1. 2 La Semana
Navarra
DIARIO DE NAVARRA
DOMINGO, 9 DE MARZO DE 2014
Diana González, experta en desarrollo de identidad digital, en un pasillo de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, donde es profesora asociada.
Entrevista
L
A pamplonesa Diana González
es también una experta en có-
mo guiar a los menores y a sus
padres en el uso de las nuevas
tecnologías de la comunica-
ciónylasredessociales.Ellaabogaporpo-
ner el foco en la persona y en su educación
más que en los dispositivos. De ahí que
tampoco sea partidaria de hablar de lími-
tes de edad para el acceso a los teléfonos
móviles, sino de acompañar a los hijos en
su uso de acuerdo a sus necesidades. Sin
embargo, tampoco se debe bajar la guar-
dia. Diversos estudios alertan de la cre-
ciente dependencia, especialmente entre
los más jóvenes, de los teléfonos inteligen-
tes. Muchos de ellos los consultan más de
cuarentavecesaldíaysoncompañerosin-
separableshastaenlahoradelsueño.
¿Desconecta el móvil cuando va a dormir?
Bueno todavía no lo apago, pero lo pongo
enmodoaviónparaquenomemolestena-
da. Son normas que me he ido autoimpo-
niendoparagestionarlaactividad.
¿Yescapazdedespegarsedeélduranteel
día?
Esciertoqueloprimeroquehagoallevan-
tarmeesmirarquétengoenelmóvil.Ynise
me ocurre dejarlo en casa. Vamos, si se me
olvidavuelvoapoorél. Ahorabien,también
buscomismomentosdedesconexión.
En una de las viñetas que proyecta en sus
charlas en los colegios aparecen varias
personasviendocomoseahogaotramien-
tras hacen fotos con el móvil. ¿Estamos
tan fuera de la realidad?
Esunaexageración,peroenocasiones va-
moscaminodeello. Hayvecesquenosfija-
mosmásenlaimagenyenlanoticiaqueen
la persona que está protagonizando esa
noticia. Conlosniñostambiénsucede,hay
profesores que cuentan que van a una ex-
cursión y los escolares más que disfrutar
de la realidad están haciendo fotos para
enseñarles a sus padres. Estamos per-
diendo vivir el momento para capturarlo y
revivirlo después. Es algo de lo que tene-
mos que darnos cuenta para que la solu-
ciónpuedavenirdenosotrosmismos.
¿A partir de qué momento nuestra salud
se puede ver afectada por el uso de las ta-
bletas y los teléfonos inteligentes?
Todo depende de cómo los usemos. Lo im-
portante, ya sea un ordenador, una tableta
o un smartphone, es que sepamos que son
herramientas para hacer algo. Y tenemos
que saber qué queremos hacer con ellas:
comunicarnos, enseñar a nuestros hijos,
emplearloparaeltrabajo...
¿No tiene la sensación de que estos apara-
tos nos están robando la vida silenciosa-
mente?
Másquequitarvidaloquenosestáhacien-
do es ir más rápido. Nos estamos obligan-
do a la instantaneidad, necesitamos con-
testarenelmomento...,peroyosiempredi-
go que ni tenemos que contestar a todo,
porque el silencio es una respuesta, ni te-
nemosporquéhacerloenelmomento.
Hoy se habla de ‘phubbing’ palabra que
surge de la unión de phone (teléfono) y
snubbing (desprecio) para referirse a algo
que no es sino un acto de mala educación:
que una persona esté concentrada en el
teléfono mientras ignora a quienes están a
su alrededor. ¿Lo ve así?
Ocurre a menudo, un grupo de personas
reunidasentornoaunamesadondetodos
están actuando con el teléfono y nadie ha-
ce caso al otro. Pero creo que cada vez so-
mosmásconscientesdeestoeintentamos
ponerle soluciones. Por ejemplo, hay cua-
drillas de amigos que cuando se juntan en
unbardecidenqueelprimeroquesaqueel
móvil pague la ronda. O bares en los que
ponencartelesquedicen:“AquínohayWi-
fi,hablenentreustedes”.
También se habla de ‘nomofobia’ o depen-
dencia del móvil. Uno de cada tres jóvenes
tienen algún tipo de adicción a los móviles.
¿Como hay que gestionar su uso en estas
edades?
Los mismos jóvenes suelen reconocer su
dependencia, son más conscientes de lo
que nos parece. Lo importante es el acom-
pañamientoporpartedelospadresotuto-
res.Unaincoherenciadenuestrasociedad
es que a los dos o tres años les damos a los
niños un teléfono para dejarlos tranquilos
un ratito en la cafetería con nuestros ami-
gosyalosdiezlesdecimosquelousencon
cabeza. Pero es que no les hemos enseña-
doausarloconcabeza.
¿A qué edad se le puede comprar un telé-
fono móvil a un niño?
Igual es muy radical lo que voy a decir, pe-
ro el tema de las edades es una hipocresía.
No se piensa en hacer más seguros a nues-
tros hijos en las redes sociales o en el uso
del móvil. Se habla de edades sólo para se-
guridad de las empresas, para que no vio-
len sus normas. Pero donde tendríamos
que poner el foco es en los hijos, en cómo
educarles para que entiendan con qué se
pueden encontrar y cómo deben manejar-
se. Personalmente no me importa tanto la
edadcomoelhechodeparaquévanausar
elteléfonoyquécontenidosvanaver.Yeso
es responsabilidad de todos porque cuan-
do se habla de la autorregulación siempre
se piensa en las empresas de tecnología,
pero también se debe mirar a las demás
empresas,lasqueseestáncomunicandoa
través de las redes sociales con nuestros
hijos.
Pero,entonces,¿leregalamosaunniñosu
primer teléfono móvil a los 8, a los 10, 12 ó
14 años?
Insisto, sé que esto es un poco transgresor
y complejo, pero no estoy de acuerdo con
las edades porque esto depende de la si-
tuación del niño, de la situación de la fami-
lia. La necesidad no la da la edad. No es lo
mismo, por ejemplo, un niño con padres
separados que otro que no lo están. Ahora
DIANA
GONZÁLEZ
GONZÁLEZ
EXPERTA EN
IDENTIDAD DIGITAL Y
REDES SOCIALES
“A la hora de
comprar un teléfono
móvil a los niños no
debería fijarse un
límite de edad”
2. 3La Semana
Navarra
DIARIO DE NAVARRA
DOMINGO, 9 DE MARZO DE 2014
“
Entrevista
Tienetreintaañosyformapartedeuna
generaciónquenosedespegadelata-
bletaydelteléfonomóvil.Además,se
hahechoexpertaenalgoaloquelos
usuariosdelasredessocialesnosue-
lendarmuchaimportanciaenprinci-
pio,laidentidaddigital,peroquepuede
acabarmarcandonuestrasrelaciones
socialesdelfuturoeinclusolaposibili-
daddeencontraronountrabajo.
TEXTO DN
FOTOS DN
“No es bueno que el móvil
sea el regalo de los tíos o
de los abuelos, porque a
un regalo es más difícil
ponerle normas”
“Los beneficios de estar en
las redes sociales son
mayores que los de no
estar en ellas”
“Quizás no logremos
acostumbrar a las personas
a que paguen por leer
prensa en Internet, pero sí
a las marcas para que
paguen por quien va a leer”
EL TEST
Un día sin conexión a Internet o un
día sin ducharse
Perder un amigo en Facebook o per-
der un contacto en Linkedin
Marc Zuckerberg o Bill Gates (“Sin
Bill Gates no estaría Zuckerberg”)
Ir a Javier andando o ir a Javier en
bicicleta (“Ir a Javier en coche”)
Coca Cola light o Coca Cola
Espacio libre de ondas o espacio
libre de humos
Seguir en Twitter a Rajoy o seguir en
Twitter a Rubalcaba (“¡A ninguno!”)
DNI
I DianaGonzálezGonzález.Pam-
plona,17deseptiembrede1983.Li-
cenciadaenPublicidadesprofesora
asociadadelaUniversidaddeNava-
rraysededicaaldesarrollodela
identidaddigital.Trabajatambiénel
mundodelaeducación,antesdesde
elConsejo AudiovisualdeNavarray
últimamentedesdeunprogramaim-
pulsadoporAteleus, Asociaciónde
TelespectadoresyConsumidoresde
MediosAudiovisualesdeEuskadipa-
raquelospadresaprendanaguiara
sushijosenlared.
“La empresa
debe
reflexionar
sobre Twitter”
¡Tiene cara de pasar mucho rato conecta-
da a Twitter!
Digamosquesoy activa.
¿Cuántas interacciones al día realiza en
esta red social?
Depende del día, del momento, de si estoy
enuneventooenclase,perotodoslosdías
intento publicar algo de lo que estoy ha-
ciendo, de lo que me interesa y de lo que
puedeinteresaralagentequeesmipúbli-
co y al que me quiero dirigir. Sí, todos los
díascuentoalgo.
¿Cuántos seguidores tiene en Twitter?
Unosseismil.
¿Si uno no pasa de 500 seguidores es un
pringado?
(Ríe) No. Hay que ponerse objetivos de-
pendiendo de para qué se está en Twitter.
Si quiero ser físico nuclear igual no nece-
sito que me sigan más que veinte, que son
los físicos nucleares que puede haber en
mi entorno. No me serviría tener mil se-
guidores si ninguno se dedica a la física
nuclear. En mi caso, como me dedico a la
identidad digital personal para la búsque-
da de empleo, las empresas... tengo un pú-
blico más amplio. Si me empezaran a se-
guir,comomeocurrióunavez,unmontón
de gente de la política estaría haciendo al-
go mal porque yo no me quiero dedicar a
eso.
¿Y qué hizo mal para que le siguieran tan-
tos políticos?
¡Nada! Resulta que una política se llama
como yo, Diana González, y en plena cam-
paña electoral empezó a seguirme gente
delPSOE.
¿Tiene catalogada la ‘fauna’ de Twitter?
Porquelomismohaypersonasquenoapor-
tan nada, que los que difunden rumores, los
quesetomanlaredcomounpúlpito,losque
se esconden en el anonimato e incluso los
quesóloobservan,comolosbúhos.
Es difícil analizarlo, porque ciertamente
es toda una fauna. Suele decirse que es un
porcentaje muy pequeño el que crea con-
tenidos propios, hay otros que sólo se de-
dican a filtrar estos contenidos y también
quienes analizan la información del día y
opinan. Que haya personas que sólo ob-
servan lo que los demás dicen, bueno, pa-
raesoespúblicoloquepublicamos.
¿Hasta qué punto una empresa puede te-
ner en cuenta las opiniones de sus traba-
jadores en Twitter?
Es un tema muy importante porque las
identidades digitales de las empresas se
constituyennosóloporloquedicenlasem-
presas como marca, sino por las identida-
des personales de las personas que traba-
jan en esa empresa. Aunque las empresas
noquieranylosempleadosnoquieran,am-
bos se influyen mutuamente. Es una reali-
dad. En cualquier caso las empresas no
pueden prohibir a sus empleados que ha-
blen, porque podría conseguir lo contrario,
pero sí puede intentar que haya una refle-
xión y ciertos compromisos por parte de
todos.
sehapuestodemodaregalárseloeldíadela
PrimeraComunión.Evidentemente,mepa-
rece pronto, sobre todo porque no les esta-
mos enseñando a usarlo. Ahora bien, tam-
pocomeparececorrectoqueelmóvilseaun
regalo de la tía o de los abuelos. Porque ese
regaloesdifícildegestionaryaque¿cómose
leponennormasaalgoqueesunregalodel
propioniño?
¿Quénormassepuedenestablecer?
Por ejemplo, los momentos en los que se
puedeusar.También,deiniciosepuedede-
jar al hijo un teléfono familiar y decirle que
sólo va a disponer de él cuando vaya de ex-
cursióno ajugarunpartidodefútbol...Pero
al final, lo que importa, es cómo lo vayan a
usar porque aunque ellos no tengan acceso
aInternetensuteléfono,unamigosílopue-
detener.
¿Cómo pueden controlar los padres el uso
del teléfono de un menor sin invadir su inti-
midad?
Esalgoimportanteporque,evidentemente,
loquenopueden haceresinvadirsuintimi-
dad. Si van a revisar su móvil él lo debe sa-
ber. Pero tambiéntienequesaberquedebe
haber unas pautas, como confiar la contra-
señaasuspadresporsipasaalgoyque,por
ejemplo, una vez a la semana se revisará la
agenda de contactos para ver qué amigos
tiene,sisonconocidosono,lomismoquele
preguntaríanenlavidareal.
Muchos padres temen que sus hijos se den
de alta en las redes sociales. ¿Qué peligros
entrañan?
Quehablencondesconocidos.Hayqueedu-
caraloshijosparaqueactúencomosifuera
la calle y que no hablen con ellos. Por su
puesto, que no entreguen fotos a cualquier
persona. Y, sobre todo, deben saber que lo
quesecuentaenInternetsequedaenInter-
netparasiempreyquequizáspuedaacabar
enmanosdealguienquenosepanquiénes.
Oqueloquehayancolgadopuedainfluirles
paraelrestodelavidaalahoradebuscarun
trabajo, de ir a la Universidad o incluso de
encontrarunaparejaestable.Yosuelo decir
aloschavalesquecuandovayanasubiruna
fotoountextoacualquierredsocial piensen
que les estáviendo supadre, sumadre o un
profesor por un agujerito. A ver si lo colga-
rían o no y si tienen dudas que no lo hagan.
Asimismo,hayquehacerlesverquelasapli-
caciones de mensajería instantánea son
también Internet. Muchos de ellos no son
conscientes de que dando a un botón de di-
fundir mensaje éste puede llegar a toda tu
agendadecontactos.
Si hoy una persona no está en las redes so-
ciales,¿esalguieninvisible?
Túpuedessermuybuenprofesional,perosi
una empresa no te encuentra por Internet
¿cómosabequetúereslapersonaquenece-
sita?Sedicequehoynosólohayqueserlo,si-
nocontarlo.Enlosdepartamentosderecur-
sos humanos se ve raro que uno no esté en
las redes sociales. Aunque Linkedin es la
red más profesional y hoy parece lógico es-
tar en ella para alguien que busca trabajo,
lasempresastambiéncompruebansiestás
enFacebookyloquehacesenFacebook.Pe-
ro, bueno, también es cierto que hay gente
que decide no estar en las redes sociales. A
mi modo de ver, los beneficios de estar son
mayoresquelosdenoestar.
Hoy día se puede dar el pésame, cortar una
relación con otra persona y pedir perdón a
través de un mensaje de Whatsaap. ¿Nos
haceesoperderhabilidadessociales?
Puede parecer que nos hace más valientes
porque ya lo hemos dicho, pero lo cierto es
que puede servir para que no nos enfrente-
mosalarealidad. Las personastienensen-
timientos,untonodevoz,gestosquenoses-
tamosperdiendo.Porotraparte,avecesnos
acostumbramosadejarlotodoporescritoy
nosolvidamosdelvalordelapalabra.
Usted se define como experta en identidad
digital.¿Quéeseso?
Todoaquelloquenosconfiguraynosdefine
como personas, como marcas o como co-
munidades y que nos diferencia de los de-
más. Es decir, nosotros mismos en la red.
La identidad digital se configura por lo que
hacemos y decimos en Internet, por lo que
los demás hacen y dicen de nosotros en In-
ternet,yporalgoquesiempresenosolvida,
que es lo que los demás ven de nosotros en
Internet.
¿Cómosedebecuidarlaidentidaddigital?
Lo importante es saber que todos la tene-
mos. AsíquebusquémonosenGoogleyvea-
mos qué aparece de nosotros y qué no. No
sólo debemos ser conscientes de lo que hay
sino que debemos definirnos y marcarnos
objetivos. Saber qué queremos. Porque se-
gúnloquéqueramos,haremosunascosasu
otrasydiremosunascosasuotras.Ydepen-
diendodenuestrosobjetivosnonosconven-
drá hablar de política, religión o sexo, o tal
vezsí.
¿Usted es de las que se atreve a comprar
porInternet?
Sí,perosiempreentiendasomarcasqueme
den confianza y seguridad. Las gestiones
bancarias,porejemplo,lasrealizoporInter-
net porque me resulta más cómodo. Ahora
bien,esimportantequesepamosquenadie
nos va a pedir nunca una clave, una contra-
seña,porInternet.
Uno no sabe si fiarse mucho de la red, fíjese
como acabó por desvanecerse el autor del
correodechantajequeseleenvióaAsiáin.
Ya,ya,puedeser.Paramíesimportanteque
laconexiónaInternetqueutilicemossease-
gurayquenonosconectemosawifispúbli-
casquenoconozcamos.Nosóloalahorade
hacer compras por Internet, porque detrás
puede haber un hacker cogiendo tu contra-
señas,fotos...
¿Podemos caer en el error de que ya esta-
mos informados de la realidad sólo por co-
nectarnosaTwitter?
Sóloleeremosloquedicenlaspersonasalas
que seguimos, por lo que será una realidad
muyfocalizada.
Los medios de comunicación impresos no
consiguenmaridarseconlatecnologíadigi-
tal.¿Quéechausteddemenos?
Medoycuentadequecadavezoigomásra-
dio por Internet y pienso que la prensa es-
critacuandoofrece las descargasdesuspá-
ginas ponevídeos,peroaprovechapocolos
audios. El problema es que hemos acos-
tumbrado a la gente a que todo sea gratis y
ahora queremos que pague, pero para ha-
cer que pague le tendremos que dar algo
que no tenga hasta ahora. ¿Qué? ¡No lo sé!
Quizánologremosacostumbraralaperso-
na a que pague, pero sí podemos hacer que
otras personas, marcas, paguen por quien
vaaleerlaprensa.Hayqueentenderqueel
producto es el contenido. El lector quizá
pueda querer ese contenido comparado
con el de otros medios, otros enfoques,
otrosperiodistas...porellocreoquelacola-
boración entre empresas periodísticas pa-
ra vender el contenido es un camino a ex-
plorar. Por ejemplo, quizá alguien está dis-
puesto a pagar por el contenido de la
comisión de investigación en Diario de Na-
varra, Diario de Noticias, Onda Cero y El
Mundo... y no sólo un periódico que habla
deotrostemasquenoleinteresan.