LA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pptx
Dios, el dinero y la conciencia
1. Aportes - 1
mortificaba: ¿quién me librará de este cuerpo
de muerte?
¡Muchos creen que los bienes de este
mundo son la salvación de muchas dificulta-
des! Seamos inteligentes, desconfiemos de
nuestros criterios y proyectos de salvación y
caminemos con toda sabiduría tras los pasos
de Jesús: ¡lo que tú digas, Señor!, pues sólo
tú tienes palabras de vida eterna, sólo tú eres
la verdad, el camino de regreso a la casa del
Padre.
Decimos que hay que tener fe. Creer no
es cuestión de un golpe de suerte ni aceptar
caminos absurdos o imposibles.Es confiar en
un Dios omnipotente y a la vez misericordioso
que interviene haciendo una historia diferente,
basada en el amor, un Dios Papá que sólo
quiere nuestro mayor bien y felicidad, siempre
atento a los gozos y esperanzas de sus hijos,
aunque se les presenten errores y mentiras
como sentido de horizonte en la vida.
Entonces, clarifiquemos con inteligencia:
¿Quién y cómo es Dios? ¿Qué somos noso-
tros, para qué nos creó Dios y nos puso en
este mundo? ¿Qué es pecado y por qué es
tan terrible y dañino? ¿Quién es Jesús, el
Cordero de Dios venido a quitar los pecados
del mundo? ¿Qué es su Iglesia y qué función
cumplimos nosotros en ella? ¿Qué nos espera
más allá de la muerte? Profundicemos estas
cuestiones, porque nos harán comprender
que bien vale la pena depositar toda nuestra
confianza en Aquel que viene a salvarnos.
El pecado aleja de Dios y nos engaña con
sucedáneos que jamás saciarán esa hambre
que él puso en nosotros, y por más que nos
Renunciar a lo nuestro
para ser discípulos de Jesús
Sab 9, 13-18; Sal 89; Flm 9b-10.
12-17; Lc 14, 25-33
Hay cosas que no admiten discusión,
como cuando el médico diagnostica una
operación urgente, con peligro de muerte, o
algo más simple: si no tomo el tren me quedo
a pie… Seguir a Jesús, pensar, sentir y obrar
como él es la opción más vital de nuestra
existencia, y él mismo lo aclara: Quien cree en
mí tiene vida eterna y quien no cree lleva una
vida sin sentido.Quien cree y sigue a Jesús es
más dichoso que aquel que goza de las más
grandes riquezas de la tierra.Jesús lo declara:
¡Yo lo resucitaré en el último día! Por eso él
compara esto con quien descubre bajo tierra
un tesoro y, con tal de apropiárselo, vende
hasta lo que no tiene y compra el campo. Al-
guno dirá:bueno, es cuestión de fe, y que crea
quien quiera creer.Por eso, nos preguntamos:
¿quién dejaría de creerle al médico que define
una situación como cuestión de vida o muerte?
¿Seríamos tan poco inteligentes como para
desconfiar y no creerle al Señor?
El pecado nos dejó desnudos y perdidos
en medio de una noche helada, pero vino
Jesús, nos cubrió con su gracia y nos tomó
de la mano: Yo soy el camino, la verdad y
la vida, nada teman, quien me sigue no se
pierde en tinieblas: ¡yo soy la luz del mundo!
Comprendemos que el mundo y su pecado no
sólo nos impiden satisfacer nuestras ansias
de verdad y justicia, de amor y bien, de paz y
felicidad, sino que nos coarta la libertad y nos
hunde en amarguras, como cuando Pablo se (Continúa en la p. 4).
Aportes para la homilía
Aportes
Celebración
23º domingo durante el año 4 de septiembre de 2016
Ciclo C. Color:Verde Año XX - Nº 1157
Aportes
Celebración
para la
Homilía y guión para la Santa Misa
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2. Aportes - 2
1) Introducción
Hermanos: Jesús vuelve a reu-
nirnos en torno a su altar. Quiere
mentalizarnos con sus palabras
de vida eterna y fortalecernos con
el Pan vivo de su Cuerpo y el cáliz de su
Sangre redentora. Quiere liberarnos de
nuestros desalientos y resignación, para
reanimarnos a subir al monte elevado de
su santidad.
Cantemos…
2) Saludo de bienvenida
¡Bienvenidos a este alto en el
camino que es la Eucaristía! Toda
la semana nos hemos llenado de
cansancios y preocupaciones, entusias-
mos y desengaños; pero, ¡por gracia de
Dios!, no estamos vencidos ni desani-
mados. Por eso, llegamos hasta el Señor
cantando himnos de gozo.
¡Que el amor redentor de Jesús y su
gracia salvadora estén ahora y siem-
pre con cada uno de ustedes!
3) Acto penitencial
Comencemos esta celebración
poniendo humildemente nuestra
vida ante los ojos de Dios mise-
ricordioso.
* Reconocemos nuestras debilida-
des y cobardías.Señor, ten piedad.
* Reconocemos nuestros egoísmos
y desamores. Cristo, ten piedad.
* Reconocemos nuestra soberbia,
vanidad y mentira.Señor, ten piedad.
Dios todopoderoso tenga mise-
ricordia de nosotros, perdone
nuestros pecados y nos lleve a la
vida eterna. Amén.
4) Liturgia de la Palabra
Primera lectura (Sab 9, 13-18): La
sabiduría de Dios enseña que los
pensamientos y criterios del hom-
bre son insustanciales, en cambio,
la sabiduría que viene de lo alto es vida
y salvación de quien la recibe.
Salmo responsorial (Sal 89): Porque
no podemos confiar en nosotros mis-
mos, el salmista nos hace pedir a Dios
la sensatez y sabiduría necesarias para
volver a él y hacer crecer las obras bue-
nas. Repitamos: R. ¡Tú has sido nuestro
refugio, Señor!
Segunda lectura (Flm 9b-10. 12-17):
Pablo trajo a la fe a un esclavo que escapó
de la casa de Filemón, y lo vuelve a su
patrón, pero le advierte a este que, desde
ahora en adelante, ambos son hermanos
en Cristo, unidos en el Señor.
Lectura del Evangelio (Lc 14, 25-32):
Jesús advertía claramente que no es
posible servir a dos señores. Por lo tanto
completa la enseñanza diciendo: Quien
quiera seguirme, olvide lo suyo, tome su
cruz de cada día y ¡sígame!
5) Oraciones de los fieles
Seguimos a Jesús trabajando
por liberarnos de todo lo que nos
aprisiona como seres humanos.
Pidámosle confiar en su verdad, en sus
palabras de vida eterna.
Digamos:
Padre, que escuchemos y siga-
mos a tu Hijo Jesús.
4 Nos llamas a ser Iglesia peregrina; por
eso, que el Papa, los obispos, sacer-
dotes, diáconos, religiosos y consagra-
das, todos los cristianos contagiemos
Guión para la Santa Misa
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3. Aportes - 3
entusiasmo esperanzado al mundo y
venzamos la indiferencia. Oremos…
4 Tú, Padre, nos creaste, nos proyec-
taste y nos capacitaste para llegar a
ser como Jesús; por eso, que fortalez-
camos nuestro seguimiento de Cristo
con la fe, la esperanza y la caridad.
Oremos…
4 Cuando meditamos seriamente el
evangelio llegamos a convencernos
de que ser como Jesús es la mayor
conquista en la vida y el éxito para
siempre; por eso, que imitemos su
modelo sirviendo a los hermanos más
pobres. Oremos…
4 Confiar en la Providencia divina es el
modo para llegar a ser agradecidos;
por eso, pidamos el pan de cada día
y que no falte el trabajo digno en los
hogares de la patria. Oremos…
4 Te pedimos que se haga tu voluntad y
así asumimos el compromiso cristiano
que nos llama a realizar esta tarea en
este mundo; por eso, que trabajemos
por la justicia, la paz y la erradicación
del narcotráfico, contrarios a tu querer.
Oremos…
Señor, cuando te seguimos es
como dejarnos guiar por el sol, y
beber agua fresca en el desierto.
Perdona nuestras incoherencias en
nuestro camino, y nunca dejes de
atraernos al Amor y la Verdad, de tu
muy amado Hijo Jesús. Amén.
6) Presentación de las ofrendas
Jesús bien sabe de nuestra hambre
y carencias y quiere fortalecernos
con el Pan y el Vino de su Cuerpo
y Sangre, donde se muestra el
misterio de amor infinito. Con la ofrenda
de estos dones presentemos también
nuestra pobreza, para que él la enriquez-
ca con su gracia.
Cantemos…
7) Comunión
Jesús Sacramentado ahora se nos
da como alimento de vida eterna.
Que nuestra comunión sea siempre
una renovada ocasión para seguirlo
en fidelidad, mientras avanzamos hacia
la casa del Padre.
Cantemos…
8) Bendición final y despedida
Monición: Miren qué bueno es el
Señor, hagan la prueba y véanlo,
canta el salmista. Nos ama tanto
que lo único que busca es nuestro mayor
bien y felicidad. Solo en eso ¡Dios Padre
se siente enaltecido!, complacido de
vernos en como nos vamos asemejando
más y más a su Hijo Jesús. Que en esta
semana demos nuevos pasos adelante.
Bendición:Y que la bendición de Dios
todopoderoso, Padre, Hijo y @ Espíritu
Santo descienda y permanezca siempre
con ustedes.
Despedida: Sigamos a Jesús con
valentía y anunciemos la alegría del
evangelio, ¡vayamos en paz!
DIOS, EL DINERO Y LA CONCIENCIA
Diálogos entre un monje y un
empresario
Anselm Grün / Jochen Zeitz
Un monje y
un empresario
dialogan, cada
uno desde su
tarea, sobre el
mundo actual
de metas y ci-
fras, acelerado
y entrelazado
por la electró-
nica.
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4. Aportes - 4
(Viene de la p. 1).
atragantemos con bienes de este mundo ja-
más nos sentiremos satisfechos.Entendamos
que quien a Dios tiene, nada le falta ¡sólo Dios
basta!, y que lo único que vale es buscar el
reinado de Dios y su justicia, que lo demás
viene por añadidura.
¡Señor Jesús!, por amor obediente al Pa-
dre y por nuestra salvación aceptaste nuestra
pobreza humana y sobrellevaste nuestras
miserias y, al momento de culminar tu sacrificio
en cruz, lanzaste un grito de honra: “¡misión
cumplida!”.
¡Cómo nos atrincheramos hoy peleando
las migajas de bien y felicidad de este mundo!
Fuera de ti todo es fantasía, banalidad y sin
sentido. Las “alternativas” a tu evangelio im-
piden oír la voz de tu llamada y nos ilusionan
con un cambio en la escala de valores, donde
el materialismo y el consumismo parecen más
valiosos que tus palabras de vida eterna.
Aportes para la Celebración es un subsidio litúrgico preparado por el equipo de redacción de El Domingo, periódico religioso de
la editorial SAN PABLO, propiedad de SOCIEDAD DE SAN PABLO (PAULINOS). Riobamba 230, C1025ABF Buenos Aires,Argentina.
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Un salmo reza:“Gusten y vean qué bueno
es el Señor, ¡felices los que en él se refugian!”.
Que los gustos materiales no nos hagan
perder el sabor de las bienaventuranzas, las
riquezas de tus promesas, la felicidad de vivir
contigo, por ti y en ti, lejos de cuanto pudiera
distraernos la mente y cierren el corazón al
amor.
Ayúdanos también compartir tus riquezas
con tantos hambrientos de verdad y esperan-
za, de justicia y caridad fraterna, de reconcilia-
ción y de paz. Que con tu gracia podamos ser
levadura nueva para levantar el tono de nues-
tra sociedad, tan aplastada por el egoísmo,
la indiferencia y toda clase de violencia. Que
descubriendo cada vez más las maravillas de
tu amor diseminemos el buen perfume de tu
Evangelio invitando a renunciar a todo lo que
nos aleja de ti, porque eres el tesoro viviente
del Padre, que vives y reinas por los siglos de
los siglos. Amén.
COLUMNA DEL SANTO PADRE
Es bueno seguir a Jesús
Jesús, “dirigiéndose a la toda la multitud que allí estaba, declara que quien quiere ser su
discípulo tiene que aceptar ser siervo, como él se ha hecho siervo, y advierte: ‘Si alguien
quiere venir atrás de mi, reniegue a sí mismo, tome su cruz y me siga’.
Ponerse en el camino de Jesús significa tomar la propia cruz –todos la tenemos– para
acompañarlo en su camino, un camino incómodo que no es el del éxito o el de la gloria
terrenal, sino el que lleva a la verdadera libertad, la libertad del egoísmo, del pecado.
Se trata de operar un neto rechazo a aquella mentalidad mundana que pone el propio yo
y los propios intereses en el centro de la existencia. No esto no es lo que Jesús quiere de
nosotros. En cambio, nos invita a perder la propia vida por Cristo y el evangelio, para
recibirla renovada y auténtica.
Podemos estar seguros, gracias a Jesús, de que este camino lleva a la resurrección, a la
vida plena y definitiva con Dios. Decidir seguir a nuestro Maestro y Señor que se ha hecho
siervo de todos, exige una unión fuerte con él, escuchar con atención y asiduidad su palabra,
–hay que acordarse de leer todos los días un pasaje del evangelio– y en los sacramentos”.
Papa Francisco (Ángelus, 13/9/2015).
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