3. Las Ligas Tras las Guerras Médicas quedaron dos superpotencias en Grecia: Atenas y Esparta. Ante el miedo a la vuelta de los persas, las ciudades se alinearon junto a una de estas poleis. Atenas formó la Liga Délica(o Ático – Délica) y Esparta la Liga del Peloponeso. Las condiciones eran que las ciudades aportaban un impuesto (φόρος) a cambio de protección.
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5. El imperialismo de Atenas Sin embargo, Atenas fue poco a poco convirtiendo su papel de protectora en el de déspota, abusando de las demás ciudades de la Liga: Aumentó el impuesto, Exigió tribunales formados por atenienses y juicios celebrados en Atenas, Trasladó el tesoro de la Liga al Partenón, donde se confundió con el tesoro público de Atenas.
6. Descontento en la Liga Délica Esta situación llevó a muchas ciudades de la Liga a intentar salirse de ella. Atenas, que necesitaba el dinero del tesoro, impidió a muchas su separación de manera represiva: Aumentó el impuesto, Exigió a esas ciudades que entregasen su ejército y demoliesen sus murallas, Implantó cleruquías(κληρουχίαι) colonias militares supervisadas por atenienses. Así controló las rutas marítimas de comercio y se enriqueció más.
7. El Tesoro de la Liga Tras la destrucción de Atenas a manos de los persas era necesaria su reconstrucción. Para poder embellecer la victoriosa ciudad y llevar a cabo el programa cultural de Pericles era necesario disponer del tesoro de la Liga Délica. Con él se sufragaron los gastos de los monumentos de la Acrópolis entre otros.