1. JON GOÑI IZCUE
Si los alumnos serían profesores:
Si yo fuese profesor pondría más orden en las clases, llegaría
puntual a clase. Si los alumnos no hicieran la tarea, les mandaría
una nota a sus padres y le diría al alumno que me diera el móvil del
padre para contarle que ha hecho el alumno.
También si hubiera un examen avisaría con una semana y media de
antelación. Diría que cosas habría que estudiar y que apartados.
Cuando un alumno le veo estar con el móvil, se lo quitaría durante
un año por no prestar atención en clase y pensar que es una charla
lo que le estoy dando, porque al colegio se viene a aprender no a
hacer el tonto y a prestar atención en clase.
Si los profesores fueran alumnos:
Estar masticando chicle en clase es normal porque casi todos de
clase lo hacen. Lo de no salir a la calle en el recreo no me gusta,
porque si se deja salir a la calle podemos ir a comprarnos chuches y
estar más a gusto, porque en el recreo solo podemos jugar a fútbol
y nosotros queremos estar más a gusto.
Voy a viajar a Barcelona con mi familia: mi hermana, mi padre, mi madre y
mi primo. El viaje dura 10 horas.
Barcelona es una ciudad muy grande con 1.995.538 de personas.
Hay mucho comercio, ambiente y gente. Hay muchas estatuas de varios
artistas muy conocidos.
El helicóptero con el que voy a viajar es muy grande, de color rojo con las
hélices en la parte superior, dos ventanales a cada lado y atrás se
encuentra la puerta de emergencia con sus paracaídas de emergencia.
Los paracaídas tienen una anilla para soltar el paracaídas y si no funciona
tiene una anilla de emergencia.
Yo desearía a cualquier persona que realizase este viaje porque es una
buena experiencia y una buena forma de conocer culturas, otros
conocimientos y otras personas.
Este viaje ha sido el mejor que he realizado

2. JON GOÑI IZCUE
Si desaparecieran las puertas, la gente entraría en
las casas a robar joyas o pendientes. Por ejemplo, en las
cárceles, no habría presos y el mundo estaría lleno de
terroristas, violadores y machistas.
La vida sería muy mala e irías a tu casa y no te haría
falta llevar llaves. Si fueras a un museo podrías robar
mucho más fácil porque no habría puertas candadas ni
electrificadas. En las tiendas de comida podría entrar a la
noche y coger toda la comida que quisieses.
El no haber puertas es muy malo porque no puedes
tener nada en casa, por ejemplo (joyas, pendientes,
recuerdos de la familia y dinero).
Había una vez en un pueblo llamado Murugarren, donde
vivía una gallina que se llamaba Turuleta. Vivía en un establo que
estaba muy abandonado y destrozado.
Este animal sufría mucho porque todos los días le atacaba
un lobo y le decía:”gallina vas a morir, algún día llegaré a comerte y
verás lo que es sufrir y ser comido”.
El zorro se llamaba Javier Izco, tenía 15 años y vivía en una
casa con sus padres y hermanos.
La gallina, al final le dijo al lobo que no hiciera eso que si no
no tendría amigos, porque si iba asustando a la gente por las casas,
a él le iría muy mal.
Al final se dio cuenta. La moraleja es que aunque nos
creamos superiores nunca debes hacer daño a alguien que sea
menor importante que tú, porque en esta vida todos somos seres
humanos y nos merecemos ser valorados según la raza, el sexo...

3. JON GOÑI IZCUE
Esto ocurrió un día en el colegio Santísimo Sacramento, a las 15:30 horas.
Estábamos todos en clase estudiando y preguntándonos, cuando de
repente se escuchó un ruido extraño en la calle. Salimos a ver que pasaba
y era una nave de extraterrestres. Al rato salieron los extraterrestres de la
nave. Los alumnos y los profesores se quedaron aterrorizados. Los
extraterrestres eran muy feos porque tenían 3 ojos y eran de color verde.
Hablaban un idioma raro y llevaban trajes especiales. Ellos dijeron que
venían de otro mundo, los alumnos mataron a los extraterrestres y lo
celebraron por todo lo alto. Desde entonces el colegio se llevó una
felicitación por haber realizado ese hecho.
CUENTO FANTÁSTICO
Este cuento trata sobre un perro llamado Superdog que
tenía 2 superpoderes. Uno de ellos era volar y otro es que la lengua
la tenía muy larga y con ese poder podía atrapar a las personas que
robaban o atacaban un banco.
El dueño del perro se llamaba San Francisco Javier. Tenía 28
años y vivía en Madrid, en la calle Carabanchel, portal 28. Él no
tenía ningún poder especial pero sí a su novia que le apoyaba en
sus momentos malos y que cuando necesitaba cariño ahí lo tenía
para él.
Este cuento se refiere a que si en nuestra vida tenemos una
oportunidad de tener alguien que nos apoye y nos quiera hay que
escogerla porque si no nos sentiremos igual de mal que el perro.
CUENTO REAL:
Este cuento trata sobre un niño llamado Juan que había
terminado la Primaria y estaba muy deseoso de ir a la ciudad. Juan
decía que lo de trabajar en el campo no era lo suyo, así que un buen

4. JON GOÑI IZCUE
día hizo su maleta y partió rumbo a la gran ciudad, pero sin antes
pedirle a su madre que le diera su bendición. El niño le prometió a
sus padres que volvería a casa sano y salvo con el dinero suficiente
para que su madre y su padre no tuvieran que seguir trabajando la
tierra. Juan cogió el taxi que le llevaría a la gran ciudad, la cual
estaba a un par de horas de su pueblo.
Al llegar a la ciudad bajo del taxi y se encaminó a la salida.
Vio con asombro los edificios tan grandes que había y las grandes
multitudes de personas que vivían. Se le acercó un joven diciéndole:
-“¿dónde está el centro de la ciudad?”
y le dijo que él también venía del pueblo.
Mientras se quedaron hablando, un muchacho se acercaba
por detrás y cogía las maletas de Juan. Cuando el que le preguntó
veía que el muchacho ya se encontraba perdido de vista, el señor
agradeció a Juan y se retiró rápidamente.
Cuando Juan se dio cuenta de que sus cosas habían
desaparecido, decidió regresar a su pueblo para estar protegido en
su casa y tener también esa tranquilidad de trabajar en el campo. El
chico al final no ganó dinero para sus padres que estaban
trabajando en el campo.
Había una vez un perro llamado Toby que estaba con una ardilla
que se llamaba Alvin. Los dos animales vivían en el campo cazando.
Alvin y Toby tenían muchos amigos en los que podían confiar y
apoyarse.
Cada mañana Toby y Alvin salían de visita por el campo. Después
iban a buscar comida; el perro buscando conejos y la ardilla iba a buscar
nueces, semillas y granos que tenía en su hábitat natural.
Toby tenía mucho aguante al encontrar su comida. La vida de
estos animales era muy apreciada por las personas y por los animales que
vivían cerca de ellos.
Este cuento se ha acabado y la moraleja que saco es que cuando
en la vida tenemos amigos, nos dan una mayor fuerza para poder seguir
adelante en la vida. Los amigos, son el regalo que Dios Nuestro Señor, nos
ha dado para poder compartir las cosas que tenemos y recibir de ellos
más de lo que damos.

5. JON GOÑI IZCUE
Una zorra estaba siendo perseguida por unos cazadores cuando
llegó al sitio de un leñador. El leñador le dijo que se escondiera detrás de
la puerta que había. Al rato llegaron los cazadores y preguntaron al
leñador a ver si habían visto a una zorra. El leñador le dijo:
-“no. Aquí no hay ninguna zorra y no ha pasado nadie”.
La zorra al verlos marcharse, salió sin decir nada. Después el
leñador le dijo:
-“encima que te he ayudado no me has dado ni las gracias”; y la
zorra le respondió:
-“te hubiera dado las gracias pero con tus manos y tu boca lo has
dicho todo”.
Moraleja: En la vida no hay que negar los actos de uno mismo,
sino lo que dices con tus palabras.
Esta historia trata sobre los remotos años de esa vida.
Eran dos personas, uno se llamaba Kazimaro, el otro Pelcolete.
Vivían en un chalet muy grande; con dos habitaciones y dos baños. La
ciudad era muy grande y vivían doscientas personas.
Cada uno usaba una piedra afilada para desgarrar a los animales,
cortar sus propias cuerdas caseras y hacer fuego frotando un hierro
contra un basalto.
Vivían en castillos y en casas pobres. Obviamente los que vivían
en el castillo eran los reyes, señores, damas y caballeros. La gente
humilde vivía en casas pequeñas y de madera.
Cuando había destrucciones de la naturaleza, todo quedaba
perdido, pero ellos la volvían a hacer ya que si llegara el invierno sería
más duro.

6. JON GOÑI IZCUE
Había algunas personas que sus casas las habían construido con
piedra y madera; pero aún así no servía porque la naturaleza no se podía
controlar.
Las familias tenían una promedia de entre 2 a 4 hijos y algunos
nacían con la peste. Estos hombres que vivían en estas condiciones tan
malas, en cambio en su chalet tenían 2 teles plasmas de Ultra hd y sofá
eléctrico para tumbarse.
Soy un poco gordito, tengo el pelo corto y negro y mido 1m 79cm.
Soy un poco moreno y mi peso es de 70 Kg.
Mi nariz, mis orejas y mi boca son medianas pero no grandes.
Soy muy feliz. A veces cabezón y una buena persona en la que se
puede confiar. A veces soy travieso y luego me arrepiento. También soy
amigable y tengo muchos amigos.
Me gusta jugar al fútbol, al baloncesto y al tenis. También, uno de
mis mejores hobbies que siempre me ha gustado es ayudar a mi padre en
el pueblo en la huerta de al lado de casa.
Cuando yo era pequeño, alrededor de los 9 años, fui un día por la
mañana a visitar a mis abuelos con mi padre que se llama Juanito y mi
madre que se llama Lourdes. Mi abuela, que se llama María Jesús López,
me empezó a sacar chorizo, jamón o cualquier otra cosa para ver si yo
quería comer, pero yo le dije que no, que tenía comida en casa de sobra.
Mi abuelo estaba leyendo el periódico y le dije:
-“abuelito: ¿qué tal estas?”, y él me dijo:
-“bien, aquí estoy bien tranquilo”.
Yo al rato, como siempre hacía, le empecé a quitarle la chapela
que llevaba puesta y él se cabreó un montón, hasta que al final cogió su
bastón y al girarme me vino el bastón contra la nariz. Mi abuelo me pidió
perdón y me dijo que no lo hacía con toda su intención y yo le dije:
-“vale vale”, tranquilo abuelo no pasa nada, estoy bien”.
Bueno otra de mis historias es la que estaba jugando en mi casa,
con la bolsa y que dentro había un balón. Bueno era un día por la mañana

7. JON GOÑI IZCUE
hacia las 12:00 horas. Mi padre estaba pasando el aspirador, mi hermana
estudiando y mi madre trabajando. En ese momento aproveché para
coger la bolsa con el balón y empezar a dar vueltas muy muy rápido hasta
que se me fue el equilibrio y caí con los dientes de adelante en la esquina
de la mesa de cristal que tenía en casa.
De repente empecé a sangrar los dientes y la boca. Fui
rápidamente al baño y me limpié la boca de sangre. Desde ese momento
se me cayeron los dos dientes de leche y al tiempo me aparecieron los
fijos. Tuve un dolor insoportable, parecía que me habían dado con un
martillo en los dientes.
Y por terminar uno de los últimas y mejores. Es de un día en el
colegio de Azpilagaña jugando con Fernando, Ádrian, Aitor, Ogi, Mario y
también otro chaval que se llamaba Julen. Era hacia las 18:00 horas de la
tarde cuando yo era el portero en un rápido que hicimos, yo me pegué 30
minutos parando balones, pero de repente me vino un balón que venía
con mucha fuerza. Yo me preparé para pararlo. Y de repente, el balón
dobló mi mano derecha y entró en la portería. Mi mano se dobló y me
empezó a doler un montón, porque no podía moverla.
En ese momento les dije a mis amigos que tenía que llamar a mi
madre para que me llevaran al hospital y me hicieron unas radiografías de
la mano. Me pegué 40 minutos esperando hasta que al final me llevaron a
hacer rayos láser. Después de eso, me dieron las pruebas y salió que tenía
luxación en la mano. El médico me dijo que tuviera la mano en reposo
durante 3 semanas. Bueno esto es todo, son mis mayores recuerdos que
he tenido.
Me levanto a las 7:15 horas, bajo de la cama y mi madre me llama
para ir a desayunar.
Desayuno leche sola.
Más tarde me lavo los dientes y me visto.
Hacia las 7:30 horas, cojo, me preparo los libros con la mochila y
para las 7:50 horas me voy a coger la villavesa.
Después entro al colegio a las 8:25 horas y a las 8:30 horas nos
sentamos en el sitio para empezar las clases.
Hacia las 11:15 horas voy al recreo y después tenemos tres horas
de clases con su descanso. Acabamos a las 14:30 horas que me piro a
casa.

8. JON GOÑI IZCUE
Este cuento trata sobre un pez que lo marginaban como
una basura, ya que cuando nadaba por el mar los marineros echaban los
plásticos o las latas al mar, sino echaban zapatos. Eso hacía que el pez
estuviera triste y marginado.
Al pez lo marginaban, ya que era un pez diferente a los
demás. Encima hasta los peces se escapaban de él.
Era un pez grande, de color gris oscuro. Era
impresionante. A los años este pez grande se murió ya que al respirar
tantos contaminantes y basura, se ahogó por no tener el oxígeno
suficiente para respirar.
Su pelo es negro, tiene orejas y nariz medianas y sus ojos son
negros y grandes.
Su boca y sus manos son grandes. Él es alto, mide 1m 80cm, su
cabeza es grande y lleva gafas. Su cabello es corto.
Es serio a ratos, delgado y demasiado fuerte. Sus piernas son
largas y sus pies son medianos.
Le gusta ver la televisión cuando juega el barsa, jugar al tenis, a
baloncesto y jugar a la PlayStation 3 con su primo.