1. Tema. LA MINERÍA EN ESPAÑA.
A) Valoración de la importancia de la minería.
–
Importancia histórica de la minería en España.
–
Características y datos macroeconómicos últimos años.
B) Producción y localización de los recursos mineros.
- Metálicos y no metálicos.
- Rocas industriales.
- Energéticos.
A) Valoración de la importancia de la minería.
La minería es una actividad muy antigua en nuestro país. Hay restos arqueológicos que
atestiguan la existencia de minas en la Edad del Bronce y también el tráfico de algunos minerales metálicos
por parte de griegos, cartagineses y fenicios.
Otros intentos históricos de explotar el subsuelo en la antigüedad son de la época romana, en la
que destacaron minas como las de plomo Cartagena, el oro de Las Médulas (León) y el mercurio de
Almadén.
Fue a lo largo del siglo XIX cuando comenzó la minería contemporánea. Las necesidades de la
revolución industrial provocó la explotación de antiguas minas y la búsqueda nuevos de yacimientos (el
cobre en el Riotinto (Huelva), el hierro de Vizcaya y del carbón asturiano y leonés) destinados a los
países del noroeste de Europa, quienes los empleaban en su propia industrialización. De esta forma, España
actuaba como una especie de colonia que vendía sus propias materias primas sin utilizarlas.
A lo largo del siglo XX, la actividad minera se fue acompañando con más cantidad de
industrias de transformación. Sin embargo, a esas alturas nuestro país ya dependía del exterior para
satisfacer la necesidad de las principales materias primas y
energéticas que demandaba una sociedad industrializada.
Durante el periodo autárquico del franquismo se reactivó la
minería, sobre todo la del carbón. Pero cuando el país salió del
aislamiento en los años 60, se redujo la actividad minera ante la
posibilidad de importar recursos más baratos de otros países y la
trasformación de la tecnología energética hacia el petróleo.
Desde entonces (ver gráfico), la actividad minera ha ido en
descenso hasta hoy en día, tanto en la población activa hasta
llegar a cifras de unos 30.000 trabajadores (o, lo que es lo
mismo, el 0,4 % de la PA), como la contribución al PIB (0,7 %).
Desde los años 90 la minería española se tuvo que adaptar a la política común de la Unión
Europea, lo que ha supuesto: (ver gráfico).
1.- la casi desaparición de la minería metálica
(hoy solo es un 3% del valor total de la riqueza generada
por la minería española),
2.- la progresiva y obligada reducción del
sector de la minería del carbón (sostenida todavía
artificialmente por el Estado) y
3.- El crecimiento de la minería no metálica
(15%) y, sobre todos, de las rocas de construcción que hoy
en día es el sector más importante de nuestra minería y el
único que exporta.
Hoy se intenta recuperar muchos de los paisajes
gravemente dañados por la explotación minera y se intenta
que no se produzcan nuevos desastres ecológicos como el
vertido aguas residuales químicas de las minas de la multinacional Boliden al río Guadiamar, en
Aznalcóllar, Sevilla. (1998), que puso en peligro el PN de Doñana y que se tardó 3 años en limpiar.
2. B) Producción y localización de los recursos mineros.
Minerales Metálicos.
Son aquellos que sirven para la obtención de los metales: hierro, plata, cinc, mercurio, plomo, etc.
La constitución geológica es la responsable de la formación y distribución de los yacimientos minerales del
subsuelo en dos zonas principales: una franja al norte, en la Cordillera Cantábrica, y otra al sur, en
Sierra Morena y los Sistemas Béticos. Ambas se relacionan con los intensos procesos de mineralización
que hubo durante la orogenia herciniana, y con diversos cambios en la composición de las rocas que
tuvieron lugar durante los plegamientos alpinos.
Los minerales metálicos más importantes y sus yacimientos históricos son (localiza en el mapa siguiente):
El hierro, que se concentra fundamentalmente en Vizcaya, en la margen izquierda del Nervión. La
explotación histórica del mineral permitió el desarrollo de la industria siderúrgica en la zona. Pero, incluso
antes de la crisis y la reconversión industrial de los años ochenta del siglo XX, la producción no alcanzaba
la demanda de la industria y ya era importado en gran cantidad. La última gran explotación abierta de
hierro cerró en Alquife, Granada. Hoy es más rentable importar el mineral.
El cinc, que se utiliza para recubrimientos y en numerosas aleaciones industriales. Destacaron las minas de
Reocín (Cantabria), hoy cerradas.
El mercurio, que se extrae del cinabrio. Las minas de Almadén (Ciudad Real), explotadas desde la época
romana, han hecho de España unos de los principales productores mundiales de este mineral (actualmente
se tiende a frenar su explotación por su toxicidad (UE) y las minas se han convertido en un parque turístico
de interpretación minera desde 2003.
El plomo ha tenido una explotación tradicional en las minas de La Carolina (Jaén), en
Sierra Morena. Pero, la gran fracturación del terreno hace muy difícil su extracción.
La pirita es un mineral sulfuroso imprescindible, porque, tras su tratamiento, permite la obtención de
muchas materias primas como cobre, plomo, cinc, hierro, etc. También es la base de la producción de
azufre, que se utiliza en la fabricación de ácidos, de fertilizantes y de caucho. El 80% de la pirita de
España se encuentra en el suroeste (Huelva, Sevilla, etc) y supone una importante reserva de azufre a nivel
mundial. Las antiguas minas de RioTinto se cerraron y están inutilizadas. Sin embargo, recientemente se
han reabierto nuevas minas en la zona para aprovechar el cobre porque en los últimos años se ha triplicado
el precio de este producto y vuelve a ser rentable su explotación.
Minerales no metálicos
Los minerales no metálicos constituyen un recurso más abundante que los minerales metálicos. No
obstante, su producción también es menor que la demanda existente en el mercado. Destacan dos
minerales:
-Las sales potásicas, que se utiliza en medicina y en la fabricación de fertilizantes, tiene yacimientos en
Navarra y Barcelona (Cardona).
-La sal común se obtiene en minas (sal gema) como las de Cabezón de la Sal, Cantabria, o bien mediante
la evaporación del agua del mar en las salinas. En España hay importantes salinas en la costa: Alicante
(Torrevieja), Almería, Cádiz, Mallorca, etc.
Igualmente se explotan otros minerales como la sepiolita, el caolín (variedad de arcilla quese emplea en la
porcelana) y otras sales.
Rocas de construcción, ornamentales e industriales.
Suponen alrededor del 60% del valor de la producción española. Es el único campo de la minería que
satisface la demanda interna y da lugar a la exportación.
La constitución geológica de nuestro país hace que se puedan utilizar gran variedad de materiales.
La caliza, que se explota en Alicante, Valencia, etc.
El mármol (segundo productor mundial) en Macael, Almería.
El granito de las canteras gallegas y del Sistema Central (primer productor europeo).
La pizarra (primer productor mundial). Canteras de Galicia en los Ancares.
Y otros materiales como el yeso, la arcilla y la extracción de áridos (arenas, gravas, piedrecitas) en las
graveras de los ríos. Todos estos materiales se utilizan directamente en la construcción o se emplean en la
fabricación de cemento, cerámica, ladrillos, pavimentos, etc.
3. Minerales Energéticos.
El subsuelo español tiene escasos recursos energéticos. Los más importantes son:
El carbón mineral, que fue el combustible fósil empleado para la industrialización, ha sido el recurso
energético más utilizado hasta la segunda mitad del siglo XX; desde entonces se ha ido sustituyendo
progresivamente por el petróleo. En la actualidad se utiliza, sobre todo, para la producción de electricidad
en las centrales térmicas.
Según su pureza y antigüedad existen varios tipos de carbón. El de mayor capacidad calorífica es la
antracita, porque se formó en un período geológico más antiguo, seguido de la hulla y el lignito. En
España la producción no satisface la demanda interna. Su baja calidad y los costes de explotación hacen
que resulta mucho más barato importarlo que trabajar los yacimientos existentes. Las principales cuencas
mineras se encuentran en Asturias, León y Palencia (hulla) y Andorra en Teruel (lignito). Las minas se
mantienen activas por decisión política, aunque cada vez quedan menos. Podríamos autoabastecernos de
carbón si fuera necesario, pero es preferible importar dos terceras partes del consumo porque es más barato
comprarlo a otros países.
El petróleo es un recurso prácticamente inexistente en España. Hay una mínima producción (no llega ni al
0,2 por ciento del consumo) en los pozos de Lora, en Burgos, y en las plataformas de la costa de Tarragona
(Casablanca). La mayoría de lo que se consume se importa de México, Oriente Medio y las antiguas
repúblicas soviéticas. Para su trasporte por el interior se ha construido una red de tuberías u
oleoductos que conectan las principales ciudades, puertos y refinerías.
El gas natural está considerado como el combustible más limpio y, en los últimos años, ha aumentado la
demanda. En España ha tenido una utilización tardía; pero se está potenciando mucho su consumo a nivel
industrial y doméstico. Se están construyendo numerosos gasoductos con el fin de hacer extensivo su uso a
todo el territorio. Existen algunos yacimientos en el mar de la costa vizcaína y en Huelva que solo aportan
el 1 % del consumo de este producto, por lo que la mayor parte del gas se importa de Libia y Argelia.
LOCALIZA EN UN MAPA TODOS LOS YACIMIENTOS MINEROS CITADOS.
4. TEMA: LA ENERGÍA EN ESPAÑA
La energía es una fuerza que nos proporciona calor, movimiento, luz y nos permite llevar a
cabo cualquier actividad. La energía puede ser primaria o natural, tal como se encuentra en la
naturaleza o sin ninguna transformación (energía animal-humana, fuego, sol, mares, minerales
fósiles, viento…) o energía transformada o final obtenida de la anterior (electricidad, calorífica y
combustibles del petróleo).
La energía se puede obtener de diversas fuentes, que suelen catalogarse en dos bloques en
función de si se suponen limitadas en nuestro planeta: no renovables y renovables.
• Las No renovables son el petróleo, el carbón, el gas natural, y natural, que actualmente
son las más utilizadas pero que son 1. agotables y escasas, 2. degradan el
medioambiente con sus gases o residuos, 3. provocan dependencia exterior al
encontrarse sólo en determinadas zonas del planeta, 4. Y para conseguir su control hay
conflictos por su interés estratégico militar. Sin embargo, son las más baratas.
• Las renovables son la solar, la eólica, la hidráulica, la biomasa, la maremotriz, la
geotérmica… 1. son ilimitadas, 2. más limpias o no generan residuos de difícil
eliminación. 3. Evitan la dependencia exterior, son autóctonas. Equilibran desajustes
interterritoriales. Pero tecnológicamente son caras.
LA ENERGÍA ELÉCTRICA
Dentro de los procesos de transformación de la energía, el de la producción de electricidad es uno de los
más importantes. La utilización de electricidad es imprescindible en las ciudades (alumbrado y sistemas de
refrigeración y de calor), en las telecomunicaciones y en el transporte.
La producción de energía eléctrica en España procede de diversas fuentes. 2006
Centrales termoeléctricas clásicas.
Las centrales termoeléctricas producen electricidad
mediante la combustión de carbón, gas y combustibles
líquidos, cuyos vapores mueven unas turbinas. En
España, su gran desarrollo vino a partir del año 1965.
Desde entonces su aportación ha ido en aumento, hasta
ocupar en torno al 60% del total nacional. Su producción
ha tenido algunas oscilaciones, que han dependido de los
precios de los combustibles y de las diferentes políticas
energéticas.
La importancia de las centrales termoeléctricas estriba en
que pueden mantener la regularidad de su producción y
que consumen recursos autóctonos como el carbón. A cambio, presentan graves inconvenientes
medioambientales, pues emiten azufre (SO2), que causa la lluvia ácida.
En España hay instaladas numerosas centrales. Algunas se alimentan con el carbón extraído en las cuencas
mineras próximas: es el caso de Asturias (Narcea), León (La Robla), Teruel (Andorra) y La Coruña (As
Pontes). Otras están en las proximidades de las refinerías (Puertollano y Escombreras), porque se alimentan
con combustibles líquidos.
Centrales nucleares
Los reactores nucleares transforman en electricidad la energía desprendida por la fisión (partición) de
átomos de uranio. Este sistema de producción de energía tuvo un gran auge en los años setenta como
alternativa al petróleo. Hoy en día, las centrales nucleares más importantes son las de Trillo (Guadalajara),
Vandellós y Ascó I y II (Tarragona), Almaraz I y II (Cáceres) y Cofrentes (Valencia).
En el caso de España, las centrales nucleares producen, según los años, en torno al 20% de electricidad, por
lo que ahora mismo son fundamentales para mantener la producción. Sus ventajas son la gran potencia
que permiten instalar en cada planta y la autonomía y regularidad en la producción, pero presentan
graves problemas: suponen costes muy altos en el montaje inicial y en las revisiones que necesitan las
5. instalaciones para ajustarse a las medidas de seguridad; la destrucción de los residuos radiactivos es
difícil; su vida útil es corta; tienen gran dependencia tecnológica del exterior en la fabricación de piezas
para los reactores y en el tratamiento del uranio; y, sobre todo, son objeto de un fuerte rechazo social, que
llevó al gobierno a paralizar la apertura y el funcionamiento de algunas plantas en lo que se ha llamado la
moratoria nuclear tras el accidente nuclear de Chernobil de 1986.
El futuro de la energía termoeléctrica nuclear aparece incierto a la espera de nuevas tecnologías de fusión
que sean más eficientes y provoquen menos problemas ambientales. En todo caso, técnicamente las
centrales españolas actuales tienen que estar cerradas entre el año 2.010 y el 2.020.
La producción de energía hidroeléctrica o hidráulica.
En las centrales hidroeléctricas, la electricidad se produce por la fuerza de las corrientes de agua sobre unas
turbinas. La producción depende tanto de la cantidad de agua como de la presión que ésta pueda ejercer. En
consecuencia, la energía hidroeléctrica está supeditada al clima, el relieve y el caudal de los ríos.
La energía hidroeléctrica comenzó a explotarse en la segunda mitad del siglo XIX y fue durante años la
principal fuente de electricidad. Pero, a partir de 1950, ha sido sustituida progresivamente por la energía
termoeléctrica clásica y la nuclear. Éstas, aunque resultaban más caras, eran capaces de mantener un flujo
regular de electricidad. En cambio, la producción en las centrales hidroeléctricas tiene desventajas: el flujo
es irregular, ya que depende del agua disponible; y limita la localización de las industrias a zonas próximas,
porque la electricidad tiene un alto grado de pérdida al trasladarse. A esto hay que añadir que las centrales
hidráulicas causan un gran impacto ambiental en los valles de los ríos, social en las zonas desalojadas y
suponen una gran inversión inicial difícil de acometer.
Entre los aspectos positivos de esta energía destaca que es limpia, renovable y se produce de manera
instantánea. Además, hoy en día, se ha mejorado la tecnología y se han realizado sistemas de presas
seguidas con bombeo de agua desde la más baja a la más alta, lo que permite reutilizar la corriente,
evitando las variaciones de caudal. Es lo que se hace en el complejo de Aldeadávila en el río Duero.
En España, actualmente hay más de 1.000 instalaciones, la mayoría de ellas de pequeño tamaño o
minihidráulicas, que han hecho que la producción hay ido en aumento. Las grandes centrales se localizan
en los embalses de los ríos caudalosos como el Sil, el Duero (los Arribes), el Tajo y el Ebro.
Fuentes de energía alternativas
La fuente de energía renovable más utilizada en España es la energía eólica. España es uno de los países
que más ha desarrollado su uso. Hay instalados diversos parques eólicos en zonas de mucho viento como
Estaca de Bares, Tarifa, Canarias, Albacete, etc. Últimamente en algunas comunidades, como Navarra,
Aragón y Castilla y León, se ha potenciado mucho su instalación.
El resto de energías alternativas apenas se utiliza en nuestro país. Así ocurre con la energía solar, que tiene
dos sistemas tecnológicos para obtener energía eléctrica: la termoeléctrica (San Lucar la Mayor, Sevilla y
Tabernas, Almería) y la fotovoltaica (huertos solares). Su aportación es mínima pese a la gran inversión
que se ha hecho en ella subvencionándola por parte del estado.
Tampoco resulta significativa la producción a través de la energía geotérmica, la combustión de biomasa
y la de plantas incineradoras, como las instaladas en Madrid y Mallorca.
LOCALIZA EN UN MAPA TODOS LOS YACIMIENTOS MINEROS CITADOS.
El balance energético en España
En la actualidad la mayoría de la energía que utilizamos procede del petróleo y el gas natural. Esto quiere
decir que nuestra sociedad tiene una gran dependencia de las fuentes de energía convencionales. España
un gran desequilibrio energético al tener orientado su consumo hacia los combustibles fósiles. Por eso,
nuestro país es muy sensible a la subida de los precios del petróleo.
La situación de la energía en España se ha traducido en diversas políticas energéticas:
-En 1975, durante la crisis, el Plan Energético Nacional (PEN) potenció la energía nuclear.
-El Plan de 1982 quiso reducir la dependencia del petróleo, contener el impulso de la energía nuclear y
potenciar el uso de los carbones para dar una solución a la crisis de la minería.
-Desde 1991 se propuso una diversificación de fuentes, la potenciación de recursos propios y la defensa
medioambiental.
6. instalaciones para ajustarse a las medidas de seguridad; la destrucción de los residuos radiactivos es
difícil; su vida útil es corta; tienen gran dependencia tecnológica del exterior en la fabricación de piezas
para los reactores y en el tratamiento del uranio; y, sobre todo, son objeto de un fuerte rechazo social, que
llevó al gobierno a paralizar la apertura y el funcionamiento de algunas plantas en lo que se ha llamado la
moratoria nuclear tras el accidente nuclear de Chernobil de 1986.
El futuro de la energía termoeléctrica nuclear aparece incierto a la espera de nuevas tecnologías de fusión
que sean más eficientes y provoquen menos problemas ambientales. En todo caso, técnicamente las
centrales españolas actuales tienen que estar cerradas entre el año 2.010 y el 2.020.
La producción de energía hidroeléctrica o hidráulica.
En las centrales hidroeléctricas, la electricidad se produce por la fuerza de las corrientes de agua sobre unas
turbinas. La producción depende tanto de la cantidad de agua como de la presión que ésta pueda ejercer. En
consecuencia, la energía hidroeléctrica está supeditada al clima, el relieve y el caudal de los ríos.
La energía hidroeléctrica comenzó a explotarse en la segunda mitad del siglo XIX y fue durante años la
principal fuente de electricidad. Pero, a partir de 1950, ha sido sustituida progresivamente por la energía
termoeléctrica clásica y la nuclear. Éstas, aunque resultaban más caras, eran capaces de mantener un flujo
regular de electricidad. En cambio, la producción en las centrales hidroeléctricas tiene desventajas: el flujo
es irregular, ya que depende del agua disponible; y limita la localización de las industrias a zonas próximas,
porque la electricidad tiene un alto grado de pérdida al trasladarse. A esto hay que añadir que las centrales
hidráulicas causan un gran impacto ambiental en los valles de los ríos, social en las zonas desalojadas y
suponen una gran inversión inicial difícil de acometer.
Entre los aspectos positivos de esta energía destaca que es limpia, renovable y se produce de manera
instantánea. Además, hoy en día, se ha mejorado la tecnología y se han realizado sistemas de presas
seguidas con bombeo de agua desde la más baja a la más alta, lo que permite reutilizar la corriente,
evitando las variaciones de caudal. Es lo que se hace en el complejo de Aldeadávila en el río Duero.
En España, actualmente hay más de 1.000 instalaciones, la mayoría de ellas de pequeño tamaño o
minihidráulicas, que han hecho que la producción hay ido en aumento. Las grandes centrales se localizan
en los embalses de los ríos caudalosos como el Sil, el Duero (los Arribes), el Tajo y el Ebro.
Fuentes de energía alternativas
La fuente de energía renovable más utilizada en España es la energía eólica. España es uno de los países
que más ha desarrollado su uso. Hay instalados diversos parques eólicos en zonas de mucho viento como
Estaca de Bares, Tarifa, Canarias, Albacete, etc. Últimamente en algunas comunidades, como Navarra,
Aragón y Castilla y León, se ha potenciado mucho su instalación.
El resto de energías alternativas apenas se utiliza en nuestro país. Así ocurre con la energía solar, que tiene
dos sistemas tecnológicos para obtener energía eléctrica: la termoeléctrica (San Lucar la Mayor, Sevilla y
Tabernas, Almería) y la fotovoltaica (huertos solares). Su aportación es mínima pese a la gran inversión
que se ha hecho en ella subvencionándola por parte del estado.
Tampoco resulta significativa la producción a través de la energía geotérmica, la combustión de biomasa
y la de plantas incineradoras, como las instaladas en Madrid y Mallorca.
LOCALIZA EN UN MAPA TODOS LOS YACIMIENTOS MINEROS CITADOS.
El balance energético en España
En la actualidad la mayoría de la energía que utilizamos procede del petróleo y el gas natural. Esto quiere
decir que nuestra sociedad tiene una gran dependencia de las fuentes de energía convencionales. España
un gran desequilibrio energético al tener orientado su consumo hacia los combustibles fósiles. Por eso,
nuestro país es muy sensible a la subida de los precios del petróleo.
La situación de la energía en España se ha traducido en diversas políticas energéticas:
-En 1975, durante la crisis, el Plan Energético Nacional (PEN) potenció la energía nuclear.
-El Plan de 1982 quiso reducir la dependencia del petróleo, contener el impulso de la energía nuclear y
potenciar el uso de los carbones para dar una solución a la crisis de la minería.
-Desde 1991 se propuso una diversificación de fuentes, la potenciación de recursos propios y la defensa
medioambiental.