2. Legionarios
El ejército romano fue uno de los más eficaces de la Historia gracias
a su alto grado de disciplina y organización.
Las temidas legiones romanas
estaban formadas por hombres
entrenados y curtidos,
profesionales del ejército durante
veinte años de su vida.
La vida militar estaba
profundamente arraigada en la
manera de ser del pueblo
romano.
El ejército romano mostró
siempre su elevado sentido de la
estrategia y del esfuerzo militar.
3. La centuria y el centurión
El ejército romano estaba perfectamente estructurado
en unidades jerarquizadas. Esta organización
constaba (de menor a mayor) de:
CENTURIA: Un mínimo de 80
hombres, formados en filas de 10,
bajo el mando de un centurión.
4. Manípulo MANÍPULO: Dos centurias
asociadas, formando unidas
marcando apenas la separación
entre unas y otras. La formación
básica era en ocho por diez
hombres, a los que había que
añadir los mandos y algunos
puestos específicos:
el signifer (portador de las
insignias),
el optius (mando intermedio),
el tesserarius (encargado de las
contraseñas),
el cornicem (el “corneta”) y
los centuriones correspondientes.
En total cada manípulo contaba con
unos 160/180 hombres.
5. La cohorte
COHORTE: Tres
manípulos en formación.
Los soldados se
organizan por su función
y veteranía en tres
líneas:
Hastatii (120 hombres
más novatos y jóvenes)
Principes (120 hombres
con experiencia)
Triarii (60 veteranos)
6. Las legiones
LEGIÓN: 10
cohortes formaban
una legón ordinaria.
A la tropa de
infantería había que
añadir las fuerzas
auxiliares y la La disposición de la tropa
caballería. era:
Los equites (la caballería)
protegiendo los flancos en
primera línea.
Los velites (tropa ligera de
de acometida) en la
primera línea.
El resto de la infantería en
las tres líneas explicadas.
7. Armamento pesado
Cada legión poseía una
dotación de armamento
pesado, la “artillería” de
la época:
Una carroballista (una
especie de gran ballesta
con ruedas) por centuria.
Una catapulta.
Otras máquinas dependiendo del tipo
de misión a cumplir: onagro, escorpión,
ariete, etc.
8. Armas de asedio
La conquista de una ciudad podía llevar tiempo. Los romanos
eran expertos en las técnicas de asedio.
CERCO: Consistía en una serie de zanjas y trampas para
impedir que los habitantes pudieran entrar o salir del recinto
sitiado: fosos, líneas de estacas en el suelo, etc.
MÁQUINAS DE ASEDIO:
Torres de asalto
Parapetos
Rampas y
terraplenes
Escalas
9. Formaciones
La disciplina y la organización
eran la clave de la eficacia del
ejército romano. Los legionarios
siempre actuaban en formaciones
estratégicamente diseñadas para
la protección y el ataque.
La más conocida de las formaciones era la testudo (tortuga)
en la que los escudos protegían por completo a la tropa en
movimiento.
Gracias al entrenamiento intenso de la
tropa, los legionarios eran capaces de
moverse en el campo de batalla con muy
pocas instrucciones. Los signa
(estandartes) servían par identificar cada
legión en el tumulto de la lucha.
10. Vestimenta y armamento
La vestimenta básica consistía
en una túnica de lana sobre la
cual se colocan las
ARMAS DEFENSIVAS
La lorica (coraza) habitualmente
de metal en piezas articuladas.
El cingulum (cinturón-delantal)
que protegía las “partes nobles”.
La galea (casco) de metal con o
sin penacho de crines.
Scutum (escudo) de forma
rectangular o redonda.
Calligae (sandalias) de tiras de
cuero reforzadas.
11. Vestimenta y armamento
ARMAS OFENSIVAS
Gladius (espada) de longitud media.
El pilum (lanza) formado por un hasta de
madera a la que se añadía otra metálica
en la parte superior.
El pugio (daga) de metal.
Mazas, hachas, etc.
Armas específicas de los cuerpos
auxiliares: arcos, hondas,…
EQUIPAMIENTO
Cada soldado cargaba además con
su mochila de avituallamiento, sus
objetos personales y las
herramientas de trabajo en
fortificaciones: picos, palas, etc.
12. Campamento
La misma estricta disciplina regía también en el interior de los
campamentos cuya distribución también estaba preestablecida.
13. Campamento
La planta era siempre
rectangular y cortada
por dos grandes calles
perpendiculares: la vía
principalis y la praetoria.
Cada extremo de estas
calles tenía un acceso al
exterior: las portas
(puertas fortificadas)
Todo el perímetro se protegía con una empalizada (vallum) sobre un
terraplén (agger), incluso a veces con un foso con agua (fossa).
Con un trazado en manzanas y calles perpendiculares se colocaban
las tiendas, destacando en el centro del campamento las de los
oficiales, el comandante de la tropa y el quaestor (administrador que
distribuía las pagas).