1. LEY
SOPA Y PIPA
UNIVERSIDAD PRIVADA DE TACNA
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
Alumno: Víctor Antonio Quispe Ochoa
2. Es ya normal que caminando por la calle pensando en la futura película que se estrenará y
ahorrando de sol en sol para poder ir a verla –ya que tú eres una persona que está en
contra de la “piratería”- y paralelo a ti, observes a tu amigo que también gusta de los
mismas características en las películas que prefieren pero sin embargo, a diferencia de ti,
él ya la tiene a la mano, y con solo unos cuantos soles.
Es decir, ya no se nos hace tan complicado observar el comportamiento “que genera un
impacto negativo para el desarrollo de la industria y de la sociedad”. Imagínese cuantos
ingresos se dejan de percibir por ejemplo en la producción de una película por la piratería
por ende puede ocurrir que los inversionistas vean ya no en nuestro país un mercado
adecuado.
3. Lo antes mencionado es señal coincidente de que
muchas veces donde surge la piratería es en los
países menos desarrollados, sin embargo ello no es
excluyente de otras sociedades, incluso de las más
desarrolladas o los denominados países del primer
mundo. Ahora bien, ello no es lo único que ocurre en
nuestra sociedad, sino que conforme han pasado los
años, es notorio que las tecnologías e invenciones se
han ido desarrollando de manera notable, por lo que,
ahora la piratería se ha trasladado al entorno
cibernético, es decir, en la actualidad el gran
porcentaje de “piratería” tiene como medio el internet
y todas sus vertientes.
Perú, como país sub desarrollado acoge en gran
porcentaje empresas e inversiones directas de
Estados Unidos, no por nada tenemos firmados
diversos Tratados de Libre Comercio (TLC) con el
país norteamericano sino que también a pedido de
ellos hemos tenido que adoptar un grupo de leyes
para ir acorde a su legislación; no es ajeno entonces
para nosotros que se hayan propuesto hace ya unos
cuantos años y haya sido materia de discusión
permanente la Ley SOPA o la Ley PIPA.
4. Justamente son estas dos leyes las que
trataban de hacer frente a la “piratería” por
medio del Internet, es decir, una persona que
descargaba una música desde un sitio web
determinado era el sujeto quien accedía a la
música por medio de piratería, siento la
consigna de dichas leyes acabar con dichos
sitios web para poder de tal manera asegurar
una estabilidad económica en los ingresos del
propio Estados Unidos y lógicamente el
respeto a la propiedad intelectual a favor de los
artistas por ejemplo o cualquier tipo de sujeto
que convierta sus creaciones en una invención
que sea de acogida para determinado sujeto
(os) y por ende sean en cualquier momento
pasibles de piratería.
5. Se trataba entonces de unas leyes que tratan de adoptar medidas nunca antes tomadas en contra de
dichos sitios webs y cuya decisión legislativa (si se regulara o no) repercutiría de manera inmediata en
países como el nuestro por citar un ejemplo.
Ahora bien, no debe malinterpretarse la finalidad de dichas leyes en lo referido anteriormente, dado que lo
que se proponía era concretamente una consecuencia a la detección de un contenido copiado o
“pirateado”, es decir, la consigna de dichas leyes involucraba la colocación de filtros en las páginas webs
que permitan “detectar” cualquier contenido protegido.
Sin embargo, no debemos dejar pasar la oportunidad para poder asumir una postura que en definitiva ha
sido la que mayor acogida ha obtenido y con la cual ha sido uno de los motivos que determinó en la
influencia para que dichas leyes no vean su materialización en una ley promulgada.
Diversos medios sociales como Tumblr o el mismo Wikipedia hasta incluso Google han dado su voz de
protestas en contra de estas leyes, voz que compartimos en dichos momentos de incertidumbre y que a
varios años del debate seguimos compartiendo, todo ello debido a la notaria repercusión que tendrá en las
limitaciones en las que incurrirán las personas de determinadas sociedades que no cuentan con una
economía particular estable en su mayoría y en la cual la cultura de la “piratería” no es un estilo de vida
sino más bien una cultura de necesidad pecuniaria.