2. Concepto.
o También conocido como naturaleza muerta, es
una obra de arte que representa objetos
inanimados, generalmente extraídos de la vida
cotidiana, que pueden ser naturales (animales,
frutas, flores, comida, plantas, rocas o conchas)
o hechos por el hombre (utensilios de cocina, de
mesa o casa, antigüedades, libros, joyas
monedas, pipas, etc.) en un espacio
determinado.
o Es una rama de la pintura que se sirva
normalmente del diseño, el cromatismo y la
iluminación para producir un efecto de
serenidad, bienestar y armonía.
3. Antecedentes del Bodegón
En el antiguo Egipto se creía que los objetos
relacionados con la comida y la vida doméstica
se harían reales en el más allá, por ello eran
dispuestas sus representaciones para que los
muertos los usaran.
Es de notar en este período, la inexistencia de la
preocupación por la perspectiva y el sombreado.
4. Detalle de una escena de ofrenda de diversos alimentos, fresco en la
tumba de un escriba. 1422-1411 a.C. Menna, Tebas (Egipto).
5. En Grecia y Roma las
representaciones se hicieron más
realistas, la gran cantidad de
mosaicos de los objetos que se
pueden ver en el suelo de villas o en
los museos romanos, y las pinturas
murales también, especialmente en
Pompeya (la ciudad romana cubierta
por cenizas durante la erupción del
monte Vesubio en el año 79). Hay
más esfuerzo en la sombra exacta y
en el uso del color.
La apreciación popular del realismo
en el bodegón se relaciona con la
leyenda griega antigua de Zeuxis y
Parrasio, de quienes se dice que
compitieron por crear los objetos
más parecidos a la realidad.
Los mosaicos decorativos llamados
emblema, que se han encontrado en
casas de romanos ricos, demuestran
la variedad de comida de la que
disfrutaban las clases superiores, y
también funcionaban como signos
de hospitalidad y como
6. Mosaico romano, copia de un original griego perdido de Sosos de Pérgamo (siglo II
a.C.).
7. Cuenco de fruta y jarros. Frescos romanos en Pompeya (alrededor del año 70).
9. Durante la Edad Media
se produce un
retroceso en el género
del bodegón. El tema
de la naturaleza muerta
aparece integrado
en composiciones de
simbolismo religioso, en
forma de objetos de la
vida cotidiana,
acompañando a las
figuras protagonistas.
Es el caso de los
frescos de Giotto
Bondone en pleno
Trecento italiano
(SXIV).
La pintura de bodegón
revivió en las pinturas
de tema religioso en
forma de objetos de la
vida cotidiana que
acompañaban a las
figuras protagonistas.
Vida de San
Francisco. Muerte
del caballero de
Celano. Giotto.
Basílica de San
Francisco en Asís
10. El retrato que hizo Petrus
Christus de un novio y una novia
visitando a un orfebre es un
ejemplo típico de un bodegón de
transición que representaba tanto
un contenido religioso como
secular. Aunque su mensaje es
principalmente alegórico, las
figuras de la pareja son realistas y
los objetos que se muestran
(monedas, vasijas, etc.) están
minuciosamente descritas; pero el
joyero es en realidad una
representación de san Eligio y los
objetos son intensamente
simbólicos. La pintura de bodegón
revivió en las pinturas de tema
religioso en forma de objetos de la
vida cotidiana que acompañaban
a las figuras protagonistas.
Otro paso hacia el bodegón
autónomo fue pintar flores en
jarros u otros objetos con un
contenido heráldico o simbólico en
la parte posterior de retratos
seculares alrededor del año 1475.
Petrus Christus: San
Eligio orfebre (pareja
burguesa con un orfebre,
1449 MoMA).
11. El Bodegón grave sólo se
inició en el año 1500 en
el norte de Europa.
Durante el Renacimiento
los primeros en liberarse
del significado religioso
del bodegón estuvieron
Leonardo, quien creó
estudios a la acuarela de
fruta (alrededor de 1495)
como parte de su análisis
naturalístico, y Alberto
Durero, quien también
hizo dibujos detallados de
la flora y la fauna.
Sin embargo fue Jacopo
de’ Barbari dio un paso
más allá con su Bodegón
con perdiz, guanteletes
y flechas de ballesta
(1504), uno de los
primeros bodegones
trampantojo firmados y
datados, con un
contenido religioso
reducido al mínimo
13. El siglo XVI vio una explosión de interés en el mundo natural y la
creación de lujosas enciclopedias botánicas que documentaban
los descubrimientos del Nuevo Mundo. También impulsó el
comienzo de la ilustración científica y la clasificación de las
especies. Los objetos naturales comenzaron a apreciarse como
elementos de estudio individuales aparte de cualquier asociación
mitológica o religiosa.
Un ejemplo lo hallamos en Annibale Carracci y su Carnicería (1583).
14. En el siglo XVII la vida se convirtió en una forma de arte en sí mismo, sobre todo en
los Países Bajos. Estas pinturas no eran tan importantes como los retratos, así como
la pintura de «gran estilo» que abordaba temas históricos, religiosos y míticos, sin
embargo gozaban de mucha popularidad.
En Holanda, los artistas encontraban oportunidad limitada para producir la
iconografía religiosa que durante mucho tiempo había sido su principal industria, ya
que las imágenes de temas religiosos estaban prohibidas en la iglesia protestante
reformada holandesa, la tradición septentrional de realismo detallado y símbolos
ocultos atraían a las crecientes clases medias holandesas, que estaban
reemplazando a la iglesia y el estado como los principales mecenas del arte en los
Países Bajos. Hecho que produjo una variación temática que hoy nos permite su
clasificación y sub géneros: stilleven («naturaleza tranquila») en los países bajos;
mientras que en las lenguas romances, y en ruso, se prefieren términos relacionados
con la «naturaleza muerta»; el bodegón floral, que representa floreros y guirnaldas;
betriegerje («pequeño engaño» o trampantojo imitando a la naturaleza como en la
mímesis griega); vanitas, y colecciones alegóricas.
El bodegón fue el único de los nuevos temas que alcanzó en la España del XVII una
cierta relevancia, más por su calidad y originalidad que por su número.
Masificación del Bodegón
en el Barroco. Clases.
15. Cesta de fruta (1597) de Caravaggio. Óleo/lienzo, 46 × 64,5 cm. Milán, Pinacoteca Amb
16. Juan Sánchez Cotán - Bodegón de caza, hortalizas y frutas. 1602. Óleo /lienzo, Museo
17. Juan Sánchez Cotán - Membrillo, repollo, melón y pepino, 1602. Bodegón del Museo de
San Diego (California), (60 x 81 cm)
18. Colección Alegórica: El Gusto - Autores: Pedro Pablo Rubens y Jan Brueghel el
Viejo. 1617. Óleo sobre tabla, 64 x 109 cm. Museo Nacional del Prado
20. Juan van der Hamen y León - Cesta y caja con dulces, 1622, óleo sobre lienzo, 84 x
105 cm. Museo Nacional del Prado.
21. Juan van der Hamen
y León - Florero y
bodegón con perro,
h. 1625, óleo sobre
lienzo, 228,5 x 100,5
cm. Museo Nacional
del Prado.
22. Modelo de bodegón floral: Juan van der Hamen y León - Bodegón con alcachofas,
flores, y recipientes de vidrio, 1627, óleo sobre lienzo, 81 x 110 cm. Museo Nacional
23. Tomás Yepes (o
Hiepes) -
Florero con
cuadriga vista
de perfil. 1643.
Óleo sobre
lienzo, 115 x 86
cm. Museo
24. Jan de Heem, adorno de frutas y flores (entre 1635 y
25. Bartolomé Pérez
de la Dehesa -
Guirnalda con
San Francisco
Javier. 1675-80.
Óleo sobre
lienzo, 95 x 73
cm. Museo
26. Juan Fernández “El Labrador” :“Bodegón de cuatro racimos de uvas”, Museo del
Prado,1630.
27. Francisco de Zurbarán - Naturaleza muerta con jarra y tazas. Óleo sobre lienzo, 46 cm
× 84 cm. Madrid, Museo del Prado, 1635.
28. Willem Claesz Heda - Bodegón con vaso de plata y reloj, 1635, óleo sobre tabla, 52 x
29. VANITAS
Su título y su concepción se
relacionan con un pasaje del
Eclesiastés: «Vanitas
vanitatum omnia vanitas»
(«Vanidad de vanidades, todo
es vanidad»). El mensaje que
pretende transmitir es la
inutilidad de los placeres
mundanos frente a la certeza
de la muerte, animando a la
adopción de un sombrío
punto de vista sobre el
mundo.
“Vanitas” Bodegón con Bouquet y calavera
- Adriaen van Utrecht, 1642
33. Un hecho curioso es que durante la época barroca, al igual que
en etapas anteriores, estaba prohibido que las mujeres artistas
fueran dueñas de talleres y, si no tenían la suerte de haber nacido
dentro de una familia de pintores con talleres propios, era casi
imposible que una joven artista pudiera desarrollar su talento.
Carecían, salvo excepciones, de libertad intelectual (acceso a
estudios, viajes, relaciones sociales...) y libertad económica, al no
tener medios propios; incluso no disponían de un espacio
personal donde trabajar, reflexionar o crear.
No es posible conocer, en general a todas, y son muchas las que
no estuvieron reconocidas en su aprendizaje, en la creación y
posterior muestra de su obra. Según la mentalidad imperante en
diversas épocas, el arte creado por las mujeres era de inferior
calidad al ejecutado por los hombres, teniendo por consiguiente
su obra menor valor desde el punto de vista técnico y material.
En este contexto, cobra especial significado la obra de dos
pintoras italianas, que destacaron en esta época, y que son
conocidas en la Historia del Arte sobre todo por sus bodegones,
género que pese a su independencia siempre fue considerado
en el Barroco como menor: Fede Galizia y Giovanna Garzoni.
38. En el siglo XVIII, las
connotaciones religiosas y
alegóricas de bodegón se
abandonaron y las pinturas
de mesa de cocina
evolucionaron hasta ser
calculadas representaciones
de variado color y forma,
mostrando comidas
cotidianas. La aristocracia
francesa contrató a artistas
para ejecutar pinturas de
pródigos y extravagantes
bodegones que honraban
sus mesas, también sin el
mensaje moralista de la
vanitas de sus predecesores
holandeses. El amor rococó
por el artificio llevó a un auge
en la apreciación francesa
por el trampantojo (llamado
en francés trompe l'oeil
(«engañar el ojo»). Los
bodegones de Chardin
Chardin: Cesta de fresas salvajes,1750.
41. En el S.XIX, con el surgimiento de las
academias europeas, muy
destacadamente de Academia francesa,
que tuvo un papel central en el llamado
arte académico, el bodegón comenzó a
decaer. Las academias establecieron una
jerarquía de los géneros (o «Jerarquía del
tema tratado»), que consideraba que el
mérito artístico de una pintura radicaba
ante todo en su tema. Según este sistema,
la forma más alta de pintura era la
denominada Pintura de historia, aquella
que representaba temas históricos,
alegóricos, mitológicos o religiosos,
quedando el bodegón en el rango más
inferior del reconocimiento artístico. En
lugar de usar el bodegón para representar
a la naturaleza, algunos artistas, como
John Constable y Camille Corot, eligieron
los paisajes, prefigurando movimientos
posteriores como el impresionismo.
Édouard Manet, Claveles y clemátides en
una jarra de cristal (1883).
43. Van Gogh, Doce girasoles en un florero (1888)
Con el declive final de la jerarquía
académica en Europa y el auge de
los pintores impresionistas y
posimpresionistas, la técnica y
armonía de color triunfaron
sobre el tema, y el bodegón
volvió a ser tratado y
versionado según las nuevas
corrientes pictóricas.
44. Cézanne, Bodegón con plato de cerezas
(1885-1887)
Paul Cézanne
encontró en el
bodegón el vehículo
perfecto para su
revolucionaria
búsqueda de la
organización espacial
geométrica. Para
Cézanne, el bodegón
fue un medio de alejar
la pintura de su
función mimética o
ilustrativa, mostrando
independientemente
los elementos de color,
forma y línea, un gran
paso hacia el arte
abstracto. Así, los
experimentos de
Cézanne infuirán
grandemente en el
desarrollo del bodegón
48. Bodegón del S.XX a la
fecha
Con el inicio de las Vanguardias evolucionaron con rapidez y
se superpusieron en su marcha hacia la abstracción total, lo
no figurativo. El bodegón, así como otros géneros,
continuaron evolucionando hasta mediados de siglo, cuando
la abstracción total, ejemplificada por la pintura de goteo de
Jackson Pollock, eliminaron todo elemento reconocible.
El auge del fotorrealismo en los años setenta del S.XX
reafirmó la representación ilusionística, al tiempo que
conservaba algo del mensaje pop de la fusión de objeto,
imagen y producto comercial.
En las últimas tres décadas, el bodegón se ha expandido
más allá de los límites de un marco, con técnicas mixtas que
emplean objetos reales, fotografía, vídeo y sonido. Las obras
generadas por ordenador han expandido las técnicas
disponibles a los artistas de bodegones. Con el uso de
videocámaras, los creadores pueden incluso incorporar al
espectador a su obra.
59. o Desde la antigüedad hasta el Renacimiento Italiano (S.XV), los antecedentes del bodegón pasaron de
ser una simple imitación de la realidad (mímesis) imbuida de significado religioso-mitológico o de
esparcimiento para la decoración hogareña de las clases acomodadas, a ser un llamado de reflexión
moralizante para la jerarquía de clases en la que se desarrolló la sociedad occidental.
o Para el siglo XVII, como consecuencia de las grandes transformaciones económicas, políticas y de
pensamiento en la sociedad occidental durante los dos siglos anteriores (traducidos en la
consolidación financiera de la clase burguesa, la irrupción de la Reforma y la Contra Reforma, el
avance de las ciencias naturales, los grandes descubrimientos geográficos y la consecuente apertura
de nuevas rutas comerciales con el tráfico de novedosos productos, el desplazamiento de Dios por el
hombre como motor de la vida y centro del universo, etc.), en Europa se desarrolló un mayor interés en
el mundo natural, puesto que éste resultaba interesante para ser observado y registrado a través de
los bodegones, en su propio derecho. Es de resaltar que en los Países Bajos, los artistas se vieron
limitados para producir la iconografía religiosa que durante mucho tiempo había sido su principal
industria, ya que las imágenes de temas religiosos estaban prohibidas en la iglesia protestante
reformada holandesa, la tradición septentrional de realismo detallado y símbolos ocultos atrajeron a las
crecientes clases medias holandesas, que estaban reemplazando a la Iglesia Católica y el Estado
como los principales mecenas del arte en los Países Bajos. Hecho que produjo una variación temática
que hoy nos permite su clasificación y sub géneros.
o Para el S.XIX, tras las grandes revoluciones libertarias, el mundo natural había pasado de moda como
forma de representación plástica, ahora, el mundo del arte estaba más interesado en la exploración de
nuestro mundo interior de los estados de ánimo y emociones (caso de los impresionistas y post
impresionistas) factor que también tuvo efectos en la representación de bodegones.
o A medida que nos desplazamos a través del S.XX, los bodegones se disolvieron en geometría a modo
de objetos de interpretación fuera de la primigenia imitación de la realidad. Al final del milenio, el objeto
Resumen Contextualizado