El crédito permite la producción e incrementa el comercio al canalizar el ahorro hacia la actividad productiva. Los elementos clave del crédito son la confianza en que el dinero será devuelto según lo acordado y la promesa de pago en un plazo determinado. Existen varios tipos de crédito como el bancario, de corto, mediano y largo plazo, distinguidos por la duración para cancelar la obligación.