1.
GALERÍA DE LOS UFFIZIGALERÍA DE LOS UFFIZI FLORENCIA SIGLO XVFLORENCIA SIGLO XV

2.
El Museo de los Uffizi o la Galería de los Uffizi, situada en el Piazzale degli Uffizi, es uno de los museos de pintura y escultura más
célebres del mundo. Grandes obras de los principales pintores de la historia del arte se exhiben en sus salas.
La construcción del palacio de los Uffizi fue comenzada en 1560 por Giorgio Vasari siguiendo órdenes de Cosme I de Médici. Su
finalidad inicial era albergar las oficinas de las magistraturas florentinas, una vez que se quedó pequeño el Palazzio Vecchio. De
esta función deriva su nombre de «Galería de los Oficios». Las obras terminaron en 1581.
Cosme I de Médici ya consideró el proyecto de destinar a museo el tercer piso del soberbio edificio, pero el mismo fue llevado a
cabo por su hijo Francesco I.
Éste encargó al prestigioso arquitecto, ingeniero y pintor Bernardo Buontalenti la construcción de la galería interior de las
“Tribune” para albergar algunas obras de arte procedentes de la colección de los Medici, así como su valiosa colección de
condecoraciones antiguas. Buontalenti construiría también un gran patio escénico en el que, en 1586-87, se organizaron festines
fabulosos, así como representaciones teatrales dirigidas por el propio Buontalenti, quien diseñaría también el vestuario de los
actores.

3.
Más de un siglo después, Cosme III, Gran Duque de Toscana entre 1670 y 1723, amplió la Galería para alojar la colección artística
de sus ancestros y las obras de arte que había heredado de su tío, el Cardenal Leopoldo.
En 1737, el último miembro de la familia Médici, Anna Maria Ludovica, impartió instrucciones para que todas las obras de arte
coleccionadas por la dinastía de los Médici quedaran albergadas en la Galería de los Uffizi, a disposición de los amantes del arte
del mundo entero durante su estancia en Florencia.
En 1782, se clasifica por primera vez la colección de los Médici en la Sala de Pintura Antigua. En 1919, se reordena la misma para
ofrecer a los visitantes una disposición más orgánica.
La Galería de los Uffizi conserva las mejores obras de arte del período renacentista existentes en el mundo. La familia Médici, que
gobernó la ciudad durante siglos, fue incrementando y mejorando su colección con obras de artistas famosos que venían a
Florencia. El museo alberga también obras de arte del período gótico.
El principal museo florentino, y uno de los 10 más importantes del mundo, es una soberbia colección de escultura y pintura de
los siglos XIII al XVIII de autores italianos y europeos.
Se considera también el museo más antiguo del mundo ya que era visitable desde 1591.

4.
Esculturas del pórtico.

5.
Venus de Medicis. Obra de
Cleomene di Apollodoro.
Copia romana de un original
griego. Siglo I a.C.
Fauno danzante.
Copia romana
de un original griego. Siglo
I a.C.

6.
Luchadores. Copia romana de un
conjunto helenístico. Siglo III a.C.

7.
Retrato de Agripa. Espinario.

8.
SIGLO XV
GÓTICO – RENACIMIENTO

9.
Coronación de María. Fra Angélico. 1434-1435. Temple sobre tabla. 112 x 114 cm. Detalle.

10.
La Coronación de la Virgen.
Fra Filippo Lippi. 1441-1447.
Témpera sobre tabla.
200 x 287 cm.

11.
Detalle.

12.
Detalle.

13.
La Virgen en majestad con cuatro santos.
Fra Filippo Lippi. Hacia 1445. Témpera sobre madera.
196 x 196 cm.

14.
La Virgen con el Niño y escenas de la vida de Santa Ana. Fra Filippo Lippi. 1452.

15.
La Virgen y el Niño, entre dos ángeles. Fra Filippo Lippi. 1464.
Témpera sobre tabla. 95 x 62 cm.

16.
La Adoración del Niño con San José, San Jerónimo, María Magdalena y San
Hilario. Fra Filippo Lippi. 1453. Temple sobre madera. 137 x 134 cm.
La ascensión de Cristo.
Andrea Mantegna.
1460-1464.
Temple sobre madera,
86 x 42 cm.
Encarnación de Jesús. Piero de Cosimo. Hacia 1485.
Panel de madera. 206 x 172 cm.

17.
Tríptico de los Uffizi. Andrea Mantegna. 1463-1464. Témpera sobre panel. 161,5 x 86 cm.
Ascensión. Adoración de los Magos. Circuncisión.

18.
Adoración de los Magos. Andrea Mantegna. 1460-1464. Tabla central. 76 x 77 cm.

19.
La Circuncisión.
Andrea Mantegna.
Tabla derecha.
La ascensión de Cristo.
Andrea Mantegna.
Tabla izquierda.

20.
La Virgen con el niño. Jacopo Bellini. 1450.
Témpera sobre madera. 111 x 62 cm.
Virgen con el niño. Fra Angélico. 1450.
Temple y oro sobre madera. 34 x 59 cm.
La Virgen de la Humildad. Masolino da Panicale.
1415. Temple y oro sobre madera. 110,5 × 62 cm..

21.
Dante Alighieri. Andrea del Castagno. 1450. Mural transferido sobre lienzo. 247 x 135 cm.

22.
Francesco Petrarca. Andrea del Castagno. 1450. La Sibila Cumea. Andrea del Castagno. 1450.Giovanni Boccaccio. Andrea del Castagno. 1450.

23.
La Batalla de San Romano. Paolo Uccello. Entre 1436 y 1440. Témpera sobre panel. 188 x 327 cm.

24.
Retrato de los duques
de Urbino.
Piero della Francesca.
1465-1472.
Temple sobre tabla.
47 x 33 cm.

25.
Virgen de la galería
(Madonna della loggia).
Sandro Botticelli. Su nombre
verdadero era Alessandro di
Mariano di Vanni Filipepi.
1467.
Temple sobre tabla.
72 x 50 cm.
Virgen en gloria con serafines.
Sandro Botticelli. 1469-70.
Temple sobre tabla.
120 x 65 cm.

26.
Virgen con el Niño y seis santos. Sandro Botticelli.
1467-1470. Temple sobre lienzo. 170 x 194 cm.

27.
El Regreso de Judith
a Betulia.
Sandro Botticelli.
1472-73.
Témpera sobre tabla.
31 x 24 cm.
Descubrimiento del
cuerpo de Holofernes.
Sandro Botticelli.
1472-73.
Témpera sobre tabla.
31 x 24 cm.

28.
Adoración de los Magos.
Sandro Botticelli.
1475.
Temple sobre tabla.
111 x 134 cm.

29.
Adoración de los Magos. Sandro Botticelli. Hacia 1500. Temple sobre tabla. 108 x 173 cm.

30.
Retrato de una mujer
joven. La bella Simonetta.
Sandro Botticelli.
1485.
Temple sobre madera.
61 x 40,5 cm.
Retrato de un hombre con una
medalla de Cosimo el Viejo.
Sandro Botticelli.
Hacia 1474.
Témpera sobre panel.
58 x 45 cm.

31.
La Primavera.
Sandro Botticelli.
Hacia 1482.
Pintura al temple.
203 x 314 cm.

32.
Detalle.

33.
La primavera es una de las obras maestras del pintor renacentista Sandro Botticelli. Está realizado al temple sobre tabla. Mide
203 cm de alto y 314 cm de ancho.
La interpretación clásica y más generalizada es la de Adolph Gaspary y Aby Warburg en 1888. Describe las figuras del siguiente
modo, partiendo de la izquierda:
Mercurio. El dios queda identificado por el calzado con alas y por el caduceo usado para separar serpientes y hacer la paz
(Botticelli ha representado las serpientes como dragones alados); con su yelmo y su espada, parece claramente el guardián del
jardín de Venus. Viste ligeramente con un manto rojo cubierto de llamas, que cae de forma muy asimétrica, lo cual se
consideraba un rasgo típico de la Antigüedad y ya era una indicación de que se estaba representando una escena mítica.
Las tres Gracias. Servidoras de Venus, dedicadas a una graciosa danza, están representadas como tres jóvenes casi desnudas y
luciendo peinados elaborados y diversos. El cabello suelto sólo podían llevarlo las jóvenes solteras. Se las ha llamado Gracias
porque de esa forma, danzando en corro, se las representó en el arte grecorromano. Las Gracias parecen ser retratos de
personas existentes en la época y conocidas del pintor: por ejemplo, la Gracia de la derecha es Caterina Sforza. La del medio
debe ser Semiramide Appiani, mujer de Lorenzo il Popolano, el cual a su vez estaría representado como Mercurio, hacia el que
mira Semiramide. La de la izquierda sería Simonetta Vespucci, prototipo de belleza botticelliana.
LA PRIMAVERA

34.
La hipótesis más acreditada referente a estas tres jóvenes es que la de la izquierda, de cabellos rebeldes, representa la
Voluptuosidad (Voluptas), la central, de mirada melancólica y de actitud introvertida, la Castidad (Castitas), y la de la derecha,
con un collar que sostiene un elegante y precioso colgante y un velo sutil que le cubre los cabellos, la Belleza (Pulchritudo).
Venus. Se encuentra en el centro del cuadro y sirve de eje a la composición, volviendo ligeramente la espalda al resto de figuras.
En torno a su cabeza se aclara la arboleda, formando una especie de aureola. Está representada como una Madona, con el
cabello cubierto por cofia y velo, como una mujer casada. Viste una camisa larga y, por encima, vestido y manto, que cae de
forma asimétrica, como el de Mercurio. El vientre prominente era considerado gracioso, y un signo de elegancia era colocar la
mano sobre una tela, para evidenciar su belleza. Es el centro no sólo físico sino también moral de la obra, en sus dos aspectos de
Venus Urania y Venus Genitrix, fuerza creadora y ordenadora de la Naturaleza, que hace nacer y crecer a todos los seres vivos.
Cupido. Vuela sobre la cabeza de la figura central. Se dedica a lanzar dardos hacia una de las Gracias.
Flora. Es la única del grupo que mira directamente al observador y parece que intenta esparcir sus flores por el exterior de la
escena. Destaca también por su sonrisa, pues es infrecuente en la pintura renacentista, en particular en Botticelli, cuyas mujeres
(y así se ve en sus numerosas Vírgenes con Niño) están siempre serias, abstraídas.
La ninfa Cloris. De su boca salen las flores primaverales que Flora recoge en su vestido transparente.
Céfiro. Dios del viento benigno representado con colores fríos mientras busca el amor de la ninfa. Sopla la dulce brisa que hace
posible la primavera.

35.
Detalles.

36.
Detalles.

37.
Detalles.

38.
Alegoría de la abundancia
o El otoño.
Sandro Botticelli.
1480.
Dibujo.
31,7 x 25,3 cm.
Ángel.
Sandro Botticelli.
1480.
Dibujo.

39.
La Anunciación de San Martino de la Scala. Pintura mural. Sandro Botticelli. 1481.

40.
La Anunciación de Cestello (convento florentino).
Sandro Botticelli. 1489. Témpera sobre
Madera. 150 x 156 cm.

41.
Detalle.

42.
Virgen del Magnificat. Sandro Botticelli. 1481. Temple sobre tabla. 118 x 118 cm.

43.
Detalles.

44.
La Virgen de la Granada. Sandro Botticelli. 1485-87. Témpera sobre panel. Diámetro 143 cm.

45.
La Virgen de la Granada. Sandro Botticelli. Detalle

46.
Palas y el centauro.
Sandro Botticelli.
1482.
Témpera sobre lienzo.
207 x 148 cm.
Retrato de un joven.
Sandro Botticelli.
1469.
Temple sobre tabla.

47.
Fortaleza. Sandro Botticelli. 1470. Témpera sobre tabla. 167 x 87 cm.

48.
El nacimiento de Venus. Sandro Botticelli. 1482-1485. Temple sobre lienzo. 278,5 x 172,5 cm.

49.
Según cuenta la leyenda, Venus, diosa del amor, nació de los genitales del dios Urano, cortados por su hijo Crono y luego
arrojados al mar. El título de la obra no es, por lo tanto, exacto, ya que el cuadro no representa el momento del nacimiento de la
diosa, sino que muestra la llegada de Venus, sobre una concha, a la playa de una de las islas que tradicionalmente se le dedican,
como Chipre, Pafos o Citerea. La diosa es empujada por el soplo de los dioses alados, entre una lluvia de flores.
A la izquierda aparecen los primeros dos personajes de la obra. Uno de ellos es Céfiro (Dios del viento del oeste); a su lado está
Cloris (que significa pálido). Céfiro y Cloris, fuertemente abrazados simbolizan la unión de la materia y el espíritu. A su alrededor
caen rosas, flores que según la leyenda después se convertirán en seres.
El centro de la composición está ocupado por la diosa Venus sobre una concha que flota en un mar verdoso. Tiene la actitud de
una Venus púdica: una mano sobre el pecho y otra sobre el sexo. Cubre con sus largos y rubios cabellos sus partes íntimas,
aunque la larga cabellera, colocada en la entrepierna, acaba recordando al vello púbico, cuya representación estaba prohibida. El
cabello es un ornamento eminentemente erótico; Botticelli lo pinta con largos arabescos que rozan la anatomía de la diosa con
una delicada caricia. Con su brazo derecho trata delicada y casi inocentemente de taparse sus pechos. Su postura curvilínea sigue
siendo propia del gótico.
EL NACIMIENTO DE VENUS

50.
Una de las Ninfas espera a la diosa en la playa para cubrirla con un manto rojo con motivos florales. Se cree que se trata,
específicamente, de la Primavera, la estación del renacer. Lleva un traje floreado: es blanco y está bordado de acianos. Un
cinturón de rosas rodea su cintura y en el cuello luce una elegante guirnalda de mirto, planta sagrada de Venus y símbolo del
amor eterno. Entre sus pies florece una anémona azul.
Se cree que en esta Venus pudo representar a Simonetta Vespucci. El rostro recuerda al de las vírgenes de Botticelli: muy joven,
de boca cerrada y ojos claros. Su expresión melancólica es impropia de la Antigüedad asociándose más bien a la expresión de
una bondad de raigambre cristiana. La piel de Venus es de color marfil, un blanco con una ligera tonalidad amarillenta y con
ocasionales matices rosa. Esta tonalidad no recuerda a la piel, no sugiere carne tibia y flexible, sino la superficie y la firmeza de
una estatua.
Desde los tiempos de la Roma clásica no se había vuelto a representar a esta diosa pagana desnuda y de tales dimensiones: el
desnudo femenino, considerado pecaminoso en el arte medieval cristiano, se recupera en el Renacimiento como símbolo de
inmaterialidad. Esta Venus no representa el amor carnal o el placer sensual sino que, con su postura y sus facciones finas, se
acerca más al ideal de inteligencia pura o saber supremo. Venus sustituye a la Virgen, expresando una fascinación hacia la
mitología común a muchos artistas del Renacimiento.

51.
Detalle.

52.
Detalle.

53.
Detalle.

54.
Retablo de San Bernabé.
Sandro Botticelli. 1487.
Témpera sobre panel.
268 x 280 cm.
Representa a la Virgen en
el trono con el Niño y los
santos Catalina de
Alejandría, Agustín,
Bernabé, Juan Bautista,
Ignacio y Miguel Arcángel.

55.
Calumnia de Apeles. Sandro Botticelli. 1495. Temple sobre tabla. 62 x 91 cm.

56.
Virgen del rosal.
Sandro Botticelli.
1470.
Temple sobre madera.
124 cm × 65 cm.
San Agustín en su estudio.
Sandro Botticelli.
1490-1495.
Témpera sobre madera.
41 x 27 cm.

57.
Virgen con el Niño y
San Juan Bautista.
Sandro Botticelli.
1490-1495.
Témpera sobre lienzo.
134 x 92 cm.
La coronación de la Virgen.
Sandro Botticelli.
1490.
Témpera sobre madera.
278 x 258 cm.

58.
La Virgen de las cuevas.
Andrea Mantegna.
1488-1490.
Témpera sobre panel.
29 x 21,5 cm.
Retrato de Charles de
Médici.
Andrea Mantegna.
1459.
40,5 x 29,5 cm.

59.
Retrato de un
hombre joven.
Pietro Perugino.
1495.
Óleo sobre panel.
37 × 26 cm.
Retrato de Francesco
delle Opere.
Pietro Perugino.
1494.
Óleo sobre tabla.
52 x 44 cm.

60.
Piedad. Pietro Perugino. 1493-1494.
Óleo sobre panel. 168 x 176 cm.

61.
La Virgen entre San Juan
Bautista y San Sebastián.
Perugino.
1495.
Óleo sobre panel.
178 x 164 cm.

62.
Detalle.

63.
Retrato de don Biagio Milanesi. Pietro Perugino. 1500.
Óleo sobre tabla. 28 × 26 cm.
Retrato de Fra Baldassarre. Pietro Perugino. 1500.
Óleo sobre tabla. 26 × 27 cm.

64.
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sin ánimo de lucro. Solo tiene una finalidad educativa.
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Mi reconocimiento a sus autores a quienes pertenece el copyright.
MÚSICA: Music of the Renaissance.
REALIZACIÓN: Emilio Fernández.
Marzo 2019