Las relaciones laborales entre profesionales de la salud pueden influir negativamente en la situación de salud de los usuarios de tres maneras: 1) Los juicios y descreditos hacia los pacientes pueden crear desconfianza e inseguridad. 2) Un mal clima organizacional limita la atención multidisciplinaria integral. 3) Los comentarios parcializados de los usuarios pueden generar conflictos entre profesionales.