El documento discute los conceptos de competitividad estructural y competitividad sistémica. Define la competitividad estructural como el mejoramiento de la capacidad productiva y el entorno general buscando la eficiencia sin desmejorar otros indicadores. Explica que la competitividad sistémica se analiza a niveles sistémicos, sectoriales y de empresas y se mide a través de índices como el IMD y WEF.