2. Las técnicas de observación parten de una premisa:
una cosa es la realidad y otra la percepción, el
cerebro recrea lo que ve.
Las técnicas de observación tienen que ver con la
anécdota del optimista y del pesimista al observar la
botella medio llena o medio vacía. Del mismo modo
si uno actúa como pensador se convertirá en
pensador. Para hacerlo no hay que dejar el proceso
librado al azar sino contar con instrumentos y para
tener una herramienta hay que crearla.
Las técnicas de observación pueden generar una
observación productiva e iniciar un problema que
de no ser por ella ni siquiera hubiera ingresado a la
conciencia. Hay un tipo de observación reactiva del
suceso que actúa sólo ante un problema y
otra proactiva que busca el problema para
obligarse a resolverlo, su técnica es mirar de otra
manera para generar una apertura. El pensamiento
lógico selecciona su camino por sí o por no y
cuando llega a la solución se detiene. El
pensamiento creativo provoca el cambio.
3. es un catalizador o puente hacia otra
cosa, sin detenerse a analizar su valor.
Avanza con un concepto borroso como
por ejemplo algo que me sirva para
protegerme u otro concepto abanico
que abra diferentes opciones, invirtiendo
o dividiendo la situación, etc.
4. analiza lo que se hace para estudiar
como hacerlo de otra manera.
Estas técnicas de observación se basan
en intentar ver algo que no está pero
que puede ser.