3. La educación redentora.
Jesús como educador.
La Biblia como educadora.
Los hombres como educadores.
El Espíritu Santo como educador.
La Biblia presenta la historia de la humanidad bajo el
prisma divino.
A través de sus páginas podemos ver a Dios
educando a su pueblo y enseñándole Su gracia y el
plan que ha preparado para su redención.
4. “El día en que creó Dios al hombre,
a semejanza de Dios lo hizo”
(Génesis 5:1)
El ser humano es la única criatura
de este planeta que fue creado a
imagen de Dios (Génesis 1:27).
Adán y Eva debían transmitir esta imagen a sus hijos. No obstante, a causa del
pecado, ellos engendraron a sus hijos “a su semejanza” y no a la semejanza divina
(Génesis 5:3).
Paulatinamente, la imagen de Dios se ha ido desfigurando
de generación en generación. El propósito de la educación
divina es restaurar en nosotros la imagen perdida de Dios a
través de la Redención.
Este plan de Redención
cubre desde el pecado
hasta la Encarnación y
la nueva Creación, y
seguirá siendo nuestro
tema de estudio por
la eternidad.
5. “La obra de la redención debía
restaurar en el hombre la
imagen de su Hacedor,
devolverlo a la perfección con
que había sido creado,
promover el desarrollo del
cuerpo, la mente y el alma, a
fin de que se llevara a cabo el
propósito divino de su
creación. Este es el objetivo de
la educación, el gran propósito
de la vida”
E.G.W. (La educación, pg. 15)
6. JESÚS COMO EDUCADOR
“Rabí, sabemos que has
venido de Dios como maestro”
(Juan 3:2)
Isaías 11:1-9 es una sorprendente profecía
acerca del Mesías. En estos versículos,
Jesús es presentado como educador:
Tendrá espíritu de sabiduría.
Tendrá espíritu de consejo.
Tendrá espíritu de conocimiento.
Juzgará con justicia.
Argüirá con equidad.
El resultado final de su obra educadora
será que “la tierra será llena del
conocimiento de Jehová”.
Nicodemo fue uno de los primeros en
reconocer a Jesús como maestro (rabí).
Durante su conversación, Jesús le indicó
que su don de enseñanza provenía de Dios
(Juan 3:11-12). Es Dios el que capacita a
cada educador para realizar su obra.
7. “A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos” (Lucas 16:29)
Pablo presentó a Timoteo la Biblia como el libro educador
por antonomasia: “útil para enseñar, para redargüir, para
corregir, para instruir en justicia” (2ª de Timoteo 3:16).
Cada una de sus divisiones tiene algo que enseñarnos.
ANTIGUO
TESTAMENTO
Pentateuco
Cómo vivir de acuerdo con el plan de Dios para
nosotros.
Profetas primeros Cómo puso en práctica Israel estos principios.
Profetas posteriores Cuáles fueron sus errores y cómo evitarlos.
Escritos Ejemplos prácticos de educación (buenos y malos)
NUEVO
TESTAMENTO
Libros históricos
Contienen gran cantidad de material educativo y cómo
transmitirlo.
Epístolas paulinas y
generales
Aplicaciones prácticas de la educación recibida.
Apocalipsis Un vistazo al desarrollo educativo y su objetivo final.
9. La Biblia habla de hombres
sabios, entre ellos José, Aholiab,
David, Etán, Ahitofel, Husai, Agur,
Lemuel, Gamaliel, Pablo. Todas
estas personas vivieron de
manera responsable y para
beneficiar a los demás.
Pero, sin lugar a duda, el más destacado es
Salomón. Él disertó sobre las plantas y los
animales, y compuso proverbios y
cantares. Sus escritos nos enseñan cómo
aplicar el conocimiento de forma práctica
(es decir, ser sabios).
Él nos insta a alcanzar la sabiduría y usarla
para educar a otros. De esta forma, nos
convertimos en canales a través de los
cuales Dios puede instruir a su pueblo
(Proverbios 9:9-10).
10. Antes de irse, Jesús prometió enviar al
Espíritu Santo para, entre otras funciones,
continuar con su labor educativa.
Él nos guía a toda verdad y nos enseña qué
debemos decir, cuándo y cómo.
Su educación no procede “de la sabiduría
humana sino del poder de Dios”, y no usa
“la sabiduría de este mundo” sino que
expone “el misterio de la sabiduría de Dios”
(1ª de Corintios 2:5-7 NVI).
A través de Él, podemos llegar a estudiar
incluso “las profundidades de Dios” (v. 10).
¿Cuán profundo será ese estudio y cuánto
acceso al aprendizaje habrá para quienes
sean guiados por el Espíritu?
11. “Los jóvenes deben ser aprendices para
el mundo venidero. La perseverancia
en la adquisición de conocimientos,
regida por el temor y el amor de Dios,
dará a los jóvenes crecidas fuerzas
para el bien en esta vida; y los que
saquen el mejor partido de sus
oportunidades para alcanzar altas
realizaciones, las llevarán consigo a la
vida futura. Han procurado y obtenido
lo que es imperecedero”
E.G.W. (Fundamentals of Christian Education, pg. 49)
12. Te invitamos a bajar y
estudiar cada una de las 13
lecciones de esta serie:
La educación
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