El funcionalismo arquitectónico se basa en diseñar los edificios de acuerdo con su propósito. Se originó en la antigua Roma donde la utilidad era una de las tres metas de la arquitectura junto con la belleza y solidez. En el siglo XX, Louis Sullivan popularizó la idea de que las características de un edificio como su tamaño y distribución del espacio deben decidirse por su función. Más tarde, el funcionalismo comenzó a discutirse como un enfoque estético en lugar de un asunto