2. La imagen comunica. Por ello, desde tiempos prehistóricos ha sido empleada para transmitir ideas, sentimientos o valores, a través de simbolismos asignados a colores, formas o figuras. Una imagen vale más que mil palabras Pablo Picasso (1881-1973) Guernica 1937, óleo sobre tela, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid.
3. Cada cultura a través del tiempo, conforma su propio lenguaje visual, en el que los objetos y su representación adquieren significados. Las culturas en donde el lenguaje escrito no está muy difundido enfatizan la comunicación a través de imágenes simbólicas , lo mismo que la sociedad tecnológicamente desarrollada que exige comprensión inmediata. En este material observaremos algunos ejemplos del uso de símbolos en las imágenes. Analizaremos su relación con los mitos e ideas religiosas , así como con los valores , la política , el conocimiento y el arte . Máscara yelmo Camerún, Bamum, antes de 1880, Madera, cobre, cuentas de vidrio, rafia y conchas, Museo Metropolitano de Arte, Nueva York
4. ¿qué es un símbolo? El símbolo visual es un tipo de signo que consiste en la representación de un objeto o persona , mediante la cual se hace referencia a una realidad distinta a sí misma, pero con la que se le identifica, ya sea por formar parte intrínseca de ella, por su semejanza real o imaginada con lo significado o por un vínculo convencional. Una imagen simbólica sería aquella que comunica algo más de lo que se observa con la simple identificación de las formas.
5. Todos los pueblos han creado sus propios mitos. Un mito es una historia que sirve para explicar las ideas que cada cultura tiene sobre el comportamiento humano. Imágenes mitológicas
6. Mitología grecorromana Los mitos de la cultura grecorromana han influído a los artistas e intelectuales del mundo occidental durante siglos, `pues l os dioses clásicos representan valores esenciales de la vida humana, como el amor, la alegría, la sabiduría, la paz y la guerra. Estas deidades tenían emociones e intereses similares a los hombres sólo que exagerados, de ahí que sus historias constituyeran verdaderos dramas humanos. Combate entre griegos y Amazonas (detalle de sarcófago) 315-325 a. C., tallado en mármol, Museo de Louvre, París
7. En el Renacimiento, el interés por el mundo clásico suscitó que los mitos grecorromanos se difundieran entre los eruditos y las elites gobernantes. En esta obra, probablemente se representa el nacimiento de Venus, según lo narra el poeta Hesiodo. Vemos cómo la diosa del Amor, de pie sobre una concha, llega a tierra; mientras Céfiro, dios del viento, y la brisa Aurora, soplan las corrientes. A la derecha se encuentra la Hora de la Primavera quien recibe a Venus con un manto para cubrir su desnudez. Los renacentistas creían que todos los mitos contenían una verdad oculta; para ellos el nacimiento de Venus simbolizaba la llegada de la belleza divina al mundo. Sandro Boticelli (1444/1445 - 1510) El Nacimiento de Venus, ca.1485, temple sobre lienzo, Galería de los Oficios, Florencia
8. Júpiter o Zeus ha sido el más representado de los dioses clásicos, líder del panteón olímpico, de poder omnipotente y personalidad lujuriosa, se le solía identificar por llevar un rayo e ir acompañado de un águila. Entre sus capacidades estaba la de poder transformarse en otros seres u objetos, medio del que se valía para engañar a sus numerosas amantes, como fue el caso de Io a quien poseyó en forma de nube. Correggio (Antonio Allegri 1489/1494-1534) Júpiter e Ío ca. 1530, óleo sobre tela, Museo de Historia del Arte, Viena
9. La bella princesa Psique es amada por Cupido, hijo de Venus. En la pintura Psique es sorprendida por el primer beso de amor del dios, quien es invisible para ella. El mito clásico no es sólo una historia de amor sino también una alegoría metafísica. En griego psique significa el alma, así el amor de Psique y Cupido simboliza la unión del alma humana y el amor divino. En esta obra, tal sentido es reforzado por la presencia de la mariposa sobre la cabeza de la joven, que para los griegos también simbolizaba el alma. François Gérard (1770 - 1837) Psique y el Amor 1798, óleo sobre tela Museo del Louvre, Paris
10. Según el mito griego, el legendario artista y artesano Dédalo construyó alas con cera para que él y su hijo pudieran escapar del laberinto de Creta, donde los había encerrado el rey Minos. Ícaro, orgulloso de su capacidad de volar, quiso llegar al sol, pero las alas se derritieron y el héroe cayó muerto al mar, la historia nos advierte sobre el peligro de la vanidad humana. Herbert Draper (1863-1920) El lamento por Ícaro 1898, óleo sobre lienzo, Galería Tate, Londres
11. Neptuno o Poseidón es el dios del mar, a quien suele representarse como un poderoso hombre de barba blanca armado con tridente, que le sirve para dominar a las olas. En esta imagen, Crane pinta la cresta de las olas como los caballos del dios. Walter Crane (1845-1915) Los caballos de Neptuno 1892, óleo sobre tela, Nueva Pinacoteca, Múnich
12. En la obra El Nacimiento de Venus el artista Alan Davie no reinterpretó el mito clásico de manera intencional. Como todas sus obras, el artista realizó ésta sin tener un tema preciso en mente, el cual surgió después por asociaciones con las emociones o elementos que la pintura le evocaba: el amor, una caverna, el nacimiento… el nacimiento de Venus. Alan Davie El nacimiento de Venus, 1955, óleo sobre tabla, Galería Tate, Londres
13. Las culturas mesoamericanas también crearon mitos, historias que hablan de la irrupción de otro tiempo, el de los orígenes, en el tiempo humano; dando así lugar a las creaciones. Los mitos mesoamericanos hablan de dioses, que como en otras culturas, han sido representados a través de imágenes y personificaciones. Mitos mesoamericanos
14. La personificación de Tlaloc, dios de la lluvia y el rayo, se caracteriza por la máscara con serpientes enroscadas alrededor de los ojos, a manera de anteojeras. Asímismo, lo distinguen sus grandes colmillos que salen del labio superior, la naríz ganchuda, y elementos acuáticos, como caracoles, lagartos y peces. . Página dos del Códice Laud Pigmentos sobre piel de venado Biblioteca Bodleian, Universidad de Oxford
15. En la mitología prehispánica uno de los dioses más importantes era Mictlantecuhtli el dios de la muerte, señor del inframundo o Mictlan. Este dios se identifica por su cabeza en forma de calavera, muchas veces con la boca abierta, un cuchillo de sacrificio clavado en la nariz, como señal de que se le ha cortado el aire, elemento vital, y una orejera formada con una mano desollada. Esta imagen corresponde a uno de los varios cráneos mexicas encontrados en el Templo Mayor de México-Tenochtitlan que fueron recortados para conservar sólo la parte frontal, ciertas horadaciones que presentan sugieren su uso como máscaras, un cuchillo de sílex se encuentra en la nariz y los ojos fueron hechos con concha y pirita. Máscara Cráneo Cultura mexica Cráneo, concha, pirita y sílex, Museo del Templo Mayor, México
16. “ En Coatepec, cerca de Tula, vivía la diosa Coatlicue, madre de los cuatrocientos Surianos y de Coyoxauhqui, diosa de la luna. Mientras Coatlicue hacía penitencia barriendo en el cerro de la serpiente, una bola de plumas bajó, ella la recogió y la guardó en su seno, al buscarla más tarde no la encontró, pero había quedado embarazada. Coyolxauhqui y sus hermanos se ofendieron por tal hecho y quisieron matar a Coatlicue, ella sintió miedo, pero Huitzilopochtli, el hijo que llevaba en el vientre, la consoló y le pidió que esperara. Vestidos de guerreros los cuatrocientos Surianos subían al cerro Coatepec, guiados por Coyolxauhqui, pero uno de ellos, Cuahuitlicac, dió aviso a Huitzilopochtli. Cuando ya estaban en la cumbre nació el dios, ataviado con plumas de águila y un lanza-dardos de turquesa, su pie izquierdo era enjuto. Una serpiente de fuego le obedecía y con ella hirió a Coyolxauhqui, le cortó la cabeza y su cuerpo rodó por las faldas del cerro, en cuya base cayó desmembrada.” Fray Bernardino de Sahagún. Historia General de las Cosas de Nueva España. Libro Tercero. Capítulo Primero. 1577 Coyolxauhqui, diosa de la luna Cultura mexica Monolito de toba volcánica Museo del Templo Mayor, México