El documento es una carta de despedida de un profesor a sus alumnos del 2012. El profesor explica que prefiere no escribir cartas individuales para no dar la impresión de favoritismo. Más bien, desea haber dejado una influencia positiva a través de las lecciones y experiencias compartidas durante su tiempo juntos. Le desea a los estudiantes lo mejor para el futuro y que recuerden sus años en la escuela no como un "apagar" sino como un "cerrar sesión".
1. Escuchen jóvenes: “Deben cerrar sesión”
Según el diccionario de la Real Academia Española, sesión se define como el
“Espacio de tiempo ocupado por una actividad” y es quizá, para con quienes conviví
durante no menos de dos años (en algunos casos hasta 3) una anhelada frase que
deseaban fuese vociferada por Tux (como cariñosamente me denominaron
generaciones previas) dentro del búnker en cada cierre de clase, justo cuando se
acercaban las 11:20am, las 2:50pm o en su defecto las 4:15pm.
Fiel a un estilo particular, que ha caracterizado mi forma de ser, los cierres no
suelen ser muy expresivos, llenos de emotividad o en su defecto de sentimentalismo,
sin embargo, no necesariamente quiera decir que sea igual a la fórmula 1.1. Por el
contrario, siempre al llegar los finales de las diferentes actividades y en especial con
gente con la cual he convivido, evito ser participativo o involucrarme, dicho sea de
paso con el objetivo de restar protagonismo, para no “quedar mal”, ya que, si no
podés escribirle a tus 125 alumnos una carta específica, no un CTRL+C CTRL+V, se
puede ser sujeto de ideas erróneas sobre el verdadero aprecio que un profesor,
padre,alumno, ex-alumno y compañero pueda experimentar por sus exigentes
alumnos y alumnas.
=si (tux no escribe carta para convivio; “no nos aprecia”; “no nos aprecia”)
Fórmula 1.1 Condicional para calcular la estima de tux con base al envío o no de una carta personalizada
A priori, la intención de escribir una carta a cada uno de mis alumnos me rodeó
de optimismo e ilusión, sin embargo, lejos de quedar bien o mal con éste gesto, lo
que más me importaba y aún me importa, porque como lo he manifestado con
reiteratividad en el laboratorio( no se burlen del término, ¡Es un laboratorio!), era el
hecho de haber legado “algo” durante el tiempo que compartimos dentro del aula.
Ese algo que no se disipara con un papel, con un emoticón o con un gesto, ese algo
que con el tiempo pudiera ser perenne y no ser desestimado, por quienes, además de
exigirme en ocasiones, exámenes fáciles, implorar tiempo para dejar la tarea o en su
2. defecto no solicitarles por favor pasar por la pena y el horror de exponer ante la
mirada atenta, crítica y activa del profe.
Es por ello, que con esta publicación no pretendo cubrir el fallo de no haber
estado en esos sobres, aún sabiendo que muchos de ustedes, pensaron que lo haría,
me disculpo, lo hice al propio. No es mi estilo. La vida me ha enseñado que si hay algo
que nunca se olvida, las verdaderas experiencias, los regaños, los alientos y
felicitaciones, las explicaciones, los gestos, la muy tica costumbre de criticar la ropa o
el peso del profe, la entrega de promedios, en fin, sin duda, eso es difícil de
desterrar a la tierra del nunca jamás.
Sin hipocresías. La verdad es que estudiantes del liceo de Atenas, generación
2012 y anteriores (a las cuales también se los debí), para mi ustedes fueron, siguen
y seguirán siendo por el tiempo que Dios me lo permita, lo mejor de ése colegio, al
cual llegué en el año del 2007, precedido de una vida, que también les compartí
sinceramente en alguna que otra clase donde daba para conversar, cotorrear o
chismear. Con agrado plasmo letras que me hacen recordar sus gestos mientras
exponían, aplicaban pruebas, o recibían el consejo, instrucción o llamada de atención
de mi parte. Esta sesión que se llama 2012, está cerca de terminar, su característica
es, que al igual que la filosofía del software libre, pudimos compartir, distribuir y
mejorar entre nosotros, aprendiendo unos de otros, en sí, madurando sin aburrirnos
y restándole independencia o libertad a nuestra forma de ser.
Que la actividad de sus vidas de la cual me enorgullece haber formado parte,
durante su estancia en el colegio haya sido una enriquecedora experiencia, y que en
la actividad que el venturoso futuro traerá no exista un olvido, un “apagar”, si no un
“cerrar sesión”.
Lo mejor está por venir, ánimo e innovación.
Bendiciones.