1. Definición de Gestión Cultural
Conjunto de estrategias utilizadas para facilitar un adecuado acceso al
patrimonio cultural por parte de la sociedad. Estas estrategias contienen
en su definición una adecuada planificación de los recursos económicos y
humanos, así como la consecución de unos claros objetivos a largo y corto
plazo que permitan llevar a cabo dicha planificación. La gestión cultural
ha de redundar necesariamente en el progreso general de la sociedad,
teniendo como principios prioritarios el de servir como instrumento
fundamental para la redistribución social y para el equilibrio territorial.
El gestor cultural, como técnico de cultura, se encuentra por tanto en el
difícil plano que existe entre la política cultural y la población receptora
de esa política. Tres pilares en la Gestión Cultural:
Apoyo de lo público (lo colectivo).
Modelo de desarrollo determinado.
Trabajo por la autenticidad.
Elementos para la Gestión cultural
Los sistemas de intervención cultural se basan en dos premisas: la
creación de un sistema descriptivo, funcional y articulado desde una
perspectiva integrada; y el desarrollo de una estrategia adecuada, a partir
de un análisis preciso de los escenarios y posibles opciones adecuadas a la
finalidad que se quiera alcanzar con la acción cultural. Por ello, los
elementos fundamentales que integran la gestión cultural son; las
funciones y finalidades que determinan el proyecto cultural, los agentes e
interacciones que entre ellos se establecen, las estrategias y los resultados
que de su aplicación se deriven. La gestión cultural genera,
fundamentalmente, tres tipos de funciones;
Funciones normativas; hacen referencia a la regulación de las
relaciones entre el proyecto cultural y el entorno en que se
desarrolla.
Funciones de servicio; regula las relaciones entre el proyecto
cultural y sus usuarios.
Funciones de fomento: consiste en establecer sistemas y condiciones
adecuadas para la interacción entre los diversos agentes implicados
en el proyecto cultural.
2. Como es evidente la herramienta básica para la gestión cultural es el
proyecto y este, para que sea sólido, debe integrar estas tres funciones en
su definición estratégica, de una forma armónica.
Los agentes de la Gestión cultural
Los agentes culturales son las personas u organizaciones que intervienen
en la gestión cultural. Tradicionalmente, éstos se adscriben a los sectores
públicos, privados y asociativos, lo que determina tanto su personalidad
jurídica como su ámbito de acción.
Sector público: Pertenecen a este grupo los agentes y
organizaciones culturales adscritas a la administración pública,
independientemente del nivel territorial o el alcance sectorial de la
institución para la que trabajen. Su estructura es elegida
democráticamente por la ciudadanía y establece diversas relaciones
con el resto de agentes. Así con el sector asociativo se centra en la
concesión de subvenciones, mientras que con el sector privado, la
administración asume funciones de regulación normativa en lo que
se refiere a actividades industriales y mercantiles con carácter
lucrativo.
Sector privado: Se estructura de forma ejecutiva y se relaciona con
los demás agentes actuando como proveedor de bienes y servicios
tanto para el sector público como para el asociativo, aunque con
este último también exista cierta competencia. Sus acciones se
orientan a las actividades industriales y mercantiles, por lo que su
intervención en cultura tiene fines lucrativos.
Sector asociativo: Sus actividades son de interés general, cuentan
con una estructura participativa e interactúan fundamentalmente
con el sector público aunque establece relaciones de compra y venta
de productos y servicios con el sector privado.
Híbridos de estos tres son; las empresas públicas, las fundaciones y las
ONG.
Tomado de la Página: http://www.wikanda.es/wiki/Gesti%C3%B3n_Cultural