El fantasma Jerry vivía en la mansión Kinston House pero no sabía asustar a la gente. Cuando llegó la familia Wilfer, Jerry intentó asustarlos de varias formas pero los niños no se asustaban. Finalmente, Jerry le pidió consejo a su padre y siguió su consejo de meterse por la oreja del padre para controlarlo y así finalmente asustar a los niños.