1) Dios nos ama con un amor eterno e incondicional que es la fuente de todo amor. 2) Este amor de Dios sigue un orden: primero somos amados por Dios, luego reconocemos ese amor, nos dejamos amar, y finalmente amamos a Dios y a los demás. 3) Jesucristo es el máximo ejemplo de este orden del amor, al ser plenamente amado por el Padre, reconocer ese amor, dejarse amar en su entrega en la cruz, y amar con el mismo am

1. Dios te ama
¿Te sientes amado por Dios?

3. El amor de Dios no tiene un motivo o una
razón específica, no tiene un principio
determinado, no puede ser influenciado,
no te lo puedes ganar, no tiene fin,
simplemente es.

4. El amor verdadero saca definitivamente del
anonimato a la persona amada. Ya no la
confunde con nadie. La quiere porque es
ella misma. Y es, en realidad, ella misma
porque la ama. Cada uno tiene, para Dios,
un nombre absolutamente propio y, por eso,
inconfundible.

6. Is 49,15:“¿Puede una
mujer olvidarse del niño
que cría, o dejar de querer
al hijo de sus entrañas?
Pues bien, aunque ella lo
olvidase, yo nunca me
olvidaría de ti”

7. Cuando dices que Dios te ama,
¿crees que te ama mucho?
¿poquito? ¿a veces? ¿nada?
Jesús no dio un poquito de su
sangre ni tampoco mucha,
la dio toda.

8. Dios nos cuida, nos abraza, nos ama, nos consuela, nos
sostiene, es nuestro escudo y nuestra lanza, nuestra roca
fuerte, nuestra fortaleza. Desde el vientre nos conoció,
nos ha visto llorar y reír, nos puso nombre y nada ni
nadie podrá arrancarnos de sus manos pues suyo somos.
Is 43.4: “Porque tú vales mucho más a mis ojos, yo
te aprecio, yo te amo”.

9. ¿Por qué dudamos?
¿Qué nos roba la seguridad que
esta afirmación tiene?
Dios nos ama

10. «Maestro, ¿cuál es el
mandamiento
mayor de la Ley?»
Mt 22,36
Amarás al Señor, tu Dios, con
todo tu corazón, con toda tu
alma y con todas tus fuerzas
Dt 6, 5
…Amarás a tu prójimo como a ti
mismo. …
Lev 19, 18

11. Hablando del amor de Dios y del amor a Dios, hemos
de reconocer un orden que podríamos formular así:
a) Ser amados
b) Saber que somos amados
c) Dejarnos amar
d) Amar

12. En Jesús este orden se realiza
a la perfección:
- Es el Amado del Padre
- El es plenamente consciente
de ello
- Se deja amar
- Ama con el mismo amor
infinito con que es amado

13. Algo similar ocurre con
María:
Ella es y se sabe
excepcionalmente amada,
cree en ese amor, se deja
amar y ama con el mismo
amor que recibe
María se convierte en un
«signo sacramental» del
amor femenino y maternal
que Dios nos tiene.

14. a) Ser amados:
«El hombre existe pura y simplemente por el amor
de Dios, que lo creó, y por el amor de Dios, que lo
conserva Y sólo se puede decir que vive en la
plenitud de la verdad cuando reconoce libremente
ese amor y se confía por entero a su Creador»
GS19
Todo parte de ahí, existimos
porque somos amados.

15. Es el sincero y enorme esfuerzo de Dios
para convencernos de su amor, que
culmina en la máxima prueba que es
Jesús: en su Encarnación-Vida-Pasión-
Muerte-Resurrección
b) Saber que somos amados.

16. c) Dejarnos amar:
Todo lo que debemos
hacer, en relación con el
amor que Dios nos
tiene, es dejarnos amar,
abrir el alma de par en
par y creer con todas las
fuerzas en ese amor que
Dios nos ofrece, pero
que no impone nunca.
El verdadero amor es
respeto. Y el amor
infinito es infinito
respeto.

17. d) Amar
Sólo desde la certeza de
ser amados por Dios,
podemos nosotros amar
de verdad, con el mismo
amor gratuito, personal y
entrañable con que
somos amados.
“El mandamiento del
amor es posible sólo
porque no es una
exigencia: el amor puede
ser mandado porque
antes es dado” (DCE
14 Deus Caritas est).

18. "Creo firmemente que Dios me ama, pero no
experimento su amor. ¿Qué puedo hacer?"
1. Pedir sentirme amado: Pablo escribió: "doblo mis rodillas ante
el Padre... para que les conceda conocer el Amor de Cristo"
(Ef. 3, 14-19).
2. Percibir y recibir los signos de amor de las personas que trato:
Implica estar atento a los pequeños detalles de cariño,
confianza, servicio y ternura.
3. Repetir frecuentemente una frase: Es un modo eficaz para que
las certezas de la fe lleguen a ser experiencia vital. Ej.: “El
Señor es mi Pastor nada me puede pasar ni faltar”, "Mi Jesús,
gracias porque me amas" y "Tú eres mi hijo amado, en ti me
complazco" (Mc 1, 11).

19. 1. Dios nos creó por Amor y Él nos amó primero.
2. Ese amor es fuente para amar a Dios y a los
hermanos.
3. Dios nos ama con un amor personal.
4. Dios no nos puede amar más ni menos porque su
amor es eterno y su esencia es el Amor y por eso
lo hace en términos absolutos.
5. Un orden: a. Ser amados, b. Saber que somos
amados, c. Dejarnos amar, d. Amar
6. Este orden se realiza a la perfección en Jesucristo
quien nos rebela el amor del Padre
7. María es “signo sacramental” del amor femenino y
maternal que Dios nos tiene.
8. Sentir el amor de Dios: a) Pedir sentirme amado, b)
Percibir y recibir el amor de las personas que trato.
c) Repetir frecuentemente alguna frase que
convierta las certezas de la Fe en experiencia vital.
Jm 31,3: « … Con amor eterno te he amado,
por eso he reservado gracia para ti. »