño o similares, son más
propensos a tener problemas de
atención y aprendizaje, según un
estudio publicado en la revista
Sleep. Otro estudio, que realizó un
experimento con estudiantes
universitarios, reveló que aquellos
que no dormían lo suficiente
obtuvieron peores calificaciones
que los que sí lo hicieron. Así, la
privación del sueño afecta
claramente al aprendizaje y, en
consecuencia, a nuestro resultados
académicos.
11. Dormir bien
ayuda a perder
peso.
No es ninguna falacia. Un
estudio de la Universidad de
Chicago (EE.UU.) descubrió que
dormir poco y mal conduce a
un aumento de los niveles de
una hormona llamada grelina,
que nos provoca la sensación de
hambre; de la misma forma, los
adipocitos o células grasas
liberan menos leptina (la
hormona supresora del
apetito). Así, motivado por al
acción de estas dos hormonas,
si estás a dieta y duermes pocas
horas, sentirás más hambre que
si duermes 8 horas.
12. Dormir bien
evita accidentes
de tráfico.
Los accidentes que implican un
solo vehículo y están
relacionados con el cansancio y
al falta de sueño son incluso
más numerosos que los
accidentes provocados por el
consumo de alcohol. La
somnolencia, según declara el
investigador David Rapoport
del NYU Langone Medical
Center (EE.UU.) “es
groseramente subestimada por
la mayoría de la gente, pero el
costo para la sociedad es
enorme, ya que la falta de sueño
afecta el tiempo de reacción y a
la toma de decisiones”.
13. Dormir bien
alarga la vida.
Un sueño adecuado es una
parte clave de un estilo de
vida saludable y uno de los
beneficios a largo plazo es
que dormir las horas
adecuadas, entre 7 y 8 horas
al día, ha sido asociado a una
vida más larga (dormir muy
poco o dormir excesivamente
provocan lo contrario), según
un estudio del St. Luke-
Roosevelt Hospital Center de
Nueva York (EE.UU.).