El documento resume tres personajes mencionados en Isaías: 1) Un siervo que representa al pueblo de Israel, 2) Un siervo ungido (Mesías) con una difícil misión, y 3) Ciro de Persia, llamado "mesías" por Dios para liberar a Israel de Babilonia. También distingue entre el siervo que representa a Israel y el siervo anónimo que sufriría y moriría como sacrificio, identificándolo como Jesucristo. Finalmente, analiza los detalles de la profecía sobre Ciro y cómo fueron cu
3. Un mesías libertador. Isaías 44:26-45:6.
Una misión difícil para el siervo. Isaías 49:1-12.
Los capítulos 41-45 de Isaías nos presentan a tres personajes especiales.
Un siervo que se
identifica con el pueblo
de Israel.
Un siervo ungido
(Mesías) que tendría
por delante una difícil
misión (capítulo 49).
Un ungido (mesías)
libertador, identificado
por nombre: Ciro.
Un pueblo siervo. Isaías 41.
Un Mesías siervo. Isaías 42:1-7.
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4. El siervo presentado aquí es identificado, sin lugar a duda, con el
pueblo de Dios (en ese momento, Israel y Judá).
Podríamos pensar que todas las referencias al siervo que
aparecen posteriormente en Isaías se refieren igualmente a Israel.
Sin embargo, en otros lugares se habla de un siervo
anónimo que libertaría a Israel y moriría en
sacrificio (Isaías 49:6-7; 52:13-53:12).
Existen, pues, dos siervos en Isaías. Uno,
identificado por nombre, se refiere al pueblo de
Dios que es guardado y redimido. El segundo,
anónimo, al Mesías Redentor.
5. “He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien
mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi
Espíritu; él traerá justicia a las naciones” (Isaías 42:1)
¿Quién es este siervo anónimo y cuál es su misión?
Imparte justicia a
las naciones
Isaías 42:1
Cumple sus
objetivos en
silencio y con
mansedumbre
Isaías 42:2-4
Sirve como un
pacto entre Dios y
el pueblo
Isaías 42:5-6
Da luz y esperanza
al curar la ceguera
y liberar a los
prisioneros
Isaías 42:7
La obra de este siervo es comparable a la de la “vara del tronco de Isaí”
y a la del hijo prometido (Isaías 11:1-5; 9:6-7).
Podemos, pues, identificar a este siervo como el Mesías, Jesús de Nazaret (Mateo 12:15-21).
6. UN MESÍAS LIBERTADOR (1)
¿Cómo es posible que Dios llame mesías (ungido) a Ciro, un rey persa?
En Israel eran ungidos dos tipos de personas: los sacerdotes y los reyes
(Éx. 24:41; 1R. 1:34); aunque, en ocasiones, también se ungían a los
profetas (1R. 19:16).
El Ungido por antonomasia, el Mesías, unifica
todas estas funciones en sí mismo. Él es
sacerdote, rey y profeta (Heb. 6:20; Ap. 17:14;
Lc. 13:33).
Sin embargo, Ciro es ungido solo para una de
estas funciones. Él es el rey-ungido llamado
por Dios para cumplir una misión específica:
Libertar a Su pueblo.
7. La Biblia y la arqueología se unen para
confirmar el exacto cumplimiento de las
profecías de Isaías acerca de Ciro (1Cr. 36:22-23;
Esd. 1; Dn. 6:28).
Cilindro de Ciro
Ciro secó el Éufrates para tomar la ciudad de Babilonia
(Is. 44:27), autorizó el regreso de los judíos a Jerusalén,
y proveyó todo lo necesario para la reconstrucción del
templo (Is. 44:28).
¡Todo esto fue anunciado 150 años antes de que
sucediera! Este hecho ha llevado a algunos a rechazar a
Isaías como autor de estos capítulos.
Sin embargo, el hallazgo de los rollos del Mar Muerto nos
afianza en la idea de un único autor para el libro de Isaías: El
profeta que vivió y fue inspirado por Dios en el siglo VII a.C.
8. “Cuando el rey vio las palabras que habían
predicho, más de cien años antes que él
naciera, la manera en que Babilonia sería
tomada; cuando leyó el mensaje que le dirigía
el Gobernante del universo... su corazón
quedó profundamente conmovido y resolvió
cumplir la misión que Dios le había asignado.
Dejaría ir libres a los cautivos judíos y les
ayudaría a restaurar el templo de Jehová. En
una proclamación escrita que se publicó
“por todo su reino”, Ciro dio a conocer su
deseo de proveer para el regreso de los
hebreos y para la reedificación de su templo”
E.G.W. (Conflicto y valor, 8 de septiembre)
9. “Poco es para mí que tú seas mi siervo para levantar las tribus de Jacob, y para
que restaures el remanente de Israel; también te di por luz de las naciones,
para que seas mi salvación hasta lo postrero de la tierra” (Isaías 49:6)
Es relativamente sencillo identificar a este siervo:
v. 1 Llamado desde el vientre Lc. 1:31
v. 2 Tiene en su boca una espada aguda Ap. 1:16
v. 3 Dios se gloriaría en él Lc. 3:22
v. 4 Su mensaje no sería aceptado Lc. 9:22
v. 5 Atraería a las tribus de Israel Jn. 12:32
v. 6 Sería luz para las naciones Jn. 8:12; 9:5
v. 7 Sería menospreciado y abominado Mt. 26:67
A pesar de lo difícil de su misión, y del rechazo
recibido, Jesús no cejó en su empeño. Gracias a
ello puede ofrecernos eterna Redención.
10. “En el corazón de Cristo, donde
reinaba perfecta armonía con Dios,
había perfecta paz. Nunca le
halagaban los aplausos, ni le
deprimían las censuras o el chasco. En
medio de la mayor oposición o el trato
más cruel, seguía de buen ánimo…
Cuando hayamos nacido de lo alto,
habrá en nosotros el mismo sentir que
hubo en Jesús, el sentir que le indujo
a humillarse a fin de que pudiésemos
ser salvos”
E.G.W.
(Exaltad a
Jesús, 28 de
mayo)
11. Te invitamos a bajar y
estudiar cada una de
las 13 lecciones de esta
serie:
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