2. Introduccion
Movilidad, carga, estabilidad y al mismo tiempo,
protección para el SNC
Cada uno posee características distintas (forma, tamaño,
composición y orientación especifica) para poder
prestar multiples funciones a la totalidad del raquis.
La columna vertebral es un sistema estructural con un
diseño arquitectónico prácticamente perfecto, formado
por múltiples elementos de distinta naturaleza.
3. Muchas alteraciones morfológicas que ahora se observan en los métodos de imagen no
siempre producen síntomas clínicas antes de los 18
La particular y rica inervación de los diferentes elementos del raquis es la
responsable de la dificultad para determinar el origen exacto del dolor lumbar
Estudios experimentales demuestran que la compresión de una raíz sana
induce una disfunción sensitiva o motora pero no el dolor.
Mientras que a una raíz edematosa, con fibrosis y desmielinizacion segmentaria
genera dolor, posiblemente asociado a la producción de sustancias nociceptivas.
El dolor lumbar es un síntoma muy frecuente con un prevalencia del 80%, la
sintomatología crónica afecta hasta un 10-20% de la población
Con una incidencia quirúrgica del 1-3%, lo que condiciona una gran demanda
asistencial de estudios radiológicos de columna en radiología
4. En la raquis es difícil establecer un
patrón de normalidad único, desde
la normalidad anatómica absoluta
hasta la anormalidad patológica,
encontramos tanto una gran
diversidad de alteraciones
morfológicas sin sintomatología
clínica como síntomas clínicos sin
anormalidades patológicas
En la región lumbosacra
encontramos variantes anatómicas
(hemisacralizaciones y/o
hemilumbarizaciones, asimetrías
del arco posterior o asimetría en la
orientación de las
carillasarticulares)
La TC y la RM muestran una alta
prevalencia de alteraciones
asintomáticas, como presencia de
distensiones discales en mas del
80%, protrusiones discales en un
33% y desgarros o fisuraciones
anulares en mas del 50% de la
poblacion adulta
5. Técnicas radiológicas
Rx simple. Frecuentemente
invalorada, aporta importantes
datos semiológicos en lo que
concierne a la patología
malformativa, degenerativa,
traumática, infecciosa y tumoral
del esqueleto óseo y en menor
grado de las alteraciones
discales o de partes blandas
Distintos
medios
permiten
analizar el
raquis lumbar.
6. La TC y la RM permite
realizar una valoración
precisa, tanto
estructural como de
cambios
fisiopatológicos, en los
diferentes elementos
que componen la
unidad funcional del
raquis y representan el
examen de elección en
el estudio de gran
parte de la patología
raquídea
Su alta sensibilidad y
fiabilidad ayudan a
comprender aspectos
fisiopatológicos antes
desconocidos, como el
porqué de la migración
lateral de los
fragmentos discales
libres, valorar la
integridad del disco
intervertebral
7. Identificar con RM el grado de hidratación discal en relación a la edad, analizar los cambios óseos secundarios a
la alteración de las plataformas condrales y que preceden a los cambios morfológicos, visualizar desgarros y
fisuras anulares, o diferenciar, con la ayuda de medios de contraste el tejido de granulación reparador del tejido
normal tanto en pacientes operados como no operados
Hernia discal dorsal sagital T2
Es importante recalcar que la
sintomatología del paciente es el
dato que debe guiar el protocolo
diagnostico.
Hay que tener en cuneta que muy
pocas veces la clínica es especifica
y solo en algunas ocasiones
orientativa por lo que es necesario
y obligatorio correlacionar los
datos radiológicos.
8. Bases anatómicas de la patología degenerativa raquídea
Desde el punto de vista didáctico, y para facilitar el estudio de la patología degenerativa del
raquis, consideramos al conjunto formado por 2 cuerpos vertebrales contiguos, el disco
intervertebral y las 2 interapofisarias posteriores, como la unidad funcional del raquis
9. Disco intervertebral
Esta formado por una parte
central gelatinosa o núcleo y
otra periférica más
fibrocartilaginosa, el annulus y
las fibras de Sharpey
Las densas fibras anulares
presentan un menor grosor en
su parte posterior lo cual
justifica un más fácil
desplazamiento posterior del
núcleo
En RM muestra características
especificas en relación a su
estructura y grado de
conservación
La relativa mayor riqueza
acuosa del núcleo es
responsable de la hiperseñal
central en secuencias T2
Las fibras anulares y las de
Sharpey, menos ricas en agua,
muestran una hiposeñal
periférica que rodea el núcleo
La progresiva perdida acuosa
del núcleo con la edad se
traduce en una perdida
progresiva de señal en
secuencias ponderadas en T2,
con discreta perdida de la
altura discal
10. En la TC, el disco
intervertebral
muestra una
densidad claramente
diferenciada de
cuerpo vertebral que
permite analizar su
morfología global,
pero no diferenciar
el annulus del núcleo
ni su grado de
deshidratación
El annulus fibroso se
une fuertemente a
los cuerpos
vertebrales, en la
zona cortical se
continúan de forma
sólida con el hueso
cortical por las fibras
sharpey
En la zona central, la
unión se produce
por una
transformación del
cartílago calcificado
en tejido osea
Las alteraciones en
estas uniones son las
responsables de los
cambios
espondilóticos y
osteofíticos
Los ligamentos vertebrales
comunes anterior y posterior,
condicionan la morfología de
los discos lumbosacros
11. Plataforma vertebral
Presentan una depresión central cubierta por una lámina terminal cartílago-hialina que, a través de una lámina del
hueso subcondral, permite entrar en contacto y establecer una relación nutricional con la medula ósea vertebral.
La regeneración y
desaparición de la
vascularización discal a
partir de los 8-10 años no
altera la actividad
metabólica discal
Que pasa a depender de
los aportes nutricionales
que, por difusión, se
realizan desde la médula
ósea del cuerpo vertebral
Por la placa subcondral y
de los vasos que rodean el
annulus firboso
Las alteraciones por edad,
traumatismo o agresiones
de la placa condral
condicionan cambios óseo
estructurales o
morfológicos
degenerativos
Conocidos por RM como
cambios osteocondróticos
de Modic tipo I, II y III
12. Cuerpos vertebrales
En TC y RM es posible diferenciar la cortical compacta de los cuerpos vertebrales de su porción
central esponjosa, de hueso trabeculado, que contiene la medula ósea.
Esta es fundamentalmente hematopoyética, celular y activa, junto a componentes de tipo graso e
inactivo
los cuales con la edad, por degeneración ósea o por defectos externos, pueden sustituir en
parte o en su totalidad a la hematopoyética
Por su distinta composición bioquímica, estas formas de médula ósea presentan señales de RM
muy característica en ponderación en T1 y permiten valorar su grado de integridad
El gran predominio de medula ósea hematopoyética en niños es la responsable de la baja señal
de los cuerpos vertebrales en niños
La progresiva sustitución por médula grasa se traduce por un progresivo aumento de la señal
somática en secuencias T1
Discopatia grado II-III. Examen sagital TC
13. Arco posterior-articulaciones sinoviales
Las estructuras óseas densas del arco posterior incluyen, lateralmente, pedículos, apófisis transversas y
articulares, mientras que láminas y apófisis espinosas, cierran, por detrás, el canal raquídeo
A lo largo del raquis
existen muchas
pequeñas
articulaciones de tipo
sinovial
Costovertebrales
SacroilíacasAtlantoaxoidea
Pero destacan por
su trascendencia
clínica, las
interapofisarias
14. Articulaciones interapofisarias
Dentro de la unidad funcional del raquis destacan las apófisis articulares superior e inferior con sus respectivas carillas
para formar las articulaciones diartrósicas interapofisiarias de morfología y orientación especifica en cada segmento del
raquis
A través de las
articulaciones
interapofisarias cada
vertebra se articula con
su adyacente
Cada articulación
presenta una cápsula
ricamente inervada,
recubierta por el
ligamento amarillo
Las interapofisarias
tienen una disposición y
orientación diferentes
en cada segmento del
raquis
En la región dorsal, la
apófisis articular
superior mira hacia
atrás, afuera y un poco
hacia arriba
A nivel lumbar la
apófisis articular
superior mira hacia
atrás y hacia adentro
La inferiores son,
evidentemente,
opuestas y su valoración
radiológica requiere de
diferentes proyecciones
15. Segmentos de transición
Todos estos segmentos presentan múltiples variaciones anatómicas o de tipo dismórfico, responsables de
una inadecuada distribución de las fuerzas de carga y pueden originar los cambios degenerativos o
acelerados
16. Agujero de conjugación
es un punto importante de la unidad funcional del raquis por la estrecha relación a este nivel des
espacio discal con las estructuras vasculonerviosas.
es un espacio
tubular situado
entre dos
pedículos
adyacentes y
directamente
relacionado a:
plataformas
vertebrales
el disco
la prolongación
alar del
ligamento
vertebral común
posterior
La porción lateral
del ligamento
amarilo
17. El ganglio dorsal, la
raíz anterior, la arteria
y las venas radiculares
ocupan
aproximadamente el
50% del área
foraminal siendo el
resto ocupado por
tejido graso
El agujero de
conjunción presentan
tamaño y forma
variable en función de
múltiples factores,
tanto constitucionales
como adquiridos
Cabe señalar que los
compromisos
foraminales afectan a
la raíz emergente,
mientras que las
hernias laterales y
preforaminales
comprometen la raíz
que emerge por el
espacio inferior
18. Ligamentos vertebrales
Contribuyen a mantener la estabilidad y la funcionalidad del raquis, junto con otros ligamentos.
Los ligamentos vertebrales común posterior y anterior se extienden por delante y por detrás de los
cuerpos vertebrales
desde el basioccipital hasta el sacro, siendo el anterior más grueso y adherido a los cuerpos vertebrales
pero no al disco.
Mientras que le posterior es mas fino y no esta adherido a los cuerpos vertebrales pero si al disco a cuyo
nivel presenta unos refuerzos horizontales o ligamentos alares muy adheridos al annulus fibroso
El ligamento vertebral común anterior esta formado por diferentes capas de fibras, las mas profunda extendidas
de un cuerpo vertebral a otro, las medias entre 2-3 vertebras y las superficial cada 4-5
19. Entre el ligamento vertebral común posterior y el saco dural, frecuentemente se observa una
membrana o septum medial de importancia en la contención de fragmentos discales libres
En TC y RM, la plica dorsal media se presenta como una banda fibrosa medial entre el ligamento
vertebral posterior y el saco dural
Bien visible sobre todo en los segmentos lumbares inferiores y más en los canales amplios
Los ligamentos amarillos se extiendes entres dos láminas adyacentes y lateralmente, cubren la
cara anterior de la articulación interapofisaria
Es de grosor variable, fácilmente diferenciable por RM en todos lo planos y en cortes axiales de
TC .
20. Canal raquídeo
En todo el canal raquídeo, rodeando al saco dural y a las vainas radiculares, esta la
llamada grasa epidural que contiene gran numero de venas conectadas entre se
formando
el plexo epidural al que drenan las venas basivertebrales de los cuerpos vertebrales,
y esta estrechamente relacionado con los plexos perivertebrales y pélvicos
El canal raquídeo contiene el cordón medular que termina a nivel de L1-L2
formando el cono medular, del que emergen las raíces lumbosacras formando la
cola de caballo.
Las raíces emergen con una oblicuidad aproximada de 45° por los respectivos
agujeros de conjunción
21. Patología degenerativa raquídea
El termino degeneración es,
por lo general, de uso y
aplicación indiscriminados
frente a cualquier cambio que ,
por imagen, se aleje de la
estricta normalidad
En todas las unidades
funcionales del raquis, existen
estructuras de composición
muy distinta que sufrirán con la
edad diferentes procesos
degenerativos
El grado de participación de
cada una de estas estructuras
en la génesis del dolor lumbar,
irradiado o no, se debe valorar
de forma precisa
22. Para comprender los cambios degenerativos del raquis es preciso analizar de forma independiente los
cambios
Que se producen en cada una de las distintas articulaciones que forman la unidad funcional del raquis
Enfermedades degenerativas
• Articulación cartilaginosa (intervertebral)
condrosis
osteocondrosis
espondiliosis deformante
• Articulación sinovial opofisiaria
osteoartritis
osteoartrosis
quiste sinovial
• Articulación fibrosa y entesis
hiperostosis difusa e idiopática del raquis (DISH)
osificación del ligamento espinal
enfermedad de Baastrup
Complicaciones de las enfermedades
degenerativas
• Anomalias de alineación
inestabilidad segmentaria
lisis/ listesis
cifosis/ escoliosis
• Desplazamiento del disco intervertebral
anterior
superior/inferior (hernia de Schmörl)
posterior (lateral, foraminal, extraforaminal)
• Estenosis espinal
congénita
adquirida
23. Articulación cartilaginosa (disco intervertebral)
Desde la infancia, el disco intervertebral pasa por distintas fases de desarrollo,
maduración e involución, con cambios morfológicos y de señal por imagen relacionados
con el grado de hidratación y elasticidad del núcleo y con la integridad de las fibras del
annulus.
Condrosis y osteocondrosis
El proceso de deshidratación, aumento de colágeno y desintegración de las largas moléculas de
proteoglicanos del núcleo conducen a una pérdida progresiva de elasticidad del disco que inicia a partir
de la tercera década de la vida y se acentúa con la edad
Patológicamente se traduce por una desecación y friabilidad progresiva en bulbo de cebolla del núcleo
pulposo y por la presencia de grietas, fisuras y roturas fibrilares en el annulus fibroso, proceso conocido
por condrosis y osteocondrosis cunado afecta a la placa condral y a las plataformas vertebrales
adyacentes, generando rarefacción ósea
24. Envejecimiento normal
• Tejido fibroso reemplaza la matriz mucoide
• Altura y márgenes descales preservados
• Hiposeñal centrodiscal en secuencias T2W
• Moderado bulging en el adulto
• Discreta presencia de aire en la perferia
• Osteófitos marginales anterolaterales
Disco degenerativo patológico
• Fisuras radiales del annulus
• Erosión de plataformas con osteosclerosis y
reacciones crónicas de la medula ósea
• Fibrosis discal>cicatriz discal
• Reduccion del espacio discal
• Contorno discal irregular
• Erosion de plataformas
• Osteofitos muitidireccionales
• Cambios médula ósea
• Gran cantidad de aire centro discal
• Ostecondrosis intervertebral
25. Es difícil establecer de
inflexión entre
normalidad y patología
Las zonas de rarefacción
se aprecian mejor con
cortes finos TC
En formas de pequeñas
áreas radilucentes
progresivamente
confluentes de un cierto
aspecto geográfico
En el grado mas avanzado
de degeneración aparecen
zonas radiolucentes a
nivel intradiscal por
presencia de gas
La presencia de aire en
zonas periféricas y
anteriores del espacio
discal es indicativa de
grietas y fisurasen las
fibras de Sharpey
La localización
intrasomática de aire a
nivel subcondral
traduce una
importantes alteración
de la placa terminal
La presencia de aire
muy posterior y cerca
del canal raquídeo y del
saco dural refleja un
desplazamiento discal
posterior
26. Las consecuencias crónicas de las osteocondrosis son, perdida de la hidratación del disco, disminución de su altura, abombamiento de las
fibras del annulus y esclerosis de las plataformas vertebrales con áreas de necrosis isquémica y engrosamiento trabecular en los medios
de imagen
Desde la radiología simple hasta la RM, es recomendable describir estas alteraciones mediante TC o RM como discopatias de
I, II y III grados y relacionarlos con la clínica.
La rotura de las
fibras del anillo
fibroso condiciona
la formación de
grietas confluentes
que se presentan
en la RM
27. Las plataformas adyacentes al espacio discal degenerado muestran particulares cambios de señal en la RM sagital,
relacionados con los cambios fisiopatológicos y diferenciados por Modic en 3 tipos
Modic tipo I (patrón vascular): Hiposeñal en secuencias ponderas T1 e hiperseñal en secuencias T2, traduciendo una reacción ósea
edematosa por un proceso inflamatorio activo secundario a degeneración discal, que puede confundirse con un proceso séptico. Con el
contraste se observa captación de la plataforma afectada y con el tiempo puede regresar a la normalidad o evolucionar al tipo II
28. Modic tipo II (patrón graso): se traduce por la presencia de bandas adyacentes a las plataformas vertebrales que
presentan hiperseñal en secuencias ponderadas T1 e iso/altas señal en T2. representa la sustitución de la médula ósea
hematopoyética por médula grasa como progresión del edema óseo
29. Modic tipo III (patrón esclerótico): muestra hiposeñal tanto en secuencias ponderadas en T1
como en T2 y refleja la progresiva condensación ósea de las plataformas vertebrales
30. Espondilosis deformante
La imagen radiológica mas característica son las formaciones osteofiticas anterolaterales, presentes en un 60-80%
de la población adulta mayor de 50 años, siendo bilaterales en la región lumbar y sólo presentes en el lado derecho
en la región dorsal, posiblemente por el efecto inhibidor de las pulsaciones aórticas sobre el hueso
Su etiología se inicia con
la alteración de las fibras
periféricas del annulus
fibroso, debilitado
en su inserción en el
cuerpo vertebral,
formando pequeñas
fisuras que al confluir y
afectar a sus fibras más
internas permiten
el desplazamiento
anterior de pequeños
fragmentos discales,
creando una tracción en
los puntos de inserción de
las fibras de Sharpey e
induciendo
las formación ósea
osteofitica a pocos
milímetros de la
superficie vertebral
31. Los osteófitos, crecen, inicialmente en sentido
horizontal y posteriormente
condicionados por las potentes fibras cortas del
ligamento vertebral común anterior
cambian su dirección haciéndose verticales hasta
llegar a fusionarse
con los adyacentes procedentes de la plataforma
superior y
dando los clásicos picos de loro
32. Radiológicamente, existe signo de vacío periférico, esclerosis del reborde
ósea vertebral pero no subcondral con conservación de la altura del disco
33. Caso clínico
• Mujer de 54 años, sin antecedentes patológicos de interés, que acudió en búsqueda de atención
médica por dorsolumbalgia. El dolor se había iniciado de forma aguda, sin antecedente
traumatológico, 2 meses antes. Era de predominio nocturno y en reposo y mejoraba con la
deambulación y al transcurrir el día. Se localizaba en la charnela toracolumbar, sin irradiación, con
palpación y movilidad apenas dolorosas. Se habían realizado las siguientes exploraciones
complementarias: radiografías, gammagrafía y resonancia magnética (RM). Las radiografías en
dos proyecciones no mostraron alteraciones patológicas. El estudio gammagráfico mostraba
acúmulos de trazador, de notable intensidad, en la plataforma inferior de T11 y superior de T12.
Dichos hallazgos indicaban un aumento del metabolismo óseo y se recomendó la realización de
estudios radiológicos dirigidos para determinar la etiología de la lesión. Se realizó una RM, que
puso de manifiesto una fractura cortical del platillo vertebral del soma T12, imagen en forma de
cúpula hipointensa en ponderación T1 e hiperintensa en T2 en los somas T11 y T12, compatible
con hernia de Schmorl. La señal en ponderación T2 del disco intervertebral descartó un proceso
infeccioso. La ponderación STIR de hiperseñal descartaba la presencia de grasa. Los estudios de
laboratorio realizados (hemograma, bioquímica, velocidad de sedimentación globular, proteína C
reactiva) no mostraron alteraciones. Con la orientación diagnóstica de hernia de Schmori, se
indicó tratamiento sintomático: analgesia y medicina física, así como ejercicios de rehabilitación.
Tras unas primeras semanas de dolor intenso y rebelde, el cuadro remitió paulatinamente y, al
cabo de 1 año de seguimiento, la paciente se encontraba asintomática.
Imagen de resonancia magnética en ponderación T1 en la
que se observa fractura cortical del platillo vertebral del
soma T12 e imagen en forma de cúpula hipointensa en los
34. Discusión
• Las principales causas de dolor dorsal y lumbar en el adulto son mecánicas. La hernia de Schmorl,
descrita en el contexto de la cifosis de Scheuermann, también puede ser causa de raquialgia.
Aunque su etiología sigue sin ser clara, Schmorl creía que existía una debilidad inherente del
cartílago del platillo vertebral, que permitía la herniación del disco dentro del cuerpo vertebral,
durante el proceso de osificación endocondral, lo cual llevaba a la cifosis consiguiente. Esta teoría
se debilitó al identificar nódulos de Schmorl en vértebras fuera del área cifótica, en pacientes sin
deformidad raquídea y en pacientes adultos. Algunos autores han demostrado una matriz
cartilaginosa anormal y disminución en la expresión de varias glucoproteínas en los platillos
vertebrales afectados. Otros autores han explicado que serían secundarios a una necrosis avascular
por debajo del platillo vertebral. En las teorías mecanicistas, no está claro si los cambios en los
platillos son la causa o la consecuencia de la cifosis. Las diferencias entre el disco intervertebral
maduro e inmaduro explicarían los distintos patrones lesivos en los diferentes grupos de edad: el
núcleo pulposo inmaduro es más hidrófilo que el maduro, hecho que permite una mejor absorción
de las cargas hidráulicas. Si se produce una fractura, suele ser central y producir lesiones del
cartílago del platillo vertebral y nódulos de Schmorl. A medida que el organismo envejece, el agua
es sustituida por colágeno, el disco se vuelve menos elástico y las cargas se transmiten a la
periferia. Este hecho sustentaría el mayor número de fracturas en adolescentes y adultos, así como
el mayor número de nódulos de Schmorl en los niños
35. • En relación con las manifestaciones clínicas de esta anomalía de imagen, no existe una
asociación consistente con la producción de dolor: Posibles explicaciones para que éste
aparezca serían la producción de una fractura intraesponjosa o las reacciones biológicas al
material discal herniado en el hueso esponjoso Con respecto al caso actual, las
características clínicas del dolor y la exploración gammagráfica obligarían a hacer el
diagnóstico diferencial con una discitis bacteriana: el cuadro era insidioso, con dolor
inflamatorio, sin fiebre ni síndrome tóxico acompañante y la gammagrafía mostraba un
acúmulo de trazador. La RM es la exploración complementaria más sensible y específica
para diagnosticar una infección en la columna vertebral y sus hallazgos no eran
compatibles con ella. Si el tratamiento conservador, después de un tiempo prudencial no
inferior de 6 meses, no hubiera resultado satisfactorio y se hubiera planteado un manejo
quirúrgico, las opciones habrían sido realizar una artrodesis o incluso una vertebroplastia,
ya que una de las contraindicaciones para la realización de una artroplastia de disco es la
presencia de nódulos de Schmorl
36. Conclusión
• A modo de conclusión, este caso clínico nos recuerda la necesidad de incluir, dentro de los
diagnósticos diferencial y etiológico del paciente con dolor raquídeo toracolumbar, la
hernia de Schmorl.
37. Articulo
• La incidencia y prevalencia del dolor de espalda en la población es muy elevada, suponiendo un alto coste
económico debido a su influencia negativa en la salud y en la actividad laboral.
• La radiografía simple sigue siendo una de las técnicas más usadas en su estudio, aunque la introducción de nuevas
tecnologías, la tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM), haya modificado sus indicaciones en
la práctica diaria.
• Actualmente está bien establecido que la radiografía simple en ausencia de traumatismo tiene un valor limitado, ya
que los cambios degenerativos son muy comunes y la patología más relevante, tumoral o infecciosa, puede pasar
desapercibida.
• En cuanto al dolor espinal no complicado de etiología mecánica y/o degenerativa, no solo la radiografía
convencional raquídea, sino las técnicas tomográficas, TC y RM, han demostrado tener un impacto limitado en el
manejo clínico y la toma de decisiones de estos pacientes. Por tanto, las indicaciones de las técnicas de imagen,
incluida la radiografía simple, siguen siendo objeto de revisión.
• Cuando existen signos de alarma (red flags), factores clínicos o epidemiológicos que indican necesidad de estudios
de imagen ante una sintomatología dolorosa con origen potencialmente raquídeo, a la radiografía convencional se le
otorga el papel de técnica de estudio inicial en la columna traumática en pacientes osteoporóticos y pacientes
mayores de 70 años.
• Ante la presencia de otros signos de alarma, como déficit neurológico, sospecha de tumor, enfermedad inflamatoria
o infección, existe una tendencia creciente en los clínicos a demandar la RM, si está disponible, como técnica de
screening, por su mayor sensibilidad y especificidad en el diagnóstico de estas enfermedades.
• Este trabajo pretende revisar el papel de la radiografía simple en el estudio del dolor de espalda, así como los
hallazgos radiológicos más frecuentes de las enfermedades responsables del dolor.
38. Consideraciones técnicas
• El estudio radiológico simple de cualquier área anatómica de la columna debe de incluir al menos dos
proyecciones ortogonales, generalmente anteroposterior y lateral. El recurso a otras proyecciones en
diferente oblicuidad ha disminuido con la introducción de las técnicas tomográficas como la RM y la TC.
• Por su mayor simplicidad, para el estudio de la inestabilidad vertebral, se sigue recurriendo mayormente a la
radiografía en flexión y extensión, aunque se han descrito también métodos con TC y RM.
• Una precaución con el uso de la radiografía simple es considerar la dosis de radiación, que en el caso de la
columna está en torno a los 1,5mSv de dosis efectiva en el nivel lumbar, 1mSv en el nivel dorsal y 0,2mSv en el
nivel cervical, lo que equivale a la dosis que se recibe por radiación natural durante 8, 6 y 1 mes,
respectivamente.
• Aunque la radiología digital tiene capacidad de reducir dosis con respecto a la radiología analógica, las dosis
efectivas son ligeramente superiores en la radiología digital indirecta (10–15%) e inferiores en la radiología
digital directa (30–40%).
• Las dosis de radiación en los pacientes pediátricos merece especial atención debido a su mayor
radiosensibilidad, lo que, junto a sus mayores expectativas de vida, incrementa el riesgo de desarrollo de
cáncer radioinducido de 3 a 5 veces con respecto a los adultos.
• La telerradiografía de columna es uno de los estudios radiológicos más demandados en la población
pediátrica, con dosis efectivas que oscilan entre 0,05–0,14mSv. La radiología digital directa puede
desempeñar un papel decisivo en la reducción de estas dosis.
39. Consideraciones clinicorradiológicas
• La patología del raquis lumbar, especialmente en el caso de la mecánica y/o degenerativa,
no se adapta al modelo clásico de enfermedad, donde un órgano libre de patología se
considera sano y asintomático, mientras que un órgano con patología evidente se
considera responsable de determinados síntomas. Existe un porcentaje de pacientes
sintomáticos en los que las pruebas de imagen no demuestran lesión estructural, mientras
que pacientes asintomáticos pueden demostrar un amplio espectro de alteraciones
vertebrales y discofacetarias. Por este motivo, los hallazgos radiológicos se deben valorar
siempre dentro de un contexto clínico.
40. Causas del dolor de espalda
Patología congénita
• Las alteraciones congénitas de la columna pueden ser simples, sin deformidad asociada, o
complejas, cuando conllevan deformidad espinal. Estas deformidades abarcan la cifosis,
hiperlordosis y escoliosis que, en casos extremos pueden provocar insuficiencia
respiratoria, cor pulmonare y paraplejía
• Las alteraciones congénitas se clasifican de acuerdo a su origen.
• 1. Defecto en la formación vertebral. La vértebra o parte de ella no se desarrolla, dando
lugar a alteraciones como la agenesia, vértebra en cuña, hemivértebra y vértebra en
mariposa
• 2. Defecto de segmentación. Las vértebras embrionarias no se separan, dando lugar a
bloques vertebrales congénitos 3. Defecto mixto de formación y segmentación vertebral.
41. • Entre las alteraciones congénitas simples hay que considerar la vértebra transicional que,
es una variante del desarrollo de la columna que se presenta en un 20% de las personas.
Con mayor frecuencia, la vértebra L5 puede ser incorporada al sacro (sacralización) o, la
vértebra S1, con menor frecuencia, puede ser incorporada a la columna lumbar
(lumbarización), permaneciendo siempre constante el número de vértebras de la columna.
Cuando la vértebra transicional está fusionada a la vértebra adyacente suele ser
asintomática debido a la fijación anatómica, aunque, según algunos autores, puede
promover el desarrollo de patología en el segmento vertebral inmediatamente craneal con
una mayor movilidad compensatoria. Sin embargo, cuando la vértebra transicional
conserva su movilidad debido a que su apófisis transversa no está fija, sino articulada con
la vértebra caudal, la vértebra transicional puede ser sintomática a nivel de dicha
neoarticulación y su disco puede degenerarse
• Las anomalías de transición también pueden afectar a la columna cervicodorsal. La
manifestación más frecuente es la presencia de costilla cervical, generalmente en el nivel
C7, aunque también ha sido descrita en C5 y C6. Se suele asociar a sacralización de L5.
Puede provocar síntomas al estrechar el espacio para el paso del paquete vasculonervioso
a la altura de los escalenos
42. Patología traumática
• La radiografía simple sigue siendo la primera técnica utilizada para el diagnóstico de las fracturas
vertebrales. Su capacidad diagnóstica es superior en las fracturas traumáticas que en las fracturas
por insuficiencia, secundarias a osteoporosis, y patológicas, secundarias a afectación tumoral
vertebral.
• El estudio de columna cervical suele incluir una proyección lateral, anteroposterior y de
odontoides. Se considera muy importante la visualización de las 7 vértebras cervicales en la
proyección lateral, algo que puede no conseguirse siempre, en cuyo caso hay que recurrir a la TC.
• En la placa lateral de columna cervical existen 5 líneas que debemos observar para descartar la
existencia de fractura de la columna. De delante hacia atrás, serían las correspondientes a las
partes blandas prevertebrales la vertebral anterior, la vertebral posterior, la espinolaminar y la
interespinosa. De ellas, la disrupción de la vertebral posterior es la que puede tener mayores
implicaciones clínicas por su relación con la médula espinal
43. Patología degenerativa
• La influencia del estudio radiológico en el tratamiento y pronóstico del dolor vertebral mecánico
no está demostrada. Los hallazgos más frecuentes son las alteraciones degenerativas discales y
facetarias que están presentes tanto en pacientes sintomáticos como en controles asintomáticos.
Aunque estos cambios degenerativos aumentan con la edad, el dolor no se incrementa
proporcionalmente. La mayor incidencia del dolor de espalda es en las edades medias de la vida.
• La patología degenerativa de la columna lumbar puede afectar a las siguientes localizaciones:
• 1. Articulaciones sinoviales: Atlantoaxial, interapofisarias, costovertebrales y sacroilíacas.
• 2. El disco intervertebral en su conjunto, dando lugar a la osteocondrosis intervertebral o
discartrosis.
• 3. El anillo fibroso y los márgenes vertebrales, dando lugar a la condición conocida como
espondilosis deformante.
• 4. Los ligamentos y sus inserciones al hueso, dando lugar a la hiperostosis esquelética idiopática
difusa.
44. Tumores vertebrales
• Las causas más frecuentes de afectación tumoral de la columna son la enfermedad metastásica y el mieloma
múltiple. Los tumores vertebrales primarios son relativamente infrecuentes en comparación con las causas
descritas previamente, suponiendo un 3–9% de todos los tumores óseos primarios.
• La radiografía simple es a menudo la primera técnica utilizada ante las sospecha de lesión tumoral. Las
lesiones tumorales suelen manifestarse en radiografía simple como lesiones que destruyen hueso
(osteolíticas) o lesiones formadoras de hueso (escleróticas u osteoblásticas). Algunas pueden presentar un
patrón mixto. Una vez detectada la lesión suele completarse el estudio con TC y RM.
• La radiografía simple es poco sensible en la visualización de la destrucción ósea o reemplazamiento medular,
requiriendo, según el tamaño de la lesión, entre un 30–50% de pérdida de densidad ósea para que las
lesiones sean visibles. La destrucción del pedículo típicamente indica que la lesión es avanzada, ya que
raramente ocurre de forma primaria o aislada.
• El diagnóstico diferencial de las lesiones osteolíticas en la columna incluye lesiones benignas como osteoma
osteoide, osteoblastoma, hemangioma, quiste óseo aneurismático, etc. Entre las malignas hay que considerar
el cordoma y las metástasis. Las metástasis de pulmón, tiroides y riñón son fundamentalmente de tipo
osteolítico.
45. infección vertebral
• La espondilodiscitis supone el 2–4% de las osteomielitis. La RM es la técnica de imagen
más sensible y específica en su diagnóstico, permitiendo un diagnóstico mucho más
precoz que la radiografía convencional.
• Los hallazgos en radiografía simple consisten en la destrucción de 2 plataformas
vertebrales adyacentes con pinzamiento o desaparición del espacio discal, lo que puede
evolucionar a la formación de un bloque vertebral adquirido. En las infecciones piógenas
la evolución es más rápida que en la tuberculosis o brucelosis que suelen cursar de una
forma más crónica. La tuberculosis puede extenderse de una forma subligamentaria, con
erosión de la pared anterior de los cuerpos vertebrales. La brucela puede afectar los
márgenes anteriores vertebrales con cambios similares a la enfermedad discal
degenerativa. En estos casos, los estudios analíticos pueden ser de gran ayuda para
confirmar el diagnóstico
46. Conclusión
• A pesar de la introducción de las técnicas tomográficas, RM y TC, la radiografía simple
sigue teniendo un papel importante en el estudio del dolor de espalda. Sin embargo, la
interpretación de los hallazgos radiológicos debe hacerse con precaución ya que
representan solo alteraciones anatómicas, que no siempre están relacionadas con la
clínica del paciente.
• Por otro lado, cuando se sospecha compresión neurológica, enfermedad tumoral o
infecciosa, el estudio complementario con TC o RM es fundamental
47. Bibliografía
• Radiología esencial, J.Ll del Cura, S. Pedraza, A. Gayete
• http://www.reumatologiaclinica.org/es/dolor-raquis-toracolumbar-
causado-por/articulo/S1699258X08724665/
• http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0717-
93082003000200005&script=sci_arttext
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