1. UNIDAD 2
LA CONVIVENCIA SOCIAL
PIETER BRUEGEL TORRE DE BABEL KUNSTHISTORISCHE
SOCIEDAD ASTURIANA DE FILOSOFIA
http://www.sociedadasturianadefilosofia.org Sociedad Asturiana
de Filosofía
2. La convivencia social
Valores y normas. Autonomía moral
1. Introducción.
2. Los saberes prácticos.
3. Los materiales morales.
4. Los valores
4.1. Los valores morales.
5. Las normas.
5.1. Las normas morales.
6. Autonomía y heteronomía.
6.1. El desarrollo moral en el niño.
6.2. El proceso de maduración moral.
7. Valores y actitudes.
8. Dignidad y derechos.
François TRUFFAUT,
El pequeño salvaje
(Les Films du Carrosse, 1970)
3. Unidad 2: La convivencia social
Introducción
El pequeño salvaje Victor de L´Aveyron
Comenzando su descripción por el aspecto que ofrecían las funciones
sensoriales de nuestro pequeño hombre bravío, el ciudadano Pinel nos
informó haber encontrado sus sentidos en un estado tal de inhibición que el
infeliz se hallaba según él, a este respecto, bastante por debajo de las
especies zoológicas domésticas: los ojos sin fijeza ni expresión, sin cesar
divagan de un objeto a otro sin detenerse jamás en uno de ellos, hallándose
tan poco ejercitados, tan poco coordinados con el tacto que en modo alguno
sabían distinguir entre un objeto de bulto o una simple pintura […]. Pasando,
pues, de las funciones sensoriales a las intelectuales, el autor del informe
nos mostró a su paciente incapaz de atención, salvo en lo que atañía a los
objetos de sus necesidades, y sustraído, por lo tanto, a las operaciones del
espíritu que reclaman el concurso de aquella facultad; privado de
discernimiento, negado a la memoria, desprovisto de toda actitud imitativa y
hasta tal punto obstruido a los recursos de la mente, incluso relativos a sus
propios intereses, que aún no había aprendido siquiera a abrir las puertas ni
acertaba a valerse de una silla para atrapar algún manjar que se hurtase a
J.M.G.ITARD su alcance. Se hallaba finalmente desprovisto de todo recurso comunicativo
(1774-1838) […] Insensible su alma a cualquier clase de afección moral, toda su
inclinación y su placer quedaban circunscritos al agrado del órgano del
gusto, todo su discernimiento a las operaciones de la gula, toda su
inteligencia a la capacidad para unas cuantas ocurrencias aisladas y
siempre relativas a la satisfacción de sus necesidades, en una palabra, su
existencia toda quedaba reducida a una vida puramente animal.
Jean Marc Gaspard ITARD Informe sobre Victor de L´Aveyron (Francia 1799)
4. Unidad 2: La convivencia social
Introducción
Las personas, para poder orientarnos en esta vida, necesitamos
de los «saberes prácticos»: la «moral», la «política», la «religión»
nos proporcionan los materiales para ordenar nuestra conciencia
La base de nuestras «convivencia social» viene determinada por
una serie de «valores» y de «normas» que cada uno de nosotros
deberemos de aprender a través del «proceso de socialización»
y gracias a la intervención de distintos «agentes socializadores».
El objetivo es superar la conciencia «heteronomía» para adquirir
la conciencia «autonomía», mediante un proceso de «desarrollo»
que nos permita alcanzar la total y completa «maduración moral»
Joaquín
Salvador
Lavado
QUINO,
Mafalda
(Lumen)
5. Unidad 2: La convivencia social
Los saberes prácticos
Frente a los animales, cuya existencia está «determinada» por su
propia naturaleza, las «personas» somos seres «desorientados»:
nuestra naturaleza «condiciona» nuestra vida, si bien no siempre la
determina, y necesitamos construir nuestra vida, «aprender a vivir».
Para ayudarnos en esa dura tarea
contamos con distintos «saberes»
(«moral», «política» y «religión»)
considerados «saberes prácticos»
«Orientar» es «dirigir o encaminar
algo o a alguien hacia un fin», por
lo tanto los saberes prácticos son
«orientadores» en la vida en tanto
nos encaminan a una «finalidad».
moral orienta en lo personal y las relaciones con los demás
política orienta en el ámbito social y en la dimensión pública
religión nos hace sentir uno con los demás y con el absoluto
6. Unidad 2: La convivencia social
Los saberes prácticos
La «finalidad» a la que conduce cada saber es lo que los
diferencia, pero además presentan algunas características que los
singularizan normas morales y valores morales
la moral nos ayudan a construirnos por dentro, como individuos y en las relaciones
con los demás, y lo hace con vistas a que alcancemos nuestra «autorrealización»
proponiendo «ideales de vida buena», que se concretan en unos valores y normas
con los que elaboramos pautas para conducir nuestra vida y orientar a otras personas
normas jurídicas y decisiones políticas
la política se orienta a conseguir el «bien común» de una determinada comunidad y.
como esta está formada por personas tiene una vertiente individual («bien individual»)
y otra social («bien colectivo»): las normas políticas deben estar presididas si quieren
alcanzar su fin, por un concepto que es común a la política y a la moral: la «justicia».
experiencia religiosa
la religión intenta dar respuesta a nuestro deseo de «inmortalidad» y a la búsqueda de
un «sentido último», para lo que no utiliza unas normas o leyes, sino la invitación a la
«felicidad» y «consuelo»: el amor, la ayuda y la compasión nos permiten aceptar a los
demás y al mundo como «totalidad única» dotada de sentido, «abierta a la liberación».
7. Unidad 2: La convivencia social
Los materiales morales
Analicemos ahora cinco «materiales» que construyen nuestra moral
libertad
Las personas no nacemos ya hechas, ni mucho menos acabadas: ser libres significa que
estamos abiertos a crear inteligentemente un mundo de posibilidades y podemos elegir de
entre ellas la que sea mejor, pues podemos responder como queramos a lo que nos pasa.
Pero la libertad viene acompañada en todo momento de un sentimiento de responsabilidad
que obliga a considerar las consecuencias de nuestros actos antes de ponerlos en marcha,
y que nos permite responder ante los demás de lo hecho, justificar todas nuestras acciones.
talante carácter
El sentimiento fundamental de la existencia Ser libres implica forjarnos nuestro carácter
de una persona, el «tono vital» con el que («ethos»): todos nacemos con un talante o
ésta se enfrenta por naturaleza a la realidad: primera naturaleza y podemos crearnos una
en todos nosotros hay una unidad emocional «segunda naturaleza» mediante repetición
en inteligente última, y que hemos heredado de nuestras acciones con las que podremos
(también lo denominamos «temperamento»). adquirir valores, virtudes, actitudes y normas
virtudes actitudes
Para tener una vida moral es preciso adquirir Son hábitos o predisposiciones aprendidas y
una serie de «hábitos»: si nos encamina al fijas que orientan la conducta, y contienen
bien son virtudes y si nos alejan son vicios. componentes «cognitivos» (convicciones)
«areté»: (excelencia) y «virtus» (fuerza del «afectivos» (sentimientos favorables o no) y
alma para hacer el bien) es la predisposición también «comportamentales» (tendencia a
a obrar bien adquirida mediante el ejercicio. responder en un mismo sentido siempre).
8. Unidad 2: La convivencia social
Los valores
Definición y tipos de valores
El concepto de «valor» tiene su origen en el «lenguaje económico»:
designa todo el conjunto de objetos, situaciones, cualidades o ideas
que «apreciamos», «consideramos» o «estimamos» (por nosotros).
El valor de una cosa, objeto, situación, conducta es lo que hace que
sea «querida» o «buscada», pues posee una serie de «cualidades»
que yo considero muy importantes: que supera nuestra indiferencia,
responde a mis inclinaciones, destaca por su perfección o dignidad.
Los valores nos sirve de «guía para la acción»: son criterios de elección que permiten decidir
lo que es preferible, juzgamos más conveniente, estimamos valioso o consideramos bueno.
Pero los valores son además «ideales» difíciles de conseguir y hacia los que tendemos, pues
ejercen una atracción sobre nosotros y tienden a orientarnos: representan las aspiraciones y
los deseos de aquello digno de ser conseguido: la paz, la justicia, la belleza, la solidaridad…
9. Unidad 2: La convivencia social
Los valores
Definición y tipos de valores
Algunas de las «características» que han de tener nuestros valores:
orientan nuestra conducta puesto que hacen preferibles unos
importantes
objetos a otros o unas conductas por encima de las demás
no están en los objetos, en los hechos o las conductas puesto
trascendentes
que se les añaden a éstos desde fuera de ellos (por nosotros)
apreciaciones existen de manera diferente a como existen los objetos ya que
mentales son estimaciones que nosotros proponemos de modo raciona
individuales son interiorizados por cada uno de los individuo particulares
colectivos pero al mismo tiempo son compartidos por toda la comunidad
históricos se atribuyen a una época y a una sociedad determinadas con
sociales una cultura, unas costumbres, unos hábitos, unas normas…
10. Unidad 2: La convivencia social
Los valores
Definición y tipos de valores
Los valores tienen «polaridad»: un polo «positivo» y otro «negativo»
todo valor tiene siempre su opuesto, al que llamamos «contravalor»
económico barato/caro, abundante/escaso, lujoso, óptimo…
vital sano/enfermo, fuerte/débil, ágil, limpio, enérgico…
intelectual verdadero/falso, válido/inválido, correcto, cierto…
estético bonito/feo, sublime/grotesco, lindo, precioso…
ético bueno/malo, justo/injusto, generoso, tolerante…
11. Unidad 2: La convivencia social
Los valores
Los valores morales
Los valores morales se aplican a las «acciones» o las «personas»
en la medida en que éstas son las «responsables» de sus acciones
(«correcto e incorrecto», «elogiable y censurable», «bueno y malo»)
Nunca se aplican propiamente a las cosas: decir que la dirección es
correcta o el café bueno no es aplicar el término «en sentido moral»
Los valores morales se aplican por tanto a «acciones voluntarias» y
a las «personas» que las realizan, por lo que estas acciones deben
de tener una serie de «consecuencias» para el resto de personas
(incluyendo también al propio individuo que realiza estas acciones).
12. Unidad 2: La convivencia social
Las normas
Definición y tipos de normas
La norma es toda «regla» o «pauta» que indica «cómo hacer algo».
Las normas morales nos señalan «cómo debemos comportarnos»
pero no todas las normas o pautas de comportamiento son morales
cortesía se debe ceder el paso a las personas mayores
tráfico se debe circular siempre por el lado de la derecha
convivencia hay que llegar siempre puntual a una obra de teatro
legales hay que pagar impuestos a hacienda cada año
13. Unidad 2: La convivencia social
Las normas
Las normas morales
«¿Cómo podemos saber que una norma es una norma moral?»
Aunque es difícil contestar de manera precisa podemos afirmar que
son normas morales las normas que poseen estas características:
autoobligación
las normas atraen de tal manera a las personas que las poseen que se presentan
ante ellas con la exigencia de ser obedecidas sin provenir de ninguna autoridad y sin
la necesidad de que los demás se enteren de su cumplimiento, pues esta exigencia
no tiene que ver con el aplauso o condena por parte de la sociedad, sino con el
respeto a uno mismo y con el respeto a nuestra forma de valorar y sentir la realidad
incondicionalidad
las normas atraen de tal manera a las personas que las poseen que las cumplen sin
tratar de conseguir un objetivo distinto del de su propio cumplimiento, ya que no se
busca el reconocimiento de los demás ni tener contento a ningún tipo de autoridad
universalidad
las normas atraen de tal manera a las personas que las poseen que piensan que
estas normas deberían ser las que rigieran el comportamiento de todas las personas,
ya que está tan convencido de su valor que se las exigiría siempre y a todo el mundo
14. Unidad 2: La convivencia social
Las normas
Las normas morales
Norma moral se define como la «expresión en forma de mandato»,
puesto en forma imperativa, de nuestros propios «valores morales».
Todos estos valores y normas individuales que asumimos personalmente y con los que nos
identificamos no han sido creados por cada uno de nosotros en solitario: los hemos creado a
través del entorno social, por eso coinciden con los valores y normas de nuestra sociedad:
nacen de nuestra interacción con los demás y responden al llamado principio de reciprocidad.
Llamo «maduración social» al proceso de desarrollo personal por el
que adquirimos la conciencia moral adulta, proceso de socialización
por el que adquirimos destrezas necesarias para vivir en sociedad,
en el que intervienen los «agentes socializadores» que nos ayudan
a interiorizar valores colectivos: familia, escuela, amigos y medios…
15. Unidad 2: La convivencia social
Autonomía y heteronomía
Conciencia autónoma y heterónoma
El término griego «nomos» se traduce por «ley»,«regla» o «norma»
y por lo tanto referirse a nomos moral es referirse a la norma moral:
«auto-nomía» y «hétero-nomía» antepondrán al concepto de norma
los de «autos» («uno mismo») y «héteros» («otro»,«distinto de mi»)
fundamento origen
Si nos fijamos en el fundamento, según Kant Si nos fijamos en el origen, se cuestionará si
la moral es autónoma si se basa en si misma las normas morales proceden, dependen del
sin contar con los elementos de la realidad. propio sujeto que las inventa y se las da a sí
La verdad es independiente de los intereses mismo, o al contrario, provienen de alguien
más nobles, pues no tiene ninguna finalidad: ajeno a él, de quien las recibe y la acata.
cumplo con mi deber no para evitar castigos Hablaremos de autonomía cuando la norma
o perjuicios, ni para conseguir un beneficio, procede «de uno mismo», y de heteronomía
ni siquiera para ser feliz, sino para cumplir cuando la norma procede «de otros» y el
con mi deber tan solo porque es mi deber. sujeto a quien se dirige está sometido a ella.
16. Unidad 2: La convivencia social
Autonomía y heteronomía
Conciencia autónoma y heterónoma
Para juzgar la «bondad» o «maldad» de las acciones, la conciencia
se sirve de «principios» mediante los cuales la persona rige su vida.
A veces no percibimos estos principios, pero nos atenemos a ellos:
o le vienen impuestos, o se los da ella misma racional y libremente.
Una conciencia será «heterónoma» si se deja guiar por lo siguiente:
instintos/apetencias tradición autoridad de otros
Si nuestra conciencia acepta los principios emanados de cualquiera
de los supuestos «sin haber reflexionado» sobre tales principios y
sin decidir si su orientación es buena, la conciencia es heterónoma.
17. Unidad 2: La convivencia social
Autonomía y heteronomía
Conciencia autónoma y heterónoma
Una conciencia será «autónoma» si ella misma propone las normas
morales que deben regir la acción siempre habiendo «reflexionado»
y habiendo «decidido» y sin coacciones de ningún tipo, ni de nadie.
Las personas empezamos por aprender las normas en la sociedad
en la que vivimos, mediante los llamados «agentes socializadores»:
es cierto que, en principio, todas las normas «nos vienen de fuera»
y eso no significa necesariamente que seamos seres heterónomos.
Actuamos con autonomía si somos nosotros quienes «decidimos»
reflexivamente qué norma consideramos buenas y cuáles no lo son,
y si somos capaces además de «crear nuevas normas» para todos.
18. Unidad 2: La convivencia social
Autonomía y heteronomía
El desarrollo moral en el niño
El psicólogo Jean Piaget («El juicio moral en el niño»)
estudió el «comportamiento humano» tanto a un nivel
«intelectual» como «moral»: evolucionamos desde la
«heteronomía» aceptando sin discusión otros códigos,
hacia la autonomía «autonomía», participando crítica y
activamente en la elaboración de normas, costumbres.
Jean Piaget nos hace ver que no toda forma de moralidad es igualmente
válida y que hay formas inmaduras o infantiles (que pueden prevalecer
todavía en los adultos). Especialmente, estos estudios recalcan que una
moral madura no puede reducirse a una pasiva aceptación de los códigos
morales de la sociedad: ha de ser una moral personal, es decir, autónoma.
Jean PIAGET, El criterio moral en el niño (Martínez Roca, Barcelona 1984)
Jean PIAGET
(1896-1980)
Jean
PIAGET,
Etapas del
desarrollo
cognitivo
19. Unidad 2: La convivencia social
Autonomía y heteronomía
El desarrollo moral en el niño
Existiría también una fase intermedia, llamada «fase de transición»:
fase heterónoma fase de transición fase autónoma
fase heterónoma: caracterizado por el realismo moral, por influencia o presión que
ejercen los adultos: las reglas son coercitivas e inviolables, respetadas de forma
literal por el niño, que no se diferencia del mundo social que le rodea (egocentrismo:
reglas al pie de la letra, la justicia se identifica con la sanción severa de los padres).
fase autónoma: periodo basado en la cooperación entre iguales, en el respeto y en el
consentimiento mutuos entre las distintas personas: las reglas se interiorizan y se
generalizan hasta llegar a la noción de justicia equitativa (no meramente igualitarista)
que implica reparto racional en función de las distintas situaciones que se presenten
primera fase segunda fase tercera fase
Hasta los siete años, el niño Entre siete y ocho años el niño Con quince anos reivindica la
actúa casi siempre imitando a empieza a valorar por sí solo la independencia en muchos de
los mayores, especialmente a moralidad de los propios actos, los terrenos, también el moral:
aquellos que tiene más cerca: se siente culpable si hace mal, los valores de los adultos ya
entiende lo bueno solo como pero demanda que reconozcan no le sirven, y el peligro surge
lo que le mandan, y lo malo cuando ha hecho bien; al llegar si no dispone de otros valores
es aquello que está prohibido. a los diez, juzgará a los demás o si son de una menor calidad
20. Unidad 2: La convivencia social
Autonomía y heteronomía
El proceso de maduración moral
El también psicólogo Lorenz Köhlberg estableció una
secuencia de tres niveles, seis estadios (dos por nivel)
en la «evolución» («maduración») moral de la persona
que van desde la primera infancia hasta la edad adulta
Los «niveles» definen la perspectiva de razonamiento
en relación a las normas morales de la sociedad y los
«estadios» expresan los criterios mediante los que la
persona emite un juicio moral (la «evolución» seguida)
Lawrence Köhlberg, ha estudiado el desarrollo de la conciencia partiendo
del análisis de juicios morales, especialmente a partir de los razonamientos
que todos formulamos ante dilemas morales, y llega a la conclusión de que
todas las personas seguimos unos esquemas universales de razonamiento
Lorenz KÖHLBERG, El proceso de maduración moral (Harper & Row 1981)
L.KÖHLBERG
(1927-1987) preconvencional convencional postconvencional
egocentrismo gregarismo relativismo
individualismo comunitarismo universalismo
21. Unidad 2: La convivencia social
Autonomía y heteronomía
El proceso de maduración moral
Los tres niveles de «maduración moral» tienen estas características
(señalado entre paréntesis aparecen también los distintos estadios)
preconvencional
se enjuician las cuestiones morales desde los propios intereses, lo justo es lo que
me conviene, y se siguen las normas establecidas por la autoridad para evitar el
castigo (castigo y obediencia) o bien de modo solamente mercantil: justo es lo que
satisface mis propias necesidades e intereses personales (propósito e intercambio).
convencional
enfocan las cuestiones morales de acuerdo con las normas, expectativas e intereses
que convienen al orden social establecido: busco aceptación por parte de los demás
(expectativas y conformidad interpersonales mutuas) o bien simplemente busco la
conformidad respecto a los otros (sistema social y mantenimiento de la convivencia)
postconvencional
define la moral en función de los derechos, los valores y contratos legales básicos
reconocidos por la sociedad constitucional democrática en la que vivo y participo
(derechos previos y contrato social de utilidad) o bien va más allá del derecho
contractual para pensar desde una perspectiva global (principios éticos universales).
22. Unidad 2: La convivencia social
Autonomía y heteronomía
El proceso de maduración moral
E Características Perspectiva social Ejemplo
Preconvencional Egocentrismo No debo pegar a este chico,
1 Las normas se acatan por obediencia y
miedo al castigo
Incapacidad para relacionar perspectivas
y puntos de vista distintos
porque si lo hago mi madre me castigará
Preconvencional Individualismo No debo enemistarme con este chico
Las reglas sólo se asumen si favorecen los Conciencia de que los otros también tienen porque sabe mucho de Matemáticas.
2 propios intereses. intereses. Por lo tanto, el bien es relativo Si le ayudo en Lengua, quizá quiera
Lo bueno es lo útil y beneficioso ayudarme a mí con los números
Convencional Gregarismo Debo ser una buena persona porque eso
Se consideran normas lo que las personas Capacidad para relacionar distintas perspectivas se espera de mí.
3 cercanas (como la familia, amigos...) esperan y para ponerse en el lugar de otro. Debo respetar a mis compañeros porque,
de nosotros La perspectiva es aún limitada y concreta si no lo hago, defraudaré a mi familia
Convencional Comunitarismo Hay que respetar a los demás.
Hay que acatar las normas que están Ya hay una perspectiva social abstracta y amplia. ¿A dónde iríamos a parar si todos nos
4 establecidas socialmente para proporcionar Conciencia de los intereses generales, que están comportásemos como animales?
un bien general por encima de los individuales y personales
Postconvencional Relativismo Debo respetar a los demás porque,
Como existe una gran variedad de opiniones, Conciencia de la pluralidad de normas. aunque tienen opiniones distintas, hemos
5 principios y valores, sólo son legítimas las
normas que son fruto de un acuerdo que
Sólo son legítimas las que surgen del consenso.
Abierto a la posibilidad de cambiar las normas
decidido cooperar en beneficio de todos
favorece a la mayoría
Postconvencional Universalismo El respeto a las personas es un principio
Todas las normas son escogidas libre Conciencia de que hay valores universales, como universal que asumo personalmente como
6 y racionalmente, pero responden a principios
y valores universales aceptados por todos
la igualdad y la dignidad de las personas, aunque
las personas puedan no coincidir con ello.
guía de mi conducta, aunque en algunas
sociedades no se respeten como tales
(como por ejemplo los Derechos Humanos) Cuando esto ocurre, es lícito desobedecerlas
Según esta perspectiva evolutiva, habría «estructuras psicológicas»
(«formales») en todo ser humano, que serían las responsables de su
«conducta ético-moral»: muchos sujetos, en algunas culturas, según
Kohlberg, no alcanzarían el último estadio, que seria el más maduro
23. Unidad 2: La convivencia social
Valores y actitudes
La «convivencia» es aquella situación en que dos o más personas
viven «en mutua compañía» («coexistencia») y «cooperan entre sí»
Su significado va más allá de la mera coexistencia, pues coexistir
solo exige «compartir un espacio y un tiempo», sin importar si las
persona sufre abuso, esclavitud, explotación u otros daños injustos.
La convivencia es una situación en la que las personas deberán prestarse apoyo mutuo y
cooperar voluntariamente para lograr objetivos comunes de supervivencia y de prosperidad
con independencia de las diferencias ideológicas, religiosas, culturales que existan entre ellos
pues convivir significa apoyo, cooperación, respeto recíproco y compartir responsabilidades.
Supone un «compromiso» de cada grupo social y de cada individuo
para cooperar en el mantenimiento y la mejora del «orden social»:
construir la «amistad cívica» sobre la «confianza y respeto mutuos»
24. Unidad 2: La convivencia social
Valores y actitudes
Los «valores» y «actitudes» que están en la base de la convivencia
social son aquellos que nos permitirán alcanzar la «amistad cívica»:
reconocimiento reconocimiento y respeto para todas las personas y grupos.
libertad de conciencia, de pensamiento, de culto religioso y
libertades de expresión… ninguna de ellas es ilimitada, solo es posible
derechos ejercerla cuando no se abusa de ella para dañar a los demás:
básicos la «libertad responsable» implica ser capaz de responder de
nuestros comportamientos ante los demás y ante nosotros.
no un igualitarismo rígido, sino una igualdad por la cual toda
igualdad persona y todo grupo puedan gozar de los derechos básicos:
derechos igualdad ante la ley («isonomía») sin privilegio de ningún tipo
sociales igualdad de oportunidades, de posibilidades de desarrollarse
y de acceder a las prestaciones y a los servicios sociales…
solidaridad abierta a todos, sin discriminación arbitraria, tanto individual
universalista como colectiva, de las administraciones públicas a las ong…
compromiso de resolver los conflictos a través de la palabra
diálogo y no de la violencia: diálogo abierto a todos los afectados y
racional respeto a las reglas de juego para que todos los dialogantes
tengan oportunidad de exponer su propio punto de vista…
25. Unidad 2: La convivencia social
Dignidad y derechos
No somos cosas ni meros objetos intercambiables por otros objetos
El filósofo Inmanuel Kant (1742-1804) será el primero en insistir en
el hecho de que los seres humanos tenemos «dignidad», no precio.
Se han propuesto distintos argumentos para respaldar estas ideas:
somos los únicos seres inteligentes y racionales capaces de
filosóficos decisiones libres de las que somos plenamente responsables
(argumento que cobra especial fuerza a partir del siglo XVIII).
somos los seres creados por Dios «a su imagen y semejanza»
teológicos presupone la creencia religiosa de un Dios personal que crea
el mundo y las personas como seres dotados de libre albedrío
tratarnos con máxima dignidad asegura firmemente el sistema
pragmáticos social ya que prevenimos el desorden y la violencia en general
(es conveniente y útil tratarnos con respeto y consideración).
La dignidad es una «cualidad transitiva», pues expresa que alguien
es merecedor de recibir un determinado trato, en tanto ser humano:
la tiene toda persona con independencia de su comportamiento, es
la consecuencia de ser «reconocida como persona», y significa que
se nos reconocen «derechos fundamentales» «iguales para todos».
26. Unidad 2: La convivencia social
Dignidad y derechos
Estos «derechos fundamentales» han sido agrupado en varios tipos
derechos civiles derechos políticos derechos sociales
la libertad de conciencia derecho a votar, a poder derecho a la educación,
de religión, de expresión, presentarse a un cargo al empleo, a afiliarse a un
de movimientos, derecho público como candidato sindicato, a la asistencia
a no ser detenido, a tener en unas elecciones libres médica, seguros sociales
un juicio justo… y democráticas… tener una vida cultural…
Todos tenemos «derechos», pero también «deberes» que cumplir:
es imprescindible que, junto a la conciencia de nuestros derechos,
nos comprometamos también a asumir estas «responsabilidades»,
no solo respetando a los demás sino «reclamando» estos derechos
para todos aquellos que «sufren abusos» o «no pueden protestar».
27. UNIDAD 2
LA CONVIVENCIA SOCIAL
ESTA PRESENTACIÓN HA SIDO ELABORADA A PARTIR
DE LOS SIGUIENTES MATERIALES DIDÁCTICOS:
ANTONIO SALAS XIMELIS , ÉTICA 4º ESO (EVEREST)
ADELA CORTINA, ÉTICA Y BACHILLERATO (SANTILLANA)
J.J.ABAD PASCUAL, EDUCACIÓN ETICO-CÍVICA (McGRAW HILL)
JOSÉ ANTONIO MARINA, EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA (SM)
JOSÉ ANTONIO BAIGORRI GOÑI, PERSPECTIVAS (LABERINTO)
MATERIALES GRÁFICOS Y AUDIOVISUALES EXTRAIDOS DE
WIKIPEDIA (LA ENCICLOPEDIA LIBRE) Y GOOGLE IMÁGENES
ALBERTO FERNANDEZ ÉTICA LA CASA DE ELROND
SOCIEDAD ASTURIANA DE FILOSOFIA
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de Filosofía