Presentación utilizada para la exposición de los principales resultados de la campaña hortofrutícola de Almería (2012/2013).
Incluye evolución de los rendimientos, precios e ingresos medios, así como tabla de costes.
La información más importante de la campaña de los récords.
3. La balsa salvavidas
Evolución del empleo (Régimen Especial Agrario)
70
60
50
40
30
20
10
2002
2003
2004
2005
2006
Total
2007
2008
Extranjeros
2009
2010
2011
2012
4. El control biológico sigue creciendo
Evolución de la superficie bajo control biológico
30.000
25.000
20.000
15.000
10.000
5.000
0
2007-08
2008-09
2009-10
2010-11
2011-12
2012-13
5. Más lluvia, menos temperatura
Evolución de la precipitación media anual
800
700
600
500
400
300
200
100
0
2000/01
2002/03
2004/05
2006/07
2008/09
2010/11
2012/13
6. La producción aumentó un 2,6%
Evolución de la producción total
3.500.000
3.000.000
3.051.027
2.500.000
2.000.000
1.500.000
1.000.000
500.000
0
75 77 79 981 983 985 987 989 991 993 995 997 999 001 003 005 007 009 011 013
2
2
1
2
1
1
1
1
2
1
2
2
2
1
1
1
1
19 19 19
7. Más ingresos: 11,9%
Variación de precios y cantidades por productos
50
30
10
-10
-30
-50
Berenjena Calabacín Judía verde
Melón Pepino
Cantidad
Pimiento
Precio
Sandía
Tomate
Lechuga
Total
13. El consumidor pragmático
Cambios en el consumo en los hogares españoles
7
6
5
4
3
2
1
0
-1
-2
-3
Toneladas
Miles de euros
Frutas
Consumo per capita (kg)
Hortalizas
Gasto per cápita
Buenas tardes. Reitero el agradecimiento por su asistencia a esta cita anual con nuestro Análisisis de Campaña. Hoy antes de comenzar a contarles los titulares del informe, quiero agradecer el trabajo realizado al equipo del Servicio de Estudios, concretamente personalizo en Ana Cabrera, que hoy no ha podido estar con nosotros por motivos de salud, y en Beatriz Martínez. Ambas son las responsables en un 95 % de que hoy estemos aquí.
Comencemos con lo bueno, y lo bueno es que esta última campaña ha sido de récord. Hemos superado las cifras históricas de Superficie cultivada, Producción en toneladas y en valor y, como no, de exportaciones. Que quieren que les diga, ya nos gustaría que cada año pudiésemos presentar un informe como éste.
Si tenemos en cuenta el contexto en el que se ha desenvuelto la campaña, con una economía en recesión, los avances de la agricultura son, si cabe, más importantes. En este sentido no sería aventurado afirmar que, junto con el turismo, la agricultura está actuando como balsa salvavidas de la economía provincial. Sin ir más lejos, en pantalla tienen ustedes la evolución del empleo y, sí, en los dos últimos años éste ha venido aumentando hasta el punto de que posiblemente también se haya batido un récord en el empleo directo generado.
Entre los datos relevantes de la campaña, creo que hay que volver a mencionar el avance del control biológico. En esta ocasión ha sido la adopción en el cultivo del tomate el causante de su expansión (casi 5.000 nuevas hectáreas). Como desde hace unos años, repetimos que esta forma de cultivo no está exenta de problemas, pero hoy por hoy probablemente sea la mejor forma que tenemos de conjugar las demandas de los consumidores en términos de seguridad y de las de los propios agricultores en términos de rentabilidad.
En lo que se refiere a las condiciones climáticas, la campaña pasada nos dejó una vuelta a los niveles normales de precipitaciones, con su acompañamiento de problemas relacionados con la humedad, aunque nada excesivamente relevante. Las temperaturas tampoco alcanzaron las del año anterior lo que, paradójicamente, provocó en Europa unas mejores condiciones de mercado para nuestras producciones.
Respecto a las principales magnitudes, la superficie cultivada en los principales productos aumentó un 6 %. Por su parte. la producción alcanzó una mejora del 2,6 %, lo que la llevó a superar el nivel de los 3 millones de toneladas por primera vez en nuestra historia. Eso sí, dado que el aumento de la superficie fue mayor, finalmente los rendimientos se vieron mermados con respecto al ejercicio precedente.
A pesar del mencionado aumento de la producción, las cotizaciones medias mejoraron, especialmente en berenjena y pepino. Y así, los ingresos alcanzaron un nuevo registro máximo: 1.583 millones de euros para las principales producciones. No obstante, los precios de tomate y judía verde cayeron con respecto a la campaña precedente, y muy ligeramente el del melón.
Los costes volvieron a registrar un ascenso contenido, en esta ocasión un 0,5%. Otra vez ha sido el capítulo del control biológico el que ha contribuido de forma más decisiva a esta contención. En el extremo contrario tenemos la energía (que tiene además efectos de doble vuelta) y los plásticos. Los costes corrientes crecieron en conjunto un 0,4% y los de amortización un 0,8%.
Como siempre queremos dedicar unos momentos a la reflexión en torno al futuro…
A pesar de que en las dos últimas campañas, tanto los precios reales como los ingresos por hectárea han crecido, lo cierto es que las tendencias aún son evidentes. El precio real tiende a la baja y la única forma de mejorar los ingresos por explotación es aumentar los rendimientos y la superficie en explotación. Aquí no hay nada nuevo. Bueno, no exactamente…
Parece que la crisis está dando sus últimos coletazos (que aún pueden llegar a ser muy duros). Hemos llegado casi a la cima de la montaña. Se supone que el descenso debería ser sencillo, pero desgraciadamente no es así, y no es así, porque la propia montaña está cambiando al mismo tiempo que avanzamos por su ladera…
El cambio, el cambio rápido y constante más exactamente, es la cualidad principal que define la realidad. Y nuestro negocio sólo es una faceta más del mismo. Esto nos obliga a permanecer constantemente atentos. Pero mantener esa atención no es fácil, significa desarrollar capacidades estratégicas en un entorno casi líquido; no todas las mentes están preparadas para ello. De ahí la radical importancia que tiene la inversión en las personas. Personas con conocimientos, pero también con intuición, con capacidad de decisión, con creatividad y con la habilidad de liderar grupos humanos. Es mucho más sencillo invertir en capital fijo, en tecnología y maquinaria, de las que obtenemos rápidas mejoras de productividad. Sin embargo, a largo plazo ese tipo de capital es sencillamente trasladable y difundible. Sin embargo, las personas no son perfectamente intercambiables entre sí, puesto que la cultura, la formación y los valores establecen una situación de competencia monopolística en el mercado del talento.
Tenemos que encontrar ese talento, alimentarlo y mantenerlo, para que el sector siga avanzando.
Seguimos con el cambio. Los cambios en el consumo han propiciado una importante transformación en la correlación de nuestros mercados clientes. La crisis ha motivado que los españoles hayan reducido su consumo fuera del domicilio, lo que ha traído consigo una fuerte contracción del otrora expansivo canal HORECA (hostelería, restauración y catering). Asimismo, ha aumentado el consumo de alimentos dentro del hogar, pero no precisamente de la misma forma que en los tiempos de nuestras madres o abuelas. Las familias son más pequeñas que antes y, en lugar de seguir aumentando el número de hogares, ahora se está reduciendo (al menos en España). La dosificación no puede ser la misma. Los calibres deben adaptarse.
La compra sigue siendo menos frecuente que hace 40 años y el conocimiento de los productos y de los procesos de elaboración tampoco son los de antes. Ni siquiera las motivaciones: la salud gana peso en la alimentación, dando lugar al surgimiento de productos funcionales o pseudomedicamentos. Además, la menor disponibilidad de recursos económicos nos depara un consumidor más pragmático, menos fiel a las marcas y más sensible al precio, que es capaz de comprar parte de su cesta en una tienda de descuento y otra parte en una tienda gourmet.
Estos cambios nos llevan a otros aspectos. Ya sé que van a pensar eso de “ya están los pesados de Cajamar con la monserga de la concentración”. Obviamente sabemos que no es la solución de todos los problemas. Ya no basta con hacerse grande, hay que ser también más eficiente. No obstante, en los últimos meses, han sido numerosas las ocasiones en las que hemos oído a algunas de las cooperativas más grandes confirmar que necesitan crecer para poder tener capacidad de juego en los mercados. Y, aún más, también se ha oído bastante este año a los distribuidores (los que nosotros consideramos gigantes) manifestar que la competencia interna les obliga a crecer y a buscar alianzas. Dicho en román paladino, prevén seguir aumentando dimensión. ¿Alguien piensa que eso no tendría repercusiones sobre nosotros?
Termino haciendo referencia a las leyes de integración cooperativa y de la cadena agroalimentaria. Hace un año pedíamos mantener la presión sobre el ministerio para su aprobación. Este verano ambas leyes se se publicaron en el BOE. Seguramente no son perfectas, pero es lo que tenemos. Faltan los detalles, que se conocerán en los reglamentos, y ya saben que se dice precisamente que el demonio se esconde en los detalles.
En cualquier caso, es la primera vez que disponemos de unas herramientas institucionales que aportan las señales adecuadas al mercado. No dejemos pasar esta oportunidad.
Sólo me queda emplazarles el año que viene por estas mismas fechas. Esperemos que lo que nos queda hasta junio permita enderezar los resultados y que para entonces podamos hablar de una campaña al menos tan buena como esta. Muchas gracias por su atención.